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Capitulo VI. Lopovius

Habían pasado un par de semanas desde que Rose había llegado a la Orville y su trabajo no podía ir mejor. Terminó por conocer al personal de la nave, había logrado junto al jefe Newton arreglar las comunicaciones de la nave, pero sobre todo estaba disfrutando todos los días su trabajo en el puente.

Volver a su trabajo era todo lo que necesitaba; hubo un día en el que almorzando sentada en una de las mesas que están al lado de los ventanales se puso a pensar en Marcos y le invadió la nostalgia, pero en ese instante se dio cuenta que eso era parte de la vida y las perdidas. Habrá días donde su felicidad propia no de paso a sentimientos de tristeza o nostalgia y eso estará bien; como habrá otros donde estos sentimientos volverían y también estaría bien, pero más que eso, que la vida continuaba con o sin esas personas que se habían ido. Y continuar con esa vida, no era egoísmo, era mantener el legado y recuerdos en cada momento vivido. Marcos siempre tendrá un lugar especial en el corazón de Rose, y aunque su vida le enseñó mucho a Rose, su muerte también lo hizo.

Entretanto los oficiales de la Orville se encontraban en el comedor, celebrando una noche de Karaoke, organizada por Jake un Thetan oficial de seguridad del hangar quien era considerado el más divertido de toda la flota.

En la tarima estaba Kelly quien cantaba quien de una forma relax había abierto la chaqueta de su uniforme y alegremente cantaba "Anyway you want it" de Journey. Todos alrededor le aplaudían y vitoreaban, Kelly era de las más extrovertidas del grupo, además de expresar abiertamente su amor por el Chardonnay, tenía peculiaridad envidiable por los introvertidos de ser ella misma siempre, pero también de mantener el perfecto equilibrio entre la diversión y comando como primer oficial de la Orville.

Rose que estaba sentada al lado de Alara y de la Dra. Finn también estaba aplaudiéndole, sin embargo, algo llamo más su atención, y es que diagonal a su asiento estaba la mesa donde estaba recostado el Capitán Mercer, quien no dejaba de mirar a Kelly de la manera en que muchas soñarían, era sin duda admiración y todavía mucho amor el que sentía Ed por Kelly. A pesar de su separación y todo lo que ello había traído, Ed se notaba aún muy enamorado de Kelly.

Pero eso no era lo que realmente le preocupaba a Rose, sino esa rara sensación que tuvo al voltear y ver en los ojos de Ed tanto amor. Era como si fuese un anhelo personal, pero no podía distinguir entre si quería que eso también le pasara a ella o si quería que fuese el mismo Ed quien la mirara de tal forma.

De una manera u otra, Rose se reprendió a sí misma y se repitió mil veces que debía concentrarse, que su trabajo en la Orville era más importante que cualquier deseo personal. Que fuese como siempre ha sido, vivir y respirar por y para su trabajo.

—¡La comandante Grayson damas y caballeros! —anuncio Jake con el micrófono en su mano, todos comenzaron a aplaudir de nuevo y vitorearla — ¿No estuvo genial?

Y los aplausos aumentaron mientras ella caminaba hacia la mesa donde estaba Ed, quien la recibió con una gran sonrisa y un abrazo.

De nuevo aquella rara sensación.

—Vamos Rose, deberías ir —le sugirió Alara en voz baja.

—Oh no, no... Tengo pánico escénico. Primero cantar se me da malísimo y segundo no soportaría ser el centro de atención.

—Bueno, lo divertido de los karaokes son las personas que no saben cantar —intervino Claire quien también estaba atenta a la conversación.

—Sigo creyendo que es mala idea —dijo Rose y las tres rieron.

—Buenismo —continuo Jake. — Ahora a continuación, el teniente comandante Bortus ¿Dónde está Bortus?

—Yo soy Bortus —exclamo este en un tono solemne.

Por un segundo todos comenzaron a mirarse extrañados, pensando que tal vez era una broma.

—Woowowo... Espera ¿De verdad cantas? —dijo John.

—¡Sube aquí grandulón! —le animo Jake y de nuevo todos se miraron con algún tipo de resignación expectante. Y aunque los aplausos no se comparaban a los de Kelly, al menos los tuvo. —Buena suerte.

Bortus tomó el micrófono y se paró en el escenario de una manera tan rígida a la vista de todos, pero tan natural para el que, no había empezado a cantar y Rose podía jurar que todos ya estaban algo incomodos.

—El teniente Malloy—comenzó a decir—, es quien me enseñó esta canción. Ahora la cantare.

Unos segundos después comenzó a sonar la canción del "Titánic". Una película del siglo XXI bastante emblemática y ganadora de muchos premios, la meca de la cinematografía de romance; por lo que Rose tenía razón, aquello era incomodo.

Ver a Bortus, un moclano de un metro ochenta y cinco, de color de piel oscura como la mayoría de los que habitaban su planeta, y su expresión facial seria que podía hacerte pensar que estaba odiándote; era sin duda demasiado. Era más que raro, era todo menos romántico. Tal vez si pusiera a Malloy a cantar "My heart Will go on" sería mucho más fácil de digerir, pero Bortus había elevado el nivel expectativas sobre lo que ocurría en la nave de 0 a 10 millones en solo unos segundos.

De alguna manera, aunque para todos era extraño, al momento de que la canción comenzó, muchos se animaron ya que la canción era muy hermosa y podía ponerte en el mejor de los ambientes, así comenzaron aplaudir y a vitorearle en especial Gordon quien parecía un padre orgullo viendo a su hijo en un acto escolar, pero aquello pareció incomodarle a Bortus por de inmediato y de la nada este grito: —¡Harán silencio!

Aquella frase fue dicha con tanta contundencia y tanto carácter que incluso Rose, Alara y Claire se quedaron con las palmas al aire; y el resto se silenció de inmediato.

—¿Esto de verdad está pasando? —le dijo Ed a Kelly.

—Yo...ah... —intento decir ella, pero al igual que todos, estaba desconcertada.

La canción continuaba su intro y lo que era el público permanecía callado y mirando a Bortus, hasta que, de un momento a otro, la canción se detuvo y por los parlantes de la nave se escuchó:

Puente al Capitán. Recibimos un mensaje importante del Almirante Halsey en la Unión Central.

—Envíalo a la sala de reuniones —dijo Ed a su comunicador y junto a Kelly dejaron el comedor.

Aquello era solo señal de que era hora del volver al puente de mando, así que Bortus con todo el pesar —que se supone podía expresar de su seria cara— entrego el micrófono y junto al resto de los oficiales salieron del comedor a sus estaciones de trabajo.

Alara y Rose se despidieron de Claire quien volvía al Sickbay, así como ellas volverían al puente.

—Te veo mañana a las 8 para que desayunemos juntas Claire —le dijo Alara.

—Por supuesto que sí, ¿tú también vendrás Rose?

—Claro, encantada.

—Entonces nos vemos —se despidió ella y las tres tomaron sus caminos en direcciones opuestas.

—Sigo pensando que debiste cantar. No escuchamos a Bortus, pero estoy segura que habrías sido machismo mejor que el —dijo Alara.

—Oh no, créeme que no. Al menos él tuvo el valor de subir al escenario. Yo ni eso.

—Nadie me sacará de mis pensamientos —insistió Alara y Rose rio— ¿Cómo te has sentido en la Orville Rose?

—No sabría exactamente como decirlo, pero creo que si me hubieses visto hace unos meses, notarias que esto era lo que necesitaba —respondió Rose.

—Te entiendo. Imagino que pasaste por mucho con todo lo de la batalla de los Kaylon.

—Si, no me imagine estar de vuelta en una nave, pero supongo que ustedes y el Capitán Mercer lo hacen más sencillo —dijo Rose con gentileza.

—Pues tú también lo haces sencillo, eres bastante dulce y por demás de inteligente. Además, me agrada mucho como decoraste tu habitación, podría estar ahí por horas —dijo Alara.

—Pues puedes ir cuando quieras. Y gracias por esas palabras, significan mucho para mí.

...

A la mañana siguiente Ed y Kelly estaban de vuelta al puente explicando a los oficiales, la llamada del Almirante Halsey.

—¿alguien conoce el conflicto Navariano-Bruidiano? —pregunto Ed y todos a excepción de Rose se habían mirado dando entender que no conocían de lo que Ed hablaba.

—Rose —señaló Ed dándole la palabra.

—Son dos razas que han estado en conflicto desde hace mucho tiempo por el planeta Lopovius. Ambos aseguran que lo colonizaron primero —responde Rose.

—Así es —afirma Ed. —Estas dos razas tienen un historial bastante sangriento y están al borde la guerra otra vez, lo que sería un desastre porque ellos están cerca de la frontera del espacio de la Unión, y con una guerra seguro arrastraran algunos aliados como los Kaylon o los Krill a su conflicto.

—¿Cómo podemos ayudar Capitán? —preguntó Isaac.

—Se descubrió un antiguo objeto en Lopovius —contesto Ed—. Los bruidianos y los navarianos aceptaron que se le hiciera un estudio de ADN, por parte de un arqueólogo neutral de la Unión. Si se encuentra que en el ADN hay algo de alguna de las dos especies, esa raza podrá proclamar el planeta.

—Eso suena un poco débil para algo como esto, con todo respeto Capitán —dice Rose—¿Si confía en que el perdedor cumplirá con el acuerdo?

—Tanto la Unión como yo estamos escépticos, pero es lo que ellos dicen —contesta Ed. —Así que solo nos queda ayudar. Ambos aceptaron esperar acá en la Orville mientras se hace el estudio y se esperan los resultados. El objeto en cuestión está en el USS Olympia a quienes encontraremos en la órbita de Lopovius. Así es Gordon, Fija el curso hacia Lopovius y activa la navegación cuántica...

—Aye Señor —dijo este y de inmediato volvió a su panel.

—...allí mismo recibiremos a quien la unión decidió como el arqueólogo forense que realizará el estudio —continuo Ed—y los navarianos y bruidianos enviaran a un embajador y personal acá a la nave.

—Algo inestable el escenario —dice Alara.

—Lo sé, escuchen, esta gente se detesta ¿De acuerdo? Así que seamos cuidadosos. Además, mientras ellos estén en la nave, nosotros intentaremos conversar y hallar un dialogo de paz entre ambos de manera informal. Lo mejor que puede suceder es que ambos compartan Lopovius, así que hagamos lo mejor que podamos para que eso suceda ¿entendido?

—Entendido señor —dijeron todos los oficiales al unísono.

—Se que lo lograremos —dijo Ed y todos los oficiales volvieron a sus estaciones.

Todo aquel protocolo debía ser gestionado y supervisado por el jefe de seguridad (Alara), el Capitán y el primer oficial, así que mientras ellos estaban organizando la estadía de los Navarianos y los Bruidianos, Rose se encargaba de revisar el laboratorio donde trabajaría el arqueólogo y el personal que lo acompañaría.

—Alara, ya asigné el laboratorio y a los oficiales que asistirán al arqueólogo, los acabo de enviar a tu estación —dijo Rose.

—Perfecto, Gracias Rose —respondió ella, quien al mismo tiempo estaba acomodando algunos detalles más con Kelly y Ed.

—¿Qué hay de los alojamientos? Recuerda que ellos se odian —dijo Kelly.

—Los acomode en las cubiertas C y G que son los lados opuestos de la nave —respondió Alara mostrando el mapa de la nave a Kelly. —Lo que reduciría el riesgo de que en algún momento se encuentren y no tengan supervisión.

—Perfecto —dijo Kelly.

—Bien, entonces tratemos de no arruinar esto. Muy buen trabajo equipo —dijo Ed.

Unas horas después ya la Orville estaba en la órbita de Lopovius haciendo contacto con la USS Olympia quien ya estaba listo para enviar al arqueólogo a la nave. La Orville se había estacionado frente a la órbita de aquel pequeño planeta que causaba aquel gran conflicto. Rodeado de una atmósfera anaranjada y con dos satélites lunares cerca de él, Lopovius parecía un buen lugar más allá de aquel conflicto que lo rodeaba.

—Señor, me reportan que la nave donde viene el arqueólogo está arribando a la Orville —informó Alara.

—Perfecto, iremos a recibirlo —dice Kelly y junto a Ed se levantan de sus sillas. —¿Cómo se llama?

—Enviaran su archivo personal pronto, apenas lo tenga se lo haré llegar señor —contesto Alara.

—Envíalo a nuestros comunicadores.

—Si señor.

Alara estaba concentrada en recibir el archivo de la USS Olympia sobre el arqueólogo para enviarlo lo más pronto posible al capitán y al primer oficial, pero al llegar y abrirlo su expresión cambio totalmente dejándola de cierto modo, paralizada.

—Alara, iré a ingeniería a preguntarle al jefe Newton sobre el panel del laboratorio, hay una sección que parece estar fallando así que...—Intento decir Rose, pero Alara solo estaba mirando el archivo inmóvil—¿Alara todo bien?

—Ay no dios mío —dijo por fin.

—¿Qué sucede? —pregunto Bortus con fastidio.

Pero Alara no respondió, solo salió corriendo del lugar dejando aquella pregunta al aire. Rose le dio una mirada curiosa a lo que estaba leyendo y no encontró más que el archivo del arqueólogo que estaba pidiendo Kelly, su nombre era Darulio y era retepsiano —los retepsianos son razas que poseen una piel azulada clara, con escamas, orejas puntiagudas, ojos blancos con un diminuto punto; y dos antenas de donde expedían un líquido azul al llegar al clímax en el sexo—, por un momento lo asocio con aquella historia que Ed le conto, pero sería demasiada coincidencia o mala suerte para el tipo con el que su esposa lo engañó estuviese en su nave.

Rose no le dio más importancia y se fue hasta ingeniería para supervisar que el panel fuese arreglado de inmediato, antes que el arqueólogo entrara al laboratorio que le habían asignado.

***

—Alférez Brooks detenga el transbordador —ordenó Alara quien venía a toda velocidad desde el puente de mando, a la caseta de seguridad del hangar de la nave.

—La nave ha aterrizado —informo el alférez.

—¡Maldición! —dijo Alara mirando como de la nave salía Darulio y como eran Ed y Kelly quienes lo recibían. — Es Darulio.

—¿El tipo con el que ella lo engaño? —indagó el Alférez. —¿Al que le sale esa cosa azul de la cabeza?

—¡¿Cómo sabe de eso?! —preguntó Alara disgustada al oír aquello.

—Tú me lo dijiste —respondió el Alférez.

—Oh... ya... pues sí, es el...

La razón por la que el alférez Brooks sabia de esa historia era porque él y Alara intentaron salir un par de veces, así que en algún momento ella decidió compartir esa historia con él, pero que no lo recordaba.

—... Es nuestro arqueólogo forense.

Por otro lado, Ed y Kelly quedaron en completo shock al ver que quien salió de nave de lo más emocionado, había sido Darulio. Nada, absolutamente nada podía alivianar la tensión de ese momento.

—Oh por dios —dijo Ed.

—No puedo creerlo ¿Cómo es esto posible? —dijo Kelly.

—Si, lo se... Situación incómoda ¿Cierto? —dijo Darulio—lo lamento. He estado excavando durante seis meses en Lopovius, y acabo de escuchar de camino hacia acá que eran ustedes quien prestarían el apoyo para el estudio de ADN. Si hubiera tenido más tiempo, habría recusado.

—Si, pues yo lamento que no tuvieras más tiempo —espetó Ed.

—Mira Ed... ¿Puedo llamarte Ed? Es que siento que nunca nos presentamos —dijo Darulio en un tono bastante socarrón.

—Si bueno, es que cuando nos conocimos estabas acostándote con mi esposa. Supongo que por eso olvidamos los modales —rebatió Ed de nuevo bastante molesto.

—Oh por el amor de dios Ed, no empeores esto —intervino Kelly.

—No, no... está bien Kel —dice Darulio y Ed estaba empezando a molestarse más—, él tiene derecho a sus sentimientos, y a un espacio para expresarlos.

—Escucha, no puedo ya detener esto. Sin embargo, creo que poner fin a él conflicto Navariano-Bruidiano es mucho más grande que nosotros y nuestra historia. Yo estoy aquí para trabajar ¿Y ustedes? —concluyo extendiendo su mano hacia Ed quien estaba con los brazos cruzados y mirándolo de tal manera que, si tuviera rayos láser en los ojos, ya Darulio estaría muerto.

—Bien —respondió Ed con fastidio y aun con mala cara le dio su mano, de la misma manera Kelly quien si solo tenía una sonrisa nerviosa.

—Hehehey... ¿Todo bien por aquí? —dijo Alara quien se suponía que debía llegar antes de que Darulio bajara de la nave. Pero era tan tarde que solo se le ocurrió ir para evitar que tal vez Ed y Darulio no se maten.

—Alara, muéstrale a Darulio su estúpido laboratorio —Ordeno Ed y se dio la vuelta para salir del hangar.

Al mismo paso, pero más acelerado iba Kelly detrás de él. Ed quien sabía lo que se venía apuro su paso, al punto que llego al ascensor e intento cerrarlo para no tener que compartirlo con Kelly.

—¿Ed? —dijo ella deteniendo las puertas que casi se cerraban. —¿Trataste de cerrar las puertas?

—No, claro que no —respondió Ed tratando de sonar natural y calmado. Algo que estaba muy lejos de sentir.

—Sé lo que estás pensando —hablo Kelly—, pero no te atrevas a echarme la culpa de esto.

—Yo de verdad no puedo creer que enserio te hayas acostado con ese tipo... De verdad que no —dijo Ed riendo irónicamente.

—Oh por favor, esta soy yo disculpándome contigo vez número nueve mil ¿Qué más quieres que haga?

—Acaso escuchaste lo que dijo, ¿Lo escuchaste? Va, va él dijo: tengo derecho a mis sentimientos y un espacio para expresarlos. Dios mío, gracias por prenderle fuego a mi vida y luego darme permiso para sentir dolor.

—¿Sabes algo no me gusta tu tonito? —espetó Kelly.

—Oh, oh... Disculpa Kel, ¿estas incomoda? ¿Sabes que puedes hacer? —comenzó a decir Ed más enojado, pero en ese instante las puertas del ascensor se abrieron y frente a ellos estaba el teniente Dann de ingeniería quien era de la raza Frizzian y a su lado Rose.

—Oh vaya —dijo Dann con diversión—, alerta estamos en presencia del alto mando. Capitán, comandante —les saludo, pero estos no dijeron nada.

Rose quien solo entro al ascensor y se colocó detrás de Ed pudo notar que había cierta tensión en el ambiente. Ed estaba más que incómodo, y en su rostro se notaba demasiada molestia. El ascensor comenzó a subir y el silencio que tal vez era incómodo para Ed y Kelly fue roto cuando Dan habló:

—Deberían poner música en estos elevadores ¿Ah? —sugirió. —Algo así como una pequeña banda sonora de nuestras vidas. ¿Qué creen?

—Si, podría ser —respondió Kelly.

—Buenísimo —dijo Dann y las puertas del elevador se abrieron. Era el piso que Dan había pedido, pero antes de irse iba a comentar que tenía un par de playlist para la música del elevador, pero Kelly ni lo dejo hablar, pues apenas salió presiono el botón para cerrar las puertas dejando aquella frase incompleta.

—Genial a ti si te cierran —ironizó Ed quien intento hacerle lo mismo a Kelly unos segundos atrás pero no lo logro.

—¿Qué es lo quieres hacer Ed? —preguntó Kelly olvidándose por completo que Rose estaba detrás de ellos en completo silencio.

—¿Hay algo que pueda hacer? ¿Hay otro arqueólogo forense? especializada en cerámica antigua lopoviana en este sistema estelar con quien no hayas tenido sexo? ¿No? Entonces estaré bien.

—Bien, se nota que estas bien —replico Kelly con una amarga resignación.

Las puertas del elevador se abrieron y tanto Kelly como Ed salieron a toda prisa y tomando caminos opuestos. Rose quien se dirigía al puente vio que Ed iba en dirección hacia donde ella iba así que no pudo evitar seguirle.

—¡Capitán! —le llamó, pero este parecía no escuchar—¡Capitán!

—Oh, disculpa Rose no te vi.

—Está bien, no hay problema. ¿Se encuentra bien? —Ed no sabía cómo responder aquella pregunta así que solo respiro profundo y se encogió de hombros.

—Vayamos al puente, aún hay trabajo que hacer —le dijo el—. Te invito un trago al final del día y tal vez pueda decirte lo que sucede.

—Bien, me parece.

...

Muy a pesar de que el alto mando de la Orville estaba al igual que los bruidianos y los navarianos —a casi nada de una guerra— la Orville debía volver y cumplir con su deber. Por un lado, estaba Alara encaminando y explicándole a Darulio las zonas donde se alojaría y trabajaría; de camino estos chocaron con Yaphit quien parecía tener una importante misión pues iba tan concentrado que tampoco notó a Darulio con quien tropezó de tal manera que se fraccionó en tres pedazos gelatinosos aun pegados a su base y las cosas que traía consigo salieron expedidas por el pasillo.

—¡Vaya! ¡Oh hombre! ¡Lo siento mucho! —se disculpó Darulio.

