Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Arrugas en el tiempo


Existe algo en el cielo nocturno que hace que al mirarlo uno no pueda dejar de admirarse.

Arrugas en el tiempo, George Smoot y Keay Davidson.

Avanzaba la tarde y el Barrio Latino de Bengaluru se llenaba de sombras. No había gente en las calles solitarias, ni peligro de que me reconociesen. No quedaba nadie, salvo una niña de apenas doce años que caminaba sola. Sus pasos resonaban en el silencio. No eran horas para que esa niña estuviese sola en la insegura ciudad. La pobrecilla se había entretenido y llegaba tarde a su casa. Andaba con prisa porque no quería que su padre se inquietase; pero bien sabía yo que era inútil —había vivido ya ese momento— y que, al llegar, su enfadado padre la reprendería severamente.

—Hola, niña guapa —dije parándome frente a ella.

Se asustó, esforzándose en que no se le notase. Yo conocía muy bien ese gesto. Desafiante. Era tan mío...

—Mi padre me ha dicho que no hable con extraños. No te acerques demasiado o gritaré. Puedo hacerlo, no te tengo miedo.

—Tu padre tiene razón, pero yo no soy una extraña, Rebeca —sonreí.

—¿Cómo sabes tú mi nombre?

—Yo sé muchas cosas de ti. Te soy familiar, ¿verdad? —dije, mientras me agachaba frente a ella para no parecer tan intimidante.

—Sí, es como si tu cara la hubiera visto en algún sitio...

—Te voy a hacer un regalo, cariño. Toma mi navaja eléctrica. Es para ti. Guárdala bien, porque en el futuro te será muy útil. No utilices mal esta navaja. Nunca busques pelea; sin embargo, cuando no puedas evitar el enfrentamiento, no actúes con cobardía; al contrario, muéstrate temible, que te teman, que se arrepientan de haberte desafiado, ¿de acuerdo?

Asintió mientras tomaba con ambas manos esa navaja eléctrica que tantos años había pasado conmigo. Proseguí:

—Rebeca, sé prudente y discreta, pero nunca renuncies a tus sueños, aunque tengas que luchar por ellos con todas tus fuerzas. Llegarán momentos difíciles en tu vida, no lo dudes, siempre llegan; deberás entonces aguantar, perseverar en tus esfuerzos y ser fiel a ti misma. Pase lo que pase, no te rindas nunca.

La niña me miraba fijamente con una expresión de profunda fascinación. Yo conocía muy bien ese gesto tan mío. Continué:

—Nunca te enfrentes al peligro si no es a cambio de algo que merezca la pena, pero afróntalo con firmeza cuando se presente. Recuerda todo lo que te he dicho. No lo olvides.

—¿Conoceré el amor? —preguntó con inocencia.

—Claro que sí, cariño. Claro que sí —dije, y me puse de rodillas frente a ella—, y te aseguro una cosa: serás muy feliz, él no te hará sufrir. Merecerá la pena. Te lo garantizo.

La abracé, mientras pensaba que aún quedaban muchas cosas por hacer en el sistema solar, muchos años, décadas de trabajo para facilitarle las cosas a esta niña. También había que cambiar algunos detalles en la vida del joven e insensato Juan Argento.

—¿Quién eres tú que hablas así y me cuentas todas estas cosas? —Rebeca abrió mucho los ojillos—. Dímelo, por favor.

—Yo soy una nauta —respondí, separándome un poco de ella mientras ponía mis manos sobre sus hombros—. Una nauta del espacio... y del tiempo.

—Entonces, de mayor, yo también quiero ser una nauta, una nauta como tú.

Sin dejar de mirarme, cerró levemente los ojos y percibí en su rostro de niña el destello desafiante y feroz de esa Rebeca valiente que bien conocía. Sonreí. Ella también lo hizo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro