Rodeados
Al día siguiente me levante (con un dolor de piernas fatal) y me bañe junto con Taehyung, después de eso nos despedimos de los invitados y nos fuimos al apartamento.
Cuando llegamos nos acostamos en la cama rendidos por el viaje y nos bañamos de nuevo. Preparamos el desayuno los dos juntos y fue muy lindo. Porque mientras cocinábamos Tae estaba muy cariñoso conmigo.
Mientras estábamos viendo una película mi celular vibro y lo mire. Mi sonrisa y felicidad se esfumo cuando vi ese mensaje.
Mire a Taehyung que seguía viendo la película mientras luchaba por no dormirse.
Entre en un debate mental. ¿Qué debía hacer? Ya no podía seguir negando lo innegable. Admitía que Taehyung si me gustaba pero eso no es una excusa.
Volví a mirar a Taehyung y note que ya se había dormido.
Me pare de la cama y me fui corriendo a la habitación de invitados, cuando llegue me tire a la cama y comencé a pegarle a la almohada.
No lo podía evitar, cada que me encontraba en ese tipo de situaciones mi reacción es esa.
Después de calmarme comencé a llorar. Me sentía lo peor del mundo. ¿Cómo iba a traicionar a Taehyung si se ha portado tan bien conmigo? Me sentía tan mal. ¿Qué pensaría la hermana de Taehyung cuando vea que no solo traicione a Taehyung sino su confianza?
Llorando no iba a solucionar nada, esas eran las palabras que me repetía una y otra vez en la mente. Trate de calmarme y moje mi cara, la seque y salí de la habitación. Tenía que tomar una decisión lo más rápido posible.
Me devolví a la habitación de Taehyung y lo desperté tocando su hombro. Él me miró confundido. Tragué saliva y me motive a no quedarme mudo.
—Vámonos —hable con la voz temblorosa.
—Que. ¿Por qué? —me miro sin entender nada.
—Nos tenemos que ir —lo agarre de la mano y tire de él para que se levantara.
Él se levantó aun sin entender nada.
—¿Por qué nos tenemos que ir?
—Y-Yo... Hazme caso —lo volví a jalar del brazo.
Taehyung me tomo de los hombros y me miró fijamente.
—¿Estuviste llorando? —negué y tire de él.
—Tenemos que irnos —insistí con desesperación.
—No hasta que me digas el porqué.
Me desespere sin saber qué hacer.
¿Este era el momento de confesar todo?
—Y-Yo no soy Jungkook —vi como frunció su ceño con confusión y me quedo mirando—. O sea si soy Jungkook pero... pero no él Jungkook que conoces —vi como relajo su expresión y sonrió.
—Ya lo sabía —me tomo de la cintura y me beso en la frente.
—¿Ya sabias qué? —pregunté con confusión.
—Pues que trabajas como policía.
Que. Pude jurar que en ese momento me puse más pálido que el papel y retrocedí asustado.
—No te voy hacer nada —intento acercarse pero seguí retrocediendo.
—N-No... Quieto ahí —le hable como si fuera un perro.
Taehyung me ignoro y continuó acercándose.
—¡QUIETO! —grité.
Vi cómo me ignoro y me tomo de los brazos. Temblé y lo mire.
—No te voy hacer nada. No me importa que solo me hayas utilizado —en parte eso me tranquilizo pero aun teníamos que salir de aquí.
—Tenemos que irnos —suplique.
—¿A dónde? —preguntó sin entender.
—La-La policía estará aquí mañana —lo mire a los ojos para que entendiera la importancia del asunto.
—¿Estás seguro?
—Completamente —lo sacudí por los hombros y lo mire.
—Empaquemos —me jalo del brazo con prisa y del armario saco unas tres maletas donde comenzamos a empacar lo más importante (ropa y algunas cosas de valor).
Cuando terminamos salimos del apartamento pero dos patrullas nos impidieron que alcanzáramos el automóvil.
Inconscientemente tome su mano y me apegue a su cuerpo en busca de protección.
Taehyung me escondió detrás de su cuerpo y llevo su mano lentamente a un lado de su pantalón donde se escondía un arma.
Tome su mano antes de que la sacara. Si Taehyung la mostraba de seguro le dispararían y era lo que justamente no quería: que lo lastimaran.
A este paso sería más fácil entregarnos.
—Están rodeados, no hay nada que puedan hacer. Si elige entregarse a la justicia y negociar con nosotros podemos reducir su condena.
—Negociar un huevo —escuché como Taehyung refunfuño. Tome su mano y la apreté trasmitiéndolo todo mi cariño y apoyo. Sentí como su dedo le hizo una caricia a uno de mis dedos y sonreí.
—¿Qué vamos hacer? —pregunté con nerviosismo.
—No lo sé por no pienso ir a prisión —lo oí tan firme que me dio miedo de lo que iría a pasar.
—Perdóname —iba a preguntar porque pero me tomo de la mano y me puso al frente de él, sacó su arma y la apunto en un lado de mi cabeza.
Mi respiración comenzó acelerarse y me quede congelado sin saber qué hacer.
—T-Tae, ¿qué es lo qué vas hacer? —pregunté con la voz temblándome.
—Si te quedas quito todo saldrá bien — ¿Me iba a tomar como rehén?
Le seguí la corriente y mire como los oficiales se miraron con preocupación al ver cómo me tenía. Si algo me llegaba a pasar iban a tachar a los policías de Corea como incompetentes y eso era lo que no querían, a pesar de que la mayoría de mis jefes estaban comprados o se dejaban comprar por las mafias.
Pero sin que lo vea venir todo se volvió un desastre.
Alguien había llegado por atrás y le había disparado en una pierna a Taehyung, él cayó en el piso mientras dejaba escapar un grito de dolor, su arma voló lejos de sus manos. Estábamos acabados.
Rápidamente me agache a tratar de ayudarlo mientras sentía que todo era mi culpa, pero Han So hee, una compañera no me lo permitió y me arrastro hasta una ambulancia que ya estaba ahí por si algo salía mal en el operativo.
[CAPÍTULO CORREGIDO, AL IGUAL QUE LOS DOS ANTERIORES].
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