La traje a mi oficina y le acomodé la silla para que se pudiera sentar.

—El próximo viernes tengo una vista en el tribunal. Hay un caso para el que me debo preparar. Cuento con evidencia contundente y testigos, pero como debe saber, no podemos cantar victoria todavía. No sabemos con qué sorpresa nos saldrá la otra parte. Ese día debe estar presente conmigo. La víctima fue abusada por su expareja sentimental, con quien convivió durante un año. Este se escuda en que la razón primordial por la cual abusó físicamente de ella fue a causa de una supuesta infidelidad. Descarté por completo esa posibilidad, porque la víctima logró grabar la agresión, dónde se le escucha atacándola verbalmente también y este le reclama el no haber visitado la casa de su madre con él.

—Es un infeliz.

—De ese tipo de escorias está lleno el mundo, pero me aseguraré de que este sea uno menos en la calle.

—Usted habla como su papá. Para mí es como un sueño hecho realidad.

—¿Conoce a mi papá?

—¿Quién no conoce al Lic. Malik Price? Él fue la razón principal por la que comencé a estudiar.

No puedo mentir, sentí algo de celos de mi propio padre.

—¿Ha hablado con él?

—Personalmente no, aunque no puedo mentirle, me gustaría algún día hacerlo. La verdad es que, lo admiro mucho. Sé que, algún día, usted llegará muy lejos como lo hizo su papá. Lo he escuchado a través de la radio y usted se vive cada caso. Se puede notar en su timbre de voz y en la manera en que defiende a tantas mujeres. Nada me llena de tanto orgullo como lo hace el trabajar para alguien tan honrado y buena persona como usted. Por eso daré lo mejor de mí para serle de gran ayuda. Le aseguro que muy pronto me pondré a su ritmo.

¿Esa hermosa mujer no se da cuenta de la emoción que puede provocar esas palabras en el corazón de un hombre? Ella es como un pan dulce; todo lo contrario al tipo de mujeres con las que acostumbro salir.

Tan genuina, sencilla y dulce. Con unos sentimientos tan puros que es inevitable no caer rendido. No he sido el único; mis clientes también han caído en su embrujo.

Desde que Genesis comenzó a trabajar en mi oficina, el ambiente se percibe mucho más tranquilo y cómodo. La verdad es que, es mucho lo que conversamos diariamente. Me fascina escuchar lo que piensa, lo que desea, lo que anhela. Hemos estado de arriba para abajo. Es de gran ayuda contar con su apoyo y motivación. Especialmente escuchar su punto de vista ante cualquier situación. Verdaderamente, no la visualizo jamás como una joven con discapacidad. Hace sus tareas, se desenvuelve fácilmente en cada una de ellas y se divide en todas las bases. 

Aparte de su inteligencia, su belleza cada día que transcurre, es algo que me envuelve y me deja maravillado. No es correcto sentirme atraído hacia mi asistente, pero es inevitable no hacerlo. Desde su llegada, no he hecho otra cosa que no sea fundirme en una especie de trance, en el cual solo la veo a ella.

Es la primera mujer en mucho tiempo que me atrae, no solo físicamente, sino en todo el sentido.

Con el trabajo y mis responsabilidades, no suelo tener tiempo para organizar mi vida amorosa. De hecho, mis prioridades siempre han sido claras desde el principio y jamás había dudado de ellas. Nada podía ocupar un espacio en mi mente que no fuera mis aficiones, pero ella ha invadido mi mente sin permiso.