Capítulo 13: Tokio
Está será la primera vez que voy a Tokio. Llamé al abuelo y confirme mi asistencia al evento, además, me dio unos detalles del mismo.
- Daiki, el evento tendrá una duración de tres días, estarán presentes novelista reconocidos y nuevos autores, pero no te dejes intimidar.
- Entiendo.
No será nada sencillo resaltar.
- En cuanto a dónde te quedarás... puedes pasar los días en un hotel.
- No será necesario abuelo. Hablé con un amigo de Tokio, me permitirá pasar eso días en su casa.
- Ya veo, me alegra.
- Lo que no me convence es el hecho de dejarte solo aquí.
- No te preocupes, están las enfermeras, además, Miku-chan viene de visita de vez en cuando. Ve y sigue tu camino.
Que Chiba-san este llendo a visitar al abuelo me sorprendió, no me menciono nada al respecto, pero me alegra.
Mi objetivo en este viaje es regresar a Kioto con los mejores resultados posibles.
El tren bala se detuvo, se abrieron las puertas. Vi a mi amigo esperando entre la multitud, se percató de mi presencia y se acerco.
- Bienvenido a Tokio, Daiki.
- Ya llegué, Makoto. Disculpa las molestias.
- No importa, para eso están los amigos. Sígueme.
Mire a mi alrededor y quedé asombrado.
Así que esto es Tokio, ¿eh? Es muy diferente a Kioto, la cantidad de personas que hay en la calle es asombrosa, casi siento que no puedo caminar entre ellas.
- No te separes mucho de mí, la casa queda cerca, así que no tardaremos mucho en llegar.
- Claro, no te perderé de vista.
Después de unos quince minutos caminando, llegamos a nuestro destino.
- Está es mi casa. Puedes pasar, adelante.
- Gracias. Vaya, que gran casa.
- No es nada espectacular, es mi forma de vivir, nada más.
Se ve acogedora y tranquila, es un ambiente realmente agradable.
- Siéntete como en casa, esperó que la pasemos bien durante los días que estés aquí.
- Lo mismo digo.
- El evento empieza mañana, ¿verdad? Deberías ir a descansar.
- Tienes razón.
No quiero caer derrotado el primer día.
Makoto me llevo a una habitación que había preparado para mí. No saque nada de mi equipaje, fuí directo a la cama.
Mirando al techo, empuñe el puño en mi pecho hasta que me quedé dormido.
...
A la mañana siguiente, ya estaba listo.
- Ya me voy, Makoto.
- Te deseó suerte, te estaré apoyando, cuando termine de trabajar iré para allá. - Expresó mirándome a los ojos.
- Bien, ya es hora.
Llegué al sitio, hay muchas personas, no perdí el tiempo y puse mi puesto de inmediato.
Estaba nervioso, pero sabía que no podía dejarme vencer por el miedo.
Durante el día, algunas personas vinieron la novela de reojo, pero no compraron ninguna, simplemente seguían hacia otros puestos.
Cuando ya era de tarde, llegó Makoto, se acercó a mí puesto y me compró una.
- Gracias, Makoto.
- Oye, desde que dijiste que eras novelista, me dió curiosidad tu novela. No lo hago porque seamos amigos, sino por tu potencial como escritor.
- Eres un ángel, Makoto.
- No exageres. Vamos, aún quedan personas, te daré una mano. ¡Vengan y compren Cielo Estrellado, una novela diferente!
Makoto se subió en una silla y empezó a hacer propaganda para la novela.
Si estuviera solo, me habría rendido hace tiempo, pero hay personas que confían en mí, me apoyan e impulsan a dar lo mejor.
Me lo dije a mi mismo, no puedo retroceder.
Resultado total de las ventas del primer día del evento: Cinco copias vendidas.
- Es el primer día, aumentaran las ventas poco a poco.
- Lo sé, mañana me irá mejor.
- ¡Así se habla amigo! Yo que pensaba que estarías deprimido.
- No caeré rendido tan fácil.
...
Regresé a casa con Makoto y el segundo día empezó en un abrir y cerrar de ojos. Mente positiva, hoy me compraran más personas.
- Me da una, por favor.
Mientras estaba perdido en mi pensamiento, alguien me pidió una copia.
- Con gusto.
Es un chico de seguridad. Sé que tienen permitido comprar novelas durante el evento, pero no pensé que vendría uno por Cielo Estrellado.
- Aquí tienes.
- Está novela se vé interesante, le dedicaré tiempo después. - Dijo mirando la novela.
Note que su lenguaje corporal era algo reservado, así que le dije:
- Pronto será la hora de almorzar, quisiera que vinieras conmigo. ¿Puedes?
- Siempre estoy solo en la hora del almuerzo... aceptaré si tú pagas.
- Hecho.
Tengo una corazonada de que puedo sacar un gran personaje si tomo inspiración de está persona.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro