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Capítulo Siete: Amiga, reacciona


Capítulo siete: Amiga, reacciona.

Breana.


Rayan y yo nos miramos en silencio mientras en el baño permanecen las pruebas de embarazo, aun no es el tiempo de ver los resultados.

Rompo nuestra conexión de miradas cuando bebo de la botella de agua que me entregó al salir, tengo el estómago tan revuelto.

—Tuve precauciones, en serio, no tengo sexo sin protección. Estoy frustrada y molesta por eso, tan asustada, pero debes creerme que no fui irresponsable.

—Breana, está bien, te creo —dice con suavidad pese a que sus hombros se encuentran muy tensos.

He sido cuidadosa sobre el sexo, se supone que esto y una enfermedad de transmisión sexual eran cosas con las que no debía toparme, pero siempre hay un margen de error y a veces quedas atrapada en ello. Gabriel y yo no habíamos tenido sexo desde un par de semanas antes de su gran propuesta de matrimonio, no se me pasó por la cabeza que estaría en esta posición.

Pienso en mi tensa relación actual con Gabriel, en donde trato de ser sensata mientras él insiste en que estoy confundida y que me dará mi espacio, que tal vez se apresuró y me asustó y entiende que necesito pensar, sin entender que lo que necesito es que sepa que no hay vuelta atrás para nuestra relación.

Sé que de haber un embarazo se aferrará a ello, querrá conservarlo y creerá que es algún tipo de señal sobre nuestra relación. Me convencerá de que todo estará bien, de lo bonito que será "nuestro bebé" y que habremos creado una vida. Y mamá tiene razón, me debilitaré y dejaré que me envuelva convenciéndome de que mi opinión está mal y la suya está bien, podría hacerme sentir culpable de decidir sobre mi cuerpo.

—¿Qué quieres hacer? —Rompe el silencio Rayan—. Quiero decir, si las pruebas dan positivo y estás embarazada, qué quieres hacer.

He tenido toda una semana para pensarlo.

—No quiero tener un bebé en este momento, Rayan y no quiero tener un bebé con Gabriel —juego con la botella de agua entre mis manos—. Si estoy embarazada, no creo que quiera tenerlo.

Lo veo fijamente para no perderme su reacción, sé que Rayan nunca me manipularía o jugaría conmigo la carta sobre hacerme sentir culpable de tal decisión, sin embargo, respiro con alivio cuando asiente y da un trago a su botella de agua.

—Bien —Me dice y estira la mano por encima del mesón de la cocina para tomar la mía—, entonces sabes lo que quieres y eso es bueno. ¿De cuántas semanas estarías?

Todo depende de si sucedió la última vez que tuvimos sexo o en algún momento anterior a ello, solo ruego porque no se trate de un embarazo de más de cinco semanas.

En realidad, ruego por no estar embarazada.

—No lo sé, tal vez poco más de un mes o un mes y medio.

—Aun tendrías el tiempo de interrumpirlo si eso continúa siendo lo que quieres.

—¿Qué piensas de que lo haga? —susurro.

—Pienso que mi opinión aquí no cuenta ni importa, que no me hace verte cómo una persona diferente y que hace unos minutos precisamente hablamos sobre tener bebés deseados y planificados —Me da el intento de una sonrisa—. Bueno, no hablamos de tener bebés juntos, pero entiendes lo que quise decir.

Esta vez soy quien asiente.

—Si estás embarazada, Breana —No despega su mirada de la mía— te tomaré de la mano en cualquiera que sea el escenario, puedes contar conmigo.

—Te quiero tanto —susurro y su respuesta es liberarme la mano, ponerse de pie y acortar la distancia entre nosotros.

Se hace espacio entre mis piernas, permanezco sentada en la silla alta, y me envuelve entre sus brazos en un gran abrazo.

—Tal vez me quieres tanto cómo te quiero —susurra.

Entierro mi rostro en su pecho, sintiendo los dedos de una de sus manos peinarme el cabello rubio.

Me da el consuelo, apoyo y confort que tan desesperadamente quería esta mañana cuando me desperté y tomé la decisión de que hoy acabaría con toda esta incertidumbre. Han sido siete días de suspenso y estrés a la espera de mi periodo, pero no bajó.

Permanecemos abrazados con sus dedos peinándome el cabello durante minutos, hasta que la alarma de su teléfono suena anunciando que llegó el momento de ver los resultados.

—¿Quieres que vaya? —me pregunta con suavidad.

—No —Salgo de su agarre y bajo de la silla—, puedo hacerlo.

Respiro hondo y camino hacia el baño con él detrás de mí. Veo con miedo las dos pruebas, pero casi escucho la voz de mi mamá diciéndome que sea fuerte y enfrente mi futuro, así que eso es lo que hago.

No doy vueltas ni lo pospongo, reúno una determinación prestada y elimino los pasos restantes, tomando ambas pruebas y viéndolas al mismo tiempo, obteniendo finalmente una respuesta sobre toda esta situación.

Saliendo de mi incertidumbre.

El corazón me late de prisa mientras trago verificando los resultados dos veces para confirmar que no estoy viendo mal.

—¿Y bien? —pregunta Rayan detrás de mí ni siquiera lo sentí acercarse.

—Bien —susurro antes de girar hacia él—. Son negativas.

—Negativas —repite exhalando con lentitud mientras me ve derramar lágrimas.

—¿Estás bien con eso? —Me pregunta adentrándose al baño—. Tal vez una parte de ti lo deseaba, he escuchado que eso pasa algunas veces, que cuando ven que es negativo se desilusionan y...

—Estoy bien —Lo interrumpo—, me siento tan aliviada.

»Sé que debo pensar en ir a mi ginecólogo, evaluar que todo esté bien, pero no puedo evitar sentir alivio, Rayan.

—Debes ir al médico, Breana, aunque también puede ser tu estrés lo que lo retrasó o quien sabe, pero en fin, simplemente ven aquí.

Extiende los brazos y voy a él tras botar ambas pruebas en la papelera, dejándolo abrazarme mientras me regocijo en el alivio de no tener un embarazo no deseado.

"Te tomaré la mano en cualquiera que sea el escenario" se repiten las palabras de Rayan en mi cabeza.

Él estaba dispuesto a apoyarme en cualquier decisión, en estar a mi lado y acompañarme, se quedó afuera mientras orinaba sobre las pruebas, esperó conmigo, preguntó sobre cuál sería mi plan y ahora me abraza.

¿Cómo se supone que lo supere si hace todas estas cosas por mí?

¿Cómo no notar que cada vez nos alejamos más de una amistad y parecemos algo más?

Me dije que seríamos amigos, que me importaba su amistad y que lo que pudo ser quedaba en el pasado, pero últimamente es tan difícil recordar tal argumento.

Es fácil quererlo, pero difícil olvidarlo.

***

—¡Joder, Breana! Debiste decirme, hubiese cancelado la comida e ido contigo —dice Elise mientras veo hacia el techo en nuestro camerino.

—No sentí que fuera tan im...

—Si terminas esa frase te golpearé en una teta y te prometo que será muy doloroso —Me interrumpe y eso consigue hacerme sonreír antes de volver la vista hacia ella.

—De acuerdo, sí era importante, pero supongo que solo usé el hecho de que estabas ocupada como una excusa para aplazarlo, me dije que lo haría sola en casa, pero la verdad no creo que lo hubiese hecho.

—Pero entonces Rayan llamó.

—En realidad fue Summer y estando allá tampoco iba a decirlo, es solo que tuve un colapso luego de todo el tema de la fábrica de bebé con Summer.

—Aun no se rinde, increíble —sonríe—, aunque bueno ¿Qué esperábamos? Es tan terca como Ryry. Pero volvamos a punto —Sacude la cabeza para organizarse—. Te hiciste la prueba de embarazo en casa de Rayan, quién estuvo contigo en todo momento, te dijo que tomaría tu mano tanto si lo tenías o abortabas, te abrazó cuando vieron el resultado y se dijeron que se querían.

—También los quiero a ustedes —digo a la defensiva.

—Sí, pero no quieres follarnos ¿O sí? Bueno, mejor no respondas eso —concluye riendo—. Sin embargo, sabes que nos quieres de una manera muy diferente y estoy segura que lo mismo pasa de parte de él.

—No veas cosas en donde no las hay —Me quejo.

—¿No es demasiado agotador, Barbie? —Me pregunta con seriedad y debe de notar la confusión en mi rostro—. Ya sabes, tener que fingir que no notas que desde hace un tiempo Rayan actúa diferente contigo, lo evidente que hace el hecho de que le gustas, que quiere pasar tiempo contigo y ser más que tu amigo.

Me muerdo el labio inferior y simplemente la miro haciendo que su ceño se frunza, para este punto comienzo a creer que genuinamente podría darme un golpe en una teta.

—No eres tonta, de hecho, eres de las mujeres más inteligentes que conozco aparte tu mamá es Teressa Stone por lo que te crio para ser increíblemente audaz y perceptiva, no juegues a hacerte la desentendida. Todos sabemos que desde el instante que rechazaste la propuesta de Gabriel, Rayan sacó todo su armamento y dejó de actuar como un platónico, no es que antes él fuera demasiado sutil.

—¿Y eso es debido a qué? Ah, sí, a que mi mejor amiga se fue de lengua larga.

—Ya te he dicho que lo siento.

Hace un tiempo, cuando Rayan era ajeno a mis sentimientos, en una reunión en casa de Elise en donde solo estuvieron ellos dos, ella había explotado hablándole de mi enamoramiento. Estuve muy enojada cuando lo supe, que no fue de inmediato, pero es difícil no perdonar a Elise cuando la amo cómo lo hago y más sabiendo que no había malas intenciones y que durante años ella había guardado muy bien mi secreto, de hecho, fue la única que lo supo durante un tiempo.

—Rayan solo me quería porque estaba con Gabriel y repentinamente me veía con otros ojos y ahora... Ahora simplemente puede que sienta curiosidad.

—Es la cosa más estúpida que he escuchado hoy, es incluso ofensivo para Rayan.

—Bien, me digo eso porque no quiero arriesgar nuestra amistad ¿Contenta? Amo nuestra amistad y complicidad, es algo que no arriesgaré porque sintamos deseo y nos traigamos ganas, hay miles de hombres para escoger, millones, y no me arriesgaré a escoger al único que no quiero perder.

Evidentemente hay otra razón además de esa, pero es una en la que ni siquiera me gusta pensar porque odio que eso me limite.

—Entonces, déjame ver si lo entiendo ¿Prefieres perder la oportunidad de salir y conocer románticamente al hombre que te ha gustado durante años?

—Ya he apagado mi enamoramiento por Rayan durante años, puedo hacerlo de nuevo.

—Y no sé ¿De casualidad no has pensado en lo anormal que es "apagar tu enamoramiento" cuando en realidad deberías haberlo superado? —cuestiona enarcando una ceja.

—Estás siendo muy dura esta noche.

—Porque estás jugando a ser la tonta y eso me cabrea. Odio cuando quieres llenar el papel que todos esos imbéciles de internet te dan al subestimarte.

»¿No te das cuenta de que podrías estar dejando ir tu momento con Rayan? Piensas en que lo perderás como amigo y no en que ganaras un novio que también será tu mejor amigo.

Suspiro poniéndome de pie y analizando mi falda ajustada que llega hasta mi rodilla. Sus palabras llegan demasiado cerca porque han sido preguntas que no me han dejado dormir durante días.

—Elise, entiendo que tuviste la fortuna de enamorarte y arriesgarte con Matthew, pero no soy igual que tú. No me gusta correr riesgos porque siempre que lo hago salgo perdiendo, siempre —Mi voz se quiebra al final por lo que me aclaro la garganta para recomponerme—. He sufrido corazones rotos, he sido dejada y dejado a varios novios y me han dolido por lo que sé que perder a Rayan sería muy doloroso.

—No tienes que compararte conmigo, Breana y si te has arriesgado...

—¿Las veces que Rayan y yo hemos estado enfadados? —emito una risa llena de ironía— Se ha debido a aspectos relacionados a mis sentimientos, celos o toda esta situación tensa de cosas que van más allá de una amistad.

»Lo extrañé a horrores el tiempo que no nos hablamos, arrepintiéndome muchas veces de haber dicho demasiado y dejarme llevar, no volveré a pasar por eso.

Elise acorta la distancia entre nosotras, viéndome con dulzura antes de tomarme por los hombros y darme una sacudida que me hace gritar de sorpresa.

—¿Qué demonios, Elise?

—Escúchame bien, Breana Stone, deja de decir estupideces y ve a tomar a ese hombre antes de que alguien más lo haga. La vida te está dando una oportunidad preciosa que tú con una excusa mediocre quieres desperdiciar.

»Te conozco bien y sé que hay algo que no me estás diciendo, un miedo u obstáculo más grande que toda esa tontería que dices, pero sea lo que sea, pregúntate si Rayan no vale la pena, si dejarte ir finalmente no es lo que deseas.

—¿Puedes ya dejar de sacudirme? —pregunto frunciendo el ceño y sonríe antes de hacerlo.

—Igual no pierdas el tiempo convenciéndote de todo ese asunto de la amistad.

—¿Por qué?

—Porque Rayan es terco y decidido cuando quiere algo y te quiere a ti. Tiene los ojos puesto en ti, te desea y dudo que sea simplemente para follarte.

»Va por su oportunidad, Breana y en vista de que ya te trae loca no creo que puedas resistirte por demasiado tiempo —Sonríe muy complacida—. Es cuestión de tiempo, pero va a suceder, la pregunta es cuándo.

—Hablas cómo si mi opinión no importara.

—Oh, importa, pero no nos mintamos. Ese hombre hace temblar tus bragas, una sola mirada y te moja. Te encantaba cuando pensabas que no le gustabas ¿Ahora que es la cosa más obvia, te coquetea y tiene toda su atención en ti? No creo que tengas oportunidad de sostener tu ridículo argumento.

»Pero está bien, miéntete, antes yo también lo hacía, sin embargo, sabes tan bien como yo que terminarán follando, gimiendo y jadeando para luego declararse su amor y entonces te darás cuenta de que tienes la fortuna de que tu amigo sea quien te haga correrte y te acelere el corazón. Hazte un favor y deja de luchar con tanto esmero contra algo que deseas.

Mi mirada tiene que delatar mi miedo ante sus palabras porque se ríe mientras sale de nuestro camerino, yendo a donde nos esperan para iniciar en unos pocos minutos el programa, pero regresando en última instancia.

—Ah, y gracias por no estar embarazada —modula para después irse.

Me masajeo las sienes justo antes de revisar el nuevo mensaje en mi teléfono.

Gabriel: espero tengas un buen programa hoy, cariño. Te echo de menos, pero respeto tu espacio.

Claro, por supuesto que lo respeta, es por eso que todos los días me envía mensajes.

Dejo el mensaje sin responder, guardando el teléfono en uno de los cajones del tocador y saliendo para hacer esta noche un nuevo programa.

No puedo evitar notar que Rayan hoy no estará y tampoco puedo evitar pensar lo mucho que me gustaría verlo aquí o la manera en la que estuvo conmigo esta mañana en un momento en donde no sabía que lo necesitaba.

Rayan Davis es un acaparador que siempre de alguna manera consigue más espacio en mi corazón.

***

14 de septiembre, 2016.

—Estoy segura de que podías llamar a Holden o Derek para ponerte al día sobre el programa de hoy, no es que nada nuevo pasara en tu ausencia—susurro.

Me encuentro acostada de lado en mi cama, con el altavoz activado y la habitación a oscura mientras mantengo una llamada con Rayan que inició hace veinte minutos cuando me preguntó si podía llamarme.

Había llegado hace dos horas a mi apartamento, son pasada las dos de la madrugada y aunque tenía mucho sueño, este disminuyó en cuanto escuché su voz al otro lado del teléfono.

—Me gustan tus resúmenes —Se excusa haciéndome sonreír—. En realidad, lo que me gusta es escuchar tu voz suave antes de que te duermas, suenas... Bueno, siempre suenas mejor que cualquier canción.

Este hombre quiere llevarme a la locura. Tener toda su intensidad sobre mí es abrumador, pero no es malo, es simplemente tan nuevo que no sé cómo reaccionar.

—También quería saber cómo estabas luego de todo lo de esta mañana.

La falsa alarma de embarazo se ve como algo tan lejano, pero aun siento el eco del miedo de lo que pudo significar haber obtenido resultados positivos.

—¿Me crees si te digo que no pensé demasiado en ello?

—Yo en cambio lo pensé mucho —confiesa.

—Mejor no lo hagas, quiero dejar todo eso atrás, como un cierre definitivo de mi relación con Gabriel. Hice cita medica para evaluar mi retraso menstrual.

—Eso es bueno, es mejor descartar cualquier cosa.

Asiento y luego rio recordando que no puede verme. Estoy segura de que mi retraso se debe a todo el nivel de estrés que he manejado desde que no sabía cómo terminar con Gabriel, la gran propuesta, lidiar con él y toda la carga laboral que si bien disfruto, es exigente, además de ello suelo ser irregular, antes tenía control de ello tomando píldoras anticonceptivas excepto que odiaba el efecto que tenían en mí de agrandarme los pechos y el culo, me hacía más cohibida y empeoraba mi ansiedad, pero tal vez es algo a lo que deba volver.

—¿Te arrepientes de haber salido con él? —Hace referencia a Gabriel.

—No, fue una buena relación y aunque hay cosas que no me gustaron, en su momento me sentí feliz.

—Yo sí me arrepiento —Hace una pausa breve en la que solo escucho su respiración—. Me arrepiento de que apareciera para hacerme consciente de lo lento que fui para hablarte sobre...

—Rayan —Pareciera que le ruego.

—¿Qué quieres? ¿Qué me pides? —susurra con voz enronquecida que me hace sentir cálida.

Puedo sentir a mis pezones endurecerse mientras mi corazón emite latidos rápidos. Mi cuerpo se estimula y responde con demasiada facilidad a ese tono en su voz.

—No habrá más Gabriel, Breana.

—¿No? —respondo en voz baja y afectada, una respuesta automática a su tono de voz.

—No, esta vez voy por todo ¿Lo entiendes? No dejaré que ningún otro puto hombre se adelante, no estoy dispuesto a vivir lleno de celos y hacer el papel de amargado porque la mujer que me gusta le dé sus besos, toques, cuerpo, corazón y todo a otro. Todo tiene que ser mío.

¡Mierda! Nunca escuché a Rayan de una manera tan posesiva, generalmente es sonriente, intenso y directo dependiendo de la situación, pero nunca lo vi ser así, es cómo descubrir una nueva faceta de él, una que me está encendiendo y que me quiere alentar a escuchar más pese a estar aterrada hacia dónde nos está dirigiendo esto.

—Así que lo que me dices es que soy tuya.

—No, eso no es lo que dije.

—Debí entender mal.

—Lo que digo es que serás mía.

—¿Por qué eso suena cómo una promesa?

Su risa es baja y ronca a través del teléfono y aprieto mis piernas porque me afecta.

—No es una promesa, Breana, declaro un hecho.

—Suenas tan seguro —consigo decir cuando recupero mi voz y es vergonzoso que mi tono de voz denota cuánto me afecta toda esta atención de Rayan.

—¿Vas a decirme que justo ahora no desearías que estuviera a tu lado? Porque yo sí desearía que estuvieses aquí —suspira—. Deseas ser mía, Breana, pero estás luchando por alguna razón que averiguaré y entonces me encargaré de demostrarte por qué tú y yo debemos dejar este tonto baile y simplemente estar juntos.

Es la primera vez que habla tan directo sobre la posibilidad de un "nosotros" y la manera en la que se siente escucharlo equivale a la representación gráfica y mejorada de muchas fantasías que me reprendí por tener, es la representación de muchos deseos, pero también de algo que va más allá de eso.

—Debería ir a dormir —murmuro.

—¿Cuál es el problema, Breana?

Por un momento repito toda la excusa que le dije a Elise, pero cuando su silencio es toda la respuesta que recibo, simplemente mando todo a la mierda y con un respiro hondo digo la verdad.

—Es el tiempo —confieso—. Odio que siempre todos estén hablando de mí y no quiero leer noticias sobre cómo pasé de un hombre a otro, no quiero chismes, no quiero que me tilden de mala o me acusen de haber sido infiel. No quiero empañar nada, solo quiero mi tranquilidad mientras olvidan esta ruptura de la que ni siquiera he hablado públicamente.

»Sé que todos odian que me importe lo que otros opinen de mí, pero he leído tanta mierda, Rayan, que me esfuerzo en no darles más municiones porque todo me duele. No puedo iniciar algo contigo cuando acabo de terminar con Gabriel, no quiero estar en los tabloides y ser obtener más críticas. No quiero ser esa de la que escriben "bah, mucho no le duró el dolor" ni empañar cualquier tipo de relación que pudiésemos tener cuando todos la burlen, la usen para odiarme... Yo, simplemente no quiero más de eso.

Permanece en silencio y eso me permite hacer un breve recorrido mental por todas las cosas que se me han llamado, no sería la primera vez que se me acusaría de infiel o me llamarían "fácil", una vez incluso vi una imagen de una fruta abierta en donde decían que ese seguramente era el estado de mi vagina porque según internet, he salido con un montón de hombres y he saltado de uno en uno apenas los he dejado e incluso si eso fuese verdad, que no lo es, odio la manera en la que con crueldad todos opinan y hacen bromas hirientes que llegan a mis redes incluso cuando no las busco.

—Odio lo que internet te ha hecho —confiesa.

—Y no es algo que vaya a detenerse, Rayan. Soy la chica InfoNews a la que más atacan y de la que aman esparcir rumores.

—No eres nada de lo que dicen ¿Quieres que te diga quién creo que eres?

—No sé si sobreviviré a ello —bromeo, aunque hay verdad en mis palabras.

—Eres una persona sin la que no quisiera vivir, eres tan maravillosa que egoístamente quiero hacerte y llamarte mía, sacas lo mejor de las personas y te juro que tienes la sonrisa más espectacular, esa sonrisa es capaz de ocasionar un caos en mí. Eres luz, alegría y todo lo bueno, eres... ¡Dios, Breana! A veces junto a Summer, quiero que seas mi todo.

No sé qué decir, simplemente emito un balbuceo vergonzoso que lo hace reír nuevamente de forma baja.

—Ve a dormir, mi rubia —susurra—. Ya he dicho mucho por hoy y gracias por ser honesta sobre la razón de por qué estás tan reacia sobre nosotros, lo respeto y me contenta que no negaste lo mucho que quieres ser mía.

—Yo no dije eso.

—Descansa, mi rubia.

Y estoy segura de que lo último que escucha es mi suspiro.

Abriendo la aplicación le envío un rápido mensaje.

Breana: no me dejaste decir que también espero descanses

Pasan alrededor de dos minutos antes de que una foto de Rayan acostado de lado, sin camisa y con la sabana a cubriéndole por debajo del ombligo aparezca, sus ojos se ven más pequeños debido al sueño y su cabello está despeinado, sus abdominales están tensos por la posición y su pecho queda a la vista.

Rayan: descansaré y espero poder soñar contigo

No puedo siquiera comenzar a enumerar la manera en la que me afecta, solo sé que mis pezones me duelen y entre mis piernas siento el palpitar el deseo. Arrojo el teléfono a un lado y aprieto el rostro contra la almohada gritando de frustración.

Me digo que debo dormir, que intente pensar en otras cosas y no en la manera en la que múltiples veces Rayan me dijo que quiere hacerme suya ni en la foto.

Pero es inútil y eventualmente pateo las sabanas, estiro la mano a mi mesita de noche y tomo un vibrador, bajándome las bragas y acunándome un pecho desnudo antes de gemir el nombre de Rayan y buscar por mí misma el orgasmo que sé que él me daría.

Cada día caigo más profundo por este hombre y eso da miedo.


JEJEJE Pude sentir sus miedos ante el posible embarazo, el miedo de ustedes fue más grande que el de Stavis.

1. Esa alarma de embarazo.

2. La manera en la que atravesó el momento con Rayan.

3. Elise con su "amiga, por favor reacciona".

4. Llamada telefónica Stavis.

5. Rayan declarando que ella sería suya.

Adelanto de próximo capítulo:

—¿Qué pasa? —me pregunta y suspiro viendo que ya casi llegamos al lugar en donde se hizo la reserva—¿Querías ser la primera en abrazar a Rayan?

***

Pero haciéndome contener la respiración, repentinamente sus ojos verdes aterrizan en mis ojos cuando una sonrisa coqueta se dibuja en su rostro antes de que se incline hacia mí, posando una mano sobre mi muslo y llevando sus labios a mi oreja.

***

Sin darme cuenta retrocedo contra el ascensor mientras sus ojos conectan con los míos y entra, caminando hasta detenerse a mi lado.

***

Me aferro con fuerza a la mano de Holden y él mete nuestros dedos entrelazados en el bolsillo de su abrigo, da la impresión de que tenemos nuestros brazos enlazados.

***

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Twitter: Darlis_steff

Espero les guste.

Un abrazo.


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