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『⚘』

Jungkook

No es posible, no es posible que en estos momentos esté maldiciendo mi falla de memoria.

Mis manos apretan las raíces de mi cabello mientras escucho los regaños de Hoseok. Todos los chicos se habían ido temprano por un acontecimiento importante. Uno del cual no recordaba hasta que le pregunté a Hoseok por la bolsa de regalo en sus manos.

Sí, San Valentín.

— JungKook el día del amor y la amistad para las mujeres es muy importante. ¿lo olvidaste?

— Me he unido al grupo de los idiotas que olvidan las fechas... — comento decaído y frustrado.

— Tu esposa está en casa esperándote ¿Qué se supone que harás? — me pregunta mi amigo, mientras en sus manos sostiene la bolsa de regalo.

— Ah~ no lo sé. — frustrado rasco mi cabello y lo miro indeciso.

En tiempos difíciles como lo es este año por la pandemia se han disminuido muchas celebraciones por la cuarentena y de verdad olvidar el día de San Valentín es algo normal que les puede pasar a muchas personas, pero personas tontas como yo.

No es excusa el que esté ocupado la empresa diariamente, pero olvidar una fecha tan importante para una mujer es indescriptible; en estos momentos incluso si lo haya olvidado por el trabajo no es excusa para ella ni para nadie, ni siquiera para mí, pero igual no puedo hacer nada cuando sin querer lo olvidé.

Tengo más de dos meses trabajando en una canción que debo componer para un nuevo artista de la empresa, me mantuve ocupado por ese tema y me enfoque tanto en ello que md olvidé todo el tema personal; sin embargo a las seis de la tarde es muy difícil preparar algo, no sé qué hacer pero debo hacer algo antes de que sea incluso mucho más tarde que ahora.

— Las ideas siempre llegan a tu mente en los momentos más impensados. ¿Ahora no se te ocurre alguna? — mis manos en mi rostro me hacen pensar en algo.

— No sé... — me interrumpo y quito mis manos.— Espera, Hoseok ¿La empresa cierra muy tarde? — pregunto hacia mi amigo y éste se queda pensativo.

— Once de la noche, creo. — me dice inseguro y pienso en algunas opciones que me pueden ayudar.— ¿Por qué la pregunta? ¿No pretendes pasar la noche aquí y meter una excusa, verdad? — me pregunta escandalizado y yo frunzo el ceño.

— Claro que no, me mata JiSung. — le digo asustado y él se ríe de mi rostro.

— Sí cierto. — me apoya y me mira nuevamente curioso.— ¿Qué planeas?

— ¿Sabes? Lo bueno de estar tanto tiempo trabajando aquí, y de estar dos meses metido de lleno en la empresa es que conozco muy bien el lugar. — sonrío con mi plan en mente y Hoseok me mira con sospecha.

— No sé porqué lo dices, pero no me voy a quedar para averiguarlo. Tengo irme, LiAh me espera y no puedo llegar tarde. — habla más animado y mira la hora en ssu reloj asustado.— tengo que irme, si no salgo ahora llegare tarde. — palmea mi hombro y suspira.— Suerte soldado. — me desea con miedo y me río por su preocupación.

— Ve tranquilo, ya sé que haré. — le digo riendo y él empieza a caminar de espaldas hacia la puerta.

— ¿Seguro? — pregunta abriendo la puerta con agilidad.

— Sí, seguro. — respondo y él se despide con la mano.

— Recuerda el gorrito soldado. — me recuerda y comienzo a reír.

Bien, es hora de ponerse en marcha.

『⚘』

JiSung

Mira la hora en mi reloj de muñeca y confundida me pongo a pensar en porque Jungkook no ha llegado. Se supone que debería llegar antes de las 7:00 pm sin embargo son las 7:30 pm y no ha llegado. Resopló frustrada sacando el teléfono de mi bolsillo marco su número y comienzo a llamarlo instantáneamente pienso que no me va a contestar porque a lo mejor viene en carretera pero aún así el teléfono es descolgado del otro lado de la línea y me deja escuchar su voz.

— Hey amor ¿Por qué no has llegado? Te estoy esperando. — le pregunto con confusión. Escucho una risita de su parte y frunzo el ceño.— ¿Te estás riendo de mi? — pregunto.

No, claro que no. Sabes que no haría eso. — contesta tranquilo, y por su tono de voz sé que está sonriendo. ¿Qué le pasa al bobo este?

— Entonces ¿Por qué no has llegado? — pregunto nuevamente y de nuevo el ríe un poco.— ¿JungKook te estás volviendo idiota? — pregunto sin poder evitar una sonrisa en mi rostro. A veces se comportaba como un niño.

— Un idiota de amor por ti. — murmura con su tono un poco más profundo y comienzo a reírme un poco.

— No seas bobo. — le digo riendo y él también lo hace.

Feliz día amor. — dice cortando mi risa y me callo de inmediato al escuchar su voz profunda. ¿De verdad Jungkook recordó esta fecha antes que yo?

— Feliz día amor. — contesto de igual forma mientras me quedo pensativa.

Quiero que vengas a la empresa. ¿Puedes venir por mí? El jefe no quiere dejarme ir. — dice en tono juguetón y yo me río.

— Eso suena raro, Kook. — le digo riendo y escucho su queja.

Ah eres una pervertida... arruinaste el momento. — su queja aniñada me hace reír.

— Ya, lo siento. — digo entre risas.— ¿Aún quieres que vaya por ti?

Te espero. — cuelga de inmediato.

Muerdo mi labio al escuchar eso último pues su tono se volvió sensual en el instante en que dijo esas últimas palabras.

Voy hacia la habitación para comenzar a alistarme y salir rápidamente del apartamento. Necesito ver qué es lo que está tramando y estoy segura de que es alguna travesura como las que acostumbra hacer a escondidas de todo el mundo. Lo digo porque soy testigo de muchas veces donde la adrenalina está siempre entre ambos cuando a escondidas hacemos cosas indebidas en lugares menos favorables para hacerlo. Sí, Jungkook y yo mantenemos una relación un poco alocada, pero creo que eso nos ha beneficiado para mantener nuestra relación amorosa por el lado positivo.

Contadas son las veces en que discutimos, y las disculpas de ambas partes siempre terminan de buena manera y en un solo lugar: La cama.

Cuando termino de aplicarme el labial salgo de la habitación y voy hacia el vestíbulo, en donde tomo las llaves de la mesilla y salgo inmediatamente de allí. No puedo evitar sentirme nerviosa al saber lo que trama este chiquillo, Porque sí, a pesar de que tenga 26 años él siempre va a tener una mente de niño... o bueno de adolescente hormonal por decirlo así, aunque no puedo evitar confesar que me encanta esa parte de él. La parte inventora, traviesa, y sensual de él.

Subo a mi auto y enciendo el motor, cuando ya salgo del estacionamiento me siento un poco más tranquila y emocionada al saber que voy a descubrir lo qué está tramando y qué me está ocultando. Aprieto el volante y sonrío como una tonta recordando todas las veces en que en el colegio salíamos a escondidas y nos escapamos de clase, llegando incluso a lugares impensables para cualquier adolescente. Sí, tuvimos una amistad de amor entre amigos por dos años, sólo hasta que cumplimos 18 años que nos atrevimos a confesar que nos estábamos acostumbrando demasiado a la relación que llevábamos, nos hicimos novios y así nos terminamos casando a los 23 años.

Llevamos 3 años de matrimonio. Al pensar en ello observo los anillos en mi dedo, el de compromiso y el de matrimonio.

Al llegar a la empresa lo menos que pienso ver es un edificio con pocas luces encendidas, eso demuestra que ya todo el personal ha ido a su casa y que la empresa está más solitaria que de costumbre. Frunzo el ceño y estaciono el auto en donde lo puedo hacer, apago el motor y salgo de este para ponerle el seguro al auto y caminar hacia la entrada del edificio, allí me encuentro al guardia de seguridad, quien es el único que se encuentra cumpliendo su jornada laboral.

— Buenas noches, estoy buscando a JungKook. — le sonrío amable y él me sonríe devuelta.

— Ah~ por fin llegó... ese muchacho no me dejaba ir hasta que usted llegase. — ríe un poco y me entrega unas llaves.— por favor dígale que no me meta en problemas.

— ¿Esta bien, pero... a dónde se supone que está él? — el señor sonríe cansado. Quizás de las locuras de mi esposo.

— Allá. — su dedo apunta arriba y yo abro los ojos sorprendida y fastidiada. ¿Enserio Jungkook, la azotea?— por favor recuerde decirle que tenga cuidado con las cámaras.

— Lo haré, puede irse tranquilo. — le sonrío y él se va tranquilo hacia su pequeño auto.

Entro al edificio y cierro la puerta de cristal con llave. Camino hacia el Elevador y suspiro mirando el último botón del panel. Al cerrarse las puertas el elevador comienza a subir y yo me recuesto de la pared de atrás para ponerme cómoda en lo que va subiendo.

