"Los lazos, conexiones o uniones se basan en que al alfa muerde al omega en el cuello hasta que deja una marca que no desaparece jamás. Eso significa que el omega ha sido reclamado y que ahora está incondicionalmente unido al alfa, supuestamente estos lazos deberían duran para siempre..."

Que gran mentira sin duda lo que aquella mujer decía no era más que una mentira más de la vida, cansado tomo sus cosas tomando el medicamento del escritorio a pesar de las quejas de la beta detrás del escritorio, se tomó unos segundos antes de salir del lugar con una sonrisa en el rostro para correr directo a los brazos de su hermano mayor.

El contrario suspiro, por más que buscaba el delicado y dulce aroma del menor para quejarse de lo empalagoso que era no pudo hacerlo al no detectar aroma alguno, ambos permanecieron abrazados hasta que el alfa del peliblanco los obligó a entrar al auto.

Veía la espuma del mar tocar la arena sin tocarlo a él, se acurrucó más en la manta que Kakucho le había obligado a llevar como cada noche que se quedaba viendo el agua danzar junto a la luna, comenzaba a quedarse dormido cuando la suave brisa removió sus negros cabellos haciéndolo suspirar, el sueño se fue como cada noche dejando paso a sus pensamientos y pesares.

Después de todo era lo único que le quedaba de su roto y complejo ser.