Los rayos del sol comenzaron a golpear el rostro de Anne a través de la ventana, sintiendo los detalles en su cara, comenzo a abrir sus ojos de poco a poco, sintiendo como el sol salía mucho más.

Anne abrió sus ojos por completo, mirando hacia la ventana, cubrió si rostro con su mano al sentir el solo directo en sus ojos.

Anne: He? Ya es de día?

Pregunta hacia si misma, notando que se había quedado dormida sentada a lado de su cama, en donde reposaba aquél grato británico, Anne se levantó, notándo que aún está traía puesto su uniforme de militar azul, estaba sucio, lleno de tierra y algunos manchones de sangre, habían partes de este que estaban desgarrados, pero nada que no se pudiera arreglar.

Después de ver el desastre que estaba hecho su uniforme, giro su mirada hacia el gato que estaba reposando en su cama, con cuidado, se acercó a él, comprobándo que todo estuviera bien con el.

Vio como su pecho se movía de arriba abajo, dejando claro que seguía respirando, Anne se acercó a sus vendajes y dándose cuenta que solo tenían un poco de sangre, posiblemente el remanente que había quedado por lo de ayer.

Anne, dio un suspiro aliviada, al ver que aquel gato, del cual todavía desconocia su nombre, seguía vivo.

De la nada, se le vino a la mente algo, pues ella había recogido su espada, normalmente las espadas solían tener el nombre grabado en el "Mango" de éstas, la espada de Anne la primera letra de su nombre y su apellido, posiblemente la espada de él tendría su nombre grabado.

Anne se dirigió hacia la cocina y ahí vio en la mesa las dos espadas, la de ella, que estaba en su funda y la de el, la cual la tomo con sus manos y la empezó a observar.

Mira el mando con cuidado, buscando algunas iníciales o algo que le diera pistas de su nombre.

Después de unos segundos de búsqueda, Anne por fin pudo encontrar unas letras grabadas en el "mango" de su esposa.

Anne: Haber... Está algo sucio, pero si puedo leer... Su nombre es... "Meow"... Así que así te llamas?

Dijo mientras volteaba a ver al desde la cocina a "Meow", ahora que sabía si nombre.

Anne: Curioso nombre para un gato...

Dijo para si mismo, mientras volvía a dejar la espada en la mesa.

Anne: Tendré que mantenerte aquí un tiempo Meow... Hay... Si me llegan a descubrir sería horrible... No puedo dejar que nadie entre aquí.

Dijo con un tono de dedicación en su voz.

Anne: Aún que... Tengo que salir un rato, para ver cómo termino todo, sobre todo si Debruff está bien...

Dijo con algo de preocupación, para después, tomar su espada y dirigirse a la puerta de su casa, la abrió, no sin antes voltear a ver a "Meow", para después, salir y cerrar bien la puerta.

Una vez que salió, pudo ver mucho movimiento en el pueblo que usaban como asentamiento, varios de sus compañeros train heridos del Campo de batalla, enfermeras corriendo por todos lados, otros mas traían provisiónes y armas para la batalla, otros se encontraban haciendo guardia y dando rondas por el pueblo.

Debruff: Anne? Hay! Anne estás bien!

Exclamó Debruff al ver así amiga, rápidamente se lanzo hacia ella y la abrazo.

El abrazo se Debruff tomó por sorpresa a Anne, pero estaba feliz de ver que su amiga estaba bien, después de la batalla de anoche, por lo que correspondió el abrazo de su amiga.

Anne: También me alegro de que estés bien Debruff!

Dijo con alegría, mientras rompían el abrazo.

Debruff: Que paso anoche? Todo bien? Escapaste durante la batalla?

Anne: Bueno... Yo-

Debruff: Tranquila, está bien, prometí a tu padre que te cuidaría, pase lo que pase.

Dijo Debruff en un tono calmado, pues si su amiga había huido o no, no la juzgaría.

Anne: Gracias... Por cierto, que pasó ayer?

Pregunto, mientras ambas comenzaban a caminar por el pueblo.

Debruff: Después de que te perdí, la batalla continuó, logramos replegar a los gatos británicos, pero sin duda se cobraron mucha vidas, heridos y de más cosas...

Dijo lo último algo desanimada.

Anne: Fue un ataque sorpresa, no sabiamos que ellos vendrían hasta aquí.

Debruff: Tienes razón... Pero fue un duro golpe, pero, por suerte hemos tenido informes sobre otras unidas y batallones, han tenido más suerte contra los británicos, mermando sus tropas.

Anne: Eso espero... Está guerra no parece tener fin alguno...

Debruff: El coronel quiere mandar espías a las filas británicas, pero aun están en decisión, no quieren arriesgar el avancé que hemos logrado hasta ahora.

Anne: Espero que esto acabe pronto...

Dijo Anne resignada, mientras daba un suspiro de resignación.

Debruff: Un paso más y seremos independientes Anne, ya lo verás!

Dijo con optimismo Debruff a su amiga.

Anne: Eso espero, en fin... Mejor hagamos nuestras tareas de hoy, no quiero meterme en problemas.

Debruff sonrió a su amiga, viéndola más animada.

Debruff: Claro, vamos haber que nos corresponde.

Ambas emprendieran camino hacia sus superiores, con el fin de realizar lo que les tocaba hoy.

Un par de horas mas tarde...

Habían pasado unas cuantas horas, al grado de que ya era de tarde, cuando en una pequeña casita un gato marrón comenzaba a despertar.

Meow comenzó a abrir sus ojos lentamente, su cuerpo se entia sumamente adolorido, no tenía idea de lo que había pasado.

Meow: Me... Duele todo...

Dijo con algo de dolor en su voz, mientras trataba de reincorporarse.

Meow sentía como su cuero estaba fatal, adolorido y al parecer, pese a haber estado dormido, se sentía cansado.

Meow: Que... Fue lo que pasó?

Dijo, llevándose la mano hacia la cabeza, tratando de componerse.

Meow comenzó al ver a sus alrededores, dándose cuenta que están recostado en una cama sencilla, parecía ser una pequeña casita, modesta y humilde, esto lo extraño bastante.

Miro si cuerpo y se dio cuenta que su característica chaqueta de color roja se le había sido quitada, giro su cabeza y se dio cuenta de que están a un costado de él, sin embargo, lo que más le llamo la atención y el causantende si dolor físico, eran sus heridas.

La primera que noto era la de su abdomen, estaba vendado por completo en esa parte de su cuerpo, tenía que admitir que el dolor era algo intenso, soportable.

Después de eso, paso a ver la herida de su pecho, está estaba muy cerca de su hombro, al igual que la de su abdomen, estaba vendado pero a diferencia de la herida de su abdomen, que el dolor era soportable, la de pecho era intensa y dolorosa.

Meow: Por qué duele tanto! Fue un disparó o que?

Se preguntaba Meow para si mismo, mientras giraba su cuerpo y sentarse en la orilla de la cama.

Con algo de miedo, tratado de levantarse, cabe aclarar que cuando trata de hacer, sintió como si cuerpo se adoloria de golpe.

Meow: Con un demonio! Si que duele!

Dijo mientras se levantaba y se apoyaba contra la pared.

Meow respiraba poco a poco para tratar de calmarse y dejar que pasara el dolor, una vez que logro concentrarse y dejar que pasara un poco, Meow comenzó a admirar la pequeña casita en la que estaba.

Mirando a sus alrededores pudo ver que en donde estaba, solo habia la cama en la que estaba recostado, a lado de ella había una pequeña mesita de noche con una vela de lado, además de que había solo unos cuantos rollos de papel para escribir.

Meow camino hacia lo que parecía una pequeña cocina en la casa, ahí pudo ver una mesa algo grande, con solo dos sillas, una pequeña estufa, un par de cubetas grandes llenas de agua y una repisa en donde habían varias cosas.

Meow: Parece que alguien vive aqui... Me trajeron aquí? Pero como?

Se pregunto Meow, dándose cuenta que las ventanas de la casa estaban todas cubiertas con cortinas, a duras si dejaba ver la luz del sol.

Meow, se acercó a una de las ventanas con cuidado y movió sólo un poco la cortina para ver que había afuera, sin embargo, no le daba gracia ver lo que estaba afuera.

Meow: Perros patriotas!!

Exclamó Meow son sorpresa al ver a perros con su característicos uniformes de color azul.

Meow rápidamente volvió a cerrer la cortina y se hizo para atrás algo de nervioso, a un que trato de mantener la calma.

Meow: Estoy capturado!?

El gato trató de procesar todo lo que estaba pasando, lo primero que se le vino a la mente es que era más que obvio que estaba capturado bajo el enemigo, estaba en una pequeña casa encerrado, tal vez querían información y por eso lo tenían con vida.

Meow pensó en escapar, pero era más que obvio que en estos momentos no era la mejor idea del mundo, pués sus heridas le dolían bastante, además de qué si era prisionero y tratará de escapar, lo matarían.

Meow: Acaso saben que soy un "Mayor" o que? Seguro que  quieren algo de información...

Mientras tanto con Anne.

Nuestra querida patriota se encontraba ayudando a sus compañeros que habían terminado heridos durante la batalla, en la enfermería, curaba y atendía a cada uno de ellos.

Anne: Ya estas bien Charles, te mejorarás pronto.

Dijo Anne de forma reconfortable hacia su compañero, que era un perro joven de color blanco y con machas de color marrón.

Charles: Gracias Anne, te debo otra jejeje.

Anne: Tu tranquilo, fuiste un buen Chico.

Dijo mientras le daba unas palmadas en la espalda.

Chales: No hablemos como si fuera un cachorro.

Dijo un poco irritado por el el comentario de Anne, pero buena manera.

Anne: Ho! Es que fuiste un buen Chico, a la próxima te doy un caramelo jeje.

Dijo Anne de firma bulona mientras se reía, a lo que Charles solo rodó los ojos, pero con una sonrisa por la broma de Anne.

Anne: En fin,  me retiro Charles, cualquier cosa necesites me llamas o alguien de aquí.

Charles: Tranquila, estaré bien, gracias por todo.

Anne se despidió de su compañero, para después, tomar un bolso que traía consigo, normalmente ahí guardaba unas cuentas cosas, pero ahora, traía algunas vendas y gasas para curar la heridas de aquel gato llamado "Meow", a un que también pensó que debería de llevarle algo de comida.

Anne se dirigío hacia una pequeña casa que servía como cocina para su peloton, noto que ahí estaban varios de sus compañeros haciendo los trabajos correspondientes, por suerte para ella, ahí estaba uno de sus compañeros que conocía bien, su nombre eres Richard.

Richard era un perro de pelaje negro, tenía unos 28 años, estaba vestido con su uniforme militar, pero encima de él tenía un delantal de cocina.

Anne: Hola Richard, otra vez de criada?

Dijo Anne de forma burlona hacia su compañero.

Richard: Anne? Que haces aquí? Ya pasó la hora de la comida.

Pregunto Richard confundido al verla ahí.

Anne: Mmm bueno, venia a ver si le podías dar una pequeña reacción "extra" de comida.

Richard arqueó una ceja por lo que quería Anne.

Richard: Que? Estás loca, tu sabes no puedo hacer eso, espérate hasta la cena para volver a comer.

Dijo frustrado hacia Anne, y algo extrañado por lo que quería ella.

Anne: Hay vamos! No tienes algo extra que haya sobrado?

Richard: Ya te dije que no Anne, no insistas.

Anne sabía que su amigo no se doblegaria tan fácil, así que se le vino a la mente algo.

Anne esbozo una sonrisa juguetona y malicia, sabiendo que con esto tendría lo que quería.

Anne: Bueno, supongo... Que es hora de cobrarle el Favor que me debes.

Richard: Favor? Ahora de que hablas?

Pregunto Richard confundido.

Anne: Ho... Ya sabes, por lo que vi esa noche.

El pelaje de Richar se erizó al escuchar eso de Anne.

Richard: Que! Cállate! Dijistes que no dirías nada...

Anne: Supongo que al "Coronel"... Le interesaria saber tus pequeñas "aventuras" con esa gata de la "vida galante".

Richard: Que!? Tu no te atreverías!

Anne: Retame...

Dijo Anne en un tono desafiante ante Richard, sin embargo, el perro de pelaje negro dio un suspiro de resignación.

Richard: Bien... Pero con esto, estamos a mano ok? Queda claro! Vuelve en un rato.

Dijo Richard por fin resignado, mientras se retiraba a buscar la comida, mientras que Anne veía como se iba, con una sonrisa victoriosa.

Después de unos minutos, Richard finalmente regreso con la comida.

Richard: Bien, no te puede conseguir mucho si te soy sincero, pero para una "glotona" como tu, estaría bien, consegui estas dos grandes barras de pan, te basta?

Dijo Richard mientras ponía las barras de pan sobre la "barra" de la cocina.

Anne: Mmm si, con eso basta, eres muy "amable" Richard.

Dijo en un tono sarcástico y burlón hacia Richard, mientras tomaba las barras de pan y las envolvía en un pañuelo.

Richard: Si, si! Cómo sea, pero ni una palabra ok?

Anne: Aja, si, bueno, gracias!

Dijo mientras se daba la vuelta y regresaba a hacer su trabajo.

Anne solo se rió entre dientes y salió de ahí, de camino hacia su provisional casa.

Unos minutos después...

Meow a un se encontraba tratando de procesar lo había pasado con el, ahora estaba en lo que parecía ser una base patriota, sus enemigos, pero no sabía cómo había sucedido, es como si después de haber caído inconsciente, todo se hubiera borrado de su mente.

Meow: Tengo que empezar a planear como escapar de aquí! Esto debe ser rápido o si-

Las palabras de Meow fueron interrumpídas cuando comenzó a notar que alguien trataba de abrir la puerta, Meow están algo nervioso, pero trato de mantener la calma, al paracer la puerta estaba atorado.

Meow sabía que no tenía la fuerza como para "atrancar" la puerta y evitar que entrarán, sus heridas dolían demasiado para eso, sin embargo, se le vino a la mente algo, fue rápido a la cocina y ahí pudo ver un pequeño cuchillo, lo tomó con una de sus manos, mientras que con la otra sujetaba su abdomen, pues el dolor no se iba y al paracer, no se iría por el momento.

Meow se preparaba para ver quién entraba, sujetando con fuerza el cuchillo, después de un fuerte golpe a la puerta y que está fuera abierta, la vio, una perra de pelaje blanco opaco, portaba un uniforme patriota de color azul, con botas negras, ese uniforme estaba en una condición deplorable, traía también un bolso de color marrón claro, en su cintura, una espada.

Anne se quedó sorprendida a ver a Meow, parado con un cuchillo enfrente de ella, Anne cerró rápidamente la puerta.

Meow: Quién eres? Por qué estoy aquí?

Anne, tomando distancia, puso su mano sobre el mango de su espada, lista para cualquier cosa.

Anne: Tranquilo... No te haré daño solo dejame-

Meow: Callate! Estoy prisionero aquí y quieres que me calme! Que planean Conmigo? He?

Pregunto Meow con firmeza, no dejando de apuntar el cuchillo hacia Anne.

Anne: Que? No estás prisionero, yo te traje aquí!

Meow: Ho! Ese truco ya me lo sé! No eres la primera que dice eso.

Anne: Baja la voz por favor! Si te escuchan será peor, no pueden saber que estás aquí!

Dijo Anne, tratando de calmar a Meow.

Meow: Por qué tanto secre- HAAA!!

Meow grito de golpe al sentir una fuerte punsada en la herida de su pecho, callendo de rodillas sobre el suelo y soltando el cuchillo, Anne pateo con rapidez el cuchillo a un lado, estaba apunto de acercarse a Meow, cuando esté le grito que se detuviera.

Meow: Déjame... No se que me harás.

Anne: Que? Deja eso de lado tengo, que ver tus heridas!

Meow: Si, como no!

Dijo Meow, aún sintiendo el dolor en su pecho, mientras se hacía para atrás, aún de rodillas.

Anne: Yo te ayudaré, Solo dejame acercarme a ti!

Meow: Si, no eres la primera que me dice eso!

Dijo son sarcasmo y enojo Meow.

Anne ya se están frustrada por la actitud de Meow, a un que entendía el por qué estaba a la defensiva con ella.

Meow seguía viendo a Anne con una mueca de dolor y frustración, pero había algo en ella que le resultaba familiar, pues sentía que la había visto antes, pero no podía recordar de dónde.

Paso un minuto en donde ambos solo se lanzaban miradas, Meow se encontraba tirado el suelo por el dolor, recargando su espalda contra la pared, Anne, por su parte, se puso a su altura, había escuchado que los gatos eran tercos, pero no tanto como le mostraba Meow.

Anne: Piensas quedarte ahí todo el día o que?

Meow: No es como que pueda hacer otra cosa, o si?

Respondió Meow, aún adolorido.

Anne: Mira... Solo quiero ayudar, pues confiar en mí...

Dijo Anne con toda la paciencia del mundo, sin embargo, Meow seguía con su mirada de desconfianza.

Meow: Somos enemigos, por qué confiaría en ti?

Dijo Meow con desdén.

Anne: Que? Bueno, que puedo hacer para que confíes en mí? No te puedo dejar así tirado.

Meow miro a Anne de arriba abajo, pensando en algo.

Meow: Arroja tú espada, hazla a un lado.

Ordenó Meow mientras señalab la espada de Anne, que estaba en su cintura.

Anne lo pensó unos segundos, pero finalmente se resigno a la petición de Meow.

Anne: Está bien, como órdenes Meow.

Dijo mientras se quitaba su espada y la arrojaba a un lado.

Meow: Como sabes mi nombre?

Pregunto Meow son un tono de sospecha.

Anne: Tú nombre venía grabado en tu espada.

Meow: En mi espada? Donde esta?

Anne: Debajo de la cama en donde estabas, tranquilo, solo la dejé ahí.

Meow, a un con desconfianza pese aque Anne le hizo caso a su petición, dio un suspiro de resignación.

Meow: No confío aún en ti... Pero no me queda de otra.

Dijo Meow con resignación, Anne se acercó con cuidado hacia él y lo ayudó a levantarse, para después con cuidado, ayudarle a sentarse en la cama.

Anne: Te duele mucho tu herida?

Pregunto Anne, con algo de preocupación.

Meow: Algo... Siento una fuerte punsada.

Anne: Eso es normal, es una herida reciente.

Dijo Anne, mientras tomaba su mochila y sacaba vendas y gasas.

Meow: Tú... Me Salvaste?

Pregunto Meow, con algo de miedo em su pregunta.

Anne: Bueno... Si, yo te salve.

Respondió Anne a Meow.

Meow: Que fue lo que pasó? Recuerdo que están en Campo de batalla y todo se volvió negro, y... Después desperte aquí...

Anne: Bueno... Me paso algo parecido a mi, estaba en el campo de batalla y sentí como un cañonazo callo, todo se volvió negro, cuando desperte, me tope contigo, estabas pidiendo una ayuda...

Meow: Ayuda? No recuerdo eso la verdad... Todo fue muy rápido, como te digo, todo se volvió Negro...

Anne: Bueno, estás a salvo... Ahora, quítate la camisa.

Meow: Que?!

Dijo Meow extrañado.

Anne: Necesito que te la quites para ver tú herida, limpiarla y ponerte el nuevo vendaje, solo hazlo.

Ordenó Anne a Meow, a lo que este le hizo caso y se quitó con cuidado la camisa, dejando ver el pelaje de su cuerpo.

Anne, quitó con cuidado el vendaje de su abdomen, dejando ver su herida cerrada con puntos.

Anne: Bien, iré a la cocina solo por algo de agua y un trapo, para limpiarte la herida, ok?

Dijo Anne mientras iba por una pequeña cubeta a la cocina con agua, junto con trapo, una vez que los tuvo regreso con Meow.

Anne se sentó al lado de Meow en la cama, mojo el trapo un poco y lo lo exprimió bien.

Anne: Te dolera un poco, tú tranquilo, ok?

Meow solo asintió, mientras que Anne  acercó el trapo a su herida y comenzó a limpiar, Meow solo dejaba salir pequeños quejidos de incomodidad, después de dos minutos, Anne terminó de limpiar la herida por completo.

Anne: Se ve bien, aún que bueno, solo tiene un dia, como sea, te pondré los vendajes nuevos.

Dijo Anne, quién dejó el trapo de lado, para después proceder a ponerle el vendaje nuevo en su abdomen.

Así paso Anne, un rato de la tarde limpiando las heridas de Meow, fijándose de que estuvieron bien, a la vez de que cambiarle los vendajes por unos nuevos.

Paso un rato y Anne finalmente había terminado de ponerle todos los vendajesna Meow.

Anne: Ya está listo, solo era eso, tus heridas tardarán algo en sanar, pero se ven bien.

Dijo en un tono tranquilo, mientras se levantaba de la cama, mientras recogía las cosas.

Meow la miraba de reojo, algo incrédulo que una "patriota enemiga", tuviera esa consideración con el.

Meow: Por qué?

Pregunto Meow en tono de voz bajo, pero lo suficiente como para que Anne escuchara lo que dijo, dándose la vuelta hacie el.

Anne: Como dices?

Pregunto Anne, confundida, pues pese a escucharlo, no entendió lo bien lo dijo.

Meow: Por qué me Salvaste? Soy tu enemigo?

Pregunto Meow, con un tono de confusión en su voz.

Anne: Por qué era lo correcto... Tal vez seamos de bandos opuestos, pero no podía dejarte ahí, mí padre me enseñó a ayudar a cualquiera, no importa si fuera perro, gato o lo que sea... Pero, no te preocupes, yo no sacaré ventaja de esto... O algo a si, hago lo que es lo correcto, no importa el bando.

Respondió Anne con firmeza y calma a la vez.

Meow: Gracias...

Le agradeció Meow a Anne, con una pequeña pero sincera sonrisa en su rostro.

Anne también esbozo una pequeña sonrisa a Meow.

Anne: De nada.

Agradeció Anne, mientras iba y dejaba las cosas en la cocina, para después volver con Meow.

Anne, se agachó y metió su brazo debajo de la cama, sacando la espada de Meow.

Anne: Guarde tu espada aquí, perdón si no la guardé en una "mejor condición", pero solo la dejé ahí.

Dijo mientras se la entregaba a Meow.

Meow: Gracias por cuidarla.

Agradeció mientras la tomaba.

Anne, tomó su bolso y de ahí saco las dos barras de pan envuelta en un pedazo de tela.

Anne: Te traje algo de comida, no es digna de un "oficial británico", pero peor es nada jejejeje.

Dijo Anne en un tono juguetón mientras reia, a la vez de que desenvolvia las barras de pan, para después, entregarle uno a Meow.

El gato británico, con algo de timidez, lo tomó y lo comenzó a comer junto con Anne, en un silencio un poco incómodo, pero sin dejar de lanzase miradas discretas mientras comía.

Mientras tanto...

Había pasado la tarde y el sol ya se estaba escondiendo.

Mientras tanto, en los aposentos del coronel del batallón de Anne y Debruff, este mismo se encontraba leyendo una carta que se le había sido entregada, el coronel Theodore era ya un perro mayor, su pelaje era de color gris con manchas de color negro por su cuero, había servido a las fuerzas británicas durante años, hasta que decidió unirse a la causa patriota.

Theodore: Un "armisticio" con los británicos?

Se preguntaba el coroneles mientras leía la carta.

Unos de sus hombres a lado lo miro confundido.

Soldado: Armisticio con los británico? Hablan en serio coronel?

Theodore: Si, joven soldado, es una propuesta por parte de ellos y nuestro consejo, al paracer será un armisticio de 7 meses entre ambos bandos.

Soldado: Eso es bastante a decir verdad coronel.

Theodore: Ni que lo digas joven, tengo que mandar lo respuesta, y esperar el acuerdo, que sea lo que Dios quiera...

Continuará...