Jungkook se tomó muy enserio el papel de princesa en apuros.

Suspiro cuando por fin el elevador se detiene y me deja a la vista la escalera corta que da a la puerta de la azotea. Al salir la brisa da contra mi rostro y me siento un poco descubierta al sentir el frío rozar en mi cuerpo ya que traía una camisa de mangas cortas y de botones en el pecho, los cuales estaban descubiertos dejando ver el pequeño collar que Jungkook me regaló el año pasado.

Él está justamente parado en el borde de la azotea sosteniendo una botella de champagne y dos copas; las cuales comienza a llenar cuando me ve salir hacia él. Me sonríe coqueto sabiendo que estoy un poco intrigada de la situación que está creando en estos momentos, yo lo miro inquisidora cuando camina hacia nuestro encuentro y me entrega la copa medio llena.

— Hoy siendo sincero quiero comentarte que de verdad lamento mucho no ser como otro de los esposos que obsequian rosas y Chocolates al amor de sus vidas... pero quiero confesar que como otros idiotas he olvidado por completo que hoy es un día especial para ambos, pues se celebra el amor y la amistad. — aspira profundo y luego suspira fuerte mirando mis ojos. Ambos estamos muy cerca pero tenemos un espacio considerable para hablar y tomar de las copas.— Lamento no poder darte algo especial el día de hoy, algo que seguro esperabas y... me siento como un inútil. — dice decepcionado y yo niego cuando baja la mirada.

Pongo una mano en su mejilla para callar su mala descripción de sí mismo y lo miro con una sonrisa llena de dulzura. Jungkook a veces es demasiado tierno que provoca comérselo a besos.

— Shh~ Cállate que eso no es así, sabes muy bien lo mucho que te amo y que no estoy contigo porque me des regalos o porque me lleves a cenar, o porque salgamos a muchos lugares... — murmuro acercándome un poco más.— JungKook... Más allá de rosas y de chocolates sabes que lo que más deseo es tenerte a mi lado en cada momento especial, hoy en realidad es una fecha para celebrar el amor y la amistad y celebrarlo no quiere decir que tenga que tener obsequios de tu parte o tú tengas que tener obsequios de mi parte sabes que estamos juntos en todo momento y que eso es lo más importante...

Su sonrisa dulce me da más ternura y sus labios terminan por besar los míos de una vez por todas, sus brazos envuelven mi cintura y trato de no derramar la Champagne sobre ambos. Cuando nos separamos me toma de la mano y me lleva hasta la barandilla de la azotea, me recuesto sobre ésta y él se para detrás de mí mientras me abraza con un brazo y con el otro lleva la copa hasta la mía para chocarlas y luego tomar un trago de esta. Lo imito y sonrío relamiendo mis labios mientras veo los edificios de la ciudad, iluminando el cielo oscuro.

— Que buena excusa de ambos para justificar que olvidamos qué día es hoy. — murmura en mi oído y besa el final de mi mandíbula.

No lo evitamos. Ambos soltamos en carcajadas y me siento tan feliz con él que siento que no hay nada en el mundo que me dolería más que perderlo. En verdad siempre hemos sido él y yo, desde que nuestras familias nos dieron la espalda al casarnos muy jóvenes. Sin embargo no era porque estaba embarazada como ellos creían, simplemente nos amábamos y ya, pero eso era algo que ellos no entendían.

Así que solos él y yo decidimos salir adelante con lo poco que teníamos.

— ¿Recuerdas cuando comenzó todo? — le pregunto suavemente mientras su rostro está sobre mí hombro.

— Usabas una falda muy corta en la secundaria y mis hormonas estaban desatadas por la adolescencia. — murmura besando mi cuello y sonrío recordando.

— Sí. — digo riendo.— ese día discretamente me dijiste que te acompañara a buscar un libro en la biblioteca que tenías que estudiar para un examen...

— Y te desvié hacia la sala de profesores, que estaba vacía porque ellos estaban en una actividad... ah~ lo bueno de ser hijo del director del colegio. — murmura contra mi cuello y me hace jadear al morder mi piel sensible.

— Siempre has sido un aventurero... — digo con una risita traviesa.

— Tu me provocaste. — muerde nuevamente y suelto un jadeo.— recuerdo lo mojada que estabas cuando te toqué... tu también lo querías. — susurra y comienza a besar húmedo esa parte. Su mano en mi abdomen baja a mis caderas y me pega a su cuerpo hasta hacerme sentir su dureza.

— Eras mi mejor amigo... — susurro en un falso reproche. Muerdo mi labio inferior y puedo sentir su sonrisa en mi cuello.

— Eso lo hizo más excitante... todavía recuerdo como te quité la virginidad en ese sofá, que por suerte era negro y de cuero... — susurra ahora en mi oído y cierro los ojos cuando su lengua juega con el lóbulo donde está mi argolla.— A pesar de que era tu primera vez te quejaste porque querías más fuerte... masoquista. — me tilda en un susurro y yo suelto una risita. Me doy la vuelta como puedo y tomo sus labios entre los míos en un beso salvaje.

— Podríamos darnos un regalo de San Valentín. — le propongo y él me ve con curiosidad e intensidad. Me acerco a sus labios y murmuro.— Nunca lo hemos hecho en la azotea de un edificio. — él sonríe coqueto y atrapa mi labio inferior entre sus dientes.

— Claro que sí. Fue la segunda vez que lo hicimos, en la azotea del colegio. — me recuerda y sonrío. Claro que lo recuerdo, ese día me hizo sexo oral.

Suelto una risita.

— En un edificio más alto entonces Jungkook... — sonríe coqueto como respuesta.

— ¿Qué tal aquí? Recostada de este barandal... — susurra en mis labios y le vuelvo a sonreír con travesura.

— Antes que nada el vigilante dijo que tuvieses cuidado con las cámaras y que no lo metieses en problemas. — suelto una risita y él me apunta hacia una pared del lugar.

Suelto una carcajada al notar la cámara de seguridad cubierta por varios trozos de cinta adhesiva.

— Todo solucionado. — dice sobre mis labios y lo beso con deseo.

— Estás loco. — susurro sobre sus labios.

Jungkook no pierde tiempo y me da la vuelta cuando me quita la copa y pone ambas en un costado del suelo. Al volver a su posición lleva sus manos delante de mí cuerpo y desabrocha el botón de mi pantalón, saca la camisa de este y lo baja hasta mis muslos.

— Esto lo hace más interesante. — murmura en mi oído cuando su mano empuja mi espalda y me hace recostarme del barandal. Lleva su mano a mi abdomen y se recuesta sobre mí para masajear mi intimidad mojada.— mucho más interesante... — susurra sobre mí nuca luego de quitar mi cabello, besa esa parte y me hace gemir.

— JungKook hazlo ya... — le pido sin vergüenza y él suelta una risita en mi nuca. Sabe que odio cuando empieza a jugar con mi deseo.

Quita su mano de mi intimidad y siento como desabrocha ahora su pantalón. Su miembro lentamente es introducido en mi intimidad y me hace gemir un poco alto.

— Shh~ la cámara también graba sonido. — susurra en mi oído y yo suelto una maldición por lo bajo mientras me penetra profundamente.— Grosera. — se burla de mi y suelto un gruñido junto a un gemido.

— Hazlo más rápido. — le pido mientras aprieto la barandilla de metal. Siento su beso en mi cuello y luego como se separa para hacerlo más rápido.

Sin evitarlo suelto gemidos bajos y lo escucho reír suavemente.

— Me encanta verte sufrir así... — murmura y siento su mano ir a mi intimidad para masajearla nuevamente.

Ay no... Él sabe muy bien que haciendo eso me va a hacer venir más rápido.

— JungKook~ — suelto el último gemido y me vengo sobre su miembro.

— Ah~ eso se siente muy bien... — murmura bajando la velocidad de sus movimientos.— Pero yo aún no he terminado mi amor... — continúa volviendo a acelerar sus movimientos.

La sobre excitación es insoportable, siento como si me fuese a desmayar en este momento. JungKook parece más fuerte por lo mucho que tarda para llegar al límite, y cuando lo hace siento que me vuelvo a correr junto a él al sentir su semilla cálida llenar mi interior.

— Me encanta cuando te vuelves así de seductor amor. — le digo cuando sale lentamente de mi interior. Escucho su risita en un bufido y luego mi rostro es tomado de la barbilla por su mano tatuada, me besa y luego muerde mi labio inferior.

— Tu me haces ser desenfrenado desde que levanté tu falda y vi tus braguitas rojas. — susurra sobre mis labios. Sonrío enamorada de él y él me sonríe de la misma forma para dar un beso corto a mis labios.

— Te amo. — digo seria mirando sus ojos con sinceridad.

— Te amo. — responde de la misma manera y luego de eso ambos nos besamos de manera romántica.

Sencillamente en mi corazón solo está él, no puedo pedir más que siempre esté a mi lado cuando lo necesite.

『♥︎』

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