𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25 -𝕷𝖆𝖘 𝖌𝖆𝖑𝖑𝖊𝖙𝖆𝖘
Un reencuentro algo inesperado sorprendió al joven Adrián, su media hermana Stibaliz había regresado al imperio elfo después de haber sido perseguida por este por casi doce años
—¿Qué te trae por aquí?—dijo inseguro
—Creo que tienes que tener una idea—recostó a Lio en un sofá que había al lado
—Ese es el hijo de Jeffrey. No debería estar aquí
—Tu eres el hermano de Stella ¿no es cierto?—interrumpió Max
—Sí pero ¿Quiénes son ustedes?
—Me presento, yo soy Max y mi acompañante se llama Suri. Nosotros vinimos para ayudar al niño
—¿Eres un vampiro?—suspiró—será mejor que te vayas. El imperio elfo y el reino de los vampiros no tienen buenas relaciones en estos momento
—¿Acaso pasó algo entre ellos?—cuestionó Suri
—El rey de los vampiros cortó relaciones con nuestro imperio hace poco
Las reacciones de Max y Suri se hicieron evidentes ante tal noticia. Aunque sabían que el reino vampiro tuviera algunos roces con el imperio elfo no podían creer que era tanto como para romper relaciones con ellos
—Adrián necesito tu ayuda—interrumpió Stella
La mirada de Adrián se dirigió hacia Lio, quien no mostraba signos de magia a su alrededor, algo extraño al tener dos padres con bastante maná en ellos. Lo único que él podría hacer él para ayudar a su sobrino era robar la copa de la vida, algo arriesgado, que podrían su vida y empleo en juego
—Ya se lo quieres, pero no es tan fácil robarlo
—Tu padre es el tesorero, él no podría...
—Él no quiere saber nada de... bueno ya sabes—el hablar de su padre y su madre hacía que se le forma un nudo en la garganta que no ha podido desatar durante mucho tiempo
—Bueno dándole vueltas al asunto no encontraremos una solución—interrumpió Max, aliviando la tensión del lugar—¿Hay algún restaurante cerca? Me muero de hambre y el frío no ayuda mucho
—Vayamos adentro, hay tengo comida y se siente más cálido
—¡Perfecto!—salió del almacén acompañado de Suri
Stella quien no lucía nada complacida por la situación intentó calmar su rabia y preocupación. Su hermano quien la veía tratar de alzar a su hijo, se le acercó sutilmente—Yo lo llevaré, ve con ellos y caliéntate, has viajado mucho para llegar aquí
—¿Jeffrey está aquí no?—dijo con voz suave
Adrián no sabía si contarle la verdad o mentirle, cualquiera decisión que tomara iba a lastimar a su hermana a quien él había protegido con mucho esfuerzo—Si, él esta aquí
—¿Dónde?
—No tiene un lugar fijo pero creo que esta con el príncipe Neftalí
—¿lo viste?
—Solo una vez desde que llegó—expresó haciendo que en Stella hubiera un poco de esperanza en volver a reencontrarse con su amado—¡No te llevaré donde él!—dijo firme al ver el rostro de su hermana—¡Ya hemos tenido muchos problemas al estar involucrados con él y su familia! esta vez solo nos ocuparemos de tu hijo e irás a la torre de magos. Si hablo con el director quizás pueda a volver darte otra oportunidad y podrás volver a tener tu vida nuevamente
El rostro de Stella mostraba asombro y tristeza hacia las palabras de su hermano, ella sabía cuánto la quería pero sí volver a tener su vida significaba tener que perder a la persona que ama quizás su anterior vida no era tan importante como la que tiene ahora—Esta bien, solucionaremos el problema de mi hijo y me iré a la torre del mago—expresó, aunque fuera solo una mentira
Las palabras de su hermana aliviaron las inquietudes de Adrián, como si se hubiera quitado un peso de encima—Estás haciendo lo correcto, Stibaliz—le dio unas palmadas en los hombros
—Si—expresó con una leve sonrisa—Iré a dentro a ver que no estén haciendo alguna tontería en tú casa. Te encargo a Lio—se retiró del almacén
—¿Así que te llamas Lio eh?—cargo a su sobrino entre los brazos—es una pena que no te parezcas a tu madre, te hubieras visto mejor con el cabello naranja
En la cocina de Adrián se habían formado montañas de comidas servidas en la mesa
—¡¿Pero qué están haciendo?!—gritó Stella
—Dije que tenía hambre—respondió Max, mientras cocina un poco de estofado
—¡Hay muchas galletas aquí!—balbuceo Suri quien tenía la boca llena de galletas
—¡No estoy con ustedes un minuto y ya están destrozando la cocina de mi hermano!—el grito de Stella se hizo escuchar por toda la casa, atrayendo la atención de su hermano quién recostaba a Lio en una cama
—¡Recojan todo esto y pónganlo en su lugar!—el rostro de Stella está tan rojo que hasta lanzaba humos por la orejas
—Stibaliz ¿paso algo?—se acercó a la cocina—¡Waou! ¡¿Pero qué paso aquí?—Adrián jamás había observado tanto desorden en un mismo lugar desde que su hermana practicaba magia
—Comida. Eso paso—respondió Max
—¿comida?—repito Adrián—pero si hay mucha aquí—abrió una repisa donde guardaba sus alimentos
—Si lo hubieras dicho antes, me hubiera ahorrado el tiempo en cocinar—añadió Max
—Creo que tienes ra... ¡Oye! ¡¿De donde sacaste esas galletas?!
—¿las galletas?... Bueno ¿de donde las sacaste Suri?—preguntó Max
—Había una caja escondida arriba de los estantes así que pensé que podía comerlo cualquiera
—¡Están comiendo las galletas que me dio la Princesa Jamal! ¡Boten eso rápido!
—¿Botar las galletas?¿Por qué haríamos es...? —Max se desmayó de repente seguido de Suri quien estaba recostada en la mesa
—¿Qué pasa con esas galletas Adrián?—pregunto Stella sorprendida
—Es una larga historia. Por el momento llevémoslo a la sala
Los hermanos recostaron al dúo en los sofás que había en la sala que estaba al lado de la cocina
—Bueno ahora me dirás ¿Qué pasó con esas galletas?
—Bueno veras, la princesa Yue ha estado rondando un tiempo el estudio de mi padre, pensé que solo buscaba ver como iba la economía del país pero supuse mal.
—¿A qué te refieres con supusiste mal?
—La princesa Yue ha estado rondando el estudio de mi padre por que quería que me comprometa con su hija
—¡¿Tú y la princesa Jamel juntos?!—Stella se quedó en shock por unos minutos, nunca hubiera imaginado a su hermano con otra persona y menos con una princesa
—¡Waou! Esa princesa debe odiarte para mandarte galletas así entonces—interrumpió Max, levantándose del sofá
—¿Tú no estabas inconsciente?—refutó Stella
—Soy inmune ante los venenos, al menos hasta cierto punto
—Las galletas no tienen veneno—exclamó Adrián
—¿No tenían veneno?—dijo desconcertado—¿Acaso no viste lo que hizo?. Mira como dejo a Suri
—Ella está bien, los efectos no duran mucho
—Con eso afirmas que tu prometida en serio te odia
—La princesa Jamel no me odia, ya que nunca hice algo que la molestara. Suri despertara pronto ya que no inquirió veneno sino la comida preparada por la princesa
—¿tan mal cocina?
—Bueno... eh, creo que se esfuerza
Max lanzó una sonrisa de picardía como si se le hubiera ocurrido algo—¡Pero qué suerte!
—¿Qué suerte?—preguntó Adrián
—Si, que suerte
—¿Ahora que tornillo se te safo?—refutó Stella
—Puedes tratarme de loco pero lo que te voy a decir puede solucionar tú problema
—Lo dudo
—Escucha primero y luego dudas de mis planes—hizo sonar su dedos—Adrián dime, Jamel tiene influencia en el imperio
—Hasta cierto punto, si
—Haz que ella te de la copa. Siendo un miembro de la realeza no creo que tenga problemas en ello
—claro y no quieres que le pida un aumento también—se levantó de su asiento en dirección a la cocina—eso no va a funcionar
—Entre todas las ideas, está en serio fue la más tonta—siguió a su hermano, dejando solos a Max y Suri
Max se quedó un rato meditando en el lugar como si no hubiera desistido a la idea planteada—Suri ¿todavía tienes esa poción?
—Se lo que estás pensando—dijo Suri, recostada en el sofá—No es una buena idea
—Alguien tiene que dar el primer paso para convertirlo en buena—rebusco en la mochila de Suri, logrando sacar una poción—y esta poción hace maravillas
—No tengo nada que ver en esto, okey—se volvió a dormir
—Tranquila, ya veras que funcionara
¡Hola! Mis Queridísimos Lectores
Hoy les vuelvo a traer otro capitulo de esta obra que nos gusta tanto
Dato curioso de este capítulo: Jamel es la hija de la princesa Yue una de las hijas del emperador y tía de Lio.
Su padre de Jamel es un banquero muy importante , esta entre los cinco mas importantes en el imperio
Nos vemos en la siguiente actualización
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