Capítulo Veintiuno: Las consecuencias de Regan
Capítulo Veintiuno: Las consecuencias de Regan.
Rayan
28 de diciembre, 2016
—La verdad es que no recuerdo sus nombres —Masculla Breana en voz baja mientras nos detenemos frente a la puerta de la gran casa de mi padre.
Supongo que su libertad financiera le hizo creer que tenía el derecho de embarazar a tantas mujeres.
—No te preocupes, me tomó años aprenderlos todo y cuando lo hacía, aparecía uno nuevo —intento bromear y ella hace una mueca dándome un suave apretón en la mano.
Summer se mueve con impaciencia esperando que abran la puerta y cuando se dispone a tocarla nuevamente, esta es abierta por el rubio de mis hermanos que nos mira con amigables ojos azules.
—Hola, tío Charlie —saluda Summer abrazándole la pierna.
—Hola, sobrina Summer —responde con cariño.
—¿Llegaron todos? —pregunta mi hija rodeando sus piernas para entrar.
—Aun no.
Mi hermano vuelve la atención a mí y me da un abrazo en saludo lleno de demasiadas palmadas. No lo había visto en dos meses, no nos vemos tan seguido porque vive en Manchester y porque a medida que fue creciendo, se hizo más abierto sobre lo mucho que disfruta de su espacio y soledad.
—No sé si recuerdes a Breana, Charles, pero es mi novia.
—Un gusto conocerte nuevamente, Breana.
—Lo mismo digo, Charles.
—Puedes llamarme Charlie.
Él nos deja pasar y en silencio llegamos hasta la sala. Para haber tantas personas, no hay tanto ruido más allá de los niños jugando.
Ni mi papá o su esposa Miriam están a la vista lo que me hace suponer que se encuentran en la cocina. Hago una ronda de saludos que comienza con Joseph, la copia física y exacta de papá siendo pelinegro de ojos grises, sigo con Diana cuyos rizos castaños y esponjosos se sacuden cuando me abraza, su piel pálida se sonroja cuando conoce a Breana, puedo prometer que tiene corazones en sus ojos grises antes de que me presente a su novio cuyo nombre olvido de inmediato.
Fate, mi hermana mayor, de piel oscura, cabello rizado y ojos grises, con un parecido tremendo con Diana, me da un saludo incómodo con la mano desde la distancia antes de enfocarse en lo que uno de sus gemelos de tres años le dice y Paper, la castaña rojiza de ojos azules me sonríe dándome un abrazo breve.
Supongo que para las personas ha de ser divertido darse cuenta de que papá tiene unos hijos llenos diversidad, hay hermanos Davis para escoger, papá no tuvo limites raciales cuando se reproducirse se trató.
—¡Ry! —grita Cole, mi hermanito menor de solo seis años y lo alzo en mis brazos con una sonrisa.
—Qué enormes estás —finjo asombro y se ríe.
—Y creceré mucho más.
—Estoy seguro de que así será, Cole.
Cole tiene el cabello negro y los ojos grises de papá lo que lo hace ser una copia casi exacta de Joseph. Es sorprendente alto para su edad, lo que hace que Summer, una niña bajita, refunfuñe siempre que puede. Le gusta seguir a mi hija, pero es cierto que es un niño sensible que llora con facilidad y posiblemente el único que aun ve a Regan como su héroe.
El timbre de la casa suena avisándonos que llegaron más de nuestros hermanos y Joseph va a abrir la puerta en tanto dejo a Cole en el suelo para que juegue con Summer y los hijos de Fate.
Un abrazo entusiasta viene desde atrás junto a saltos efusivos que me tiene riendo antes de girar y abrazar a Carrie. Intento deslizar mi mano por su abundante cabello castaño, pero está hecho un enredo cómo casi siempre pese a que lo lleva corto y sus ojos marrones me miran con diversión antes de alzarse sobre las puntas de sus pies intentando llegar más allá de mi pecho, es bastante bajita.
—Carrie, ella es mi novia...
—¡Dios mío! ¡Breana Stone! Te amo ¿De acuerdo? Te amo. Eres la más bonita e increíble. Y ¡Jesús! Eres perfecta ¿Cómo eres incluso más hermosa en persona? —Carrie no respira mientras escupe las palabras—. No puedo creer que Ry te ha hecho mi cuñada, no tengo palabras. Es como lo mejor que me ha pasado este año... ¿Podemos tener un día de chicas? ¡Tengo tantas preguntas! Eres mi crush, sería lesbiana por ti.
