Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

08


AVISO: capítulo con escena sexual. Disfrutad😉


-Este no era el plan, Garrett.

Garrett me miró con una ceja arqueada mientras lanzaba su chaqueta sobre el sofá. Habíamos pasado toda la tarde entrenando para luchar, con Apolo descansando en diferentes brazos, aplaudiendo divertido.

Al menos uno de nosotros se lo había pasado bien, porque yo estaba más que enfadada.

-No sé a qué te refieres. –replicó mi vampiro, sentándose cómodamente en una de las sillas de la mesa de la cocina. Uno de los juguetes de Apolo estaba sobre ella, al final no había querido llevárselo para pasar la noche con Rose y Emmett.

Y me venía de maravilla que no estuviera, porque tenía muchas ganas de gritarle a su padre.

Me crucé de brazos mirándole con los ojos entrecerrados por la frustración.

-Te he visto derribar a Emmett en cuatro movimientos.

-¿Y? –estiró las piernas cuán largo era y la silla crujió levemente.

-¡Que yo te he derribado en tres! –exclamé indignada.

La sonrisa torcida que me dio me hizo fruncir aún más el ceño.

-Es que eres muy buena, preciosa.

Puse los ojos en blanco con un bufido.

-Ambos sabemos que no es cierto. -Rose me había derribado en sólo dos movimientos. Mi ropa estaba llena de tierra y estaba segura de que aún tenía algunas ramas en el pelo. –Estás siendo más blando conmigo.

De hecho Garrett nos había sorprendido a todos. Era muy buen profesor, se tomaba en serio las técnicas de combate y lo transmitía de una manera fácil y directa. Era implacable en la lucha. Y, tenía que admitirlo, increíblemente sexy.

Aunque perdía el encanto cuando yo era la única que no aprendía de la manera correcta.

Sus dedos tamborilearon sobre la superficie de madera antes de volver a mirarme, su sonrisa había desaparecido.

-Me cuesta verte como un enemigo. Buscar tus puntos débiles. Es antinatural para mí. –confesó y eso me hizo ablandarme un poquito. Descrucé los brazos, suavizando mi postura.

-Es mejor que los busques tú antes de que sean los Vulturi. Quiero poder defenderme, quiero poder luchar por ti y por nuestra familia. –me acerqué a él hasta que su brazo rodeó mi cintura y alzó ligeramente la mirada hacia mí desde su posición un poco más baja. –Así que, ¿serás más duro conmigo o tendré que pedirle a otro que me enseñe? Ahora tenemos muchos invitados que seguro que se ofrecen...

Eso le hizo soltar un pequeño gruñido de desaprobación que me hizo sonreír divertida. Era cierto que teníamos más testigos, rostros nuevos de ojos rojos que nos incomodaban a la mayoría. Garrett no estaba acostumbrado a estar con tantos de su propia especie y menos si eran desconocidos. Y detestaba que me mirasen a mí o a Apolo más de un minuto. Los veía como una potencial amenaza.

-Está bien, seré más duro. –concedió y me incliné para dejar un beso rápido sobre sus labios con una sonrisa victoriosa.

-Voy a la ducha, creo que tengo tierra hasta en sitios donde definitivamente no debería.

Me libré de su brazo y me dirigí a la ducha.

Estaba tarareando una canción por lo bajo, con el agua caliente deslizándose por mi cuerpo cuando la cortina de la ducha se abrió de golpe. Abrí los ojos para encontrarme a un Garrett completamente desnudo con una sonrisa torcida en su rostro.

-Nunca dije que fuera a empezar a ser duro mañana, princesa.

Su boca estaba sobre la mía antes de que pudiera responder, demandante y salvaje mientras se colaba en la ducha, invadiendo mi espacio, chocando mi espalda contra la pared de azulejos.

Sus manos se deslizaron por mi cuerpo, conocía los caminos sólo trazados por él, sabía cómo arrancar gemidos de mis labios mientras sus dientes rozaban mi cuello. Nuestra vida había perdido la rutina y la calma que tanto habíamos apreciado. Eran pocos los momentos en los que podíamos perdernos el uno en el otro.

Y en ellos siempre había esa ansia, esa prisa y temor porque quizás esa fuera la última vez; porque quizás nunca más tendríamos tiempo para fundirnos en el cuerpo ajeno.

Eso hacía que la parte más salvaje de nosotros saliera a la luz, que sus dedos se clavaran en mis caderas mientras mis dientes mordían su hombro. Que un gemido ahogado saliera de mí cuando se hundió en mi interior de una estocada firme, una de mis piernas rodeando su cintura, la otra apenas tocando el suelo de la ducha.

La pared vibró a mi espalda cuando choqué contra ella con más violencia y sus labios buscaron de nuevo mi boca, ahogando mis gemidos mientras sus dedos acariciaban mis pechos, pellizcaban mis pezones inhiestos arrancado jadeos que provocaron que una risa baja vibrara en su pecho.

-Me equivoca. –gruñó volviéndose a hundir en mi interior con un movimiento firme, mis uñas se clavaron en su espalda. –Es mucho más fácil ser duro contigo de lo que creía.

Acerqué un poco más mi rostro al suyo, mis labios rozando los suyos mientras las gotas de agua caían por nuestra cara. Le miré por debajo de mis pestañas con una sonrisa desafiante, su pelo mojado caía a ambos lados de su cara, dándole un aire más salvaje.

-¿Vas a seguir hablando o vas a hacer que me corra? –casi ronroneé, provocando un gruñido bajo por su parte.

Ni siquiera vi el movimiento rápido de sus brazos, en menos de un parpadeo estaba fuera de mí y mi rostro estaba de cara a la pared.

-Agárrate a lo que puedas preciosa. –susurró de una manera brusca y lasciva en mi oído. Fui el único aviso que tuve antes de que volviera a hundirse en mí, a un ritmo imponente que hacía mi interior vibrar mientras mis dedos intentaban aferrarse a los azulejos.

Sí, definitivamente a Garrett se le daba bien ser duro conmigo.

Y amé cada minuto de ello.


☀☀☀


-Esto es increíble. –escuché decir a Jacob, sus palabras impregnadas de asombro.

Observé a mi alrededor. Edward, Jake y Garrett miraban fascinados hacia todos lados, viendo un paisaje que yo era incapaz.

-Yo no veo nada. –comenté con el ceño ligeramente fruncido y dirigí una mirada a Zafrina, la causante de que los demás sí que pudieran ver lo que ella estaba haciendo que vieran.

-No sabía que eras un escudo. –comentó Eleazar cuando la vampira amazónica rompió la proyección de la mente de los demás.

-¿Un escudo? –pregunté confundida e intercambié una mirada con Garrett, cuya mano descansaba sobre la parte baja de mi espalda de manera relajada.

-Alguien que puede protegerse de las habilidades de otros vampiros. Hay de varios tipos, el tuyo parece ser mental. –explicó Eleazar.

-Nunca pensé que podrías serlo. –comentó mi vampiro con una ceja alzada pero sus ojos brillando de interés.

-Por eso no puedo leerte la mente. –aportó Edward con una pequeña sonrisa, por fin entendía el veto de mis pensamientos.

Kate llegó justo en ese momento, con una sonrisa divertida en el rostro.

-Tengo curiosidad, ¿puedo? –me ofreció la mano, yo sabía que tenía el don de mandar descargas eléctricas nada agradables. Pero si era un escudo, técnicamente a mí no me podría hacer daño. Suponía.

Garrett me dio un pequeño asentimiento para animarme, Kate era familia de los Cullen, no un peligro. Cogí aire por la nariz, dándome valor y estiré el brazo hasta que mis dedos tocaron los suyos.

Nada.

Aferré su mano con más fuerza, con confianza y ella soltó una risa sorprendida.

-Wow, y estoy usando mi máxima potencia. –comentó divertida, como si eso no me hubiera mandado a varios metros de distancia si no hubiera funcionada. -¿Crees que podrías proyectarlo?

-¿Proyectarlo? –pregunté confundida mientras soltaba su mano.

-Antes yo sólo podía hacerlo con los dedos, ahora puedo mandar mi don por todo el cuerpo. –sus ojos dorados se habían vuelto pensativos. –Quizás puedas proyectarlo hacia varios de nosotros para protegernos de Jane y del resto.

Había escuchado hablar de los dones de la guardia de los Vulturi. Jane era capaz de infringir un dolor inimaginable con sólo una mirada. Su hermano tampoco se quedaba atrás.

Si podía hacerlo, si podía proyectar mi escudo...

Podría proteger a Apolo. Podría proteger a Garrett. Y al resto. A todos.

Agarré la muñeca de Kate con tanta fuerza que ella frunció el ceño pero no la solté.

-Ayúdame. Ayúdame a proyectarlo. –no se lo pedí, se lo ordené.

Y así, un nuevo entrenamiento empezó para mí.





Amo a nuestros papis siendo sexys🙈🤭

¿Qué os ha parecido? Recordar darle amor y comentar si os apetece, nos leemos!🥰🥰

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro