El filósofo Arthur Schopenhauer cita: Lo que la gente comúnmente llama destino es, por regla general, nada más que su propia conducta estúpida y tonta.

Es un pensamiento con el que estoy de acuerdo.

La propia conducta estúpida del ser humano hace que crean que lo que les sucede es cosa del destino. Se convencen de que no pueden cambiarlo.

Pero esa creencia es errónea. Ciertamente, puede que las cosas no salgan como queremos a veces, pero así es la vida, no podemos echarle la culpa a algo tan ambiguo como el destino.

En la vida de una persona pasan muchas cosas, debemos afrontar de frente todo lo que venga, ya que si lo piensas con calma, no es cosa del destino, sino de ti mismo.

Cada uno toma sus decisiones, que salga bien o mal depende de la situación.

En mis inicios, me dijeron que no podría ser escritor, mi mente lo tenía como si fuera mi destino.

Decidí ir en contra de eso y gracias a ello logré salir adelante.

Ahora puedo decirlo... Pude ir Más Allá Del Destino.

Un nuevo año inicia, estoy caminando de noche en las iluminadas calles de Kioto.

Paso por una esquina que me trae recuerdos, aquí fue donde conocí a Miku-chan aquel día.

- ¿Ocurre algo, Daiki?

- No es nada, solo recordaba el día que nos conocimos aquí.

- Es cierto, este lugar hace que me sienta feliz.

- El sentimiento es mutuo.

Giré la mirada hacia una tienda que tiene mi novela en exhibición. Hay una gran fila para compararla.

- Fue un largo camino, ¿no crees?

- Ciertamente, pero aún nos queda mucho por recorrer, esto apenas es el inicio. Seguiremos avanzando juntos.

- ¡Claro! Ya que estamos tan motivados, ¿qué tal si entrenamos un poco?

- Tú siempre tan enérgica, está bien.

La chica que amó tiene ojos cafés, cabello castaño, una actitud positiva, es amorosa, delicada y muy linda.

Sintiéndome libre, corro por las calles junto a ella.

Fin.