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4. El ataque.

Era un día normal, 12 de mayo para ser exactos, Louis y yo debíamos ir a clases. Me desperté, me fui a lavar los dientes y la cara, luego volví a mi pieza para cambiarme, después salí de ella para ir al comedor a tomar desayuno, ahí estaban Louis y Papá ya comiendo, tengo la desventaja de que soy el más lento de la casa, así que por lo general siempre soy el último en llegar a comer, por ende, siempre debo comer apresurado y sin poder disfrutar de mi comida. Vimos la televisión dando las noticias mientras comíamos como siempre, dejamos todo apagado, agarré mi mochila y salimos al auto de papá.

Papá va a su trabajo en el auto y nos lleva al liceo, pero para evitar el tráfico de la calle de la escuela nos deja a 2 cuadras de la entrada y nosotros caminamos hasta allá. Generalmente, Louis y yo hablamos durante ese corto trayecto, y eso pasó, hablamos.

―¡MALDICIÓN! ― Exclamo llevándome una palma a la frente.

― ¡¿Qué pasó?! ― Pregunta preocupado Louis

― Olvidé traer mi proyecto de física. ― Aclaro mi molestia

―¿Piensas ir a casa por él? ― cuestiona mi hermano, esta vez más calmado.

― Ahora no, que es muy tarde, a la hora de almuerzo voy a salir a buscarlo. ― Comunico mi plan.

― Te vas a olvidar ja, ja, ja. ― Se burla Louis.

―No, no lo haré. ― Respondo con seriedad.

Entramos a la escuela y cada uno se juntó con sus amigos, ahí es donde me junté con Richard y Josías que siempre son los primeros en llegar porque los pasa a buscar el bus junto con otros 7 alumnos de los 35 del curso, 3 chicos y 4 chicas.

―Hola, chicos. ― Saludo brevemente.

― Hola. ― Me contestan Richard y Josias

Hasta ahí llega nuestra gran conversación, no somos de hablar mucho, así que luego de saludarlos me siento en los puestos de adelante y me acuesto con la cabeza escondida entre los brazos en la mesa, aprovechando los últimos minutos antes de que llegue el profesor del primer bloque.

Con el tiempo comienzan a llegar todos los alumnos que faltan. Siempre me pregunto cómo es que llegan todos en los últimos 5 minutos. Entre eso llega Leandro y lo saludamos, a 2 minutos del timbre llega Joshua, entre mis brazos escucho la conversación.

―Hola, chicos. ― Saluda fríamente Joshua.

― Hola. ― Vuelven a contestar al unísono mis compañeros.

―¿Hicieron la tarea de biología? ― Pregunta Joshua con cansancio.

― Sí, aunque hice lo que pude. ― Contesta Josias con desgano.

― Solo llegué hasta la 4. ― Comenta Leandro.

―¿Alguno me puede pasar la 6? ― Pide Joshua.

― Yo la tengo, toma... ― Ayuda Richard a mi compañero.

Entre eso me pongo a pensar algo. Yo no recuerdo ninguna tarea de biología.

― ¿Qué tarea de biología? ― Cuestiono mientras me levanto.

― La del viernes pasado. ― Responde Joshua.

― ¡¿Cuál?! ― Pregunto esta vez más desesperado.

― La de la semana pasada, el mismo día que dieron la tarea de matemáticas. ― Explica Leandro con tono de obviedad.

― ¡¿HABÍA TAREA DE MATEMÁTICAS?! ― Interpelo ahora ya completamente desesperado.

― Sí. ― Contesta fríamente Joshua.

Cierro los ojos y me río por no llorar.

― Estás acabado. ― alienta mi amigo.

― Lo sé. ― Replico resignado.

El profesor de artes entra a la sala.

― Buenos días, jóvenes. ― Saluda protocolariamente el profesor.

― Buenos días. ― Contestan al unísono todos los alumnos.

Agarro a Leandro por los hombros.

― Mátame, mátame ahora. ― Pido sarcásticamente (creo) a mi amigo.

― Calmado, tienes suerte de que ninguna de esas materias es el primer bloque, nosotros te pasamos la tarea en los recreos. ― Tranquiliza Richard mi dramatización.

― Te lo juro, me encantaría que algo completamente fuera de lo común pasara hoy para que este día termine pronto. ― Comunico a mis amigos.

― Todos deseamos lo mismo, Félix, TODOS. ― Remarca Josias.

Gracias a mucha suerte y a la mano más rápida del oeste, logré terminar las tareas en los recreos y entregarlas en sus respectivas horas.

*Punto de vista antagónico.

Alan, los 7 y varios doctores de videojuegos están ante un gigantesco ejército de villanos.

― Hoy día tomaremos lo que nos pertenece por derecho: ¡EL CONTROL DE NUESTRO PROPIO DESTINO! ― Motiva fuertemente Alan.

―¡Sí! ― Contestan los villanos al unísono.

― Una vez se abran los portales, capturen a todos los que no lleven esta chapa que los reconozca como villanos de videojuegos. ― Explica Alan mientras señala una imagen de la chapa.

―¡Señor! ― Replican coordinadamente los villanos

― ¡Vamos doctores, koopas, robots, animatronicos antropomórficos, monstruos, zombis, también esas... cosas raras con varios ojos! Vamos todos, ¡POR NUESTRO DESTINO! ― Motiva exacerbado Alan mientras abre el primer portal.

― ¡POR NUESTRO DESTINO! ― Gritan los villanos corriendo hacia el portal.

*Punto de vista protagónico. 1:45 pm.

Llegó el último recreo, el más largo y en el que dejan a los alumnos salir de la escuela. Mis amigos me acompañaron a ir a mi casa a buscar mi proyecto de física.

Mi colegio queda en el centro de la ciudad, y mi casa está en un cerro cercano. Iba caminando con mis amigos hasta que algo ocurrió.

Un montón de gente está viendo a las afueras de una tienda de televisores que siempre dan las noticias. Mis amigos y yo nos preguntamos qué está pasando, nos movemos entre la gente para llegar al frente del ventanal y vemos la noticia de último momento: En todas partes del mundo, está siendo atacada la gente por personajes de videojuegos, que salen de extraños portales que se generan después de que la realidad en el horizonte se rompa como si de un cristal se tratase. Todos quedamos paralizados.

De repente el cielo se nubla, todos están quietos, nadie se mueve, se escucha un vidrio quebrarse y se ve en el horizonte exactamente arriba de un pequeño cerro, cómo la realidad se rompe, todos están estupefactos mirando el agujero de luz que quedó.

A partir de ahí, ocurre un quiebre en mi vida. Al ver salir del agujero a un goomba, tras él, del portal, comienzan a salir un montón de enemigos de videojuegos, un montón de soldados, zombis, naves espaciales, etc.

Todos comienzan a correr y gritar mientras la ciudad comienza a ser destruida. Entre eso siento cómo mis amigos estaban atrás tratando de moverme y hacer que corra mientras el goomba seguía caminando hacia mí, pero estaba paralizado, no me lograba mover.

En ese momento dejo de ser yo mismo y, con una reacción de último momento, como si se tratara de un "Quick time event", piso al goomba y este, al más puro estilo de Mario Bros, se aplasta y desaparece.

Recupero la conciencia, y alcanzo a escuchar una cortada frase.

―... acciona! ...pierta! Félix, hay que irnos ¡YA! ― Leandro me despierta del trance.

―¿Qué? ― Pregunto confundido mientras vuelvo a la realidad.

― ¡Ahora! ¡Rápido, que esperas, muévete! ― Grita desesperadamente Leandro mientras me jala para hacerme despertar.

Mi compañero comienza a correr detrás de mis otros amigos que ya habían empezado a correr.

Logrando volver al mundo y viendo mi vida en peligro, al fin, logro moverme.

No sé qué clase de fuerza sobrenatural me poseyó, pero lograba esquivar todas las explosiones y obstáculos que se interponían en mi camino. También tenía tanta suerte que en situaciones como un piano cayendo de un edificio me aplaste o un vehículo fuera de control me atropelle, me movía en el momento justo para que no me maten, como si una fuerza superior supiera el futuro y hacía que me moviera de manera precisa para evitar mi posible muerte.

Así fue como evite monstruos, disparos y accidentes, corrí a mi casa luego de haberme separado de mis amigos.

Una vez dentro de casa, lo primero que hice fue lo más importante... cambiarme de ropa. A nadie le gustaría morir con ropa de colegio.

Luego hice lo que todo un verdadero hombre haría en esa situación para defenderse... tirarse a la cama y cubrirse con las sábanas.

Debajo de ellas, escuchando las explosiones de afuera, 1000 preguntas pasaron por mi mente, por ejemplo: ¿Estará bien mi hermano? ¿Dónde está papá? ¿Debería llamar a mis amigos para saber cómo están? ¿Alcanzaría a hacerme mi última masturbación antes de morir? Ya saben, lo típico.

Estaba ahí filosofando hasta que siento la puerta de casa abrirse, agarrando algo de valor me levanto a la puerta de mi habitación para ver quien entró, pero a través del pequeño espacio de la puerta abierta no alcanzo a ver nada, agarrando un poco más de valor salgo de mi habitación para investigar quien entró, ese es el momento en el que alguien me toca la espalda, «Félix» me dijo.

Después de tanta tensión solo atiné a gritar. «No me mates». Luego de ver que aquel que estaba en la casa era Louis, me di cuenta del ridículo en el que quedé.

― Perdón por asustarte. ― Se disculpa mi hermano.

― ¿Asustarme? No para nada, eso... era un acto reflejo. ― Me justifico con actitud seria.

―No, digo, de verdad fue mi culpa. Yo debería haber preguntado en un inicio si había alguien dentro de casa. ― Responde Louis apacible.

―Descuida, oye, ¿has visto lo que sucede afuera? ― Pregunto a mi hermano.

― No, claro que no... ―Replica Louis irónicamente.

― No hay necesidad de ser tan sarcástico. ― Pido seriedad a Louis a pesar de mi tonta pregunta.

― Perdón, ¿papá, no ha llegado? ― Mi hermano pone en manifiesto su duda.

―No, ¿crees que esté bien? ― Respondo con preocupación.

― No lo sé, no contesta el teléfono. ―Cuenta Louis, afligido.

― Yo digo que esperemos aquí hasta que él vuelva, y si no vuelve dentro de unas horas lo vamos a buscar a su trabajo. ― Sugiero tratando de mantener la calma.

― Ok, creo que deberíamos colocar cosas en la mochila para cuando salgamos. Lleva tus cosas más importantes, ya que puede que no volvamos. ― Advierte mi hermano.

― O también puede que nos encuentren, así que tal vez debemos dejar una salida de emergencia. ― Aconsejo en respuesta.

― Dejemos abierta la ventana de tu pieza, esa da al patio trasero, y por ahí podemos escaparnos a la calle en caso de emergencia. ― Propone Louis.

― De acuerdo. ― Asiento no exento de miedo.

A las 19:45 ya habían pasado 6 horas desde que inició el ataque, y no sé qué tipo de suerte volví a tener, ya que al parecer ninguno de los enemigos de videojuegos había pasado por nuestro barrio, o al menos no llegaron lo suficientemente profundo como para llegar a nuestra casa. Ni yo, ni Louis atinábamos a hacer algo, ambos estábamos sentados en la sala de estar, dejando pasar el tiempo mientras esperábamos a papá, hasta que determinamos que lo mejor sería salir.

De la bodega sacamos armas, Louis llevaría la pistola con silenciador (una m1911 colt), y yo llevaría la escopeta (una yuxtapuesta). Ambos recogimos nuestras mochilas y salimos de nuestro hogar de toda la vida.

En el camino al trabajo de mi papá tuvimos que bajar al centro comercial a pie, pues, lógicamente, todo el transporte público estaba detenido por el ataque.

Tratamos de ir lo más sigiloso posible, casi ni disparando (en especial yo, teniendo la escopeta). Fuimos por todos los callejones que encontramos, evitando monstruos, nazis, aliens, etc.

Todo iba bien hasta que cuando estábamos a una cuadra del edificio donde trabaja nuestro padre, fuimos detectados por un monstruo del juego "resident evil" llamado "Némesis".

Estábamos por llegar al edificio, nos habíamos ocultado en un callejón de en frente, Némesis estaba rondando la calle buscando humanos, cuando de pronto un robot del juego "Contra" le dispara a un humano que estaba en la calle, pero este lo esquiva haciendo que la bala pegue en un bote de basura que estaba frente a nosotros, botándolo y alertando a Némesis el cual comenzó a creer que había alguien en el callejón, con mucho cuidado rodeamos al enemigo por otra calle, pero este nos vio justo cuando entramos al edificio.

Comenzó a perseguirnos y ambos corrimos con todo lo que pudimos al ascensor que, por suerte, funcionaba y cerró segundos antes de que Némesis logre embestirnos.

Junto a Louis exploramos todo el edificio de noche, estaba totalmente vacío. Cuando llegamos a la azotea, vimos tres figuras conversando.

― Qué paisaje más hermoso, ¿no creen? ― Observa una de las personas con un tono de inspiración.

― La verdad me da igual. ―Esquiva una segunda voz maleducadamente.

― Yo lo veo bastante apocalíptico... me gusta ― opina la tercera figura.

―Pronto será todo nuestro, será todo de él. ― Predice la primera voz con una alegría siniestra.

― Sí, eso será hermoso. ― Opina la tercera voz con inspiración contagiada de la voz del primer sujeto.

― Me seguiría aburriendo. ― Indica la segunda voz de manera desdeñosa.

Al ver que, al parecer, no estaban de nuestro lado, tratamos de volver. Lamentablemente, al estar tan oscuro, no vi una bolsa plástica que estaba en el suelo que me hizo caer en unas latas de cerveza convenientemente puestas de forma en la que haga el máximo ruido posible... genial.

No sé qué odio más, si las bolsas plásticas o a los desgraciados que anduvieron tomando y dejaron las latas ahí.

Bueno, en fin, luego de haberla cagado como siempre, fuimos iluminados por un rayo de luz, emitido desde las manos de uno de los hombres.

― ¡¿Quiénes son ustedes?! ―pregunta la voz del primer sujeto.

― Eh... Jacob Orwell. ― Invento tratando de ocultar mi nerviosismo.

― Y-y-y Walter Osborn... ― Apoya Louis con un poco más de tensión.

― ¿De qué juego son? ― Pregunta la voz de la tercera persona con verdadera curiosidad.

― Del.... increíble juego de... tu mamá en tanga 3, la venganza del niño rata... Remake... ― Miento con un nombre que sé que claramente no iba a funcionar.

―No recuerdo haberlos reclutado ― duda el primer sujeto.

― No, claro que no, somos de un DLC. Cuando reclutaron al villano principal de nuestro juego, automáticamente, él nos unió a ustedes. ― Soluciona Louis astutamente.

― Ah, es ese juego que es un experimento y uno le pone el nombre que quieras, ¡ya me acuerdo! ― Menciona el tercer sujeto en un giro surreal.

―¿En serio? ― preguntan sus 2 compañeros al unísono.

― ¿En serio?, es decir... ¿Vieron? ― Corrige su error Louis esperando que no lo notaran.

―Dígannos, ¿cuáles son sus habilidades?—interroga el primer sujeto con seriedad

―Tengo una escopeta — Respondo con alegría e inocencia.

― Y yo una pistola. ― Colabora Louis con el mismo tono.

― Y... ¿Qué más? —Cuestiona la voz del segundo sujeto.

― eso... ― Contesto con seguridad.

― Ok, creo que para saber si nos sirven les tendremos que hacer una prueba. ― Expresa el primer sujeto.

― Ok, no hay problema, solo digan qué debemos hacer. ― Formulo con esperanza de que no sea un desafío tan difícil.

― Bajarán por la escalera esquivando a Némesis, que está esperándolos en el piso 4, así veremos si al menos tienen la habilidad del sigilo. ― Manifiesta el primer hombre

― Esto... ― Trato de hablar dubitativamente

― Claro, no hay problema, no se preocupen, nosotros lo lograremos. ― Interrumpe con seguridad mi hermano.

― Y para que no sea tan fácil... ¡FANTASMAS! ― Llama al aire el segundo sujeto.

Ante nosotros aparecen unos monstruos oscuros que creo que pertenecen a algún juego indie que habré visto.

―Por cada Phantom que encuentren, ellos harán algo para llamar la atención de Némesis ― explica el segundo chico.

―¡A jugar! ― Expresa con inocencia el tercer sujeto.

De pronto, todos desaparecen y nos dejan solos en la azotea.

― Ahora si la jodimos... ― Manifiesta preocupado Louis.

― Sí... ― Reafirmo con preocupación.

Comenzamos a bajar por el edificio, hasta que llegamos al cuarto piso, ahí estaba Némesis, investigando en la oscuridad para saber dónde estábamos, Louis y yo determinamos que lo mejor sería que vayamos juntos, uno detrás del otro, así fue como evitamos a Némesis en este primer piso, pero como las escaleras eran metálicas tuvimos que bajar más rápido, y como Némesis era más rápido que nosotros, debimos escondernos al bajar a la siguiente planta, esto causó que nos separáramos, Louis se escondió bajo un escritorio y yo atrás de un mueble, lo más extraño de esta situación es que yo podía ver desde el punto de vista de Louis lo que él hacía, supongo que él también conmigo, no me explico esa rara conexión, bueno, cuando Némesis llegó nos empezó a buscar, nosotros nos movimos tratando de rodearlo, de repente suena un grito de fantasma y es que Louis había sido atacado por un Phantom bajito y de forma humana, tras este haber mirado mucho tiempo un cuadro en el que se veía aquella figura, cosa que alertó a Némesis y empezó a correr buscando a mi hermano.

"We are the phantoms; we will haunt you

We are the phantoms; we will kill you

We are the phantoms, we are the phantoms

Watch out for the ventilation"

— Phantom Balloon Boy

Louis comenzó a correr de Némesis, pero este se guiaba solo por el ruido. Louis tuvo la suerte de no ser golpeado por Némesis ninguna vez, a pesar de lo cerca que estuvo de él. Para distraer a Némesis, disparé la escopeta y bajé al siguiente piso. Me escondí hasta divisar al enemigo, y después de un momento llegó Louis también. Cuando vi a Némesis lejos, salí de mi escondite, el cual era un casillero. Me encontré con un computador que tenía un rostro bastante extraño; decidí no investigarlo. Cuando me di vuelta, otro monstruo me gritó en la cara, desvaneciéndose y alertando a Némesis de mi presencia.

"I hope you die in a fire

Hope you'll be stabbed in the hearth

Hope you get shot and expire

Hope you'll be taken apart.

Hope this is what you desire."

— Phantom Chica

Me fui a esconder rápidamente bajo un escritorio hasta oír nuevamente a Némesis, cuando me levanté, intento mirar donde estaba el enemigo, en las sombras vi dos figuras, no sabía a cuál mirar, decidí observar uno que se movía raro, como cojeando, puede ser que Louis esté herido, la figura desaparece en el piso, dejándome aún más inquieto, y de la nada, otro Phantom me grita en la cara y revela mi posición.

"Look at me now, prisoner inside of the body I possess

Look at me now, teaming with power I will tear into your flesh

Forever walk the darkness chained, filled with growing rage

Look at me now, I'm just like you

Both trapped with no hope to escape, Look at me now!"

— Phantom Freddy

Iba a salir corriendo de mi escondite, cuando todo se sale de control.

Louis iba bajando la escalera, topándose a otro Phantom que se colgaba del techo y le miraba fijamente. Estaba quieta, pero Louis la miró mucho tiempo, y esta figura empezó a hacer un molesto ruido de estática.

"I... don't... like... this...

they all gave up, trying to, fix me everyday

I... may... not... have... a grudge against

The one they hate, but that will not stop me today."

— Phantom Mangle

Louis corre al piso de arriba y se esconde tras un estante. Aprovechando el ruido, fui a la escalera, pero una sombra, alta y delgada, para nada humana, se aparece frente a mí, y como es costumbre, fallé en esquivarlo (pareciera que el destino estaba predispuesto a que lo falle todo...)

"And I can't give you back all the things you had

But you don't have to do this on your own

Even if you're never coming home

You're not alone! You're not alone!"

— Phantom Puppet

El Phantom empezó a bloquearme la vista dejando su imagen clavada en mi visión, también empezó a prender y apagar las luces del edificio volviendo a alertar a Némesis (pensándolo bien, Némesis ya debe de estar todo mareado).

Esquivo milagrosamente los golpes de Némesis, a pesar del bloqueo en mi vista. Volvemos a escuchar un grito de Phantom, y es que Louis, que venía bajando la escalera, se encontró con uno más, de frente, siéndole imposible esquivarlo.

"¡RUN! ¡RUN! Crash the system

¡RUN! ¡RUN! From Freddy

¡RUN! ¡RUN! ¿Will you make it?

¡RUN! ¡RUN! Keep it steady

¡RUN! ¡RUN! While they're not here

¡RUN! ¡RUN! Mangle's screaming

¡RUN! ¡RUN! System error

¡RUN! ¡RUN! Watch your breathing"

— Phantom Foxy

Retrocedí donde estaba Louis, esquivando un disparo de Némesis que casi me alcanza desprevenido. Teniendo a Némesis de frente, no nos vimos con más opción que correr hacia donde estaba él y tratar de esquivarlo para llegar a la escalera hacia el primer piso y salir del edificio.

En estos momentos, es cuando se prueba el valor. Ya no hice nada más en mi vida, así que al menos moriré intentándolo.

Y justo antes de correr donde Némesis, el piso bajo nuestros pies se rompe y nos hace caer directamente al primer piso.

― Vaya, pues, ya podría haber pasado eso unos pisos antes... ― Comenta Louis, pero sin sonar quejumbroso.

Nos recuperamos rápidamente y vamos a la puerta.

Estaba cerrada... nos dimos cuenta de eso mientras escuchábamos la risa de los tipos de la azotea detrás de ella.

Tuvimos que activar el plan B, salir por el estacionamiento subterráneo del edificio.

Cuando bajamos al estacionamiento, estaba todo oscuro. Nosotros sabíamos que había 2 salidas. Corrimos lo más rápido posible para que Némesis no nos alcance, nos dirigimos a una de las salidas y, como ya era costumbre, estaba cerrada... genial.

El estacionamiento tiene de bloqueo un portón de acero con el que poco vale intentar luchar. Nuestra única opción era que la otra salida estuviera abierta, pero ya era tarde. Némesis llegó al estacionamiento.

Yo ya me había venido abajo.

― Este es el fin. Adiós... ― Expreso con desmotivación.

― ¡Sé positivo, Félix! Todavía tenemos una opción, podemos intentar rodear a Némesis una última vez. Ya llegamos hasta acá; si caemos, lo haremos con honor. ― Intenta levantar el ánimo, mi hermano.

Refunfuño llevándome las manos a la cabeza.

― Ok, pero si muero, esta vez es tu culpa. ― Manifiesto un poco más tranquilo por sus palabras.

Comenzamos a avanzar a Némesis, y esta vez estábamos dispuestos a no comernos ningún Phantom.

Dicho y hecho, rememorando nuestros errores, conseguimos esquivarlos a todos.

Esquivamos a Némesis, el primero en llegar fue Louis, ya solo debía avanzar hasta la salida. Me disponía a llegar a la meta, más el destino tiene otros planes.

Cuando dejo de mirar a Némesis y volteo caminando a la salida, parado frente a mí, un Phantom de una figura similar a un zorro antropomórfico, con un brazo menos, me observa atentamente...

―No me jodas, ¿en serio? ― Recrimino al enemigo que no se puede esquivar.

― No tengo nada mejor que hacer. ― Habla sorpresivamente el Phantom antes de atacarme.

*Screamer*

Alertó a Némesis una última vez, y llamó su atención hacia mí, fuck...

―¡¡¡¡¡Corre Félix por la puta madre!!!!! ― alerta Louis exasperado.

― ¡¡¡¡¡¡ODIO MI VIDA!!!!! ― Me desahogo antes de empezar a correr.

Némesis me comienza a perseguir. Mientras huyo hacia la salida, Louis presiona un botón en la pared que comienza a bloquearla, confiando en que llegaré antes de que se cierre, dejando así encerrado a Némesis.

― ¡Zigzaguea, zigzaguea, mierda! ― Aconseja ya totalmente desaforado mi hermano.

Comienzo a zigzaguear, esquivando de esta forma los tentáculos de Némesis que me querían atrapar.

El portón ya estaba que se cerraba y me iba a dejar adentro. Némesis estaba cargando su cañón para dispararme, y como si de una película se tratara, logre pasar deslizándome por el último espacio abierto de la salida. Finalmente, oímos los disparos de Némesis chocar con el portón.

― ¡¿Estás bien?! ― Pregunta preocupado Louis

― Sí, ¡rápido, hay que irnos! Recuerda el lanzacohetes, no tardará mucho en darse cuenta de que lo puede utilizar. ― Recuerdo tratando de recuperar el aliento.

― Vámonos. ― Dice mi hermano

Huimos sanos y salvos del edificio, una experiencia para recordar, pero que no quisiera repetir.

Ya estando a unas dos cuadras de este, oímos una explosión.

―uf, eso... pareció una película ― bromea Louis recuperando la tranquilidad.

― O un juego. ― Colaboro aún con algo de miedo.

― Sí... oye, ¿dónde estarán esos chicos de la azotea? ― Rememora mi hermano dubitativamente.

― No lo sé, tal vez se hayan aburrido de nosotros y nos hayan dejado, pensarán que en el edificio no hay otra salida y nos creerán muertos. ¿Qué crees que haya pasado con papá? ― Pregunto con preocupación.

― Es un hombre hecho para sobrevivir, estoy seguro de que anda por acá. ―Tranquiliza Louis.

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