𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 1 - 𝕷𝖆 𝕹𝖔𝖈𝖍𝖊 𝕾𝖔𝖑𝖎𝖙𝖆𝖗𝖎𝖆
En las llanuras de un bosque frío y espeso cubierto de nieblas a su alrededor se encontraba un pequeño semi elfo perdido, sus cabellos blancos que cubrían un parte de su rostro y sus ojos bicolores azul y rojo resaltan su aspecto.
Sus ropas estaban agujereadas y sucias , sus suelas de sus zapatos parecían que se iban a abrir en cualquier momento, su atuendo daba a entender que algo le había sucedido antes de entrar al bosque.
Lio, que era el nombre del pequeño semi- elfo, frotó sus manos sobre su ropa haciendo que su ropa volviera a un aspecto nuevo y limpio de pies a cabeza.
Saco una bufanda blanca de su mochila y se la puso para cubrirse del frío que anunciaba el invierno. Observó los alrededores del bosque con mucha curiosidad, los árboles parecían inmensos por su diminuto tamaño.
Las pisadas que daba se iban perdiendo una a una, las hojas de los árboles parecían silbarle y la bandada de aves en los cielos parecían observarle
Lo único que lo distraía era el sonido de su vientre crujiente que le pedía comida a cada segundo. Los arbustos alrededor no parecían comestibles y no había árboles frutales cercanos, decepcionado sigue su rumbo incierto.
Una brisa de viento cubrió su rostro haciéndole cerrar sus ojos mientras sus brazos lo cubrían inconscientemente, el viento robó su bufanda hasta uno de los arbustos, Lio sin dudarlo corrió en su rescate sacándola de las ramas que la retenían para ponérsela en el cuello encontrase en su rescate un par de bayas.
Sus ojos brillaron de alegría por tal descubrimiento, su estómago empezó a crujir más y más, las manos de Lio no pudieron soportar la tentación de ver tal asombrosas bayas que se fueron encima en segundos.
Una baya tras otra fueron en dirección a la boca babeante de Lio, el festín duro hasta que su estómago no pudiera comer más, su cara embarrada y su manos pegajosas mostraban cuán fuerte era su apetito.
Chasqueando los dedos eliminó los rastros de bayas en su ropa y manos dejando las de su rostro que limpio con uno de sus pañuelos.
Bajo su mochila y entre risas guardo el resto de las bayas como reserva para su supervivencia. Tomó un poco de agua que tenía guardado en uno de sus pomos y algo más calmado dijo —¡Gracias!—refiriéndose al bosque
La niebla se disipaba poco a poco mostrando un camino de tierra en su interior, sin dudar ningún segundo Lio siguió el camino que quizás lo llevaría a la salida de ese bosque.
Guiándose solo por el camino siguió su rumbo con un poco más de ánimos y esperanzas.
Hola! soy la autora de esta obra, espero que la estén pasando bien y si no es el caso recuerda que habrá día mejores no pierdas las esperanzas.
En esta sección daré algunas opiniones o comentarios que tengo de cada capítulo, espero que nos llevemos bien y sin da nada mas que decir ¡Gracias por leer mi obra! espero que sea de su agrado.
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