𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 23 - 𝕽𝖚𝖒𝖇𝖔 𝖆𝖑 𝕴𝖒𝖕𝖊𝖗𝖎𝖔 𝕰𝖑𝖋𝖔
Un amanecer frío despierta Max quien yacía acurrucado junto a su acompañante.
—¡Achu!—limpio su nariz mientras se levantaba—¡Pero que frío! —se envolvió en su manta
El olor a comida atrajo el interés de sus papilas gustativas. Una olla rebosante de caldo de verduras estaba hirviendo a unos centímetros de él
—¿Ya despertaste?—dijo Stella mientras prepara el caldo—Tu amiga ya llegó
—¿Suri ya está aquí?
—Si, ella es la que me ayudó a preparar la comida. Sorprendentemente es más confiable que tú
—Tomaré eso con un halago—observó los alrededores—¿Dónde está ella?
—Se fue a cazar y buscar leña. Esa chica es muy imperativa aunque no lo parezca—probó el caldo con uno de los cucharones de madera
—Si ella es así...
Arriba de uno de los árboles, cómo si fuera una con el viento, una joven saltó de lo alto con algunos conejos sujetados por una cuerda. Sus cabellos lila y su piel blanca le daban apariencia de inocencia aunque sus ojos negros revelaban lo contrario
Suri se acercó a donde estaba Max sacando uno de los conejos que tenía dándoselo para que lo comiera
—Estás demasiado pálido—toco su frente con sus manos frías por el frío. Con una de sus dagas cortó el cuello de uno de los conejos que traía consigo, dándoselo a Max—bebe. Te hará recuperar fuerzas
La sangre caliente del conejo bajaba poco a poco por las manos frías de Max. La sed y falta de nutrientes del peli negro no le dejaban mas opción que comérselo y succionar toda la sangre impregnada en el animal
—Traje algunos conejos—dio media vuelta dirigiéndose a Stella
—Lose. Acabo de verlos
—Tendremos para mantenernos vivos al menos un tiempo o hasta que nuestros cuerpos aguanten
—Tienes pensamientos muy retorcidos, en la escuela de magos te hubiera ido bien
Suri miro a Stella con extrañeza, ella no estaba acostumbrada a que las personas estuvieran acostumbrada a su presencia a excepción de Max
—¿Escuela de magos?—tiro el conejo al suelo—¿Existe esa cosa?—preguntó Max
—¿Cómo crees que existen los magos?—Preguntó Stella atónita
—No se...Pensé que ya habían nacido así
Stella observó a Max como si fuera un niño a quien hay que explicarle con manzanitas cada cosa que hacen
—La escuela de magos es un lugar donde varios jóvenes con talento mágico sin importar su clase social van a estudiar y especializarse en algún tipo de magia
—¿Y tú te especializaste en... ?—preguntó Max
—Soy una maga elemental aunque puedo hacer otros encantamientos me parece más sencillo hacer...
—¡Fuego!—interrumpió Max—Seguro hacer esa cosa te tomó más de un día
—¿Seguro que eres un vampiro?—preguntó Stella
—¿Acaso no se nota?
—En los libros los escriben diferente
—Los libros suelen fantasear las cosas—añadió Max
—Si, ya veo—observo a Max de cabeza a pies
—¿Por qué me miras tanto?—se cubrió su cuerpo con sus manos—recuerda que eres casada
Stella trato de calmarse a sí misma para no golpearlo
—Toma—le acercó un plato con caldo—y guarda silencio
—Pero yo... —Suri le cerró la boca con una de sus manos
—En estas ocasiones es mejor guardar silencio—dijo en voz baja mientras se sentaba a su lado
—Veo que al menos hay alguien con sentido de razón aparte de mí entre nosotros—le acercó un plato de comida
Suri aceptó el plato con una leve sonrisa en su rostro al momento de recibirlo
—¡Buah!—se sacó la mano de la boca—casi me muero ahogado. Controla tu fuerza a la próxima
Suri y Stella se limitaron a escuchar las quejas de Max mientras comían
—Por cierto Suri ¿Cómo llegaste tan rápido?—inquirió Max
—Un cuervo algo excitado me entrego tu carta y partí enseguida
—¿Así que viajaste toda la noche tu sola?—añadió Stella
—Era la única manera de llegar
—¿Por casualidad no pasaste por algún bosque al momento de llegar ?— Cuestiono Max
—¿Qué idiota entraría a ese bosque?. Se nota a leguas que estaba encantado
—Claro...solo un idiota entraría en el—lloriqueo Max en silencio
—Hay más idiotas en el mundo de lo que te imaginas—agregó Stella mientras observaba a Max
—ah... —dijo Suri percatándose de lo sucedido de lo sucedido—seguramente cuando tú pasaste no había ninguna aura cerca
—Si... quizás haya sido eso—comió su caldo
La mañana transcurrió con tranquilidad mientras comían su desayuno hasta que llegó la hora de partir
Stella quien aún tenía muchos talismanes en su posesión, invocó un tigre muy fornido y de mirada amenazante
—¡Waaaa!—grito Max mientras se alejaba de tal animal
La reacción de Max hizo que el tigre diera un salto en donde estaba parado y cubriera con sus garras su aterrador rostro
—Oye tú ¿por qué asustas a mi invocación?—reprocho Stella intentado calmar al tigre
—¡E-ese es un tigre!. Quítalo de mi vista—suplico entrecortado detrás de un árbol
—Señorita Stella, ese vampiro da miedo—expresó tembloroso—¿No me chupara mi sangre?
