"𝒀𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒓𝒊́𝒂 𝒎𝒊𝒓𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒕𝒐' 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒊́𝒂𝒔
𝑷𝒓𝒆𝒑𝒂𝒓𝒂𝒓 𝒄𝒂𝒇𝒆́, 𝒄𝒂𝒏𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒎𝒆𝒍𝒐𝒅𝒊́𝒂𝒔
𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐 𝒑𝒐𝒅𝒓𝒊́𝒂 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒄𝒖𝒎𝒑𝒍𝒊𝒓 𝒎𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊́𝒂𝒔
𝑺𝒆𝒓 𝒕𝒖 𝒅𝒆𝒔𝒂𝒚𝒖𝒏𝒐, 𝒑𝒂𝒑𝒊, 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒚 𝒐𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒂𝒔
𝑪𝒖𝒂́𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒇𝒂𝒍𝒕𝒂 𝒕𝒖 𝒄𝒂𝒍𝒐𝒓, 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒚
𝑫𝒂𝒎𝒆 𝒕𝒂𝒏 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒖𝒏 𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒂𝒎𝒐𝒓, 𝒖𝒉
𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒎𝒊 𝒃𝒐𝒄𝒂 𝒚 𝒕𝒖 𝒔𝒊𝒍𝒖𝒆𝒕𝒂 𝒉𝒂𝒚 𝒖𝒏 𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂 𝒒𝒖𝒆
𝑴𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒈𝒊𝒓𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒑𝒊𝒓𝒂𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒏𝒕𝒐
𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒕𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒐 𝒚 𝒚𝒂 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆𝒎𝒂
𝒀 𝒂𝒖𝒏𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂, 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐
𝑺𝒆𝒓𝒆́ 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒊𝒐́𝒏, 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒏𝒔𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒎𝒂́𝒔 𝒆𝒍𝒐𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆
𝑬𝒍 𝒎𝒐𝒕𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 𝒔𝒊 𝒎𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒖 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆
𝑺𝒆𝒓𝒂́ 𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏, 𝒖𝒏 𝒂𝒄𝒄𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆
𝑵𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒄𝒍𝒂𝒓𝒐 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒂, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒊́ 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆."

Pasaba sus manos con delicadeza por la piel del omega recostado en su pecho, Manjiro soltaba pequeños suspiros dejándose mimar por Keisuke, hacía días que ambos se la pasaban así, en ocasiones el omega escapaba de su hogar para dar un paseo nocturno que terminaba en el muelle y después en la habitación del alfa entre besos y caricias.

A pesar del frío tacto del omega no había noche en que el deseo no fuera intenso, Manjiro era una combinación perfecta de torpeza, seducción y perversión que le gustaba contemplar y deleitar a pesar de ver aquella marca a medio borrar, el único vestigio de un cruel adiós años atrás.