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Capítulo 46

Últimas confesiones

Scott

—Te juro que un día de estos nos vas a matar de un susto —le regaño, aunque el suspiro que suelto después de decirlo me hace perder demasiada credibilidad.

—Si no llego a aparecer a saber cómo habría acabado la cosa... —responde y solo por eso se lo voy a pasar. Odio que la cosa tomara ese rumbo y que papá saliera herido por culpa de esa loca, pero si no llega a aparecer a saber lo que nos habría pasado a nosotros.

—Estás viejo para estos trotes, ¿no lo entiendes? —insisto manteniendo mi postura de digno, solo hace un amago de risa que se transforma en tos seca junto con una mueca.

—Bueno, otra cicatriz a la colección —murmura. Gracias a Dios la cosa solo se ha quedado en una operación sin demasiada complejidad y en cuanto llegamos pudieron detener la hemorragia y se lo llevaron para extraerle la bala. Y menos mal que estaba Liam por aquí, a pesar de todo lo que ha pasado ha estado para darme ánimos mientras únicamente podíamos esperar. No se lo he dicho nunca, pero lo veo como un hermano mayor, como Asher. Y ahora los tengo a todos en mi contra — ¿dónde están? —pregunta y no hace falta que me aclare a quién se refiere.

—Liam ha salido cuando ha llegado su madre para contarle lo que ha pasado y básicamente calmarla y Asher y Eira les estaban contando a la patrulla que se encarga del caso lo sucedido —le explico, a mí ya me habían tomado declaración mientras papá se recuperaba de la anestesia así que por suerte no voy a tener que moverme de aquí —supongo que después vendrán y harán lo mismo contigo —asiente con gesto más solemne.

—Me gustaría que les avisaras, tengo que aclararles todo... Que sepan por qué han pasado así las cosas —por un momento he pensado que se refería a los policías, aunque ya veo que no.

—Ni de coña, tienes que descansar —me levanto de la silla donde estaba sentado y me frunce el ceño —me da igual cómo me mires.

—Después de todo lo que ha pasado, hay detalles que aclarar, quiero recuperar a mis hijos —odio cuando me mira así, la vena paternal le sale muy rápido cuando quiere y ¿quién soy yo para negarse a los deseos de un viejo convaleciente?

—Puedo contárselo yo...

—No —suena tajante —esto tengo que hacerlo yo —me hace un gesto para que lo ayude cuando se incorpora un poco y le ayudo a ahuecar la almohada para que esté más cómodo.

—Como quieras, ya es hora de que acabemos con esto —concedo y solo asiente siguiéndome con la mirada hasta que salgo de la habitación.

Este viejo testarudo me va a dar un susto cualquier día de estos.

El pasillo está vacío y me lleva un poco dar con señales de los chicos, que cuando me notan aparecer se callan para verme. No hay ese rencor en sus miradas, pero no hay que ser un genio para saber que les ha dolido mi pequeña gran traición. No les voy a culpar, aunque era por el bien común.

— ¿Cómo está? —miro a mi hermana. Se me hace raro referirme a ella de esa forma, de cierta manera es algo agradable, aunque los ánimos no están muy bien.

—Bien, ya se ha despertado y quiere veros... Hay cosas que aclarar y el muy cabezota insiste en hacerlo ahora —les explico y por un momento se miran entre ellos.

Soy el primero que también hace eso de mirar a la gente con la que tiene confianza cuando estamos en según que situaciones, pero hay veces que ese gesto se me hace muy tedioso.

— ¿Cómo estás, cariño? —no había reparado en la presencia de Clare hasta ahora, que se me acerca y me estrecha entre sus brazos en un abrazo de estos de osos amorosos.

—Ahora mejor, pero cuando veníamos de camino y no dejaba de sangrar estaba cagado —normalmente no es muy fan de los tacos ni palabras malsonantes, pero supongo que ahora mismo nos pasará cualquier cosa después del día que llevamos.

—Por suerte todo ha acabado y vosotros estáis bien —me sonríe cuando se separa y mira a los demás —ya os lo he dicho, como me volváis a dar un susto de estos os mato, ¿entendido? —se gira y me mira por lo que doy por hecho que me incluye en la regañina, solo asentimos y se relaja notablemente —id a verlo, anda —nos deja y parece que es la señal que todos esperan para levantarse y pasar junto a mí en dirección a la habitación de papá, no me queda de otra que seguirlos después de sonreírle ligeramente a Clare a modo de despedida.

Una vez que estamos todos dentro, mi padre me indica que cierre y lo hago antes de acercarme hasta la camilla, la silla donde estaba ahora la ocupa Eira, Asher está a su lado de pie, Liam a los pies de la cama con las manos apoyadas en esta por lo que queda algo encorvado y yo al otro lado de donde los dos primeros.

— ¿Se puede saber en qué pensabas? —todo amabilidad mi hermano.

—Yo también me alegro de verte, Asher —responde papá antes de acomodarse hasta apoyar la espalda en la almohada doblada para vernos algo mejor — ¿estáis todos bien?

—Gracias a ti sí –creo que hace un amago de sonrisa, aunque se queda en una mueca. Pese a eso, Gerard le devuelve el gesto.

—Menos mal... Cuando me enteré de que estaba aquí me temí lo peor y creía que no iba a llegar a tiempo... —comienza y se pasa una mano por su pelo canoso.

—Que llegaras con el agujero en la pierna ha sido el auténtico milagro —le sonríe a Liam y luego solo suspira.

—Lo bueno es que esto ya ha acabado y solo tenemos que aclarar algunas cosas... —los mira principalmente a ellos.

— ¿Por qué me secuestrasteis? —siempre me ha gustado que sea tan directa cuando quiere algo.

—Si empiezo directamente por ahí no vamos a aclarar mucho...

—Hay bastante historia antes —intervengo yo y me gano una mirada silenciosa de su parte. Vale, hay resentimiento.

—Pues empieza por donde veas necesario, pero empieza de una vez.

—Supongo que algo de esta historia tendréis que saber...

—Clare nos puso al día sobre algunas cosas.

— ¿Os dijo lo del accidente? —voy a dar por hecho que se refiere a ese donde murió el hermano que no sabía que tenía.

—Sí, y que desde ahí las cosas fueron a peor.

—Nunca superó a John, su muerte fue muy inesperada y éramos solo unos críos... Fue su primer amor, no la culpo, pero su obsesión por él a partir de ese momento fue demasiada...

— ¿A qué te refieres?

—Después del tiempo de duelo, de llorarle y eso... Bueno, todos intentamos no estancarnos en aquello, pero a ella le fue muy difícil asumir que no iba a volver... Había días en los que me culpaba de lo que pasó, otros que simplemente afirmaba que volvería o que era imposible que aquello le hubiera pasado, que era un buen niño y los buenos niños no se van al cielo antes de tiempo... —carraspea algo incómodo y yo solo muevo un poco los hombros.

Papá me contó la mayoría de la historia, aunque no llegó a entrar en detalles sobre que tenía un hermano o que Mónica se acabó obsesionando. Viendo cómo está la cosa, me ha contado una versión bastante más light de la historia, supongo que para comenzar no era necesario saber los aspectos más truculentos de nuestro pasado familiar.

— ¿Se volvió loca? —Eira alza ambas cejas con incredulidad y me mira por un momento, imagino por lo que lo pregunta.

—No soy quién para valorar el estado mental de alguien, pero sí, muy bien no se quedó después de todo. Al principio intentamos entenderla, aunque a mí me molestó especialmente su actitud... Había perdido a mi hermano, mi otra mitad, no quería animar a otra persona por eso —niega con la cabeza.

Pensar en eso se me hace duro. No hace mucho que llegó a mi vida, pero mi otra mitad es esa chica de pelo negro que mira a nuestro padre con expectación, no me imagino lo doloroso que tiene que ser perder a alguien así.

—Y te siguió culpando por lo que pasó, ¿no? —no parece muy sorprendida al decirlo.

—Durante bastante tiempo solo me ignoraba, como si le doliera verme por los recuerdos, así que me apoyé en Tammy durante ese tiempo y en Clare, por aquel entonces estábamos muy unidos y bueno, luego sí empezó a echar cosas en cara y la cosa se volvió bastante insoportable con el paso del tiempo... Richard intentó hacerla entrar en razón y creo que era el que más sufría con la situación porque estaba bastante pillado por ella desde el principio, aunque nunca llegó a hacerle demasiado caso —hace una mueca cuando intenta doblar un poco un brazo y se clava la aguja que le conecta con la bolsa de suero y los analgésicos.

—Solo cambió de opinión cuando ayudó a mi madre conmigo, ¿no? —sí, Mónica se puso celosa cuando Richard ayudó a su madre cuando le tuvo y se quedó desamparada.

—Sí, yo intenté ayudarla, pero la situación no estaba muy bien en casa como para meter a dos personas más, así que el hecho de que Richard se ofreciera es algo por lo que le voy a estar agradecido toda la vida —asegura mientras le mira —para cuando tú naciste la cosa era tan inaguantable que Tammy y yo estuvimos a punto de dejarlo por ella... —definitivamente, esa mujer es el mismísimo demonio, no sé cómo Eira pudo estar con ella tanto tiempo.

— ¿Qué pasó después? —pregunta esta.

—Las cosas por parte de Clare las sabéis, y bueno, Mónica se distrajo durante un tiempo de nosotros porque estaba más centrada en hacer que Richard volviera a ir detrás de ella.

— ¿Y lo hizo?

—Casi sin dudarlo.

— ¿Qué pasó la noche que nacimos?

—Después de un embarazo la mar de tormentoso para nosotros gracias a ella y bueno, lo que os dije sobre que intentó tirarla por las escaleras del porche tras una pelea... —veo como Asher aprieta los puños y tensa un poco los hombros. Si yo tengo instinto protector, lo suyo es otro nivel —volvió con las acusaciones... Pasaron a ser todavía peores, no solo que yo le maté o que yo lo planee todo, sino que yo era John y que ahora estaba ignorándola para estar con su hermana...

¿Quién en su sano juicio haría esa acusación? Me está sentando igual de mal escuchar la versión completa de la historia que cuando me la contó por primera vez en modo resumen.

— ¿De verdad te acusó de eso? —no sé cuál de los tres parece más sorprendido. Por un momento me veo obligado a asentir cuando me miran sin creérselo del todo, aunque no es que yo sepa mucho más al respecto.

—Más de una vez... Le dije a Tammy que lo mejor sería llevarla a un lugar donde pudieran ayudarla, pero no quería internarla en ningún sitio porque le seguía teniendo aprecio, pensaba que el nacimiento de los mellizos le haría cambiar o algo —cruzo la mirada con Eira por un momento y veo la pregunta en sus ojos.

— ¿Por qué con nosotros y no con él? —me centro más en papá cuando vuelve a carraspear ganando algo de tiempo para responder. Parece incluso nervioso.

—No me corresponde a mí contar esa parte de la historia... —le dedica una mirada a Liam, que parece todavía más confuso que nosotros. Miro a papá y este evita el contacto visual conmigo. Siento que todavía quedan cosas que no me ha contado, ni a mí, ni a ninguno de nosotros —...pero la cosa no cambió demasiado cuando Asher nació... aunque tenía la esperanza de que al ser mellizos, como John y yo, pues... bueno, de cierta forma pudiera cerrar ese ciclo o algo así. Realmente todo lo veía como una excusa para mantenerla cerca, a pesar de todo lo que estaba haciendo —acaba respondiendo.

— ¿Llegamos ya a la parte en la que nos cuentas lo que pasó esa noche? —Liam, tan impaciente como siempre.

—Te dejamos en casa de Clare después de que vuestra madre se pusiera de parto —comienza de nuevo tras un suspiro —la llevé todo lo rápido que pude al hospital y una vez que llegamos la atendieron al momento. Por lo visto habíais estado más tiempo de la cuenta con la bolsa rota, así que todo fue bastante rápido desde ese momento... —se vuelve a acomodar haciendo otra mueca, aunque sé de sobra que no se permite quejarse —el parto duró una eternidad. Llamé a los demás para que estuvieran al tanto y no pude hacer mucho más, excepto esperar y esperar...

— ¿La llamaste a ella?

— ¿A Mónica? —asiente ante la pregunta de Eira —era su hermana y en parte pensé que si esto hacía que cambiara, todo podría volver a la normalidad y que si no era así, al menos serviría para abrirle los ojos a vuestra madre. Insistí unas cuantas veces, pero no contestó así que le dejé un mensaje —niega con la cabeza bajando un poco la vista —después de que me informara el doctor de que ya estabais por el mundo, me dejaron entrar a verla y, joder, erais perfectos —veo que sonríe y vuelvo a ver a mi hermana, la noto algo tensa —Tammy estaba bastante cansada así que después de poder veros me aconsejaron que la dejara descansar y me dijeron que podía volver a casa para recuperarme después de tantas horas allí metido, aunque no era una opción...

— ¿Qué pasó?

—La dejé tranquila mientras vosotros dormíais y fui a la cafetería a por el quinto café de la noche, creo. Volvía por el pasillo cuando vi que la puerta estaba abierta... Pensaba que sería el médico o incluso la comadrona que la atendió.

— ¿Mary Williams? —vuelve a preguntar esta. ¿De dónde sabe ella eso?

— ¿La conoces?

—Es una larga historia —hace un gesto para restarle importancia —continúa, por favor.

—Pues eso, vi la puerta abierta, pero me dio un mal presentimiento. Me acerqué y al asomarme vi a Mónica junto a la camilla de su hermana. Entré de golpe y se sobresaltó...

— ¿No pensaste que pudo ir a visitarla?

—Erick y Bonnie estaban en la sala de espera y se supone que Richard estaba de camino. Si vienes de visita lo normal es que busques a alguien que conoces para preguntar, no que te encierres en la habitación donde la ingresada está dormida después de horas de parto —responde como si fuera evidente.

— ¿Qué hizo?

—Le inyectó algo... Aunque no fui consciente hasta que dos minutos después, mientras seguía discutiendo con ella para echarla, el aparato este emitió un pitido largo y continuo... Se acababa de ir y supongo que vosotros lo notasteis, porque empezasteis a llorar.

— ¿No llamaste a nadie? —reconozco esa cara de horror. Fue la misma que puse yo.

—Intenté reanimarla, ver si esa cosa estaba rota o algo, no lo sé, me agobié y para cuando iba a buscar a alguien te sostuvo en brazos mientras te retorcías llorando —la mira y ella solo traga saliva de forma algo notoria, quizás por la presión de que la miremos todos —amenazó con hacerte lo mismo si alertaba a alguien así que solo pude quedarme quieto.

— ¿Y dejaste que me llevara consigo? —casi parece que le divierte, aunque es una diversión amarga, obviamente.

—No, por Dios, no... —se mueve un poco para acercarse a ella y lo sostengo del brazo.

—Quédate quieto antes de que te hagas daño —le advierto y se detiene.

—Intenté hacerla entrar en razón, decirle que ya había ganado, que tenía lo que siempre había querido, aunque no sé exactamente lo que le pasaría por la cabeza... Quizás fuera la presión de tener que actuar rápido, pero me volvió a acusar de ser John, de que todo lo ocurrido era culpa mía y yo no estaba para eso, acababa de ver morir a mi esposa, mis hijos estaban llorando y la loca de su tía estaba cada día más ida... Le dije que te dejara, que si lo que quería era irse no se lo impediría, no diría nada, pero solo tenía que dejarte.

—Se negó.

—Empezó a decir que ella no quería matarla, que lo hizo por culpa mía, que os quería alejar de mí y me dijo que se iba a llevar a los hijos de su hermana lo más lejos posible. Es más que evidente que no iba a pasar por eso, pero sacó otra jeringuilla y te la clavó en un brazo, aunque no la inyectó, no sé qué era, pero no quería comprobarlo... —se moja los labios pasando la lengua por estos —... Luego me amenazó con inculparme de eso...

—Accediste... —parece dolida.

—Todo el mundo sabía que nuestra relación no era buena y que quería mandarla lo más lejos posible para alejarla de nosotros... Supongo que si te hacía algo nadie pensaría que yo era responsable de eso, ni de lo de Tammy, pero amenazó con saltar por la ventana y estando así la escena no quería que Scott se quedara solo... Ni Asher... ni que se tirara de un tercer piso contigo en brazos... —el aludido mantiene una expresión bastante seria con eso antes de fruncir el ceño.

—No lo entiendo.

—Se alinearon una serie de cosas que me iban a inculpar y sé que no es excusa, pero si tengo que volver a elegir entre dejar solos a dos de mis hijos con tal de intentar inútilmente salvar a otro volvería a elegir lo mismo que elegí esa noche...

—Pero... —comienza esta.

—Es muy fácil opinar cuando no eres tú el que está pasando por esa situación —la interrumpe y noto que me mira —accedí a que te llevara con tal de que se fuera y no os hiciera a nada... Me prometió vuestra seguridad, la tuya, si la dejaba irse.

— ¡Me dejaste con una asesina! —protesta.

—Sabía que no te haría nada...

— ¡¿Cómo mierdas podías estar seguro de eso?!

—Porque la vi irse en el coche de Richard... —eso parece que la descoloca.

— ¿Él lo sabía desde el principio?

—No sé qué le diría, pero siempre había tratado a Tammy como una hermana, así que sabía de sobra que te iba a cuidar como si fueras su hija... Cosa que hizo y me confirmó las veces que contacté con él.

— ¿Nunca pensaste en ir a por mí?

—Cada día... Pero después de tener que lidiar con la muerte de Tamara, cuidar a un recién nacido y a un niño que preguntaba todos los días por su madre, no pude hacer otra cosa... —ve las intenciones de Asher de hablar, así que sigue —... No lo sobrellevé de la mejor forma, lo sé, lo reconozco y pido perdón por cómo me porté todo ese tiempo... No fui un padre, me encerré en mí mismo y no pude salir del agujero en el que yo mismo me metí —lo mira a él —te hice crecer antes de tiempo, lo siento...

Eira parpadea varias veces y niega un poco con la cabeza como si estuviera encajando cosas.

— ¿Qué dijiste cuándo se fue?

—Mónica lo tenía todo atado, solo faltaba que yo dijera que sí... No salió como quería, pero al menos se llevó a uno de los bebés. El caso es que el doctor Sullivan apareció no mucho después y vio la escena mientras yo no sabía si llorar, romper algo o tirarme por la ventana porque todo era demasiado... Vi que le tomó el pulso a Tammy aunque creo que sabía de sobra que ya estaba todo perdido, me puso la mano en el hombro y me dijo que hice un sacrificio muy grande, pero que al menos aún me quedaba algo de ella —me mira y me tenso un poco cuando los otros hacen lo mismo —me informó de que no sufrió y la cubrió antes de que me acercara a ella y la abrazara llorando —no se va a permitir llorar, pero la voz le tambalea en algunas partes –me dijo que tenía la opción de denunciarla para que intentaran detenerla antes de que fuera demasiado tarde para ti, aunque no sé qué pensaría después de que le pusiera al corriente de mis especulaciones sobre su salud mental, porque me ofreció la opción de quedarme con Scott y hacer como que nada había pasado.

— ¿Qué mierdas de médico es ese? —tuve la misma reacción, Liam.

—El mismo que me trató como a su hijo mientras me recuperaba del accidente de coche que acabó con mi hermano... Sabía que por Tammy no se podía hacer nada y bueno, todo podía complicarse si empezaban a difundir la fotografía de Mónica por ahí y me recomendó esperar por si ella misma se daba por vencida al ver dónde se había metido al llevarte consigo. Nos conocía a todos desde que nacimos y supongo que en esos momentos de flaqueza me dejé aconsejar por el médico que, en teoría, sabía más cosas sobre la situación, así que acabé renunciando a mi hija para poder criar a mis hijos... O bueno, al menos intentarlo —concluye y nos quedamos todos callados.

—Sé que no soluciona nada, pero fue mala suerte, podía haberme llevado a mí... —intervengo al ver cómo se queda callada, con la vista casi en el suelo, intuyo que piensa algo.

— ¿Cuándo le contaste esto? —me señala.

—Cuando cumplisteis 18, quería ir a por ti ahora que sabía que podías venir conmigo sin que lo impidiera... Contacté con Richard en más de una ocasión, aunque siempre me daba respuestas vagas... Logré localizarla y empecé a llamarla más de una vez, le pedí y le rogué que acabara todo. Te había perdido por 18 años, merecía recuperarte y tú merecías volver a casa —cuando estira la mano hacia ella esta la retira.

— ¿Por qué no le dijiste nada de John? —eso sí me interesa más.

—Esperaba no tener que sacar todo eso a la luz — suspira con pesadez y hastío —no es algo agradable y la historia ya es lo suficientemente macabra de por sí como para seguir echando leña al fuego. Le conté lo necesario para que supiera cómo estaba la situación, ponerle en sobre aviso y que pudiera ayudarme si se daba el caso —tras decir esto último mira en mi dirección durante unos segundos.

Al menos es un consuelo saber que lo hizo por eso. Aunque fuera el primero en saberlo todo, me seguía sintiendo un poco al margen por ser el último en enterarme de lo relacionado con el tío John.

— ¿Quién es J. Travi? —pregunta ahora y se gana que la miremos todos.

— ¿De dónde sacas eso?

— ¿Quién es? —insiste.

—John estaba bastante obsesionado cuando era pequeño con un actor del momento... Mónica empezó a llamarle Travi por hacer la gracia y se quedó con ese apodo... ¿Cómo lo sabes?

—Una vez vi que la llamaba alguien con ese nombre... —explica y miro a papá, sonríe con pena.

—Supongo que era yo, me tenía agregado como lo hubiera hecho con él —deduce haciendo lo que parece un amago por alzarse de hombros.

—Seguimos sin saber lo importante de todo esto... —Asher encamina de nuevo la conversación.

—El secuestro —digo y realmente es algo complicado y delicado a partes iguales.

— ¿Por qué? —pregunta la afectada y oscila la vista entre ambos.

—Después de intentar seguirle la pista durante tantos años, logré descubrir exactamente dónde estabais viviendo y traté, por todos los medios, de comunicarme contigo de alguna manera para arreglar algo de esto. Pensé que Richard estaría más por la labor, aunque conforme iban pasando los años me llamaba menos y tenía menos actualizaciones sobre tu vida. Pasaron de ser mensuales a anuales y solo si insistía demasiado... el caso es que tirando de artefactos de la policía y efectivos me empecé a mover para recabar información sobre vuestra vida y pensar en algo que sirviera como excusa para hacer que me creyeras y para contarles a los chicos lo que pasaba —se fija en Asher, que sigue manteniendo una expresión bastante seria —contigo nunca he tenido una relación demasiado buena después de lo que pasó así que sabía de sobra que esto lo verías como un intento absurdo por recuperar algo que nunca existió o como un claro indicio de demencia así que recurrí a Scott —sobran explicaciones al respecto sobre este punto —decidí mandarte el regalo antes de contarle nada aunque sabía de sobra la reacción de Mónica en cuanto lo viera así que sabía que tenía que empezar a mover hilos para intentar recuperarte antes de que eso fuera misión imposible.

—Espera, ¿efectivos? — pregunta Liam antes de incorporarse un poco y cruzar los brazos sobre su pecho.

—Nunca llegaste a estar del todo sola desde hace unos...10 años —asegura y la confusión en lo único que distingo en Eira.

— ¿A qué te refieres?

— ¿Te acuerdas de Lily? —pregunta y ahora su expresión es de sorpresa pura.

— ¿Sabía todo esto?

—No te ayudó a escapar de allí solo porque le cayeras bien. Después de que dejara de recibir demasiadas noticias sobre ti, decidí mandar un equipo infiltrado de gente para que se presentaran como parte del servicio. Fueron ingresando en la plantilla progresivamente y gracias a ellos pude saber más cosas sobre ti durante un tiempo, por eso, cuando la cosa se empezó a torcer, les dije que te sacaran de allí en cuanto vieran que corrías peligro, cuando le pediste ayuda, ella reunió al equipo para que pudieras irte y solo era cuestión de tiempo que llegaras hasta aquí.

— ¿Sabías que vendría?

—Lo supuse...aunque creí que sería por otro motivo...imaginé que Mónica te habría contado cosas, así que desconocía si venías con buenas o malas intenciones.

—Tenías a un equipo secreto en casa, ¿y no sabías si venía en plan amiga o enemiga? —por la postura que toma sé que eso se le hace poco creíble.

—18 años dan para un buen lavado de cabeza, ¿no crees? —ladea la cabeza cuando la ve con algo que quiero pensar que es comprensión o algo de dolor, no lo sé muy bien.

—Nunca supe nada de vosotros.

—Ahora lo sé, pero antes no y solo sabía que la supuesta hija de Mónica venía para el pueblo pudiendo tener en la cabeza que yo fui el asesino de su verdadera madre. No quería arriesgarme con eso, te quería recuperar, pero sin perder todo lo que tenía por el camino —ahora mismo podría ponerme a reflexionar sobre todo esto. Tener en cuenta todo lo que sabemos, ahora que la cosa está medio aclarada, y hacer un intento por entender todos los puntos de vista, pero lo que mejor resume la situación y mi punto de vista es: "vaya mierda de vida tenemos".

— ¿Qué creías que podía hacer una cría de 18 sola? —hace ya un rato que mantiene este mismo tono hostil.

—Tratándose de ella, me esperaba cualquier cosa... no digo que vinieras como una asesina a sueldo, pero podían ser tantas cosas y a la vez ninguna que necesitaba aclararlo todo antes de que se me fuera la cabeza con tanta teoría —empieza a toser y se lleva una mano a la boca, me acerco un poco para ayudarlo a que se reincorpore, pero me frena haciendo un gesto con la otra mano. Parece que el ataque de tos inoportuna se calma un poco y me mira por un momento, luego yo dedico una mirada a los otros tres, supongo que me toca seguir a mí, total, esta parte me la sé del derecho y del revés.

—Después de un tiempo, supo que te habías empezado a juntar con Asher, cosa que solo lo hacía todo más sospechoso, así que trató de ver la forma de acercarse a alguno de los dos, aunque obviamente no es que fuera algo fácil por ninguna de las dos partes —les empiezo a explicar —en este punto es en el que me cuenta que estabas en el pueblo y que te estabas ocultando de todos, otra cosa sospechosa, así que le hice esperar un poco para ver cómo se desenvolvía el asunto. Llegamos a la conclusión de que teníais una relación, que Asher parecía no saber nada del tema, lo que nos calmó bastante a ambos —sigo y es Eira la que parece que me presta más atención. Literalmente, creo que intenta ver si le miento con esto también —por cosas del destino, te fuiste un día. Supimos que no era algo normal por lo apurada que estabas y la forma en la que te movías...por no hablar del cambio de aspecto... —al decir eso, creo que casi de forma inconsciente, se lleva una mano a un mechón suelto de su cabello, jugueteando un poco con este —en el momento en el que te vi salir del hotel con pinta de no saber a dónde ir avisé a papá y de forma bastante atropellada decidimos hacer eso.

— ¿La mejor opción era secuestrarme, en serio? — suelta el mechón y se cruza de brazos con una actitud más recelosa.

—Si piensas que alguien viene en contra tuya y ves que después de un tiempo se marcha de un día para otro, ¿no pensarías que tus sospechas son ciertas? —lo digo de la forma más suave que soy capaz, tampoco quiero irritarla más.

—Por no hablar de que después de tantos meses, Mónica no se había presentado aquí —añade papá y asiento con la cabeza en su dirección para darle la razón.

—Una desconocida llega al pueblo, teniendo el pasado que tenemos, la principal responsable no da señales de vida y de un día para otro quieres irte, ¿casualidad? —no me mires de esa forma, hermanita. Sé que esto es una mierda, pero nosotros no estamos criticando lo que hiciste tú.

—Ignorando los motivos, que no solo juzgamos eso, me sigue chocando mucho que eso fuera la única opción que se os pasara por la cabeza —ataca ahora Liam, ya llevaba demasiado callado.

—No, puede que no fuera lo mejor, pero fue lo único que se nos ocurrió con las prisas. La idea era intentar hablar contigo, quizás, hacer que nos confesaras los motivos por los que estabas aquí y contarte la verdad si se daba el caso... —me gano una muy mala mirada por parte de estos al decirlo.

— ¿Creer al que me secuestró?, claro, es lo que hacen en las películas... —pone los ojos en blanco y junta las palmas de las manos, como queriendo hacer un gesto para que nos centráramos — ¿qué pasó luego?

—Era evidente que no podíamos llevarte a la cabaña, teníamos la duda de si Asher te buscaría y no es que quedaran demasiados sitios, así que acondicionamos todo lo que pudimos aquel almacén de las viejas fábricas porque era imposible que nadie te encontrara allí —añado y no exagero cuando digo que parpadean a la vez dos veces tratando de asimilar cosas.

—No te iba a pasar nada y solo necesitábamos algo de ayuda para que nos contaras la verdad —sigue papá y puedo ver cierta sombra en la mirada de los chicos.

—Nada mejor que drogar a una persona —escupe Asher y no precisamente con una buena mirada.

—Solo para que no viera el secuestro como una cosa tan...horrible, con lo que le dimos lo vería como un mal sueño.

— ¿Qué mierdas le estabais dando? —vuelve a hablar este.

Yo solo puedo fijarme en Eira. Va cambiando la vista para posarla en la persona que habla, aunque está callada de más, estamos entrando en terreno delicado y prefiere no pronunciarse.

—Escopolamina.

—La madre que os parió... — Liam baja la cabeza y cuando vuelve a levantarla tiene una sonrisa amarga en el rostro — ¿de verdad?

— ¿Qué es eso? —pregunta la afectada en todo esto y algo me dice que, por su tono, se ha arrepentido de preguntar casi al momento.

—Lo que les echan a las tías en las bebidas de las discotecas. Ya sabes, alucinaciones, sumisión química, pérdida de la voluntad... —cuando se pone a decir los síntomas solo nos mira a nosotros, con reproche. No lo culpo.

—Lo único que hizo fue mantenerte dormida la mayoría del tiempo mientras te preguntábamos cosas... no llegamos a nada claro, pero nunca te pasó nada —aseguro y Gerard suspira.

—Escucha. No sabes lo que me arrepiento de haber llegado a eso, pero imagina hasta donde sabía que podían llegar las cosas con esa mujer como para estar dispuesto a retener a mi hija por no saber lo que podría tener en mente.

—Me escapé... —sigue diciendo esta, ignorando lo anterior. Veo que ha tomado la mano de Asher en algún momento, aunque no sabría decir cuándo.

—Fue el mismo día que te encontraron...había tormenta y no pude llegar a tiempo para darte la siguiente dosis, así que para cuando el atasco y las calles me lo permitieron, ya no estabas. Llamé a papá y haciendo el tiempo que hacía, corrías riesgo de perderte y pillar hipotermia a la mínima, así que nos dimos prisa, por suerte, sabíamos que era prácticamente imposible que llegaras muy lejos y no solo por tu estado... —se le ha suavizado un poco la mirada, no sé si porque nos cree o porque está al borde de echarse a llorar.

—Te encontré no muy lejos, te levanté y avisé a Scott para que me ayudara. Te subimos al coche después de asegurarnos de que estabas bien y vimos que solo tenías algunos rasguños y el golpe de la cabeza... los chicos habían salido de caza, aunque algo me dice que salieron para ver si te encontraban. Solían moverse por la misma zona, así que aprovechando el día que hacía, te dejamos cerca del lugar donde estarían y el resto ya lo conoces —finaliza por mí.

Odio saber que tengo razón y que aunque hemos pasado poco tiempo juntos, la conozco lo suficientemente bien como para saber que descubrir toda la verdad solo le ha formado un nudo en la garganta junto con unas ganas enormes de llorar.

Odio saber que después de todo, ella solo venía para resolver este asunto que empezó años atrás, una generación antes y contra lo que nada pudimos hacer.

Odio saber que por culpa de nuestras acciones no he recuperado del todo a mi hermana y es muy probable que me cueste un mundo poder ganarme su confianza de nuevo, junto con la de Asher y Liam.

Odio saber que, pese a todos nuestros esfuerzos por detener a Mónica antes de que todo fuera demasiado tarde, nada nos va a devolver a mamá, al tío John o a Bonnie. Nada puede hacer que ellos vuelvan a estar con nosotros.

Odio saber que todo esto se podría haber evitado si no hubieran hecho esa maldita apuesta aquel día hace treinta años.

Odio saber que todo esto siempre ha ido más allá de nosotros.

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