—¡Tigre cobarde! ¡Tigre cobarde!
—¡Silencio Patrick!—ordenó Stella—y tú ya deja de templar que nadie va chuparte nada
El tigre y Max tranquilizaron sus mentes un poco antes de volver a dirigirse la palabra
—¿Entonces... tú no vas a comerme?—preguntó Max mientras se acercaba
—mientras tú no chupes mi sangre, no haré nada—dijo con voz temblorosa
—Él no hará nada que yo no haya ordenado—reprochó Stella—Así que déjense de dramas y seguimos con los preparativos—acomodo a Lio en el regazo del tigre con delicadeza—Suri, si necesitas transporte puedo invocar algo con el que puedas transportarte
—No es necesario—silbo—Ya traje compañía—Un caballo blanco se acercó de entre los árboles
—Entonces estamos listo para partir
Stella quien estaba presurosa de salir, partió con una gran velocidad seguida por Suri y Max quienes iban en el mismo caballo
Las invocaciones de Stella los vigilaban desde el cielo, Patrick y Nicolás eran confiables en este tipo de situaciones
—Nicolás no creo que debas volar con un ala rota
—No es necesaria tu preocupación, si me siento mal solo bajare a donde están los demás
—¿Quién dijo que estoy preocupado? Solo no quiero que me retrases—alzó el pico mientras se adelantaba
—Nunca entenderé a esos pájaros—expresó Max quien los observaba desde abajo
—No creo que ellos quieran que los entiendas—sonrió levemente
—¿Enserio?... Y yo creía que le caía bien al búho, que lástima
—Te espere en el puerto pero no llegaste—añadió Suri cambiando de tema
—Si, me surgió un inconveniente
—Tuve que hacer el trabajo yo sola. Pero eso creo que lo sabes
—¿A qué quieres llegar?
—En la carta solo mencionaste que necesitabas ayuda y nada más que eso
—Y la necesito...
—¿Por qué quieres ayudar a ese niño? ¿Acaso te enamoraste de la mamá o algo parecido?
—¡¿Qué?!... claro que no, solo quiero ayudar al niño eso es todo
—¿Eso es todo?. Una excusa algo vaga ¿no crees?
—¿Qué quieres que diga?... ¿Qué ayudó al niño porque me dio pena y solo lo uso para auto complacer mi culpa?
—Eso suena mejor que la otra excusa... y dime ¿esta si es verdadera?
—No lose—miro a lo lejos a Stella—no creo que ella pueda lograr ayudar al niño... solo mírala, aunque sea elementalista solo es una aprendiz
—¿Cómo sabes eso?
—Los magos aprendices tienen menos de cien años. Es fácil reconocer uno
—No te cuestionare—bajo la cabeza— Solo espero que puedas aliviar ese sentimiento y podamos regresar pronto
—Esta bien—titubeo—intentare hacerlo
¡Hola! Mis Queridísimos Lectores
Hoy les vuelvo a traer otro capitulo de esta obra que nos gusta tanto
Dato curioso de este capítulo: El tigre invocado por Stella tiene una personalidad demasiada tímida acercándose a miedoso
Esta invocación no es muy usada por Stella debido a su personalidad por eso pocos la conocen
Nos vemos en la siguiente actualización
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