—No, no, es mi culpa. Soy un idiota —dijo Yaphit volviendo a pegar su cuerpo y además recogiendo las flores gerberas que llevaba y la guitarra que estaban tiradas en el suelo.

—Yaphit, ¿estás bien? —preguntó Alara algo consternada al ver como Yaphit se había partido en tres y luego se había vuelto a unir

—Si estoy bien. Está todo bien —respondió con las flores otra vez juntas que hacían un ramo y la guitarra en lo que sería su otra mano.

—¿Qué es todo esto? —Indago Alara al ver las flores y la guitarra.

—No es nada. Solo algunas cosas —respondió Yaphit un tanto evasivo para Alara. —Uh, hey, ¿puedo recuperar eso, por favor?

—¿Mmm? —dijo Darulio confundido hasta que Yaphit señaló la bota de su pantalón, donde había quedado pegado un pedazo de su cuerpo gelatinoso— Vaya. Lo siento mucho. —dijo y lo arrancó del pantalón y comenzó a ver por donde debía ponerlo

—Uh ... Ponlo donde sea, chico. —sugirió Yaphit al verlo luchando por tratar de decidir dónde poner ese pedazo— No tienes que encontrar mi punto G.

El cuerpo de Yaphit absorbió el pedazo y era como si nada hubiese pasado.

—Ahí tienes Buen trabajo. Está bien, los veré más tarde —dijo Yaphit y se despidió y tomo el camino que hacía poco Alara y Darulio habían transitado.

A Yaphit le había tomado menos de un segundo llegar al Sickbay, de donde venían saliendo Bortus y su pareja Klyden, quienes recientemente habían tenido un bebé llamado Topa; algo consternados porque la maternidad estaba consumiendo su vida sexual, dejaban el Sickbay discutiendo. Todo el personal tuvo su atención hasta que después de ellos entro Yaphit.

Cualquiera pensaría que era una emergencia o una consulta médica, pero Yaphit había estado más de tres veces esa semana en el Sickbay solo para ver a Claire e intentar conquistarla y llevarla a una cita; por lo que Claire de inmediato le advirtió a Yaphit que no soportaría su visita si era para eso.

Eso podría haber sido el final de ese cuento, pero no para Yaphit, este muy decido le entrego las flores que traía y comenzó a cantar una canción para ella, donde la invitaba a salir. Claire le corto de inmediato y le amenazó con hacer una queja formal al Capitán por aquel comportamiento indebido. Yaphit decepcionado, acepto aquello y se fue, Claire quien a diferencia de los demás oficiales de la Orville estaba teniendo un buen día, pero que fue completamente fastidiado por la insistencia de Yaphit. Así que tomo las flores, por curiosidad las olfateo para luego dejarla en la basura.

Por otro lado, Kelly quien no sabía si estaba enojada o terriblemente avergonzada por estar viviendo de nuevo las escenas de terror con quien causo su divorcio, decidió ir hasta el laboratorio de Darulio para dejarle claro un par de puntos que tenía en mente.

—Hola.

—¡Hey, Hola! —saludó alegremente Darulio.

—Solo quería ver cómo va todo —dijo Kelly acercándose tímidamente hasta donde estaba Darulio.

—Bien, muy bien de hecho. El detalle está en el taller de la pieza, ahí es donde está la verdadera información —respondió Darulio.

—¿Cuándo crees que puedas tener información? —preguntó Kelly con la esperanza de que aquel tiempo fuese realmente corto algo como unas 2 horas, para que luego él se fuera y las cosas volvieran a su estado de paz con Ed.

—Bueno, estos escaneos tendrán que ser analizados, y si encontramos algún ADN residual, eso tendrá que ser referenciado cruzado contra muestras actuales de ambas especies, así que... ¿pocos días?

—Suena bien —dijo ella y aquella esperanza se desvaneció.

—No tenías que venir hasta aquí para tener esa clase de información ¿lo sabes no? —le dijo Darulio quien ya suponía que Kelly no estaba ahí solo porque aquello de la línea del deber.

—Está bien, um... Tengo algo que decir y es que realmente lamento lo que pasó entre nosotros, y nunca volverá a suceder. He puesto mucho tiempo en reconstruir mi relación con Ed.

—Oh, ¿Ustedes están juntos de nuevo?

—No. Oh, Dios, no. Nunca volvería a confiar en mí de esa manera. Quise decir como profesionales. Solo quiero dejarlo claro. —Decía Kelly, pero de pronto Darulio corto la distancia entre ellos, y se acercó delicadamente a ella y con sus dedos azules toco su rostro —¿Qué... qué estás haciendo?

—No, nada solo tenías un cabello rebelde ahí.

Y por un momento, casi como mágico, Kelly cambio su mirada evasiva a una más intensa y más observadora hacia Darulio. Este seguía con su actitud socarrona que también podía pasar de amable sino hubiese creado aquella atmosfera de tensión.

—Gra...Gracias —dijo ella un poco nerviosa por aquel contacto. — Hay algo diferente en ti ¿no? Te ves genial.

—Dejé el azúcar. Y estoy haciendo una hora de meditación de cabeza al día.

—¿Enserio? —dijo Kelly y su postura cambio, ahora estaba más cerca de Darulio y tenía una mano en su cintura, mientras que apoyaba la otra en panel del laboratorio, dando una vista más sexy de ella

—Mmmjumm—asintió. — Puedo decirlo con total seguridad.

—Quiero decir, el blanco de tus ojos es como súper blanco —dijo ella con tono coqueto esta vez— Realmente hace que tu piel se destaque.

—Oh gracias. Es todo circulación, sí. Y realmente ayuda con todo. Concentración mental, claridad, ya sabes, tono muscular. Impulso sexual.

—¿Sí? Oh, Dios que bueno. Pues en mi caso ya sabes, es difícil estar en esta nave y tener tiempo para ese tipo de cosas. Ya sabes tiempo personal, tiempo... A solas —dijo

—¿Dónde está tu tiempo Kel?

...

—Señor, los bruidianos han llegado —informó Rose desde su estación de trabajo— y se acercan también los navarianos. Sin embargo, el hangar de transbordadores informa no hay nadie allí para recibirlos.

—Se supone que Kelly debe estar ahí abajo. ¿Dónde está ella? —pregunta Ed extrañado de que Kelly ni siquiera haya vuelto al puente y mucho menos que no haya ido al hangar a recibir a los navarianos y a los bruidianos.

—El escáner interno muestra que está en su cuarto señor —responde Rose.

—¿Qué demonios? —dijo y se levantó rápidamente de su silla dejando el puente.

—Pero señor ¿Quién recibi...ra? —intentó decir Rose, pero ya Ed había salido del puente.

—Iremos tú y yo Rose —dijo Alara. —Esto es importante y no sabemos que sucedió con la comandante Greyson.

—Bien, no tengo problemas —dijo ella y junto Alara salió del puente.

En su puesto estaría Isaac y el comando de la Orville quedaba a cargo de Bortus hasta que el alto mando volviera al puente.

Ed quien estaba preocupado por Kelly entro a su habitación ya que al tocar varias veces ella no atendía. Le llamo en la estancia, pero aún no contestaba así que subió a subió a su habitación y lo que encontró fue el deja vu en live action de la escena que acabo con su matrimonio; Kelly y Darulio juntos en la cama e incluso con Darulio llegando al clímax y esparciendo aquel liquido azul que salía de sus antenas por toda la cama.

Ed en estado de shock salió de la habitación a toda prisa mientras Kelly corría detrás de él colocándose la ropa y pidiendo que se detuviera.

— Ed, espera. Puedo explicarlo.

—No necesito que me lo expliques —espeto Ed apretando el botón del ascensor al que había llegado. — ¡Eres un yihadista sexual!

—Baja la voz y cálmate, ¿de acuerdo? Puedo explicarlo. —Pidió Kelly terminando de cerrar su chaqueta.

—Oh, ¿estoy gritando? ¡¿Estoy gritando?! —Alzo la voz Ed— ¡¿Te preocupa que la gente escuche que TU Y DARULIO COGIERON DE NUEVO?! De hecho ¡otra vez cuando se suponía que debías estar en el hangar de transbordadores evitando una guerra comience?! ¡¿Te volviste loca?! —y el elevador había llegado, así que Ed se subió y detrás de él Kelly.

Ed estaba más que molesto, era como revivir todo de nuevo. Toda rabia, todo el sentimiento, hasta todo el dolor disfrazado de gritos.

—Mira, pensé que habíamos hablado de esto, ¿de acuerdo? Ambos podemos ver a quien queramos, ¿no es eso lo que acordamos? —dijo Kelly en voz baja e intentando que Ed también hiciera lo mismo.

—Oh vamos ¿no vas a fingir que esto no está completamente fuera de esos límites?

—¡Me gusta, Ed, ¿de acuerdo?! —exclamo—. No puedo evitarlo ¿Y adivina qué? tengo derecho a que me gusta quien quiera.

—Oh vamos. Tú no eres... —iba a responder Ed, pero las puertas del ascensor se abrieron y como si de un mal chiste se tratara, era de nuevo Dann.

—¡Guau! Todos tenemos que dejar de reunirnos así —dijo este divertido y Ed y Kelly solo se miraron de mala manera y dejaron que Dan se pusiera en medio de ellos para no seguir hablando.

Por unos segundos el ascensor estaba en un silencio total hasta que Dann habló.

—Entonces, ¿tuvieron la oportunidad de hablar con alguien acerca de conseguir música para estos ascensores?

—¿Sabes qué, Dann? ¿Por qué no haces de ese tu proyecto? ¿eh? ¿Por qué no investigas eso? —espeto Ed y afortunadamente el ascensor había llegado a su destino, así que salió de este hecho aun una furia y detrás de él, de nuevo, Kelly.

—Lo haré, capitán —respondió Dann, pero ya Ed se había ido.

Ya en el hangar Alara y Rose habían recibido a los navarianos y los bruidianos, pero en un segundo estaban saludando y dándoles una cordial bienvenida a la Orville; y al siguiente estaban intentando que los embajadores de ambas razas no se mataran el uno al otro.

—¡Todos ustedes son unos barbaros! —le gritó el embajador bruidianos al navariano.

—Ese planeta es nuestro —respondió el navariano.

—Tus tropas han estado descaradamente invadiendo nuestros espacios y de manera hostil... —replico de nuevo el bruidianos.

—¿Qué está pasando? —pregunto Ed al llegar al hangar y ver a los visitantes discutiendo.

—Pasaron de cero a furiosos en menos de un segundo —dijo Rose.

—... ¿Y esa es tu justificación a la matanza de cientos de civiles? —rebatió el bruidiano de nuevo.

—¡¿Qué se supone que hagamos cuando atacas nuestras líneas de suministro para matarnos de hambre?!

—¡El hambre sería una muerte demasiado noble para los de tu especie! —y furioso el navariano sacó una daga, que de inmediato Alara neutralizó y le quito de las manos la daga.

—¡Ey! ¡Oigan! —llamó Ed— señores relájense, ¿De acuerdo? Sólo tomemos un respiro, ¿Sí? Sé que viajar es una mierda, pero cálmense. Los llevaremos a todos a sus habitaciones y nos acomodaremos. Bruidianos, tenemos agua salada para que puedan bañarse en sus habitaciones. Navarianos, hemos programado nuestros sintetizadores de comida para servir raíz de especia cavelliana para la cena.

—Muchas Gracias Capitán —dijo el embajador Bruidiano amablemente. —Muy considerado de su parte.

—No hay de que. Ahora escuchen, sé que ustedes están aquí porque también aceptaron este acuerdo, pero cuando los resultados estén listos, eso significara que uno de ustedes tendrá de perder ¿sí? Así que les propongo que nos veamos mañana, hablemos, y juntos encontremos una manera para que ambos compartan el planeta de una manera pacífica ¿Sí? Al menos diremos que lo intentamos ¿de acuerdo?

—De acuerdo —respondió el embajador navariano.

—Bien —dijo el bruidiano.

—Fantástico, ya estamos progresando —dijo Ed y la tensión realmente se había alivianado— Ahora ¿por qué no se dirigen ustedes a sus habitaciones, se relajan, tomen una copa? Uh, el minibar está abierto y la cuenta corre por la casa., así que vuélvanse loco con esos M&M's, ¿eh?

—Está bien.

—Bien

—Perfecto, nos vemos entonces —dijo Ed y se despidió de ambos, no sin antes darle una mala mirada a Kelly. La tensión se había alivianado solo que no para ellos.

—¿Tu viste lo que yo vi? —dijo Alara a Rose quien también vio irse a Kelly mirando de mala manera a Ed.

—Oh si —respondió Rose.

—¿Tu con el Capitán y yo con la comandante? —preguntó Alara surgiendo una íntima intervención.

—De acuerdo —dijo Rose. —¿Tú los llevas a su habitación?

—Si no te preocupes.

Rose quien cada vez se preocupaba más por la situación ya que la primera vez Ed estaba molesto, pero también dolido, pero en esta ocasión estaba fúrico. A pesar de su increíble actuación para calmar a los embajadores, se podía ver bastante ironía en sus palabras.

Pensaba en ir al puente primero, pero decidió consultar con su dispositivo donde estaba Ed y encontró que estaba en la sala de reuniones. Rose tomo el ascensor hasta el segundo piso de la nave y se dirigió la sala de reuniones. Ni siquiera toco la puerta solo entro y ahí estaba Ed junto a Gordon quien escucha a Ed quien iba de un lado a otro tratando de procesar todo aquello.

—Señor ¿está bien? —dijo Rose, pero Gordon le hizo una seña para que pasara, pero sin preguntar nada.

—¿Cómo diablos puede estar haciendo esto de nuevo? ¿Cómo-cómo está pasando esto? —decía Ed quien iba y volvía en el mismo recuadro.

—Sí, sé que no es ideal, pero, quiero decir, no es que tú y Kelly sigan juntos, así que, técnicamente...ella ni siquiera...

—No, Gordon. No estamos juntos, tienes razón, no estamos juntos. Pero no estamos juntos por ese tipo, ¿de acuerdo? No hay manera de hacer que esto no parezca como que ella perdió la capacidad de razonar.

—Ok, bien. Es decir... —intentó contestar Gordon, pero Ed estaba tan metido en sus pensamientos y en exteriorizarlos que no se daba cuenta que ni siquiera quería oír de razones. —¿Sabes qué? Tal vez solo deberías concentrarte en las conversaciones de paz, ¿eh? Esa es una buena distracción, ¿No Rose?

—¿Ah? —dijo ella a quien había tomado distraída—Si, si... Claro, usted mismo lo dijo. No deberíamos arruinar esto

—No. ¿Saben qué? Voy a despedir a este tipo. Conseguiremos un nuevo arqueólogo. Será un pequeño retraso. Pero se va, Darulio se va.

Y de nuevo dejo se dio la vuelta y salió furioso de la sala.

—Él no está bien —dijo Rose.

—Es claro que no, pero alguien tiene que hacerle entrar en razón —dijo Gordon y le dio una palmada a Rose y camino a la salida: —Ahí te lo encargo ¿Sí?

—¡¿Qué?!

Ed decidió se fue hasta al laboratorio de Darulio, la Orville era una nave de tamaño medio y podía albergar más de 300 personas, pero parecía que en ese mismo sitio no podían estar Darulio y Ed.

—Empaca tu basura. Estás despedido. —espetó Ed al entrar al laboratorio.

—¿Que? —respondió Darulio quien estaba concentrado en el microscopio.

—Que te vas en este mismo momento. Lo que hiciste fue más que poco profesional.

—Es tu nave —dijo Darulio alzando los brazos en señal de rendición—. No quiero causar ningún problema.

—¿No quieres ningún problema? Eso es... —soltó Ed en medio de una risa amarga—Dios mío, eso es graciosísimo.

—Bueno, la verdad que es una lástima, porque realmente estamos haciendo algunos progresos aquí. ¿Quieres ver algo genial? —preguntó Darulio señalando el microscopio—

—¿Qué su quiero ver algo genial? —pregunto Ed con sarcasmo— ¿Acaso has oído algo de lo que acabo de decir?

—Sí, lo escuché todo. Y tienes toda la razón en estar enojado—respondió Darulio impasible— No tengo excusa, aparte del hecho que vengo de una cultura donde se considera de mala educación rechazar el sexo. Pero si quieres echarme, lo entiendo perfectamente. Pero me encantaría mostrarte algo primero. Ven a echar un vistazo.

Ed lo miro con mala cara, pero se acercó al microscopio.

—¿Qué? ¿Qué estoy mirando?

—ADN antiguo —respondió Darulio— Tal vez 30.000 años. ¿Es bruidiano o navariano?

—Está incompleto. Necesito hacer un análisis de computadora para ver si hay algún marcador que lo sugiera.

—¿Cómo se conservó este artefacto?

—Resulta que es un cubo de parto. El ADN fue encontrado en los restos de placenta recuperados del interior de la misma.

—Estás bromeando.

—No, de hecho, deberíamos saber si hay marcadores genéticos en 36 horas.

—Excelente, Muy bien —dijo Ed impresionado—. Con suerte, eso nos dará algo de tiempo. para negociar un poco de paz.

—Así es...Entonces, debería simplemente... Darle mis notas al próximo arqueólogo. ¿Eso está bien? —preguntó Darulio y de nuevo aquel click mágico que surgió con Kelly se había activado, solo que esta vez era Ed quien caería en él.

—Sabes, um, ¿Dijiste, 36 horas? —pregunto Ed cambiando su actitud agresiva de hacía unos segundos a una más amable e incluso hasta extrañamente coqueta.

—Mm-hmm, Sí, 36 horas.

—¿Por qué no te quedas, sabes? Quiero decir, es... podemos resolver esto como adultos. Por el bien de la paz.

—Si eso es con lo que te sientes cómodo. —respondió Darulio completamente normal aquel cambio

—Tú, eh... ¿Quizás quieras tomar un trago más tarde? —dijo Ed y de nuevo aquel tono coqueto tímido en el—Podríamos encontrarnos en el comedor, ya sabes, algo sencillo Simplemente, nada loco...Solo... Solo un trago.

—¿Totalmente casual? —preguntó Darulio igualmente en el tono coqueto, que en él era más habitual que nada.

—Sí, totalmente —responde Ed

—¿8:00pm?

—¡Me encanta! —exclamo Ed emocionado!

—De acuerdo.

—De acuerdo... —dijo Ed riendo como un adolescente cuando le dicen que si al baile de promoción— Groov-ay... ¿Por qué yo...? Yo no... No sé por qué acabo de decir eso. Groov-ay. Yo... nunca he dicho eso antes. en mi vida, yo no hablo así. Yo no digo esas cosas. Ese es... -Te veré allá.

Ed se despidió en medio de su emoción y sus sentimientos encontrados de emoción y vergüenza por hablar como un tonto frente a ¿La persona que estaba gustándole?

...

Las cosas en la Orville pasaron de estar tensas a raras, pues un segundo estaban Kelly y Darulio poniendo algunos limites y al siguientes estaban acostados en la cama; así mismo Ed y Darulio; se suponía que este le echaría de la nave, pero al igual que Kelly al segundo siguiente planeo una especie de primera cita con Darulio.

Pero aun nada de ello terminaba, en otro extremo de la nave, específicamente en la cubierta D, Claire quien desde que piso la Orville y fue cortejada por Yaphit se había dedicado a odiarle y a declinar cada cita que tuviera; estaba frente a la puerta de Yaphit esperando con un sexy vestido de una sola manga, con detalles en dorados, y unos altos zapatos de tipo gladiador, a que este abriera la puerta. Cuando esto sucedió, las cosas dieron un giro y Yaphit y la Dra. Claire luego de una corta charla decidieron dejar ir sus deseos y terminaron haciendo muchas cosas más que hablar.

Por su parte Rose quien ya había culminado aquel tortuoso turno, iba de camino a su habitación, quería comer y tomar siesta, todo lo que estaba pasando en la Orville la tenía un poco estresada.

—¡Rose! —exclamó Gordon quien venia entrando al pasillo que conducía a las habitaciones de la cubierta A—¿Vienes a ver a Ed también?

—Hola Gordon. No, voy a mi habitación, mi turno termino.

—¿No quieres venir a chequear? Voy a preguntarle como termino lo de Darulio —y Rose lo reconsideró. En el fondo si le causaba curiosidad.

—Ok, me convenciste.

Gordon quien tenía el código de acceso al cuarto de Ed lo introdujo de inmediato, sin siquiera tocar antes.

—Hola ¿Qué hay? —saludo Gordon. —traje a Rose conmigo ¿No hay problema?

—Oh no, no... Genial. —dijo este muy alegre, al tiempo que dejaba el espejo y el perfilador con el que estaba acomodando sus cejas unos segundos antes de que ellos llegaran—, que bueno que estén aquí, quiero mostrarles algo.

—Ok —dijo Rose quien notaba en extraño cambio en Ed, había pasado de furioso a un alegre unicornio.

—¿Cómo te fue con Darulio? ¿Si lo enviaste a empacar? —preguntó Gordon.

—Oh... Bueno, resulta que casi ha terminado con su trabajo, así que pensé que podría dejarlo —respondió Ed y tomo un poco de loción que estaba en su mesa y se la colocó en el rostro.

Por alguna extraña razón, en las mesas había cremas hidratantes, parches para ojos, agua a de rosas, loción y colonia para hombres. Era como si Ed estuviese haciendo un ritual de belleza.

—¿Enserio? Parecías bastante enojado —dijo Gordon.

—Sí, lo se. La cosa es que hablamos, y resulta que es un tipo genial. De hecho, muy pero muy genial —respondió Ed confundiendo a Rose quien no pudo evitar mirar a Gordon como buscando una respuesta—. Incluso hemos quedado en tomar unas copas en media hora.

—¿Unas copas? —dijo Rose.

—Si, claro. Es solo un par de bebidas y ya, no es la gran cosa—respondió Ed y comenzó a quitarse su chaqueta del uniforme de la Unión para colocarse otro color negro con unas franjas rojas en los laterales de las mangas. — No es como que vayamos a casarnos ni nada.

—¿Qué? —dijo esta vez Gordon mas confundido de lo que ya estaba. — Espera, ¿No se supone que estás en mediaciones para las conversaciones de paz?

—¿Qué les parece? —pregunto Ed sobre el atuendo.

—¿Usaras eso para ir a tomar? —dijo Gordon.

—¿Esta horrible? —le dijo Ed y luego miro a Rose: —¿Tu que dices?

—Ahh... no creo que vaya con su estilo señor —contesto ella y Ed bufo.

—¡Dios! Quiero mostrarle a Darulio que tengo mucho estilo personal ¿Saben? El tiene un gran estilo para vestir y quiero llegar a ese nivel.

Y Ed se quito la chaqueta y se fue hasta un espejo que hacia cerca las escaleras que dan al segundo piso de su habitación.

—Ed ¿Te gusta Darulio? —pregunto Gordon, y Rose casi muere de un infarto al escuchar esa pregunta.

—No, claro que no me gusta Darulio —respondió como quien intenta convencerse así mismo. Pero aquella respuesta quedo sujeta a interpretación cuando tomo un bote de perfume y comenzó a rociarse.

—Ok... —contesto Gordon y miro a Rose.

—Ok ¿Y que si me gusta? ¿Qué pasaría si me gusta? —dijo Ed.

—Oye, puedes ser lo que quieras, hombre. Yo sólo quiero que seas feliz. Simplemente no sabía que eras... —le respondió Gordon.

—No me gusta el ¿de acuerdo? ¡No!

—Es solo que actúas como si...

—¿Por qué tenemos que ser tan rígidos? Ah ¿por qué tenemos que tener todas estas reglas...? ¿Y etiquetas y esas cosas? Es como... ¿Por qué tenemos que poner a las personas en cajas? ¿Sabes? ¿Por qué llamar caja a una caja?

—Creo que es porque es más fácil tener palabras.

—¿Fácil para quién? No para caja, tal vez la caja quiera ser más que eso.

—¿Qué? —dijo Rose esta vez si muy fuera de sí. Ya no estaba entendiendo nada—Señor, disculpe, pero ¿Acaso quiere hacerlo con Darulio? Es decir... Dios con todo respeto.

—Hacerlo, que lo hagamos, que se los hagan ¿Por qué tu y Gordon están obsesionados con las etiquetas? ¿Saben qué? ¡Ustedes dos son el problema! ¡Ustedes son el problema! —replico en un tono enojado.

—Lo lamento yo... —intento decir Rose, pero Ed volvió hablar.

—Porque mejor en vez que querer etiquetar frenéticamente a las personas todo el día ¿Por qué no se miran en un espejo, ah? Hagan eso para varias —Y Gordon y Rose se miraron de nuevo buscando respuestas entre sí. —¡Dios! Deberían estar felices por mí, yo no... ¿esperen que hora es? Creo voy tarde ¿estarán despiertos hasta tarde? Los llamare para contarle como me fue ¿Sí? Los veo luego.

Ed termino por usar de nuevo la chaqueta de su uniforme, pero más allá de eso las dudas y preguntas que había en Gordon y Rose eran incuantificables.

—¿Tu viste lo que yo vi, ¿verdad? —le preguntó Gordon a Rose.

—Si claro.

—Ok, ¿sabes qué? Renuncio. Esto esta muy raro y te lo dejo a ti.

—¿Qué? No, no, no... ¡Gordon! —le dijo ella y Gordon intento irse, pero ella lo tomo del brazo— ¿Te volviste loco? Solo conozco a Ed de haces unas semanas, y ni siquiera sé que carajos está pasando.

—Tu eres loa inteligente Rose, tú puedes. Tienes muchos estudios, eso ayuda.

—Gordon soy astrofísica y en todo caso Bióloga; y eso nada tiene que ver con que Ed hace unos minutos estaba dispuesto apuñalar a Darulio y ahora parece estar locamente enamorado de él.

—Estoy seguro que te las averiguaras —dijo Gordon y termino por irse.

—¡Ahs! —dijo Rose dando un zapatazo al suelo— ¿Qué mierda pasa en esta nave? ¿Todo el mundo enloqueció o que carajos?

Nunca se puede decir que las cosas no podrían estar peores, porque siempre... Siempre pueden estar peores. En el comedor, estaba Alara con John quienes estaban compartiendo un break, conversando sobre la manera en la que estaba actuando Kelly.

—Es enserio, creo que algo le pasa —le decía Alara a Jhon. —Está actuando muy raro, es como si no fuese ella misma.

—Podría estar consumiendo drogas —sugirió LaMarr.

—Nuestra primer oficial no esta consumiendo drogas —replico Alara.

—Pues ahí estas mal, toda esta nave, consume drogas.

Alara volvería a explicarle a Jhon porque aquello que decía era absurdo, pero en ese momento las cosas se complicaron más, los navarianos y los bruidianos entraron en el comedor molestos.

—Perdóneme —se acerco el navariano a Alara—, me gustaría saber cuánto más esperaremos los resultados.

—Deberían estar disponibles pronto —respondió Alara.

—Ni su capitán ni su primer oficial han respondido a mis mensajes. ¿Es su costumbre ignorar a sus invitados? —dijo esta vez el embajador Bruidiano.

—Oh, mire —señalo Alara hacia la puerta del comedor—ahí esta el Capitán Mercer, seguro el podrá responder sus preguntas.

Sin siquiera pensarlo, ambas delegaciones y su grupo rodearon a Ed, pero este mas allá de prestarle atención al llegar al comedor, lo que hizo fue buscar a Darulio con la mirada, cuando lo consiguió, lo vio sentado en una de las mesas que dan a los ventanales de la nave y le saludo. Este le saludó alegremente vuelta. Ed que tenia intenciones de seguir con su camino hacia Darulio fue retenido por los visitantes quienes estuvieron frente a el todo el tiempo, al igual que Alara pero que no notó pues toda su atención estaba en Darulio.

—Capitán, hace dos horas que trato de comunicarme con usted —dijo el embajador Navariano— Mi pueblo se está impacientando

—Mira, sólo aguanten un poco ¿Sí? Pronto tendrán información.

—Los bruidianos son abiertamente hostiles con nosotros —se quejó el embajador navariano

—No deseamos permanecer en el mismo barco con ello, más de lo que debemos —espeto el Bruidiano y Alara quien esperaba que el Capitán usara sus mismas técnicas que cuando ellos llegaron se decepcionó al instante cuando escucho la respuesta final de Ed.

—Solo relájense ¿De acuerdo? Arreglaremos esto después. Ahora discúlpenme.

Alara quien se quedo con aquella nueva discusión entre los navarianos y los bruidianos, vio irse a Ed quien con entusiasmo iba por Darulio, lo que no sabia era lo que le esperaba al llegar.

Darulio le saludo cortésmente, pero este ya tenia compañía, frente a el estaba Kelly quien estaba contándole una historia. Ed se fastidio un poco al verla, pero algo dentro de él no lo dejó darse por vencido y fue a sentarse junto a él, no sin antes darle una mala mirada Kelly quien, sorprendida por verlo ahí, también se la devolvió.

—Toma asiento —le indicó Darulio a Ed. —Kelly está contándonos una historia interesante.

—En fin... —continuó Kelly viendo con fastidio a Ed— entonces escucho a mi profesor de Diplomacia Interespecies, presumiéndole a un grupo de personas, que según yo quería salir con el...

—¿El profesor Fischer? —pregunto Darulio mostrando interés en la historia.

—¡Si! El mismo —contesto Kelly—. Un cerdo. Así que...

Emocionada Kelly iba a continuar con su historia, lo que no se esperaba es que Ed iba fastidiarla interrumpiéndola, contando el final de la historia.

—Sí, sí. Lo empujaste a la piscina —Decía en tono de mofa—Ella lo empujó a la piscina. ¡Venganza! ¡Poder femenino! ¡Hurra! Oh Dios mío. He oído esta historia, como, mil veces —termino rodando sus ojos y esta vez se volteo para mirar a Darulio y delicadamente tocar su mano: —Entonces, ¿cómo estuvo el resto de tu día?

—Ed ¿Qué haces aquí? —Cuestiono Kelly retando a Ed con la mirada.

—Darulio y yo hicimos planes para tomar una copa. Solo nosotros, ahora —dijo haciéndole una seña a Kelly de que se fuera y enfatizando fuertemente el "nuestro"—Nuestro plan de bebidas.

—¿Y porque mejor no bebemos todos? —propone Kelly en venganza con Ed.

—De hecho, Darulio y yo tenemos ciertas cosas que hablar y no queremos que nadie mas nos acompañe ¿cierto? —dijo Ed mirando a Darulio, pero este solo le sonrió sin decir nada, como librándose de la decisión. —De hecho, no sé si sabes, pero los Navarianos se están poniendo un poco molestos, podrías ir a distraerlos con tus pechos.

Kelly solo le destruyó con la mirada, pues al parecer Ed también había notado sus movimientos. Kelly era mujer rubia, alta, como de 1.78, rubia, ojos azueles y con un cuerpo envidiable, donde estaba aquellos pechos de los que hablaba Ed, y de los que obvio estaba haciendo uso.

—¿Saben qué? —dice Darulio y se levanta de su silla—voy a traer más tragos. ¿Quieren algo más?

—No, esta bien, quiero un Martini —dijo Kelly.

—Y yo tomaré lo que tú tomas —dijo Ed y Darulio asintió y dejo a quienes en ese instante poseían las almas de combate de los navarianos y los bruidianos.

—¿Qué supone que haces? —lanzó Kelly a Ed. —¿Estas jugando conmigo? ¿Esto es una clase de castigo?

—Dios mío, que narcisista eres —le replico Ed—No, esto no es un castigo. Creo que Darulio es un tipo genial.

—¿Tu crees que el es un tipo genial? —pregunto Kelly igual de confundida que Gordon y Rose un rato antes.

—Si es lo que dije.

—¿Te pusiste colonia?

—¿Y que con eso?

—¿Te depilaste las cejas?

—No —responde Ed haciéndose el sorprendido

—Oh ya... Entiendo, se lo que haces —señalo— se lo que estás haciendo, conozco estos movimientos. Estos son tus estúpidos movimientos. Los usaste conmigo.

—¿De qué estás hablando?

—¿La mano accidental tocando? ¿El acercamiento excesivo? Odio decírtelo, pero no eres su tipo.

—Bueno, eso ya lo veremos ¿No?

—Oh, esto va a ser tan triste.

—Sí, tal vez para ti.

—¡Hey! ¡Hey! Aquí tienen sus tragos —Darulio había llegado en el momento perfecto— Brindemos.

—Por los viejos amigos —propone Kelly.

—Por los nuevos comienzos —propone Ed y levanta su vaso.

Los tres brindaron y sonrieron, pero Ed y Kelly antes de dar un sorbo a esa copa se habían vuelto a mirar de tal manera que se habían declarado la guerra por Darulio.

***

La mañana siguiente la Orville estaba relativamente tranquila. En el puente de mando, estaban casi todos; cuando se habla de "casi" era porque ni Ed, ni Kelly se habían presentado aún. Las causas podrían ser muchas, o pocas; pero Rose sabia que solo había una: Darulio. Pensaba en que tan mal le habría ido a Kelly y Ed la noche anterior con Darulio que ninguno de los dos se presentó al puente.

—Señor los bruidianos están solicitando hablar con el puente —informó Alara a Bortus quien estaba comandando la Orville en ese momento.

—Adelante, ponlos en pantalla —contestó Bortus y enseguida una imagen holográfica se abrió frente al piloto de la nave y en ella podía verse al embajador bruidiano—. Buenos días embajador, confío en que durmió bien anoche.

—¿Dónde esta el Capitán? —espeto el embajador.

—El Capitán Mercer esta atendiendo otros asuntos —respondió Bortus.

—Tengo suficientes razones para creer que los navarianos están ejerciendo cierta influencia sobre esa prueba. Además, aun no logro contactar al Capitán Mercer o la comandante Grayson.

—Le puedo asegurar embajador que nadie ha estado recibiendo un trato especial.

—¡Quiero hablar con el Capitán y la comandante! —dijo furioso el bruidiano.

—De acuerdo, estudiare su caso y me pondré en contacto con usted pronto, puente fuera —dijo y colgó la comunicación. Y la imagen holográfica desapareció. —¿Dónde están el Capitán y la comandante?

Pregunto Bortus Alara y todos giraron sus sillas para escuchar la respuesta de Alara.

—La última vez que los vi, estaban en el comedor —respondió Alara—Pero, señor... La comandante ha estado actuando muy raro últimamente.

—¿Raro? —cuestionó Bortus

—Bueno... Es como... como si estuviera obsesionada con Darulio. Solo habla de Ed.

—Oigan, Ed también ha estado actuando raro con respecto a Darulio —comentó Gordon—, Es como si... le gustara ¿Cierto Rose? Tu también lo viste.

—Me apena un poco hablar así de un superior —dijo ella—, pero también estoy preocupada por él. Cuando se trata de Darulio actúa como una... Una adolescente enamorada por primera vez.

—¿Enamorado de Darulio? —dice Bortus algo incrédulo.

—No, es más como que le gusta —dijo Gordon—aunque enamorado también le queda.

—¿Cómo que "le gusta"? —pregunto Bortus exasperado pues no entendía lo que Rose y Gordon estaban diciéndole.

—Pues que le gusta —contestó con simplicidad Gordon.

—Su afirmación es algo confusa —intervino Isaac—¿El Capitán ha consumido alguna parte del señor Darulio?

—Pues, no aun —respondió Gordon como si no descartara la idea de que algo como eso pudiera pasar o que ya paso.

Y de algún modo, Rose también lo temía. Sin duda la ausencia del Capitán y la comandante Grayson estaban causando preocupación en el equipo, pero eso era poco para lo que se avecinaba.

Marcus y Ty Finn los hijos de la Dra. Claire, venían entrando al puente. Algo bastante extraño pues los familiares del equipo de comando de el puente tienen prohibido el acceso al mismo.

—Marcus, Ty ¿Qué hacen en el puente? —pregunto Alara de inmediato.

—Hace horas que mamá esta encerrada en su oficina —Habló Marcus—tocamos la puerta, pero no abre.

Alara respiro profundo y decidido hacerse cargo de la situación, ya el puente tenia demasiado con lo de Ed y Kelly como para también añadirle a la Dra. Finn.

—¿Rose vienes conmigo? —le pidió Alara.

—Ok, no hay problemas —dijo ella y dejó su puesto de mando.

Lo primero era devolver a los niños Finn a su habitación y asegurarles que su madre volvería pronto, lo siguiente, revisar que sucedía en el Sickbay.

—¿Es mi impresión o todo esto esta muy raro desde que Darulio llegó? —dijo Rose.

—La verdad ya no sé qué creer —respondió Alara. —¿Qué fue lo que viste del Capitán que te hizo pensar que estaba "enamorado" de Darulio?

—Pues para empezar había estado furioso con él, al punto de echarlo de la nave y luego sin mas lo invito a tomar unos tragos. Pero aguarda, aquí es donde se pone mejor; al llegar nos pidió a mi y a Gordon que le diéramos consejos de estilo, y antes de eso estuvo haciéndose rituales de belleza. Pero sin duda todo empeoro cuando Gordon le preguntó si le gustaba Darulio, y el actuó como esas chicas que se niegan aceptar que les gusta alguien, pero en el fondo están prendadas del hombre, pues así... Enserio, todo esto es muy raro, ¿Ed siempre actúa así?

—No, por supuesto que no. Es decir, el capitán ha tenido un tiempo duro con todo lo de su divorcio con la comandante, pero nunca se comporta así, de hecho, suele ser bastante privado en algunas cosas.

—Tenemos que hacer algo —dice Rose y ambas llegan a la oficina Claire, por un momento tocaron, pero no hubo respuesta. Luego Alara le llamó de nuevo, pero nada que atendió; así que, como jefe de seguridad de la nave, recurrió a colocar el código de seguridad de la oficina y las puertas se abrieron sin más.

Si bien decir que las cosas no se pueden poner peor, porque siempre se pone peor era un error, nada lo corroboraba mas que lo que Alara y Rose estaban viendo, de hecho, aquello se salía de los límites.

—¡DIOS MIO CLAIRE! —Grito Rose impresionada.

Frente a ellas estaba Claire quien estaba metida dentro de Yaphit quien se había convertido en una especie de cráter para así absorber a Claire y tener sexo junto a ella. Claire quien estaba casi que, en el clímax, ni siquiera se dio cuenta que ellas estaban ahí, hasta que Alara grito más fuerte y cerró las puertas.

Unos minutos después salía ella colocándose parte de su uniforme a reclamarle a Alara.

—Ok Alara ¿Qué puedo hacer por ti? —pregunto ella en un tono cantarina. Ni siquiera parecía avergonzada.

—¿Qué demonios acabo de ver? —pregunto Alara y Rose quien estaba en una esquina ni siquiera se le ocurrió acercarse, algo raro estaba pasando con todo el mundo, y ya estaba empezando asustarse, pensado que ella podría ser la siguiente en perder la cabeza.

—Tienes suerte que sea tolerante —replico Claire con sarcasmo—hay una pequeña cosita llamada "privacidad" ¿La conoces?

—Claire... ¡Estas en el Sickbay! —dijo Alara alterada. —y estabas haciendo, no se que con Yaphit. Tu odias a Yaphit.

—Alara, nunca le di la oportunidad de conocerlo bien, pero cuando por fin me liberé de mis inhibiciones, me di cuenta que había sido una completa tonta, es obvio que Yaphit y yo somos almas gemelas. De hecho, nos vamos a casar,

—Ay no, esto es contagioso, y esta en el aire... Auxilio —dijo Rose desde su esquina.

—Si, hay muchas almas gemelas por aquí últimamente —musito Alara, pero la reacción de Claire después la asusto un poco más.

Esta saltó de la emoción y se fue corriendo a sentarse en una de las camillas cual adolescente enamorada y dijo: —¡Por dios, deberías estar feliz por mí!...

—Ok, quiero irme de esta nave —dijo Rose de nuevo para si al escuchar el "Deberías estar feliz por mi"

—...Estoy enamorada —dijo Claire sonriendo.

"Bortus a la teniente Kitan" —llamaron del puente.

—Espere un segundo —dijo a su comunicador y lo apago de inmediato y se dirigió a Claire: —Claire por favor quédate aquí.

Alara camino hasta la esquina donde estaba Rose y encendió de nuevo el comunicador para hablar con Bortus.

"Los bruidianos y navarianos están amenazando con retirarse de las conversaciones y decidir su conflicto en batalla" —respondió Bortus.

—Esto cada vez se pone peor —le dijo Rose a Alara.

—Genial —dijo Alara con ironía.

"La computadora muestra que el Capitán y la comandante Grayson están cerca del laboratorio 1 pero no responden" —hablo de nuevo Bortus.

—Rose y yo vamos en camino, diles a los delegados que esperen —respondió Alara y cerro la comunicación.

—¡Ey! ¿Ya terminaron? —salió Yaphit de la oficina— Quiero empezar un segundo round. Y si quieres puedes venir —le dijo a Rose, pero ella solo abrió sus ojos.

—Vuelva a decirme algo como eso y lo desintegro —le dijo ella.

—Yaphit escúchame bien —se dirigió esta vez Alara a el bastante molesta—Tienes prohibido tener algún contacto con Claire o cualquiera hasta que descubra que sucede. ¿Me entendiste?

—Oye linda, la gelatina quiere, lo que la gelatina quiere —respondió Yaphit y Rose salió corriendo del Sickbay.

—Pues no hoy —replico Alara—. Además, te ordeno directamente que vayas a tu cuarto y no salgas de ahí.

—Espera no, ¿Por qué?

—¡PORQUE YO LO DIGO! —Le grito y se fue tras Rose.

Ambas iban a toda prisa al laboratorio, sin duda todo se había salido de control, era un tipo de caos pasivo-agresivo que ninguno comprendía, pero al que estaban dispuesto a ponerle fin.

—Creo que deberíamos usar trajes, tal vez eso este en el aire y los próximos seamos nosotros ¿Qué tal que sea un tipo de espora?

—Tranquila Rose —le dijo Alara—, descubriremos que esta pasando y volveremos a la normalidad.

Mientras ellas dos estaban camino al laboratorio que estaba al otro extremo de la nave, en este se estaba de llevando de nuevo la lucha y competencia por la atención de Darulio. Kelly quien tenia un camino adelantado estuvo con Darulio en el laboratorio toda la mañana viéndolo trabajar; mientras Ed preparaba un almuerzo para dos al que invitaría a Darulio sin importarle que Kelly estuviese en el medio.

—Sé que es tu última noche aquí y como tienes que trabajar hasta tarde, Nos hice una pequeña cena. Algunos sándwiches, pan de banana, una botella de rose... —dijo Ed bastante entusiasmado

—Eso es tan dulce —respondió tiernamente Darulio

—Oh, es como la cena que hice para ti cuando estabas estudiando para tu examen de oficial —dijo Kelly tratando de avergonzar a Ed

—Este no es tu asqueroso pan de banana, Kelly. Esta es mi propia receta —replico Ed.—Bien, volviendo al tema, pensé que tal vez podríamos tener un pequeño picnic, Solo tú y yo. —dijo y al final miro de mala manera a Kelly.

—Oh, suena genial, claro que si —respondió Darulio.

—Pero pensé que íbamos a ver una película —Interrumpió Kelly poniendo a Darulio en un aprieto.

—Vaya. B-bueno, Ed estaba siendo tan considerado, y odiaría que toda esa buena comida se desperdiciara —respondió Darulio intentando tomar una decisión.

—Ok, pero... —iba a responder Kelly, pero las puertas se abrieron y de ellas entraron Rose y Alara.

—Señor, los delegados están demasiado hostiles, al punto de explotar; creo que es momento de que comience las negociaciones de paz con ellos —dijo Alara, pero Ed rodo sus ojos.

—Oh vamos, han estado quejándose desde que llegaron, que fastidio. Estarán bien.

—Señor —intervino esta vez Rose—, creo que de verdad es importante. Por favor.

—Además yo necesito hablar con Darulio a solas —dijo Alara. —Hay un problema técnico con la autorización de seguridad.

—Esta bien, iremos —dijo Kelly. —Al fin y al cabo, Ed no tenía otros planes.

Al parecer esta vez había ganado Kelly.

—Ok, bien —dijo Ed con fastidio y se dio la vuelta, no sin antes mirar a Darulio y preguntarle: —¿Comemos esta noche juntos en mi cuarto?

—Si, claro —respondió Darulio y Kelly bufo enojada al ver la celebración de Ed por haber recibido un "Si".

—Rose ¿te encargarías del Capitán y la comandante? No quiero que ellos estén solos con los bruidianos y los navarianos.

—Claro que si —dijo ella y se fue detrás de Kelly y Ed.

—Gracias —y abrió el comunicador de su muñeca: —Alara a Isaac, por favor escolta a los delegados hasta la sala conferencia.

"Enseguida teniente" —Respondió Isaac.

—Ok, ¿Qué demonios está pasando aquí Darulio?

—¿De que estás hablando?

—Quiero saber que le estás haciendo al capitán, a la comandante y a la Dr. Finn, porque todos están actuando como adolescentes locos, y todo comenzó cuando subiste a bordo. Habla —dijo ella desafiante.

—Está bien, me agarraste. Una vez al año, los miembros de mi especie entran en celo, por lo que liberamos una feromona a través de nuestra piel para ayudarnos a atraer parejas. Se transfiere a través del tacto. No quise afectar a Ed y Kelly, pero probablemente sucedió cuando nos dimos la mano en el hangar.

—Y ahora ambos están sintiendo esta especie de enamoramiento artificial —dijo Alara entendiendo lo que Darulio le explicaba.

—Oh, no hay nada de artificial en ello. Están sintiendo sentimientos reales, solo que tal vez químicamente, pero son sentimientos.

—¿Y que hay de Claire? ¿Por qué esta tan loca por Yaphit?

—Tropecé con Yaphit en el pasillo —respondió Darulio— Su membrana gelatinosa debe haber absorbido mis feromonas, y luego los transfirió a la Doctora de alguna manera.

—El le llevaba flores —musito Alara recordando aquel encuentro en el pasillo.

—Una forma de vida gelatinosa como portadora de feromonas retepsianas. ¿Podrías creerlo? —dijo este divertido, pero Alara solo se enojó más.

—Oh ¿Todo esto es como una gran broma para ti, ¿no?

—Mira, esto es inofensivo ¿de acuerdo? Lo peor que podría pasar es que todos terminaremos teniendo buen sexo. Se les pasará

—¿Cuándo?

—Un par de días

—¿Te das cuenta de que, si los bruidianos y los navarianos se van a una guerra, todo es tu culpa?

—Amiga, le estás dando demasiada importancia a esto...

—Nos vamos a la enfermería ¡Ahora!

Así como Alara estaba cumpliendo con su trabajo de investigar la raíz de toda la locura que abrazaba a la nave, Rose también estaba cumpliendo el suyo de vigilar al capitán y la comandante. Los tres iban en el ascensor hacia el piso donde estarían los delegados esperando. Los primeros minutos fueron tranquilos, de hecho, solo se escuchaba la música —suponía que Dann lo había logrado— hasta que de la nada Kelly le lanzo un insulto a Ed.

—Eres una víbora.

—Oye no es mi culpa que yo le guste más a Darulio que tú —respondió Ed.

—Eso porque no sabe la porquería de persona que realmente eres —replico Kelly, pero Ed solo rio.

—Sabes, siento que esto es como un poco de justicia. El tipo con el que me engañaste, le gusto realmente yo y no tu.

—Si pues se entere de la gran decisión que tomo, va a salir corriendo, así como lo hice yo —dijo Kelly y Rose en su mente escucho un fuerte ¡Ouch! Eso estuvo fuerte.

—Ay Kelly, no puedes lastimarme ahora, soy tan feliz que enserio no puedes lastimarme con nada de lo que digas. Y sabes que seria lindo, que estuvieras feliz por mi después de todo, en vez de actuar como una maldita perra.

De la manera mas extraña por tercera vez y la segunda de Rose, el ascensor hace una parada y en ella esta de nuevo Dann, quien al ver quienes estaban en el ascensor se sorprendió un poco, pero entro de igual manera.

—¿Si notaron que logré que colocaran música? Si hay alguna canción que quieran... —pretendía explicar Dann, pero nuevo Kelly explotó y esta vez contra él

—Lo siento, pero ¡¿SOLO SUBES Y BAJAS EN ESTE MALDITO ASCENSOR TODO EL DÍA?! ¡¿ESE ES TU MALDITO TRABAJO?! —y el ascensor se detuvo y abrió sus puertas a tiempo, parta evitar que Kelly siguiera despotricando.

—Lo hiciste genial —le dijo Ed dándole a Dann una palmada.

—Lo siento mucho Dann, esta genial la música —le dijo Rose— ¿podrías pedir que coloquen "sky full stars" de Coldplay por favor?

—Claro que si comandante Wright —dijo este alegremente de nuevo.

—Gracias —le dijo ella y salió del ascensor.

Kelly, Ed y Rose habían llegado a la sala de conferencia donde ya estaban los Navarianos y los bruidianos esperando, podría decirse con mala cara, pero los navarianos siempre tenían esa expresión de seriedad y molestia en su rostro pálido con manchas verduzcas que podrían parecer golpes pues estaban en sus mejillas, pero en realidad esa su fisionomía. En cuanto a los bruidianos, sus expresiones faciales si eran casi imposible de descifrar ya que estos poseían un enorme hueso semi circular que rodeaba cada lado de su rostro y que se conectaba con otro que iba desde el centro de su cráneo hasta la punta de su nariz; así mismo podría decirse que a diferencia de los navarianos que tenían ciertas manchas verdes, estos las poseían color lavanda.

Por lo que era imposible descifrar si estaban al borde o no, pero teniendo en cuenta su actitud al llegar a la Orville, seguro que lo único que los contenía, era estar a bordo de esta.

—Lamento haberlos hecho esperar —dice Ed y toma asiento en la silla que esta al horizontal de la mesa—, hay mucho que contar y ponernos al día ¿no?

De nuevo ese tonito cantarín, esto no está bien —Pensaba Rose.

—Eso es lo que nos gustaría saber —espetó el navariano—¿Dónde están los resultados de la prueba de los artefactos?

—No se preocupen, estarán listos pronto —dijo Kelly quien parecía más cuerda y más seria que Ed. —Solo sean un poco pacientes.

—¡Hemos sido lo suficientemente pacientes! —dijo el bruidiano en voz alta y para asentar su punto le dio un golpe a la mesa. —Ustedes no han hecho más que ignorar nuestras preguntas desde que subimos a bordo.

—Reclamaremos nuestro planeta por medio de la batalla —dijo el delegado navariano.

—Sobre nuestro cadáver —se levantó esta vez el bruidiano.

—Algo que estaremos encantado de hacer —replico el navariano. — Aniquilaremos a cada ser vivo de su espacio y...

—Ok, ok —intervino Ed—, lo siento mucho, pero tengo que interrumpir esto porque no puedo sostener esto un segundo más...

Y Rose sintió un alivio al ver que tal vez Ed, había vuelto en si. De hecho, ambos delegados se quedaron en silencio y decidieron prestarle atención, hasta Kelly quien había estado evitando mirarle, ya que seguía disgustada con él.

—...Conocí al hombre más increíble de este mundo —dijo Ed sonriente y Rose se llevo su mano a su cara en señal de frustración—Y saben cuándo conocen a alguien que es tan increíble que necesitan compartirlo con el mundo...

—¡SUFICIENTE! —Grito el navariano y de nuevo todos quedaron en silencio—¡Esta mediación es una farsa! Así que ustedes esperen la llegada de nuestra flota navariano.

—La que sin duda derribara remos en un cerrar de ojos —replico el bruidiano.

—¡Bien! —dijo Ed de nuevo y se levanto de la silla. —Tengo una cita, los veo luego.

Kelly y Rose se miraron a atónitas, al tiempo que también los navarianos y bruidianos lo hacían, sin duda lo que estaba pasando estaba mas que fuera de lo normal. Rose quien vio que los delegados se esparcieron por la sala para hablar entre sí, decidió dejar el lugar e ir tras Ed.

—¡Señor! ¡Señor! —gritaba ella detrás de Ed quien iba camino al ascensor.

—Oh, Rosie —respondió este—¿Puedo llamarte Rosie verdad? ¡Dios siento que eres como mi mejor amiga! Deberías ayudarme a elegir que ponerme para cita con Darulio.

—Señor —dijo Rose tomando a Ed por los hombros—, por favor reaccione, ¿Cómo vamos a responderle a la Unión si estas dos razas se van a la guerra? Míreme y reaccione, tiene que tomar el control de esta situación.

—Oh vamos Rosie, no te preocupes, todo estará bien. Ya deja de preocuparte por eso y mejor vamos a mi cuarto, hay tanto que quiero contarte de Darulio.

—Ok, dios perdóname por esto, tal vez mañana me o hoy mismo me expulsen de la Orville por lo que hare, pero es necesario —se dijo para si y luego miro a Ed quien la veía sonriente hasta que Rose con toda la fuerza que tuvo le soltó una cachetada.

—¡Ey! ¿Qué fue eso? —dijo Ed tocándose la mejilla.

—Señor ¿Es usted? Ed mírame —le dijo nuevo tomándolo por los hombros, pero este se soltó de ella: —¿Está bien?

—¡No! Que grosera eres, creí que éramos amigos. Olvídalo, no quiero contarte nada de Darulio, mejor iré con Gordon.

—Ok Rose, este es el fin de tu carrera, acabas de golpear a tu jefe y capitán de la nave que abordas ¡¡¡AAAAHHH!!! —Grito frustrada. —¿Qué nadie aquí puede ser normal? ¡Carajo!

Rose quiso ir tras Ed para no dejarlo solo, pero prefirió volver al puente, si bien Ed no estaba en sus cabales, al menos no dejaría de evitar que los navarianos y bruidianos se fueran a la guerra.

—Rose reportándose señor —dijo Rose a Bortus.

—Enterado ¿Dónde esta el capitán y la comandante?

—Señor, creo que esto está por nuestra cuenta—respondió Rose—el Capitán no esta bien, y mucho menos la comandante. ¿Alara averiguo por que ellos y la Dra. Finn están actuando así?

—Es por causa del señor Darulio —respondió Bortus—, su especie esta en etapa de celo y ha estado liberando cierta hormona a través del contacto, con ello atrae gente de su especie y de otras. Podría considerarse una intoxicación.

Isaac al puente —se oyó en los altavoces del puente de mando.

—Aquí Bortus ¿Alguna información?

Hemos analizado una muestra de la feromona del señor Darulio, y no parece haber antídoto conocido. —respondió Isaac.

—Entendido, puente fuera.

—Ok, esto solo empeora y empeora. —dijo Rose.

—comandante, tenemos compañía —informo John—buques de guerra Bruidianos se están acercando a nuestro espacio.

—Parece ser toda su flota —dice Gordon.

—Amplíen la imagen —Ordeno Bortus, y los escáneres que están fuera de la nave visualizaron el complejo de nave que se acercaba hacia la Orville.

—Los escáneres también muestran otra flota señor —dijo de nuevo John, los navarianos parece.

—Enciendan los deflectores —ordeno Bortus—, comandante Wright verifique la fuente de poder del motor cuántico.

—Enseguida señor —contesto ella y comenzó a teclear en su panel—, señor, todo en orden.

—Esto no es bueno, esto no es bueno —decía Gordon.

—Necesitamos al Capitán —dijo Bortus—, comandante Wright ¿En dónde está el capitán ahora?

—El scanner interno de la nave, muestra al capitán en su cuarto señor.

—Bortus al Capitán Mercer —hablo al comunicador, pero no hubo respuesta. —Bortus al capitán Mercer, por favor responda.

Ed estaba consciente de que estaban llamándolo, pero en el momento en que Bortus llamo, Ed estaba a mitad de su cita con Darulio, la cual paso de un picnic a un encuentro sexual. Kelly habría sido la siguiente opción, pero ella estaba llorando en su cuarto al saber que Ed y Darulio estaban en su cita, con una botella de licor en mano, y en la otra un cup cake de chocolate.

Sin mas que hacer los oficiales del puente comenzaron a desplegar sus ideas para poder evitar la catástrofe que estaba a nada a de desatarse en la orbita de Lopovius. Bortus había solicitado Alara que trajera a los delegados para convencerlos de que retiraran sus flotas.

—Aquí están comandante —informo Alara quien venia llegando con ambos delegados.

—Ordenen a sus flotas que se retiren ¡Inmediatamente! —les ordeno Bortus.

—Mi flota se retirará cuando la última nave del enemigo sea destruida —dijo el delegado Navariano.

—Por primera vez estoy de acuerdo —dijo el bruidiano—su intromisión en esto ha sido inútil, así que ahora lo resolveremos nosotros —concluyo este y fuera de la Orville la batalla comenzó

—Bien —asintió Bortus— Alara llévalos a confinamiento y quítales sus dispositivos.

—Entendido señor.

—Señor, podemos reconfigurar y extender nuestros deflectores para crear una barrera parcial entre las dos flotas. Eso nos daría algo de tiempo —Sugirió Rose.

—De acuerdo, contacte con ingeniería.

—Rose al jefe Newton —llamo Rose desde su comunicador. —¿Cuánto tiempo se necesitaría para configurar los deflectores a las siguientes especificaciones?

Puedo hacerlo rápido, pero solo con Yaphit. Es el único que puede llegar a esos conductos lo suficientemente rápido. —respondió el jefe y Bortus asintió dándole 'permiso a Rose para se comunique con Yaphit también.

—teniente Yaphit, repórtese a ingeniería —ordeno Rose.

Enseguida señor —respondió este.

Mientras el puente intentaba evitar que continuara aquella batalla, que también por momentos afectaba a la Orville ya que estos estaban estacionados en su órbita, y eran alcanzados por los disparos de plasma de las naves; de repente el causante de todo aquel desastre, Darulio.

—¿Qué hace el aquí? —espeto Rose.

—Se que estoy en confinamiento, lo sé; pero puedo ayudar. —y en se instante la nave fue sacudida por uno de los disparos.

Rose se exaspero al ver que Ingeniería le estaba tomando demasiado tiempo su orden.

—Rose a ingeniería ¿Cuál es el estado de los deflectores?

Señor, todavía estamos esperando a Yaphit. Nunca llegó a ingeniería —respondió el jefe Newton.

—Me lleva... —dijo Rose para sí y comenzó a buscar a Yaphit en la nave.

Mientras Darulio, Alara y los delegados tenían una misión que el primero solo le había dicho Alara, Bortus quien no estaba de acuerdo al igual que Rose no tuvo de otra que dejarlo que lo intentara ya que Yaphit estaba siendo interceptado y apunto de ser desintegrado por la Dra. Claire quien había pasado de enamorada a obsesionada.

—Señor —dijo Alara de nuevo entrando al puente—Permiso para abrir un canal de comunicación de banda ancha para ambas flotas.

—¿teniente? —le cuestionó Bortus.

—Solo confié en mi —dijo Alara y este asintió.

Ella fue rápidamente a su panel y abrió la comunicación, una vez lista le informo a los delegados quienes entraban al puente agarrados de mano y con una sonrisa de complicidad que dejo a todos en shock.

—Flota navariana, reitérense y vuelvan a nuestro planeta —Ordeno el delegado navariano.

—Flota Bruidiano retírense también —ordeno el segundo—, he llegado a un acuerdo con el embajador Navariano —y este ultimo le tomo mas fuerte la mano y le sonrió.

—¿Un acuerdo? —le dijo el navariano en un tono coqueto—, vamos puedes decirle la verdad.

—Es que no quiero que se enteren antes que mis padres —dijo el bruidiano.

—Oh dios mío, me vas hacer llorar —dijo el navariano y sin mas le dio un beso al otro delegado.

—Señor ambas flotas se retiran —informo Gordon.

—Yo honestamente necesito que alguien me explique si las cosas son así siempre en el Orville —dijo Rose.

—Ya te acostumbraras —dijo John y el resto del puente vio irse de lo mas acaramelados a las dos razas que hacia unos minutos estaban mas que preparadas para destruirse, y todo ello gracias a lo que casi daña todo, las feromonas de Darulio.

***

Días después la nave había vuelto a la normalidad —si que había algo de normalidad en ello—, tanto la Dra. Finn, como Kelly y Ed se habían logrado deshacer de la feromona gracias una fórmula que desarrollo uno de los enfermeros del Sickbay. Los navarianos y los bruidianos volvieron a su planeta y además uno de ellos compartió el suyo, y aunque existía el temor de que los efectos de la feromona pasasen, al final, aunque así fuese ambos tenían derechos sobre Lopovius pues el estudio que por fin termino Darulio, determinó que ambos tenían un ancestro en común.

Kelly y Ed decidieron pedirse disculpas por su actitud hacia ambos y además de ello descubrieron que tal vez su matrimonio no se acabó por la decisión de Kelly de ser infiel, sino porque hacia un año cuando estos se conocieron y decidieron acostarse Darulio también podía estar en celo, por lo que realmente no había sido consciencia de Kelly sino tal vez solo los efectos de la feromona.

Por otro lado, Rose quien había estado evitando a Ed por días por vergüenza a lo que había pasado, no tuvo otra escapatoria que hablar con el pues iba directo hacia su mesa.

—Hola —saludó Ed.

—Señor —saludó Rose algo incomoda.

—¿Cómo estás? Hace días que no hablamos.

—Si, lo se... Y creo que es por mi —confeso ella.

—¿Me puedo sentar? —pregunto Ed.

—Claro, claro —respondió ella.

—Rose, no hay problema con lo que paso ¿De acuerdo? No puse una queja en tu archivo y mucho menos voy a pedir tu traslado de la Orville.

—pero...

—Si, Gordon me dijo de lo que estabas preocupada.

—Mira, si bien puedo decirte que aun me duele la mejilla y que tienes una buena derecha —dijo este riendo y Rose se sonrojo y aunque evito reírse no lo son guido—tu solo estabas cumpliendo con tu deber. Tal vez muy rudo, pero estabas preocupada por la misión que nos encomendó Halsey.

—Dios... en serio lo siento —dijo ella un poco apenada, pues Ed había roto con aquella tensión que sentía.

—Todo esta bien ¿De acuerdo? Después de esto no queda duda que elegí bien a mi jefe científico, y que de hecho si un día me falta el de seguridad también podrías cubrirlo —dijo Ed y ambos rieron. — Por cierto ¿Puedo seguir llamándote Rosie cierto?

—Si señor, si puede —dijo ella riendo

Siempre dicen que cuando te gusta la risa de alguien también te gusta mucho de esa persona, y por alguna razón Rose estaba encantada con la risa Ed, había algo en ella que le cautivaba, no sabia si era ese gesto de que sus ojos se vuelven muy chiquitos o que siempre que lo hacia lograba que ella sintiera ese cosquilleo que aún no tiene nombre.

Mas de eso, había algo que Ed no sabia y tampoco estaba dispuesta a que lo supiera, y que ciertamente no le dijo a Gordon y era que la única preocupación de Rose, no era una queja a su archivo, era irse de la Orville y dejar de ver a Ed.

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