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"Soldado Caído" CAP 1

Los rugidos de los cañones y los sonidos de bala eran lo único que se escuchaba en aquel feroz enfrentamiento, mezclado junto con el cielo oscurecido por las nubes de la tormenta que azotaba el Campo de batalla, una fría y pesada lluvia llenaba el campo de agua y barro, que dificultaba todo en aquella feroz batalla.

Las tropas patriotas buscaban mantener la posición y no retroceder ante el feroz ataque de las tropas británicas, darían hasta el último aliento con el fin de mantener la posición.

Anne Kennel, una perrita patriota, se encontraba llevando con rapidez munición para los cañones, la lluvia no ayudaba mucho en la tarea, volviendo casi importante moverse entre el agua y el barro que frenaba su andar.

???: Vamos Anne! Sigue asi!

Exclamó con algo de desesperación aquella perra de pelaje dorado, era Debruff, la mejor amiga y compañera de armas de Anne.

Anne: Es lo mejor que puedo hacer!

Dijo mientras depósitaba la bala de caño dentro de este.

"Preparen los cañones!!".

Ordeno unos de los soldados, mientras alzaba su espada al aire, preparándo el ataque de artillería pesada en contra de los gatos británicos.

Anne y Debruff se preparaban Para recibirlo la orden y activar los cañones.

"Debruff! Anne! Y todos los demás, cubrirán el flanco a la izquierda, entendido!?".

Anne y Debruff, junto todo sus demás compañeros, acataron la orden, preparándose.

"Preparados? Listos... Fuego!".

Aquel perro había dado la orden a sus soldados, Anne y Debruff accionaron los cañones, dejando escuchar un fuerte estruendo de cada uno de los disparos que rezonaba en todo el campo de batalla.

Las balas de cañón caían al suelo, causándo un fuerte impacto a las tropas británicas, reteniendo y controlando su ataque.

"Es nuestra oportunidad! Contra ellos!".

Ordeno el coronel a sus soldados, alabando su espada.

Debruff: Es hora Anne! Contra ellos!

Dijo Debruff, mientras tomaba su mosquete y emprendió camino hacia la lucha, Anne hizo caso a su amiga, para después ella tomar su mosquete y lanzarse hacia la lucha.

Anne podía sentir como las balas le pasaban a un lado, el olor a pólvora por todas partes, y del humo que no dejaba ver más haya.

A este paso, Anne ya no sabía como tal hacia donde iba, pero sabía que tenía que continuar, el quedarse sin hacer nada haría que la mataran, la lluvia ni el humo ayudaban mucho.

Gritos de batalla y de los heridos  en el campos de batalla insultaban del lugar, era un ambiente sumamente abrumador, era lamentable de ver.

Anne: He? Que es eso?

Se pregunto Anne al escuchar fuertes estruendos en el campo de batalla, era más que evidente que eran cañonazos, sin embargo, no eran de su bando.

"Ataque de artillería enemiga!"

Se escuchó a lo lejos un grito de advertencia por parte de uno de sus compatriotas.

Anne miro a su lado derecho, viendo cómo un grupo sus compañeros había sido atacado por un cañonazo, dando justo donde ellos estaban...

No quedo rastro de ellos después de aquel impacto, solo humo... Anne no quería pensar en eso, pero sabía que si no seguía adelante, acabaría como ellos.

Son embargo...

BANG!!!

Todo para Anne se quedó negro...

"El Amor En La Guerra Es De Los Más Puros Que Verás, Pues Atravesar Todo Un Infierno Solo Para Poder Estar Con Ese Alguien, No Cualquiera Lo Hace..."

Anne abrió sus ojos de golpes, sintiendo un fuerte dolor de cabeza, no sabía que estaba pasando...

Anne: Mi cabeza...

Dijo con dolor en su voz, mientras ponía su mano en su cabeza, el dolor era fuerte, pero poco a poco este iba disminuyendo, pero aun así, no sabía que estaba pasando, miro a sus alrededores y todo estaba desolada, acaso la batalla había terminado?

Seguía lloviendo, la tierra seguía siendo barro, las oscuras nubes aún cubrían el sol, el olor a pólvora aún seguía en el aíre y un silencio sumamente raro inundaba el lugar...

Anne ya no sabía si todo estaba así o seguía aturdida por el gran impacto que habría sufrido, la perra giro su cabeza aún lado, viendo su mosquete, la culata del arma se había rota y la bayoneta estaba doblada, ni siquiera sabía si aun funcionaba correctamente, por suerte para ella, aún contaba con su espada.

Anne se levantó y se quitó el lado de encima, para después, desenvainar su espada.

Anne: Esto no me gusta...

Dijo en voz baja mientras andaba con cuidado, el escenario era espantoso, no daba muchos pasos para que se topará con algún cuerpo de alguno de sus compañeros y de algún gato del bando británico, era horrible...

Anne ya había visto esto, pero pese a todo, jamás logra acostumbrarse, los cuerpos sin vida llenos de barro, los uniformes desgarrados y las expresiones de horror de aquellos soldados que habían caído en combate, jamás se borrarían de su mente.

Mientras Anne procesaba todo eso, pensó en su amiga Debruff, tenía que saber que estaba bien.

Anne: Debruff! Tengo que encontrar a esa loca!

Grito mientras comenzó a acelerar su andar por el campo, buscando a su amiga, sin embargo, algo se escuchó.

???: Ayuda...

Una vez de agonía hizo que Anne se parara en seco, había un superviviente en medio de todo este horror!

Anne: Que? Pero...

???: Por favor...

Se volvió a escuchar la voz agónica, acompañada de varios quejidos.

Anne no pudo evitar sentirse compadecida por aquél lamento, por lo que se dio la vuelta y comenzó a seguir la voz.

Anne siguió la voz hasta que logro dar con ella, ella se acercó con cuidado y se dio cuenta de algo... Se trataba de un gato británico, cubierto de lodo y sangre, apenas se podía distinguir que si pelaje era de color marrón, como el chocolate.

Anne: Un... Casaca roja!?

Dijo con sorpresa, viendo el rojo uniforme que portaba aquél gato, así lado había una espada, parecida a la de Anne.

Se veía mal herido, pese a lo rojo de su informe, se podían distinguir los manchones de sangre que tenía, en su brazo izquierdo, en su pecho y abdomen.

???: Ayuda...

Dijo con voz débil y adolorida, parecía que estaba delirando.

Anne no sabía que hacer... Es decir, era su enemigo, los "malvados" gatos británicos contra los que luchaban, aquellos que encarcelaron a su padre, pero... Verlo así... Sabía que no podía dejarlo.

Anne sabía que estaba en un guerra, pero si lo dejaba ahí, sus demás consolas patriotas no dudarían en rematarlo o algo peor.

Con su mente en duda, Anne no sabía que hacer, estaba en un gran dilema para si misma, sin embargo, unas voces a lo lejos la sacaron de sus pensamientos.

"Bien chicos, esas langostas se fueron, logramos hacer que retrocedieran, busquen supervivientes, si es un casaca rojo, ya saben que hacer..."

Al igual que Anne, eran patriotas como ella, pero sabía que esto era malo, si llevan a ver a este gato británico, no dudarían en tomarlo como prisionero o peor aún, rematarlo, Anne no tenía tiempo de pensar, así que tomo una decisión, ayudaría a este gato británico.

Anne guardo su espada, para después tomar la espada de el, guardándola en su cinturón, acto seguido, con cuidado, tomo a aquél gato de su brazo derecho y lo apoyo sobre ella, llevándolo casi arrastrando.

El asentimiento que tenía su batallón estaba en un pequeño pueblo que apoyaba la causa patriota, le ofrecieron un hogar a los soldados, algunos vivian pequeñas casas, en donde había a veces más de 2 soldados en ella, por suerte para ella, estaba sola, por lo que tenía eso en su favor.

Entre la lluvia y el lodo, Anne luchaba por llevar a aquél gato, a veces sentía ganas de tirarse sobre el lodo, sin embargo, sabía que la vida de ese gato dependía de el, por lo que tomo todas sus fuerzas y continuo llevandolo hasta su casa.

Por suerte para ella, el caos le ayudaba, todos estaban tan concentrados aún en la batalla que nadie se daba cuenta de lo que estaba haciendo, después de un tiempo que parecía una eternidad, ya le faltaba poco para llegar a su pequeña casa.

Entro al pueblo, y no pudo evitar sentir algo de escalofríos al verlo así, parecía un pueblo fantasma y sumamente solitario, no había nadie ahí, o al menos eso parecía para Anne.

Después de caminar unos pasos, Anne finalmente llegó a si pequeño casa, así que dio una patada la puerta de su casa para abrirla con más facilidad, una vez hecho eso Anne entró junto con aquel gato, rápidamente Anne lo recostó sobre su cama.

???: Agh...

Escucho un ligero quejido de dolor de aquél gato al momento de que lo dejo en su cama.

Anne: Lo siento!

Exclamó Anne con preocupación.

Después de eso, Anne atranco la puerta de su casa, pues no podía dejar que nadie de sus compañeros viera esto, acto seguido, se acercó a la cocina de su casa y tomó uno de los trapo, para después mojarlo con agua, pues tenía que limpiarlo.

Con cuidado, acercó el trapo a su rostro y comenzó a limpiarlo, tenía algo de suciedad en ella, junto con unos ligeros raspones en su rostro, los cuales no eran un problema.

Mientras Anne limpiaba el rostro de aquél gato británico, le resultaba familiar a el... Como si ya lo hubiera visto antes, una sensación de "Dejá vu", vino a su ser.

Cuando finalmente termino de limpiar su rostro, Anne dejó el trapo húmedo de lado, para después, comenzar a quitarle su chaqueta roja, desabrochando con cuidado cada uno de sus botones, habia pensando en arrancarla, pero no quería lástimarlo más de lo que ya estaba.

Cuando terminó de desabrochar el último botón, Anne abrió su chaqueta, dejando ver debajo de ella, una camisa, algo olgada de color blanco con manchones de sangre.

Anne, con cuidado, levantó su camisa y pudo ver la herida del abdomen, era leve, pero nada de que preocuparse, ella volvió a tomar el trapo y lo humedeció de nuevo, para después comenzar a limpiar la herida.

Ella tenía cuidado al momento de limpiarlo, cada que pasaba el trapo podía escuchar quejidos y gruñidos de dolor de aquel gato británico, Anne tenía que admitir que no le gustaba eso, no por qué le resultará molestó, si no por qie odiaba escuchar a alguien sufrír.

Una vez limpia su herida, Anne fue y sacó unos vendajes que tenía y se los puso con mucho cuidado en su abdomen, aquella herida sanaría.

Listo con eso, Anne ahora se dirigió hacia su pecho y a su brazo izquierdo,  en su brazo solo tenía una ligera herida, algo profunda, pero solo necesitaba unos cuentos puntos de sutura.

Lo que verdaderamente preocupaba a Anne, era su herida en el pecho, pues se trataba de una herida de bala, Anne sabía que esto sería más difícil, por lo que se Preparo mental mente.

Anne suspiro y se dirigió hacia un mueble de la cocina, en donde tenía varias herramientas médicas, pues antes de ser una soldado, había ayudado como enfermera al ejército patriota, por lo que tenía algo de conocimiento en esto.

Trajo todo lo necesario, hilo, aguja, más agua, trapos, vendajes, pinzas y gasas, sabia que esto no sería fácil.

Con todo en sus manos se preparo, limpió los trapos con agua y procedió a limpiar primero la herida en su brazo izquierdo, una vez limpia, comenzó a la sutura a la herida, estaba más claro que esto le dolería a aquél gato, cada que pasaba la aguja este soltaba un grito algo fuerte.

Anne trataba de mantener la calma lo máximo posible, no podía perder la concentración.

Después de unos minutos, la herida estaba completamente saturada, Anne tomó una gasa, la puso sobre la herida y la vendo, pero ahora... Vendría lo peor.

Anne, tomo la pinzas con cuidado y dio un gran suspiró.

Anne: Esto... Te dolerá mucho, lo siento...

Dijo Anne en voz baja mientras veía la herida en su pecho, pero antes de comenzar, la examino, era claramente una herida ds bala, pero al paracer está no lo atravesó, aún seguía la bala ahí, parecía ser que no tocó nada vital, por lo que han se preparo.

Con muchos cuidado, Anne acercó las pinzas a su herida, tomando la bala con cuidado.

Anne: Perdón por esto... 1... 2... 3!

Anne quitó con un poco de rapidez la bala de la herida, lo que hizo que el gato después pegará un grito de dolor que se escuchó por toda la casa.

Anne: Lo siento! Lo siento! Se que te duele!

Dijo con angustia y preocupación, para después, dejar de la bala que había sacado en una charola metálica junto con las pinzas médicas.

Anne: Tienes suerte... Esa bala te pudo haber acabado...

Dijo Anne para si misma, ahora, volvió a tomar hilo y aguaja y precedió a suturar la herida.

Era obvió que aquel gato se quejaría por el procedimiento y a pasar de que eso la hacía ponerse nerviosa, Anne mantuvo la compostura y la calma ante la situación.

Pasaron unos minutos y finalmente Anne terminó de cerrar la herida, aquél gato, aún con sus ojos cerrados, respiraba ligeramente agitado, pero sabía que era normal por el estrés que el dolor le causó.

Anne: Al fin... Tú... No se cómo te llamas, pero estarás bien...

Anne, soltó un suspiro aliviado, para después, cubrir a aquél gato con una manta y dejarlo descansar, acto seguido, Anne se fue hacia la cocina y dejó su espada sobre la mesa, junto con la espada de aquél gato.

Anne, mira la espada de aquél gato, sentía que ya lo había visto hace años... Pero donde?

Una horas mas tarde...

En el lado británico, los gatos se entraban ayudándo a sus compañeros caídos en combate, desde los fallecidos hasta los heridos.

El Coronel Thomas, un viejo pero respetado gato británico de pelaje negro pero acanado, que había servido al ejército desde muy joven, mandaba a sus soldados a buscar a los desaparecidos en combate.

Soldado 1: Señor, tenemos la lista de los desaparecidos, algunos fueron encontrando con vida y otros... No con tanta suerte...

Dijo aquél soldado con algo de tristeza por las últimas palabras.

Soldado 2: Faltan algunos por encontrar, pero hacemos lo mejor que podemos, pero... Hay un desaparecido algo importante...

El coronel Thomas levantó una ceja por lo que dijo uno de sus hombres.

Coronel Thomas: De quién se trata?

Soldado: Es el "Mayor Meow", lo hemos estado buscando señor, pero no aparece, puede estar muerto o capturado...

El coronel Thomas se llevó su mano a la barbilla, pensando en la situación.

Coronel Thomas: Tengo la sospecha de que fue capturado... tenemos que traerlo de vuelta, es valioso para esta Cruzada en contra de esos perros patriotas, usen espías, influencias, informantes, de todo! Pero debemos saber dónde está!

Exclamó el coronel Thomas hacia sus, los cuales obedecieron sus órdenes sin rechistar.

Coronel Thomas: Esto será difícil...

Continuará...




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