—Qué halago —Se ríe Paper y yo sonrío mientras Breana parpadea hacia mi hermanita.
—Tómalo con calma, Carrie.
—Es que esto es demasiado ¡Ry has cambiado mi vida! —Me agradece teatralmente dándole un abrazo a Breana que ríe por lo bajo—. Te prometo que seré tu cuñada favorita. Tengo quince años, pero soy super madura.
—Aun besa los posters de Doug McQueen y Ashton Bratter —asegura Joseph y Carrie se sonroja.
—¡Solo lo hice una vez!
—Una vez que te pillara, pero apuesto a que lo haces siempre —la sigue molestando Joseph.
—¡Para, Joe! —Lo empuja, pero ambos están riendo—. ¿Por qué nadie molesta a Diana por su enamoramiento por Parker Morris?
—Porque soy discreta y es admiración —responde Diana.
—Y porque su estrategia es que casualmente un día Rayan los presente —Se ríe Charles.
—¡No es cierto! —protesta Diana altamente sonrojada y arqueo una ceja—. ¡Rayan, no es cierto! Además, tengo novio.
Todos miramos al tipo insulso jugando en su teléfono antes de mirarla a ella.
—¿Quieres que te presente a Parker? —La fastidio—¿Para qué se enamoren y sean felices? Porque le hablaré bien de ti y les prepararé una cita donde se hagan ojitos y...
—¡Para! No es así —Se pone aún más roja con los ojos muy abiertos—. ¡No hagas eso! Es un crush y así debe ser. No nos presentes.
—No sé, protestas demasiado —comento.
—Parker y Diana sentados en un árbol... —comienza a cantar Carrie.
—Los odio —masculla consternada.
—Parker es increíble —Le hace saber Breana— y estoy segura de que estaría encantado de conocerte.
—Oh, Dios. No, no, no es necesario —dice con rapidez—, pero gracias, Breana.
—Tienes que sacar ventajas de que tu hermano sea famoso —la amonesta Joseph—, por ejemplo, si yo quisiera una novia, le diría que me uniera con Krista.
—Sí, eso no pasaría. Ella te masticaría —Le rompo las ilusiones.
—Krista no es mala —Me reprende Breana y arqueo una ceja—. Solo es una mujer muy segura de sí misma y con una fuerte presencia.
Asiento en acuerdo y vuelvo mi atención a Carrie.
—Pensé que no podrías venir —Hago saber antes de que Summer emocionada venga hacia su tía favorita.
—La mamá de Jona pasó por mí —Me responde señalando hacia atrás en donde mi hermano me sonríe ampliamente finalmente uniéndose a nosotros.
—¿De qué me perdí? —pregunta dándome un abrazo.
—De Carrie siendo amorosa sobre Breana, quien es novia de Rayan, y de Diana declarando su amor a Parker Morris —resume Charles.
—¡No hice eso, Charlie!
—Lo hiciste —apoya Joseph haciéndola rabiar.
—Ese es el rubio del programa ¿no? —Me pregunta y asiento sonriendo— ¿Vas a presentarlos?
—¡No! No hará eso —básicamente grita Diana.
—Protestas demasiado ¿Te gusta mucho? —Se burla Jona antes de abrazarla en saludo.
Fate y Paper se ríen. Es agradable estar juntos sin tanta tensión.
Jona recuerda a Breana, creo que incluso tiene un enamoramiento teniendo en cuenta de que la última vez le hacía ojitos, pero es inofensivo y sobre todo muy dulce con ella a su manera torpe.
Jona es enorme para solo tener diecisiete años, bueno, dieciocho en una semana, pero eso se debe a que es un jugador de rugby, uno muy bueno, desde mi punto de vista el mejor. Es el doble de ancho de mi complexión y el más alto de todos nosotros. Sus ojos verdes son demasiado cálidos para su complexión ruda y el cabello castaño con reflejos rubios le cae de manera desordenada por la frente.
—¿Volviste a romperte la nariz? —pregunto reparando en la tira blanca.
—Algo inofensivo —Se encoge de hombros antes de alzar a uno de los gemelos que clama por su atención.
—¿Qué te da de comer tu madre, Jona? —Le pregunta Charles y éste rueda los ojos con diversión.
—Apuesto que una vaca entera —Se ríe Paper.
—Aquí la verdadera pregunta es ¿Qué haremos por tu cumpleaños número dieciocho, fortachón? —pregunta Joe pasándole un brazo alrededor con una sonrisa de complicidad.
—Nada. No voy a beber y tengo entrenamientos intensivos.
—Siempre tienes entrenamientos intensivos —Se queja Joseph—. ¡Te estás perdiendo las cosas que tienen que hacer los niños de tu edad!
—¿Qué cosas? —pregunta Jona dejando a uno de los gemelos en el suelo para que corra junto a los otros niños.
—Fiestas, chicas o chicos, dormir hasta tarde, cagarla...
—No está mal tener disciplina, Joe —Lo defiende Fate y Joseph rueda los ojos.
—Sí, pero estaría bien que su papi lo dejara tener una vida fuera del rugby.
—Oye, Richard solo está haciendo lo mejor por mi potencial, tiene buenas intenciones —asegura Jona sobre su padrastro y hago una mueca.
No dudo que el tipo tenga buenas intenciones y cumpla la función de un padre en su vida, pero es cierto que el pobre chico solo se le permite vivir para el rugby.
—Cómo sea, celebraremos tu cumpleaños —concluye Joseph.
—No saldré de fiesta, Joe.
—Claro, lo que digas, Jojo.
—No me llames así —Se sonroja y frunce el ceño mirando a Breana—. Nadie me llama así, es solo Joe molestando.
—¿Nadie te llama Jojo? —Le pregunta Paper sonriendo con burla—. No lo sé, te recuerdo de niño diciendo "soy Jojo."
—¡Era un niño! Solo Jona está bien.
—Me lo pensaré, Jojo —Le guiña un ojo Paper.
Es la primera vez en un año que papá realmente consigue reunir a todos sus hijos. Generalmente Fate está enfada con él y Paper viajando para cubrir las publicaciones en su blog. Charles y Joseph viven en Manchester, Diana pasa casi todo su tiempo en esta casa, Jona está en una relación intensa con el rugby y su padrastro es bastante estricto con sus horarios, y Carrie vive a las afueras de Londres sin contar que su mamá, justificadamente, desprecia a papá.
Estuve un tiempo tan obsesionado con el hecho de tener todos estos hermanos de diferentes madres, que memoricé sus nombres y edades. Veintiocho para Fate, veintisiete para Paper, luego estoy yo con veintiséis seguido de Charles con veinticuatro, Joseph y Diana con veintidós, ese año papá realmente estuvo movido, Jona con diecisiete, nuestra quinceañera Carrie y espero haya cerrado con Cole de seis años.
No puedo culpar a Breana por nos recordar sus nombres.
—Mis hijos reunidos —anuncia papá su llegada.
Y no soy el único que rueda los ojos, porque tiene mucho descaro en la normalización de lo difícil que nos hizo la vida a todos con su amor por las relaciones extramaritales.
Me abraza con calidez recordándome por qué no lo odio. La verdad es que nos ama y aunque cumple más el papel de un amigo que quiere ser divertido, no nos abandonó y está feliz de la existencia de todos.
Saludo a Miriam que parece abrumada como siempre que nos reunimos todos los hijos de Regan, en el fondo, debe de tener la incertidumbre de si le tocará vivir la aparición de un nuevo hijo como lo hizo cada una de nuestras madres.
Diana, Carrie y Jona acaparan a Breana con preguntas y luego enarco las cejas cuando Carrie dice algo y Jona alza a Breana sobre su cabeza como si probara un punto, levantándola sobre su cabeza como si hiciera ejercicio antes de ponerla de pie.
Me pregunto si Breana podría dejarme después de esta visita.
—Así que finalmente tienes una novia y una muy guapa —celebra papá.
—Hacen buena pareja —dice Charles.
—¿Y tú cuándo traerás un novio a casa? —Se interesa papá y Charles resopla.
—No te veo molestando a Paper para que traiga una novia.
—Eso es porque Paper está ocupada viajando por el mundo —justifica Joseph.
—Yo estoy ocupado con el trabajo.
—Mentira, estás ocupado encerrado en casa siendo asocial —Lo fastidia papá y la sonrisa de Charles se vuelve tensa.
—Charlie tiene un trabajo importante y no necesita que supervisen su vida amorosa —intervengo.
—Gracias por entender, Ry.
—Yo siempre traigo una novia a casa —Se regocija Joseph.
—Traes a amigas —Lo corrige Charles—, una diferente en cada reunión y luego te peleas con Fate cuando se niega a fingir que es la primera vez que traes a una, Joe.
—Soy amoroso.
—¿Así es como se llama ahora? —pregunto y sonríe—. De todas maneras, parece que hoy te dejaron solo.
Se encoge de hombros si darle importancia.
—Al menos ellas socializan más que ese novio raro de Diana —opina.
—Déjala, es el primer novio que trae a casa —dice papá.
—Y es una elección terrible —masculla Charles en voz baja—. En cierta manera, las amigas de Joe me han caído mejor.
—Y pese a que comparto mi amor por las mujeres, puedo asegurarles que no estoy dejando hijos regados —Lanza una mirada de reojo a papá y sonrío porque siempre ha sido un descarado directo.
—Creo que te hablan, Regan —Le doy un codazo a papá.
—Por supuesto que Joe habla de Regan —afirma Charles.
—Me iré antes de que me lastimen.
—Sí, huye, Regan —Se burla Joseph viéndolo ir hacia Fate—. ¿Es sano bromear sobre la irresponsabilidad de Regan sobre reproducirse?
—Posiblemente no —respondo—, pero da igual.
—¿Cómo le explicas a Summer que tiene tantos tíos diferentes? —se intriga.
—Ese fue un largo proceso.
—¿Creen que alguna vez Fate nos querrá? —pregunta Charles saludándola con una mano.
—Nos quiere —asegura Joseph—, pero aún no sabe cómo lidiar con eso a diferencia de Paper que lo lleva mejor.
—En todo caso Rayan tendría que ser el resentido, su mamá era la oficial.
—Lo superé, Charlie. Si me cabreaba por cada hermano llegando nunca se me iba a ir el enojo.
—¿Por qué Jona alza a tu novia como si fuese una pesa? —Me pregunta Joseph.
—No tengo la más mínima idea, solo está siendo Jona —respondo.
—Mierda —masculla Charles y sigo su mirada.
Es Miriam.
—No jodas —digo entre dientes.
Ella es protectora.
—Regan lo ha hecho de nuevo —suspira Charles.
Con una mano en la ligera hinchazón de su vientre.
—Miriam acaba de romper el récord: otro hijo para Regan de la misma mujer.
Paso gran parte del rato esperando que dejen caer la noticia y cuando papá lo dice con orgullo y en voz demasiado alta, un silencio cae sobre el lugar. Lo ha hecho justo antes de que pasáramos al comedor. Mal momento.
—¿Estás de broma? —pregunta Paper de manera tensa y Miriam sacude la cabeza acariciándose el bulto.
—¡Sí! ¿Regan y tú juntaron sus aparatos reproductores hace mucho o Santa hizo que los juntarán? —pregunta Summer.
—¿Ry qué carajos? —Masculla Diana mirando a Summer y sacudo la cabeza.
—¿Cómo puedes seguir siendo tan irresponsable, Regan? —pregunta Paper apretando las manos en puños.
—Muy bien ¿Qué les parece si vamos al jardín, niños? —propone Carrie queriendo hacer control de daño y Jona se agacha para que Summer emocionada trepe por su espalda.
—No, mis hijos y yo nos vamos.
—¡Mamá! —Se queja la hija mayor de Fate.
—¡Vamos, Fate! No se vayan —pide papá.
Breana se ubica a mi lado y me pasa un brazo alrededor de la cintura evaluando cómo me encuentro ante esta noticia e incómoda situación.
—No, Regan, debí sospechar que harías uno de tus anuncios cuando nos invitaste a reunirnos —expresa Fate con calma—, siempre es lo mismo contigo. Lo que me extraña es que sea de la misma mujer y no otra que mágicamente entrará por la puerta.
—¡Fate! —reprende papá abrazando protectoramente a una Miriam conmocionada y herida.
—Fate tiene razón ¿Cuántos nombres nos harás aprendernos? ¿Qué tan difícil es ponerse un maldito condón? —Alza la voz Paper.
