Cápitulo 1.
hola hermosuras de la creación de dios.
Estoy trayendo una nueva historia con una de mis parejitas favoritas, el hermoso Chanbaek, ya que estoy participando en un fest chanbaek que está a nada de terminar y hoy me tocó a mí. el fest está siendo organizado por Victoria-CB, quien amablemente me invitó a ser parte de este bonito fest.
Así que, y por ser casi el cumple de nuestro amado Baekkie, esta historia esta dedicada a nuestra parejita, pero debo aclarar que serán varios capítulos que estaré subiendo de aquí hasta el 12 de mayo que se acaba el Fest☺ por lo cual es el primer capítulo, espero que les guste y le den mucho amor.
<...>
El tic de la máquina de pulso se escuchaba dentro de aquella habitación un poco más estable, aunque esto no fuera realmente más tranquilizante para el joven de cabellos negros cortos, que se encontraba sentado al pie de la camilla, cuidando de su novio.
El medico había salido hacía poco de la habitación, después de haber revisado al joven que yacía sobre la camilla, en un estado de coma, causado por el terrible accidente de tránsito que había sufrido con sus padres siendo el único que quedó con vida, si es que lograba despertar algún día.
Kyungsoo no había logrado poder contactarse con los tíos de su novio, por lo cual, era el único que podía hacerse cargo de su pareja en ese momento, que tuvo que dejar todo para estar día y noche con él las primeras semanas. No conocía bien a la familia de Chanyeol, apenas había logrado conocer a la madre del mismo, siendo que no llevaba más que un año de relación con el alto, y este siempre la pasaba viajando por cuestiones de negocios de su familia, de la cual, ahora era el único heredero por ser hijo único del matrimonio Park.
Que si bien, está podía pasar a ayuda de casas de beneficencia si Chanyeol no sobrevivía, como había sido estipulado en algún momento por el señor Park, según sabía Kyungsoo por la misma boca de Chanyeol, quien, en alguna cita, le había contado como era que su padre planeaba distribuir todas sus riquezas si un día él faltaba.
Y aunque no era algo que debería de estar pensando en ese momento, era casi imposible no hacerlo después de haber visto la inestabilidad de su pareja durante ese tiempo, luchando entre la vida y la muerte hasta que los médicos lograron estabilizarlo un poco, pero entró en estado de coma.
Soltando un suspiro, el chico pensó en salir de la habitación un momento, tomar otro tipo de ambiente, pero, ver de pronto la mano de su amado moverse le hizo abrir los ojos en sorpresa y pararse para llamar al médico rápidamente.
(...)
En cuanto puso un pie fuera del coche, una mano se ofreció a ayudarlo, sujetándolo por el antebrazo para guiarlo a piso firme, mientras el más alto preparaba su bastón buscando con ello apoyo en darse cuenta de que nada le estorbase en el paso, mientras con su otra mano libre acomodaba sus gafas oscuras.
—Chanyeol, qué sorpresa verte por aquí hoy, ¿tu novio no viene contigo? —cuestionó JongIn, quien había sido durante los últimos meses, el encargado de una de las floristerías más importantes en la ciudad, de las cuales, ahora Chanyeol era dueño y administrador.
—No, dijo que tenía asuntos que arreglar en su universidad, ves que está por titularse —explicó la ausencia de su joven novio ese día.
JongIn asintió esbozando una sonrisa, al ver como la figura pequeña de aquel pelinegro se escabullía en silencio del local, mientras él guiaba a su jefe dentro del mismo. Con un beso silencioso y volado, el encargado de la floristería se despidió del morocho.
—Bueno, supongo que está bien... ¿viniste a ver el presupuesto de esta semana? —preguntó el chico, de piel morena, a lo cual el más alto asintió—. Tengo todo listo, pero hubo un poco de malas ventas, y el inventario se estuvo dañando que los gastos fueron altos.
Chanyeol hizo una mueca mientras tomaba asiento, teniendo cuidado al poner primero su mano para asegurarse de que lo hiciera bien, aun cuando seguía siendo bastante torpe, pues tumbó el cesto de basura con su bastón, a lo cual JongIn frunció el ceño.
—Lo siento, no logro acostumbrarme —soltó Chanyeol con molestia hacia sí mismo.
No importaba cuántos meses hayan pasado desde que despertó en esa cama de hospital, y al abrir los ojos todo lo que vio fue una enorme mancha negra. No importó cuanto cerró y abrió los ojos, el resultado fue el mismo. Su negación fue grande cuando los médicos le hicieron varios estudios para diagnosticarle una ceguera permanente, de la cual jamás sus ojos iban a poder curarse. Lloró, lo hizo de tal manera que sentía que nada en su vida tenía sentido.
Terminó con Kyungsoo, se alejó de todos por varios meses, donde solo su mejor amigo Oh Sehun estuvo con él, y fue testigo de cómo Kyungsoo lo buscó día a día, pues no le importaba que haya quedado ciego y que jamás pueda recuperar la vista. La adaptación a su nuevo estilo de vida fue terriblemente difícil, agonizante en realidad, pues, no tenía realmente un soporte que le ayude con el manejo de su herencia, y todos los negocios que su padre le había dejado a su cargo al morir aquel día.
Y aunque Chanyeol siempre se había hecho cargo de los negocios familiares, no era lo mismo para él cuando no podía por sí mismo las cifras de perdidas, de ganancias, llevar él mismo el orden, que solo le quedaba confiar en lo que su encargado decía o esperar a que Sehun tuviese tiempo para ir con él y revisar las cuentas, e incluso Kyungsoo, en quien confiaba más que en nadie en ese momento de su vida, por eso casi no iba a esos lugares cuando su novio no podía, pues su novio no podía decirle que todo estaba correcto, en especial en esa floristería en la cual había estado teniendo muchas perdidas.
—No se preocupe, no es su culpa —dijo JongIn con amabilidad a pesar de que su expresión molesta decía otra cosa, pero Chanyeol no podía verlo—. ¿Quiere que le de las bitácoras para que su novio las revise? —ofreció el moreno mientras se mantenía sentado sobre el escritorio frente a Chanyeol, este asintió.
—Sí, pero también vine para avisarte que, en estos días, se abrirá nueva vacante para un ayudante en la floristería, vienen temporadas donde la solicitud de modelos especiales se hace, y tú no podrás solo —informó acomodándose las gafas.
La noticia a JongIn no le cayó para nada bien, que una mirada llena de odio se formó hacia su jefe, quien mantenía una postura tranquila. Aun así, el chico sonrió con la mandíbula apretada teniendo que cambiar su actitud cuando Sehun apareció por el umbral de la puerta de cristal.
—Chan, siempre si pude librarme a tiempo —informó el chico de cabellos castaños claros mientras se adentraba—. Hola JongIn, ¿qué tal el trabajo? —preguntó casual abrazando a su amigo.
—Bien, hablaba de eso con el señor Park —dijo JongIn manteniendo una sonrisa media forzada en labios.
Sehun alzó una ceja al darse cuenta de la actitud del empleado de su amigo, pero no dijo nada, solo asintió mirando la basura tirada del cesto y luego a Chanyeol, siempre hacia lo mismo cuando llegaba a su negocio.
—Hun, pensé que no me alcanzarías, pero ya que estás aquí, que Kai te muestre la bitácora —sugirió nombrando por su sobrenombre al chico moreno.
—Por supuesto —aceptó Sehun esbozando apenas una sonrisa mientras miraba a JongIn, quien parecía indiferente ante su presencia y la petición de Chanyeol—. Mientras reviso, podrías ir levantando la basura, no se ve bien ahí todo regado.
Dijo a la vez que caminaba detrás del escritorio, donde se encontraban las bitácoras, la caja registradora y el pc que ocupaban para el registro de las ventas y los pedidos. JongIn rodó los ojos una vez Sehun le dio la espalda.
Quizá pasó media hora para que Sehun terminara de revisar todo tres veces dándose cuenta de que muchas cosas no cuadraban en la tabla de pedidos, ventas y dinero ingresado, pero, no dijo nada de momento, solo se envió la información a su correo personal y dijo que todo estaba bien, llevándose consigo a Chanyeol, quien no se negó puesto que no tenía nada que hacer en ese lugar.
Durante el camino, Chanyeol le hablaba a su amigo, sobre las cosas que pensaba hacer con su negocio y también con su relación amorosa, creía que Kyungsoo había sido un buen novio y compañero con él durante todo el tiempo que habían estado juntos antes del accidente, y también después de este, cuando demostró que no le importaba qué tuviera ahora esa discapacidad, que pensar en que ambos podían compartir una vida juntos siendo esposos rondaba por su cabeza últimamente.
Sehun no se sorprendía de la decisión de su amigo, podía darse cuenta de que Chanyeol estaba enamorado del bajito de ojos redondos, sobre todo después de que este parecía apoyarlo incondicionalmente.
—Si estás seguro de ello, espero que seas muy feliz con él, Chan —animó esbozando una sonrisa mientras buscaba donde estacionarse frente a la casa de Chanyeol—. ¿No piensas operarte?
—Los médicos no me dieron mucha esperanza, y... además, la operación requiere de una donación de ojos, es difícil conseguirlos, sabes el problema que tengo con mis parpados, mucho problema, no lo sé, no me quiero dar esperanzas falsas, comienzo a aceptarlo y adaptarme.
La voz resignada de Chanyeol le dio una gran pena a Sehun, quien soltó un suspiro apretando el hombro de su amigo en consuelo. El más alto había cambiado mucho desde que perdió la vista, y no era para menos, después poder ver al mundo entero quedarte en la oscuridad, era un golpe muy difícil de recuperar.
—Lo entiendo, pero aún hay una posibilidad, aunque sea mínima, piénsalo.
Chanyeol apretó suavemente sus labios para solo asentir y bajar con cuidado del coche de su amigo cuando se hubo estacionado y el más bajo dio indicación de que era seguro bajar.
(...)
Con cierto temor se asomó en la puerta mirando curioso el interior, sintiendo un poco de nervios mientras sostenía en sus manos el folder con su solicitud de trabajo. Pero, sintió sus mejillas ponerse calientes al ver cómo, al parecer el encargado del lugar, empotraba a un joven de baja estatura contra aquel escritorio mientras se comían la boca. Tragó saliva pensando en si era buen momento entrar o no.
—Vamos, Baekhyun... si tardas alguien más puede conseguir el empleo y lo necesitas —se dijo a sí mismo en un susurro bajo, dándose ánimos para entrar.
Empuñando su mano en un gesto de valentía, se acomodó la ropa e irguió parándose frente a la puerta. Dando un largo respiro, el chico de cabellos casi blancos a causa del reciente tinte que se había colocado, se decidió por entrar.
La puerta al abrirse hizo sonar la campanilla de bienvenida que colgaba del techo, alertando a los individuos dentro de aquella prestigiosa tienda de flores de la llegada de un cliente. Ambas personas que se habían estado comiendo la boca sin pudor mientras se manoseaban, se alejaron el uno del otro para ver de quien se trataba. Si ambos eran sinceros, estaban siendo estúpidos, ni siquiera se pusieron a pensar en que pudiese llegar alguien conocido a la tienda, mientras se besaban.
—¿Se le ofrece algo? —preguntó con un tono gruñón el muchacho moreno, mientras se acomodaba su camisa mirando en todo momento a Baekhyun, este asintió—. ¿Algún arreglo de flores o?
—Vi el anuncio en internet sobre la vacante de florista —hablo Baekhyun con cierto tono bajo, sintiéndose un poco intimidado de aquella mirada severa, echándole una ojeada rápida al chico más bajo, quien le daba la espalda encontrándose detrás del mostrador—. Me dijeron que me entrevistarían hoy, soy Byun Baekhyun —se presentó.
En cuanto Kai supo a qué iba ese chico, su rostro molesto se enfureció un poco más llegando a fruncir el ceño en demasía que casi sus cejas se juntaban por lo ceñudo que se encontraba, y eso no ayudó en nada a los nervios del peliblanco.
—Bien, acércate —dijo resignado el chico, sabía que Sehun de seguro se habría hecho cargo de la publicidad, y estaría enterado de que ese chico iría, por lo cual no podía darse el lujo de correrlo.
El peliblanco asintió acercándose al chico de piel morena, a quien vio hacerle un par de gestos al chico detrás del mostrador, quien ante los ojos de Baekhyun se veía un poco inquieto, sobre todo cuando negaba a todo lo que el más alto de los tres en esa tienda le parecía decir.
—Mire, este es mi curriculum... —mencionó Baekhyun estirando el folder que llevaba en sus manos, pero el moreno poco le prestó atención, seguía enfocado en el otro chico.
Baekhyun no sabía si insistir o simplemente dejarlo de esa manera hasta que el encargado decida hacerle caso en vez de perder el tiempo con el otro chico ahí, pero los nervios y el temor por no conseguir el trabajo, le podían demasiado a Baekhyun que optó por callar. Los ojos de Baekhyun miraban con curiosidad como los labios de ambos chicos a unos metros suyos al intercambiar palabras. El peliblanco deducía que quizá eran pareja, era lo más obvio cuando se estaban comiendo a besos antes.
—Debo irme ahora, JongIn —dijo finalmente el de cabello negro profundo acomodándose la playera, dedicándole una mirada breve a Baekhyun—. Encárgate de que no esté aquí, deben mandarlo a otra tienda —le murmuró a JongIn dándole un último beso para después salir del local.
Baekhyun no se movió de su lugar, solo se mantuvo en la misma posición mirando al moreno, mismo que tomó asiento en el escritorio para después dedicarle una mirada de los pies a la cabeza al de pelo blanco.
—Byun Baekhyun —dijo el alto soltando un suspiro—. En efecto están contratando para ayudar en el local, pero, no creo que cumplas con el perfil que se requiere porque...
—¿Por qué, JongIn?
Una tercera voz cuestionando aquello llamó la atención de ambos jóvenes en el local, Baekhyun regresó a mirar al recién llegado. Sehun como siempre miró altanero a Kai quien le frunció el ceño.
—¿Qué haces aquí? —preguntó con molestia.
Baekhyun quiso hacerse más pequeño de los que era al sentir una fuerte tensión de molestia entre ambos chicos, mismos que se miraban con enojo.
—Vine porque tenía una entrevista para la vacante hoy, y Chanyeol me mandó ya que él tiene cita médica —explicó, aunque no tuvo realmente la intención de hacerlo—. Vi a Kyungsoo salir de aquí, quisiera saber qué hacía por aquí.
En cuanto JongIn escuchó ese nombre miró a Sehun con una expresión tensa en su cara, pero de inmediato se obligó a relajar su expresión facial mirando al intruso en ese lugar, se suponía que ese chico no sabía quién era Kyungsoo, pero su sola presencia ahí podría complicarle las cosas.
—¿Kyungsoo? —se hizo el tonto—. Solo pasó a preguntar si estaba aquí Chanyeol, quizá por lo de la cita al médico, yo qué sé.
Sehun arqueó una ceja ante la respuesta del chico más bajo y sonrió después mirando a Baekhyun, no era el momento, lo sabía, pero le había parecido extraño ver salir a Kyungsoo de la tienda, siendo que Chanyeol le dijo que este se encontraba en casa de sus padres. No debía prestarle atención a ese asunto en ese momento, por lo cual, decidió atender a lo que iba.
—Bueno, digamos qué fue eso —aceptó Sehun—. Joven Byun, un gusto en conocerlo, me alegra que haya venido a la entrevista, por favor acompáñame.
Pidió el alto de cabellos oscuros indicándole con su mano al más bajo que lo siga entre los pasillos de la tienda, esta era bastante grande, con corredores que tenían bien ordenadas las flores y plantas que vendían, así mismo, los modelos artificiales de arreglos que preparaban a pedido con flores naturales. Baekhyun estaba maravillado con todo lo que veía, se notaba el orden y el cuidado en cada cosa que incluso el aroma floral era presente en el ambiente. Y a él le gustaba mucho ese aroma que concordaba bastante con una colonia que solía usar mucho.
Después de unos largos minutos de silencio en el cual Sehun estuvo observando las expresiones de Baekhyun se detuvo al llegar al jardín trasero de la floristería, donde muchas veces Sehun vio a su amigo Chanyeol cuidar de las flores que ahí se encontraban plantadas.
—¿Te gustan las flores, Baekhyun?
El aludido miró al contrario ante su cuestión y asintió con su cabeza esbozando una sonrisa, acercándose a las flores que se encontraban frente suyo, eran unos bonitos tulipanes blancos.
—Me gustan, mi abuela solía tener muchas plantas y rosales en casa, yo cuando era pequeño solía ayudarle a cuidar de ellas —comentó el bajito sentado en cuclillas mirando las flores con atención por algunos segundos para luego mirar a Sehun por encima del hombro—. Dicen que las flores escuchan, que si se les trata con amor crecen más rápido.
Sehun se sorprendió de las palabras del bajito, eran las mismas cosas que Chanyeol solía decir cuando lo encontraba hablando con sus flores como si fueran unas personas. Sonrió por eso.
—Al dueño de este lugar también le gustan mucho las flores, estoy seguro de que si te escuchara hablar de esa manera te estaría dando ya el trabajo —aseguró el chico cruzándose de brazos, realmente, aunque si bien, el chico se veía como un joven adecuado para el trabajo, lo único que realmente quería era que su amigo Chanyeol tuviese a alguien más dentro de la tienda, puesto que no era secreto que no confiaba en Kai—. Por lo cual, espero contar con tu absoluta confianza y que me digas todo lo que sucede aquí en la tienda, ¿ok?
Al escuchar eso, Baekhyun se puso de pie mirando al más alto con una sonrisa amplia, tanto que sus ojos se volvieron dos medias lunas e hizo una venia.
—Muchas gracias, claro que le diré todo lo que necesite saber... ¿el dueño es el chico que estaba afuera?
Sehun soltó una ligera risa ante eso y negó, indicándole con su mano a que lo siguiera volvieron a caminar por los pasillos de aquella tienda mientras Sehun se encargaba de explicarle las cosas que haría día a día desde que comenzara su trabajo. Una vez volvieron a donde se encontraba JongIn este se les quedó viendo, cual si esperara una explicación.
—Bueno, JongIn —habló Sehun con calma esbozando una sonrisa—. Desde mañana Baekhyun estará contigo a cargo de la tienda, por favor cuida de él y enséñale todo lo que necesite saber de la administración y los arreglos.
—¿La administración? —preguntó JongIn ceñudo—. Eso no es...
—Puedes retirarte, Baekhyun, preséntate mañana a partir de las 10 —despidió el alto al aludido.
Baekhyun asintió haciendo una venia a ambos chicos retirándose del lugar, dedicándoles una última mirada a ambos jóvenes que no parecían llevarse para nada bien. Sehun por su parte caminó alrededor de JongIn mirándolo de los pies a la cabeza.
—Ese día no quise mencionarlo, porque Chanyeol ya tiene bastante de que preocuparse por su salud —comentó el más alto cruzándose de brazos mientras se acaricia su barbilla—. Pero, dentro del registro de activos y pasivos, me di cuenta de que no había un equilibrio, y viene pasando desde hace un tiempo, si Chanyeol se entera de eso, ¿qué explicaciones le darás?
JongIn bufó con sorna al escuchar tal cosa, simplemente desde que conoció a Sehun meses después de entrar a trabajar con los Park, nunca tuvo una buena relación con él, puesto que el chico era bastante entrometido, y se volvió aún más cuando los padres de Chanyeol murieron y este perdió la vista, aun así no pensaba dejar que lo acuse de tal cosa.
—No tengo nada que temer, si lo que quieres es tener un gasto innecesario para Chanyeol por el único capricho de vigilarme, adelante —dijo encogiéndose de hombros.
Sehun pensó en seguirle debatiendo al chico más bajo al respecto, pero tuvo que callarse al ver entrar a un par de clientes, mismos que comenzaron a ser atendidos por Kai.
...
Dejo los dos vasos con leche sobre la mesa y un paquete de galletas con relleno cremoso, mismo que fue cogido por las manos de su mejor amigo, quien las abrió tomando la primera del paquete. Baekhyun esbozó una sonrisa sabiendo lo mucho que esas galletas le gustaban al mayor.
—Me alegra que hayas conseguido el trabajo —dijo sincero el más alto mientras separaba con delicadeza ambas partes de la galleta para después comer el relleno blanco—. Estarás más tranquilo con los gastos que tienes.
—Así es, que por cierto... —dijo el más bajo sentándose frente a su amigo inclinándose un poco hacia la mesa para susurrar, su madre se encontraba en la sala y podía escuchar—. El tipo que me atendió era realmente guapo, tenía un porte elegante y serio, como te gustan.
La galleta pareció querer mandarlo a visitar a Dios cuando esta se atoró en su garganta ante la insinuación de su amigo, a quien le dio un ligero manotazo mirando nervioso hacia la sala, ambos rieron bajo.
—Pero qué estás diciendo, Baekhyun —se quejó el chico pasando una de sus manos por sus cabellos castaños—. Entonces si es de mi tipo, me verás comprando flores muy seguido, eh.
—Seguro si, Hannie, además te tengo un chisme.
—¿Un chisme? —preguntó atento el aludido mirando como su amigo bebía de su leche, este asintió—. Soy todo oídos.
—Cuando llegué... —comenzó el más bajo haciendo una pausa exageradamente larga para impacientar a su mejor amigo, mismo que jamás dejaba pasar nada cuando se trataba de un chisme, y podía ver que surtía efecto cuando el chico empuñó sus manos sobre la mesa—. Ya... no te pongas ansioso, cuando llegué, me topé con una escena bastante incomoda. El encargado del local se estaba prácticamente comiendo a besos y manoseos a otro chico, sentía mis mejillas tan calientes de ver eso.
Luhan no pudo evitar soltar una risa algo escandalosa que incluso llamó la atención de la madre de Baekhyun, quien se encontraba en la sala viendo su novela de la noche. Ambos chicos se apresuraron a tomar su merienda para después de lavar los vasos ir corriendo a la habitación de Baekhyun, al final de cuentas, Luhan había pedido el permiso para quedarse en casa de los Byun en una pijamada de hombres.
Para Baekhyun no fue ninguna sorpresa el que Luhan comenzara a buscar información sobre el joven que le atendió esa mañana, y tampoco fue sorpresa que a pesar de no haberle dicho el nombre Luhan diera con el perfil de red social de Oh Sehun, y comenzara a alardear de lo atractivo que era.
—Hannie... me gustaría seguir escuchando de cómo piensas conquistar a mi posible jefe, pero, tengo que dormir ya, me tengo que levantar temprano para ir al trabajo —dijo Baekhyun formando un puchero mientras se abrazaba a la almohada aferrándose a esta teniendo los ojos medios cerrados mientras veía a penas a Luhan siguiendo pasando una foto y otra en su celular.
—Está bien, duerme pequeño Baekkie, mañana será un buen día.
El más bajo asintió con una sonrisa en labios, agradeciendo que su amigo no insista en querer seguir hablando con él de su jefe. Sin tardar mucho el más bajo y más joven de los dos terminó por quedarse dormido. Luhan dejó su teléfono de lado mirando dormitar a su amigo, encargándose de tapar su cuerpo y acomodarse a su lado, eran casi las 3 de la madrugada, quizá ya era hora de dormir.
(...)
Como todos los días maldijo por lo bajo cuando chocó contra la esquina de su cama, aferrándose a esta para no caer al suelo. Soltó un suspiro gruñendo enfadado. Odiar cada día su vida estaba siendo su pan de cada día, maldiciendo el no poder ver y sentirse un completo inútil. No importaba cuantas veces Sehun fuera a su casa con personas del servicio y despeje lo más posible su habitación y pasillos para evitar que tropiece con las cosas, el resultado terminaba siendo casi el mismo.
Con cuidado después de conseguir su bastón especial caminó hacia el baño para tomar una ducha, su celular había comenzado a sonar, por lo cual, tuvo que regresarse volviendo a tropezar con la cama. Maldijo nuevamente cogiendo su teléfono del buró de noche y atendió la llamada solo deslizando su dedo sobre la pantalla.
—¿Sí?
—Mi amor —La voz de Kyungsoo a través de la bocina hizo que toda la amargura de Chanyeol por odiar su discapacidad se borrase para formar una sonrisa—. Buenos días.
—Soosie —dijo sonriente sentándose al borde de la cama tentando primero a su paso—. Buenos días cariño, no esperaba tu llamada, ayer no me marcaste.
—Estaba ocupado cielo, te lo dije —justificó de inmediato el contrario, escuchándose angustiado que Chanyeol hundió ligeramente el ceño—. Mi madre se encuentra mal, necesita algunos medicamentos caros que no he podido conseguir y...
—¿Necesitas dinero? —interrumpió preocupado el alto, y sin esperar una respuesta solo lo dedujo—. Dime cuánto necesitas y le diré a Sehun que te haga una transferencia.
Un silencio se prolongó entre ambas líneas por parte de Kyungsoo, Chanyeol se sintió inquieto creyendo que había hecho mal en ofrecerle el dinero así a su pareja, recordaba perfectamente que a su menor simplemente nunca le gustó que él gastara en su persona. Mucho antes de que sus padres murieran y él quedase ciego, el más joven siempre se quejaba de que gastara en detalles caros con él, pidiéndole que evitara hacerlo a toda costa, era por ello que creía que su novio era su persona ideal, que estaba con él por el amor que sentían el uno por el otro.
—Soosie, yo no quise...
—¿Por qué le tienes que confiar tus cuentas a Sehun? —cuestionó severo, tomando por sorpresa a Chanyeol—. Confías demasiado en él que seguro se aprovecha de que no puedes ver por ti mismo.
Chanyeol se quedó estático en su lugar cuando escuchó eso ultimo. Si bien, su pareja jamás desde que salió del hospital le había mencionado algo respecto a su discapacidad que escucharlo en ese momento y con ese tono agresivo le tomó por sorpresa.
—Sehun siempre ha sido mi amigo, y así cómo tú también ves en ocasiones mis gastos él me ayuda —respondió no queriendo darle importancia a eso que molestaba en su interior—. Soo, tengo que ir a la floristería, debo de bañarme y...
—Necesito el dinero, le diré a Sehun que me transfiera, nos vemos luego.
La llamada se cortó después de las últimas palabras de Kyungsoo, dejándole un amargo sabor de boca a Chanyeol devolviéndole su mal humor de todas las mañanas en su oscuridad.
...
En cuanto el chofer de su coche personal le informó que llegaron a su floristería principal, Chanyeol se dispuso a abrir la puerta del mismo, escuchando la voz de JongIn ofreciéndose a ayudarlo, pero se negó a ello evitando como pudo el contacto, sin darse cuenta de la mala cara que el chico le puso.
—Quiero que quites ese maldito bote de basura antes de que entre yo —ordenó Chanyeol sabiendo de sobra que JongIn jamás movía ese cesto a pesar de todas las veces que él había ido ahí y chocado con este.
—Como diga —dijo JongIn caminando hacia donde se encontraba dicho objeto rodando los ojos, cosa que no pasó desapercibida por Baekhyun, quien volvía del jardín trasero del local con un par de macetas con tulipanes—. Listo.
Chanyeol no dijo nada, solo tomó asiento con cuidado en la silla, la cual se movió un poco causando que Chanyeol casi caiga por eso, pero fue Baekhyun quien puso su cuerpo como soporte, sorprendiéndose de la persona no vidente que había llegado, incluso sentado se veía alto.
—Gracias —murmuró con molestia el alto de los tres—. ¿Kai?
—Dígame —habló el aludido a unos cuantos metros.
La voz lejana de JongIn llamó la atención de Chanyeol, quien de inmediato pareció buscar a pesar de no ver a su alrededor.
—¿Hay alguien más aquí? —preguntó ceñudo el más alto ahí presente.
—Eh... yo —habló Baekhyun tímidamente, dejando las macetas con flores en una esquina de la habitación amplia, parándose cerca del más alto—. Perdón por no hablar antes, es que venía del jardín con unas macetas, ¿necesita algún arreglo de flores?
Chanyeol arqueó una ceja al escuchar eso, e iba a cuestionar a Kai qué significaba eso, pero recordó perfectamente que Sehun y él habían hablado mucho antes que iba a contratar a otra persona para que ayude a Kai por las temporadas venideras, así que intuyó que era el muchacho.
—Creo que no sabes quién soy —mencionó el alto haciendo una ceña para Kai para que se acerque, este suspiró acercándose—. Quiero que me traigas un café y una rosquilla.
—Pero tengo que cuidar el local, usted no puede atender el computador por su condición y...
Chanyeol aseveró su expresión cuando escucho eso de boca de su empleado. Esas insinuaciones sobre su condición actual se hacían presentes cada vez con más frecuencia causándole gran malestar e incomodidad.
—¿Disculpa? —dijo finalmente Chanyeol con la intención de ponerse de pie y enfrentar de una buena vez a Kai sobre lo que acababa de decir.
—Nada, ¿de qué sabor quiere la rosquilla?
Baekhyun solo se quedó en silencio en su esquina ante la tensión del ambiente, las cosas parecían ponerse feas de pronto a causa del comentario fuera de lugar del moreno, no creyó necesario que JongIn dijera eso. Miró atento las expresiones de Kai cuando tomó dinero de la caja después de que el jefe de ambos diera la indicación del sabor y este se fue, y si Baekhyun se permitía fantasear un poco, podría decir que de ser un animé como los que solía ver con Luhan, JongIn hubiese sacado humo por la nariz y oídos del coraje aparente que le causó ser mandado por su jefe. Le fue casi imposible poder ocultar su risa, misma que llamó la atención de Chanyeol.
—¿Pasa algo? —preguntó Chanyeol apretando su mano en el bastón, lo ultimo que le faltaba para que ese día fuera peor, era que ese chico nuevo también decidiera decir algo o burlarse de su condición.
Baekhyun era consciente de que jamás había tratado con una persona no vidente, pero, también era consciente de que no debía ser grosero ni decir cosas que pudiesen incomodar al contrario.
—Nada... Es que, JongIn es muy gracioso —explicó apoyándose sobre el escritorio frente a Chanyeol, tomándose el atrevimiento de mirarlo atento, dándose cuenta que, así como Sehun, ese hombre era también bien parecido—. Disculpe... ¿Entonces sí va a necesitar algo de la tienda?
—Eh, no... Soy Chanyeol —se presentó estirando su mano hacia Baekhyun o hacia donde creyó que estaba por el sonido de su voz—. El dueño del local, ¿tú eres el nuevo trabajador?
Baekhyun se sintió tonto un momento quedando viendo nada más la mano estirada de Chanyeol en otra dirección, pero en cuanto reaccionó tomó la mano del adverso, dándose cuenta de que esta era mucho más grande que la suya y un poco áspera, mordió sus labios.
—Sí... El señor Sehun me dijo que viniera hoy, estaba viendo las flores del patio trasero cuando usted llegó —explicó rápidamente sin soltar la mano del contrario.
—Entiendo... ¿Y qué tal está yendo tú primer día? —preguntó soltando suavemente la mano ajena esbozando una sonrisa.
Baekhyun iba a responder, pero la sonrisa de Chanyeol fue realmente encantadora, que no importó que usaba gafas oscuras, Baekhyun pido apreciar las comisuras de los ojos ajenos arrugarse ligeramente al sonreír haciéndole lucir todavía más atractivo de lo que por sí era. Baekhyun se regaño mentalmente por pensar eso de su jefe, recordando las veces que regañaba a Luhan por portarse así y ahora era él quien tenía esos pensamientos, así que negó ligeramente con su cabeza queriendo despejar esos pensamientos disponiéndose a responder:
—Bien, JongIn me ha explicado varias cosas, me dijo que debo encargarme de las flores —comentó el de cabellos blancos acercándose un poco más a Chanyeol—. Traje unos tulipanes, están hermosos, tienen un bonito color y son suaves sus pétalos —comentó mirando en donde había dejado las macetas antes.
—¿Son suaves? —preguntó Chanyeol haciendo un gesto de sorpresa con sus cejas. Baekhyun asintió a pesar de que el alto no le veía—. Hace mucho que no cuido de mis flores... Me preocupaba que muera.
Baekhyun recordó las palabras de Sehun cuando le dijo que el dueño del local amaba las flores, más nunca pensó que se tratase de alguien ciego cosa que le hizo sentir bastante admiración por él, para que fuera capaz de tener un pequeño invernadero en su jardín trasero tan bien cuidado.
—¿Quiere corroborar que ellas estén bien? —ofreció el bajito animado.
—¿Y cómo? No puedo ver.
El tono de vos de Chanyeol cambió a uno serio y profundo dejando claro lo mucho que le molestaba pensar y admitir su discapacidad, pero eso no detuvo a Baekhyun, quien tomó su mano obligándolo a ponerse de pie.
—Venga conmigo.
Pidió Baekhyun quien se admiró todavía más de la altura de Chanyeol cuando este se puso de pie a su lado que se sintió un poco intimidado, porque no sabía si su atrevimiento podía hacer molestar al más alto y este terminaría corriéndolo del trabajo, Y quedarse sin empleo en su primer día no era exactamente lo que deseaba. Chanyeol a pesar de que se sintió un poco incómodo cuando esas manos pequeñas sujetaron la suya, no se negó a caminar conforme ese chico lo iba guiando. Fueron pocos pasos los que dio para cuando el adverso le indicó que se detuviera. El ambiente fresco y el delicioso aroma a flores inundó todo su ser haciéndole esbozar una sonrisa, recordaba perfectamente su lugar favorito de ahí.
—¿Es el patio trasero? —preguntó Chanyeol poniéndose de cuclillas, a lo cual con su mano estirada comenzó a tantear al frente en el aire en busca de las flores, recordando la forma de su invernadero y tratando de coincidir en la imagen que tenía en su memoria del lugar, pero no lograba dar con nada.
—Lo es... Frente a usted están los tulipanes, tóquelos —dijo Baekhyun en sugerencia, poniéndose en la misma posición que el más alto y tomando su mano lo condujo hasta que los dedos largos de Chanyeol pudieron tocar las flores—. ¿Lo siente? Son suaves.
Chanyeol se quedó en silenció por algunos segundos sintiendo la suavidad y frescura de los pétalos de aquella flor. La mano de Baekhyun se encargó de acercar un poco más la pequeña planta para que el contrario pueda sujetarla mirando curioso a su jefe. Chanyeol se veía maravillado en ese momento, disfrutando de la suavidad de los pétalos en sus dedos y el delicioso aroma floral que llegó a sus fosas nasales.
—Son realmente suaves, ¿de qué color son? —preguntó el alto esbozando una sonrisa mientras sus dedos seguían el contorno de la flor, respirando profundo, sin darse cuenta de lo cerca que se encontraba de su nuevo empleado y que ese delicioso aroma que notó no era exactamente de las flores.
—Blancas... Pero también hay amarillas —respondió Baekhyun yendo por una de las flores que se encontraban en macetas y se acercó con esta a Chanyeol permitiéndole que las huela al acercarlas a su rostro un poco.
Chanyeol con cuidado sujetó la maceta que el menor le ofreció, o esa fue su intención pues sus manos hicieron contacto pleno con las finas manos de Baekhyun, quien sonrió tímidamente al ver como las grandes manos de Chanyeol cubrían sus manos, y no iba a negar que eso le puso nervioso.
...
La rabieta de JongIn por haber sido mandado por Chanyeol como si fuera un recadero duró todo el camino desde la floristería hacia la cafetería mas cerca y de esta nuevamente al local donde trabajaba, que poco le iba a importar que Baekhyun le viera haciendo una rabieta y caras hacia Chanyeol, pero su sorpresa fue no ver a su jefe y a aquel muchacho donde los había dejado. Kai hundió el entrecejo, la caja había quedado sola y las puertas de la tienda estaban abiertas, cualquier persona podría entrar y robar sin que se den cuenta. Bufó dejando lo que Chanyeol le había pedido sobre el escritorio. Estaba por ignorar el hecho de que esos dos no estuviera, pero las risas de dos personas en el patio trasero llamaron su atención.
JongIn pudo reconocer la gruesa voz de Chanyeol al reír, a pesar de que tenía mucho tiempo desde que no podían escuchar ni ver algo así del alto. Con curiosidad se asomó hacia el jardín trasero arqueando una ceja al ver la confianza con la cual Baekhyun se acercaba a Chanyeol y la manera en la cual tomaba sus manos para que el más alto toque las flores.
—Maldito mocoso, no pierdes el tiempo —murmuró mirando con rabia al de cabellos blancos—. Seguro te enteraste de los gustos de tu jefe y quieres ligarlo.
Cualquiera que lo escuchara y supiera lo que él hacía a las espaldas de su jefe diría que eso no debería de importarle, porque si Chanyeol se interesara en alguien más, el novio actual de este quedaría libre y ya no habría razón para traicionar la confianza y la poca amistad que se había creado entre los dos a causa de haberse enamorado de Kyungsoo en aquellos meses donde fue el único que se paró en la tienda cuando el alto se encontraba internado en el hospital.
En ese entonces no sabía que se trataba de la pareja del hijo de sus jefes, solo creyó que era quizá su hermano que fue imposible no poner sus ojos en él, cuando el bajito se veía tan triste por lo sucedido a la familia Park, y entre todas esas ocasiones en las cuales Kyungsoo se quedaba en el local y platicaban por largas horas, algo se fue dando que en una ocasión sin pensarlo terminaron besándose, y una cosa llevó a otra, con la promesa de que estarían juntos si Chanyeol no despertaba. Pero las cosas no fueron así, Kyungsoo se vio arrepentido de haber faltado a su novio, negándose a querer ver a Kai, pero este no tardó mucho en caer en cuenta de la situación de Chanyeol.
El único hijo de la familia Park, ahora era heredero de todas las tiendas que la familia tenía, poseyendo una gran suma de dinero en sus cuentas bancarias, las cuales, sin duda podían ser manejadas por Kyungsoo al ser que Chanyeol ya no podía ver. Por ello y porque no estaba dispuesto a perder a Kyungsoo no dudó en meter ideas en la cabeza de Kyungsoo, quien, de alguna forma, necesitaba el sustento económico de Chanyeol para alcanzar ciertos sueños que tenía que de un momento a otro no le importó seguirse viendo con JongIn a espaldas de Chanyeol y disfrutar de ciertos beneficios económicos al ser pareja de Chanyeol, por ello mismos era que, una persona entrometiéndose en la relación de Chanyeol y Kyungsoo era lo que Kai menos quería.
Estaba tan centrado el moreno en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta del momento en el cual Baekhyun y Chanyeol se acercaron a él, siendo el bajito quien se encargaba de guiar a Chanyeol.
—Señor JongIn —dijo Baekhyun al darse cuenta de la presencia del aludido—. Regresó, no me di cuenta de su presencia antes.
—He dejado las cosas sobre el escritorio, debería apresurarse jefe, su café se puede enfriar —dijo acercándose hasta Chanyeol para él ayudarlo a ponerse de pie y caminar de regreso hacia el frente, dedicándole una mirada severa a Baekhyun.
El de pelo blanco se quedó estático en su sitio ante la actitud del moreno con él, pareciera que le había hecho algo para que le declare la guerra de pronto con esa mirada que de ser cuchillo pudo asesinarlo. Tragando saliva, Baekhyun caminó detrás de ellos, después de eso Kai se encargó de acaparar la atención de su jefe todo el tiempo hasta que este se fue. Para Baekhyun eso no fue problema alguno, pero para JongIn parecía haber un problema cuando por el resto del día le estuvo mirando con molestia y lo obligaba a realizar todos los pedidos de arreglos que llegaron ese día.
Los siguientes días para Baekhyun fueron incluso más pesados, los pedidos eran demasiados y Kai lo único que hacía era encargárselos a él mientas hacia llamadas telefónicas o video llamadas en el jardín trasero. SI bien, a Baekhyun no le parecía nada justo, pero no quería quejarse porque lo que menos deseaba era perder el empleo. No podía darse ese lujo cuando había suspendido sus estudios por problemas económicos y lo que necesitaba era poder juntar para retomarlos, que agradecía de alguna manera que por hacer buenos trabajos los clientes le dejasen propinas.
—Saldré un momento —informó Kai tomando su chaqueta mientras veía su teléfono—. Regreso en unas dos horas, cuida bien del local y pobre de ti si falta dinero, haré que te corran de inmediato.
—Pero... tengo 4 pedidos para hacer y entregar en dos horas, dijo que me ayudaría —le recordó hundiendo el entrecejo.
Pero fuera de hacerle caso a eso, Kai le miró con una sonrisa burlona terminando por salir del local, soltó un suspiro sin poder hacer nada más que eso. Baekhyun sabía que no iba a poder acabar a tiempo, por lo cual, sacando su teléfono marcó a su mejor amigo suplicándole por ayuda, y Luhan no dudó en decir que sí, puesto que siempre se apoyaban en todo.
—Ese compañero tuyo es un abusivo —se quejó el más alto mientras ayudaba a recortar los troncos de las flores para darle estas a su amigo—. Deberías hablarlo con el papasito de Sehun, seguro lo pondrá en su lugar y no seguirá abusando de ti.
—No quiero causar problemas —dijo Baekhyun mirando hacia la puerta, esbozando una sonrisa al ver a Chanyeol entrar en compañía de Sehun, ambos llegaban conversando entre risas que le fue imposible decirle a Luhan quienes eran cuando este habló.
—Yo digo que, si digas a papasito de Sehun, porque...
—¿Qué me diga a mí qué?
Luhan sintió un escalofrió recorrer su espina dorsal al escuchar una voz profunda pero divertida detrás suyo. Con sus ojos bien abiertos como dos ceros miró a su amigo, Baekhyun solo pudo hacerle una seña con los ojos de que mirara detrás suyo, el chico quería solo que la tierra se lo tragase.
—Bienvenidos, señor Park y Sehun —saludó Baekhyun haciendo una venia.
—Hola, Baek —saludó Chanyeol mirándose curioso por saber también quién era la persona que se refirió de esa manera a su mejor amigo—. ¿Tenemos un cliente presente?
—Es mi amigo, se llama Luhan, vino a ayudarme porque me quedé solo en la tienda y tengo pedidos que entregar en menos de media hora —explicó rápidamente suplicándole a Luhan con la mirada que se presente, pero el chico pareció haberse convertido en piedra.
—¿Luhan? —repitió Sehun el nombre del chico delgado de piel blanca que le daba aún la espalda, le fue imposible no sonreír divertido por la situación—. Mírame.
Chanyeol sonrió al saber que su amigo no iba a dejar pasar el hecho de que ese chico, que si era amigo de Baekhyun deducía era un adolescente, por lo poco que conocía de Baekhyun durante esas semanas que llevaba trabajando con él, haya dicho algo así de su persona. Conocía a su amigo, y si se le presentaba la oportunidad de ligar con alguien la tomaba, por lo cual, se acercó lo más que pudo a Baekhyun, quien le ayudó a dirigirse hasta el escritorio donde se encontraba la silla que siempre usaba, sorprendiéndose de no haber chocado con el cesto de basura de siempre.
Baekhyun se dio cuenta de inmediato de la sorpresa de su jefe que no pudo borrar su sonrisa.
—Moví el cesto a otra esquina, así no le estorba, además... la silla ya no derrapa en el azulejo, es seguro sentarse, y siempre estará en su mismo sitio —explicó Baekhyun con amabilidad, viendo de reojo como Luhan y Sehun se habían adentrado a los pasillos de la tienda—. Espero que su amigo no se moleste por el atrevimiento de mi amigo.
—No te preocupes, si Luhan es un joven guapo tiene terreno ganado con Sehun —explicó con simpleza el alto encogiéndose de hombros, pero al recordar que Baekhyun dijo haberse quedado solo se puso serio—. ¿Cómo es que te quedaste solo?
Baekhyun hizo una pequeña mueca al darse cuenta de lo que había dicho, ahora tenía que explicar la ausencia de Kai, cundo este se fue sin importarle la responsabilidad que tenían de entrega, las palabras de Luhan hicieron eco en su cabeza, quizá sí debería de acusar al chico.
—Es que, Kai dijo que recibió una llamada de emergencia, creo de su familia y... bueno.
—Eres tan noble que no quieres decirme que Kai salió porque sí de su horario laboral —dijo Chanyeol esbozando una sonrisa divertida—. No vuelvas a meter tus manos al fuego por Kai, sé lo irresponsable que suele ser. Te ayudaré, dime que es lo que debo hacer.
Baekhyun se sorprendió por eso sintiendo su rostro caliente por la vergüenza que le causó haber sido atrapado por su jefe mintiéndole por alguien como Kai. Pero obedeciendo a la indicación del más alto, junto con Luhan y Sehun siguieron haciendo los arreglos faltantes acabando justo a tiempo, dejando que los clientes se fueran satisfechos.
—Creo que por ahora no necesitas mi presencia, ¿verdad, Baekkie? —dijo Luhan sonriendo como todo un pillo al ver como Sehun caminaba fuera del local. Baekhyun entendió de inmediato caminando hacia su amigo a quien le pellizcó la mejilla—. Me invitó a salir —susurró sin poder disimular su felicidad.
Baekhyun se dio una ligera palmada en la frente para reír por lo bajo despidiendo a su amigo quien también lo hizo e incluso de Chanyeol. No pasó mucho tiempo para cuando ambos se quedaron solos, Kai ni siquiera regresaba y la noche ya estaba cayendo.
—Yo... —comenzó Baekhyun queriendo disculparse por haberle mentido—. Lamento haber dicho esa mentira, solo no quería causar problemas.
Chanyeol palmeó su lugar a su lado en el sillón de espera sobre el cual estaba sentado, el menor dudó un momento en si debía o no tomar asiento a su lado, pero finalmente lo hizo.
—No estoy enojado contigo, Kai es el irresponsable, no tú —explicó el alto mientras se apoyaba en el respaldo del sillón—. Desde que perdí la vista, sé que hace cosas a mis espaldas que no puedo evitar por estar incapacitado, pero al final de cuentas ya es alguien a quien conozco físicamente, que encontrar a otra persona de confianza es difícil.
Baekhyun sintió pena por la expresión que Chanyeol dejó ver cuando habló de sí mismo como una persona incapacitada, pero no creía que fuera algo para sentirse menos, cuando antes al ayudarle con los arreglos lo hizo bastante bien, cortando los tallos y limpiando los brotes.
—¿Usted... ha sido...
Chanyeol sonrió al darse cuenta del temor en las palabras de Baekhyun, deducía que era lo que quería preguntar, por lo cual negó con su cabeza apretando su mano en el bastón que sostenía.
—Tuve un accidente, en el cual perdí mi vista —explicó ese detalle con un gran pesar en su voz—. Es terrible, haber sido capaz de ver todos los colores, los rostros de tus seres queridos, y ahora, no poder ver nada, ni siquiera un destello porque incluso lastima.
—Pero... quizá por ahora no pueda ver con sus ojos, pero eso no cambia que sea una persona habilidosa y pueda aprender a ver de otra manera —comentó Baekhyun mordiendo sus labios—. Dicen que siempre vemos caras, pero corazones no sabemos... ahora usted puede ver el alma de las personas.
—Eso es muy positivo, eres lindo —mencionó Chanyeol sonriendo por eso sin poder darse cuenta del rubor en las mejillas de Baekhyun—. Por las cosas que dices, podría decir que eres un chico bastante lindo, ¿no?
—¿Quiere corroborarlo usted mismo? —preguntó el más bajo mirando atento el rostro ajeno, al ver que el alto iba a hablar sonrió—. Así como lo hizo con las flores —explicó.
Chanyeol se sintió confundido por algunos segundos, pero al entender que se refería al contacto dudó un momento, pero la suave mano de Baekhyun tomó la suya con delicadeza, sintiendo como se acercaba un poco más a él.
—¿No te sentirás incomodo? —preguntó casi en un susurro.
—No, además, quiero que también confíe en mí, y si conocer a la persona físicamente es la única forma, yo quiero que lo haga ahora —explicó con suavidad dirigiendo la mano de Chanyeol a su rostro, no solo una, sino las dos—. Puede tocar lo que crea necesario y decirme cómo soy según su mente.
Chanyeol dudó un poco, pero al sentir como sus manos sujetaron la cabeza del menor por las mejillas le hicieron sentir un poco curioso. En algún momento de su vida estaba seguro de haber visto ese método de las personas invidentes para reconocer a las personas o en su efecto conocerlas por primera vez, que ser el mismo alguien que pueda ponerlo en uso le hizo sentir algo revolotear en su interior.
—Si te incomodo dime.
—No se preocupe —susurró Baekhyun mirando atento los ojos de Chanyeol a través de ese cristal oscuro de sus gafas.
Chanyeol asintió moviendo su mano derecha con temor por el rostro ajeno, dándose cuenta de que Baekhyun poseía una cabeza mediana, sus dedos recorrieron lento el contorno de su frente, dándose cuenta de que era pequeña bajo los cabellos que caían sobre la misma. Con delicadeza los dedos de Chanyeol acariciaron las cejas del más joven dándose cuenta de que eran pobladas y suaves.
—¿De que color son tus ojos? —preguntó el alto al tocar suavemente con sus yemas los parpados de Baekhyun quien cerró sus ojos un momento y pudo abrirlos cuando los pulgares de Chanyeol acariciaron sus comisuras.
—Mamá dice que son avellanados —respondió en voz baja dándose cuenta de que Chanyeol se había acercado demasiado a su rostro, como si quisiera corroborarlo por el mismo.
—Deben ser bonitos, son pequeños —susurró el alto siguiendo la exploración de sus manos, dándose cuenta de los bonitos pómulos que el menor poseía—. Sonríe.
Baekhyun ni siquiera tuvo que forzarse a eso cuando una sonrisa tímida se formó en sus labios. Había pensando en que sería una excelente idea en que su jefe lo conociera de esa manera, pero, cómo se explicaba el nerviosismo que lo estaba atacando al tener la atención del mayor sobre su persona mientras le tocaba el rostro.
Chanyeol bajó una de sus manos a los labios de Baekhyun, quien sintió que el aire se le fue de los pulmones al sentir una caricia suave sobre sus belfos de parte del índice del mayor, mismo que delineó todo el contorno de sus labios haciéndolo ruborizar. Chanyeol no supo ni por qué sonrió al sentir la suavidad de esos labios entre finos, parecía que el chico cuidaba bastante bien de ellos, pero tuvo que retirar su mano cuando se dio cuenta de que se detuvo mucho tiempo analizando los mismos y sintió un ligero temblor en el cuerpo ajeno.
—Seguro tienes una bonita sonrisa —murmuró Chanyeol sincero al imaginarse algo realmente bonito en esos labios, Baekhyun negó avergonzado—. No lo niegues, seguro te lo dicen seguido, pareces ser alguien risueño por tu tono de voz.
—Yo... solo Hannie me lo dice, y mi mamá —respondió bajito sintiendo el recorrido de los dedos ajenos hasta que esas manos amplias se alejaron de su rostro—. Señor Park.
—Puedes llamarme Chanyeol —autorizó sonriendo sin alejarse del menor—. Creo que sí, eres un chico hermoso y...
—Park Chanyeol.
La voz severa de Kyungsoo tomó por sorpresa a Chanyeol, quien hundió ligeramente el entrecejo. Baekhyun al darse cuenta de la situación en la que se encontraba y lo muy cerca que estaba de su jefe entendía que se podía mal interpretar, por lo cual, se hizo a un lado poniéndose de pie y agachando la mirada un momento, pero la figura de aquel joven que recién llegaba se le hacía conocida.
N/A
Ojalá sí les haya gustado este comienzo ajdkd el CB irá un poquito lento porque quiero que tengan un progreso bonito, no sé si será final feliz o no, pero espero sea el justo.
No me odien tanto a los Pjs, ni todos son Buenos ni todos son malos okno, sjskd pero tienen sus razones
Ahora... Sjdkd debo decir que personalmente me gustó mucho la parte de Chanyeol tocando el rostro de Baek, será que el bajito se siente atraído por Chan? O viceversa?
Si gustan pueden dejarme comentarios y sus estrellas, yo los querré mucho más 😘
Nos vemos mañana.
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