—Papi qué es... —comienza Summer.
—Y nos vamos al jardín —anuncia Jona con mi hija trepada a su espalda—. Y humm, felicidades, Regan y Miriam... Creo.
Él sale y Carrie cargando a Cole lo sigue. Fate está ocupada abrigando a sus tres hijos para irse.
—Me he hecho cargo de cada uno de mis hijos, Paper.
—Sí y supongo que te debo las gracias por habernos pagado las consultas de terapia cuando teníamos que explicar las terribles inseguridades y miedos que vienen de cada anuncio nuevo de tus bebés. ¿Sabes cómo nos reconocía? Por número, error uno —señala a Fate—, yo soy el error dos, en teoría Rayan no es un error, y luego está Charles...
—¡Basta! Mis hijos no son errores.
—Te aseguro que lo fue para la mamá de Rayan cuando supo de Fate y de mí, sé que lo fue para mi madre cuando supo que Rayan existía y que lo fue para la de Charlie cuando supo de Joe.
—Paper, hay niños —musita Charles viendo a los hijos de Fate que parecen abrumados con la situación.
—Tranquilo, Charlie, nosotros nos vamos. Felices fiestas, espero nos veamos en otra ocasión.
No les da tiempo a los niños a despedirse y pronto escuchamos la puerta cerrarse.
Miriam está llorando y me recuerda a cuando mamá lo hizo al saber de mis dos hermanas, solo para poco tiempo después enterarse que Charles también existía.
—Creo que es hora de parar, Regan —hablo finalmente—. Felicidades, Miriam, debes entender que no hay ningún problema contigo y lamento que la situación saliera así, pero no esperábamos esta noticia.
»Regan, no puedes indignarte porque tus hijos estén enfadados, no has tenido tiempo de ser padre al completo para ninguno de nosotros... Tal vez para Cole y es abrumador que siempre tengamos que conocer a alguien más. Deseo lo mejor para tu nuevo bebé, pero en este momento estoy desconcertado.
—Eres bueno arreglando las palabras, Rayan —señala Paper—, pero esto es una mierda.
—¿Te vas? —Le pregunta una Miriam desolada.
—No, pero necesito fumarme un gran porro que me ayude a lidiar con el hecho de que una vez más mi padre embarazó a alguien —responde Paper saliendo.
—Me aseguraré de que no pateé el cubo de basura ni el buzón —anuncia Joseph siguiéndola.
Alguien suspira y miro a Diana dándole un apretón en el hombro a Miriam junto a una pequeña sonrisa.
—Felicidades ¿De cuánto estás?
Miriam le da una sonrisa junto a una respuesta y yo guío a Breana hacia el comedor murmurando un "lo siento" porque esto tiene que ser tremendamente incómodo para ella.
—¿Estás bien? —me pregunta.
—Solo me preocupa que siento que pasará mucho tiempo para que nos volvamos a reunir. Casi no veo a mis sobrinos —frunzo el ceño—. Es impresionante cómo la misma persona que nos une también es la que nos separa.
—Están enojados y heridos.
—Paper tiene razón, Regan con su corazón amoroso nos envió a todos a terapia, pero al menos pagó las facturas.
—No tienes que bromear sobre algo que te duele —Me susurra entrelazando nuestros dedos.
Le doy un apretón en la mano y planto una gran sonrisa para Summer cuando regresa junto a sus tíos.
El almuerzo es un poco incómodo, pero Summer y Cole sacan unas risas con sus elocuentes preguntas sobre el nuevo bebé. Mi hija cree que cuando el bebé nazca no los van a prestar o se vendrá a cuidarlo, quisiera verla cuando la ofrezcan a cambiar un pañal o el bebé llore. Cole está más interesado en exponer las razones por las que tiene que ser un niño.
Los dos niños hacen todas las preguntas y cubren la emoción que los hermanos Davis no tenemos.
La comida está rica, pero todos somos conscientes de que no sabemos cuándo volveremos a ver a Fate y los niños o si después de irse, Paper volverá alguna vez a aparecer.
Es otra de las consecuencias de Regan.
Ha sido todo un placer presentarle a los hermanos de Rayan. Seguramente los leerán de tanto en tanto en la historia, a uno más que otros. Todos juntos de nuevo no lo sé porque Reagan ha hecho de las suyas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro