Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 39

Vista atrás

—Desde ya os digo que no.

—Pero...

—Liam, cállate, no.

—Pero...

—Asher, no empieces tú también.

—Pero...

—Eira... —entrecierra los ojos en mi dirección y juraría que está a nada de darnos un bofetón como el que le dio a Liam al abrir la puerta.

—Clare, te agradecemos la preocupación, pero sabes que es lo mejor.

—Lo mejor es que estéis lo más lejos posible de esos animales —se cruza de brazos y por su expresión me parece que no va a cambiar de opinión. Cruzo una mirada con Asher y este solo alza un poco los hombros.

—Como quieras... ¿Podemos seguir con lo importante?

—Sí, me gustaría saber de qué va todo esto antes de que nos rebanen el cuello.

— ¡Liam! —se queja su madre y este solo sonríe con fingida inocencia.

—Clare —la llama Asher y la mujer suspira. No sé qué habrá hecho estas dos horas, pero ha vuelto con aspecto de haberse ido a Afganistán.

—Vale, ¿por dónde íbamos?

—El accidente, los estaban operando, pero John murió en el acto —le recuerdo y hace un ligero asentimiento con la cabeza como si ordenara las ideas.

—Y que después de eso las cosas se pusieron feas.

—Cierto —confirmo.

—Vale, lo voy a explicar de forma bastante esquemática para poneros en situación, ¿sí? —asentimos todos —ya os dije que éramos ocho en el grupo, ¿no? —volvemos a asentir —genial, pues bien, resulta que los hermanos estaban detrás de las hermanas...

—Define "detrás" —para el que no lo sepa, el que hace los comentarios irrelevantes es Liam.

—Detrás, que querían tema, que les gustaban, amor y todo eso —explica, aunque creo que todos sabemos a lo que se refería.

Sí, todos lo sabemos.

—Vale, y supongo que John iría detrás de Mónica y Gerard de Tamara, ¿no? —la respuesta normal en estos casos, viendo cómo están las cosas, hubiera sido un "sí" pero claro, las cosas no pueden ser fáciles ni una puñetera vez.

—No exactamente.

— ¿Era el revés?

—Tampoco.

— ¿Entonces? —la cara de confusión que debemos tener los tres tiene que ser digna de enmarcar.

—La verdad es que la cosa iba y venía un poco...

—Mamá, me estoy empezando a cansar de tanta respuesta ambigua —gracias, Liam, lo primero serio que dices en todo este rato.

—A ver... —los álbumes de fotos seguían por aquí desperdigados. Se pone a rebuscar entre ellos sacando una foto que nos muestra —ellos son...

—John y Gerard de pequeños —la interrumpo y Asher me mira con cara de "¿algo que contar?" —intuición —me justifico mientras Clare asiente.

— ¿Quién es quién? —pregunta mi hermano cuando toma la foto entre sus dedos y la mira con cierto detenimiento.

—Ese es el punto, cualquiera diría que son gemelos más que mellizos —tanto Liam como yo nos pegamos a Asher para mirar la foto y confirmar que sí, los dos niños sonrientes de la foto son idénticos, se les mire por dónde se les mire.

— ¿No se supone que los mellizos no se parecen? O sea, vale que se den un aire, pero es que parecen dos fotocopias —le devuelve la foto y ella asiente.

—En la mayoría de los casos solo se dan un aire o se parecen a grandes rasgos, luego están los casos de las fotocopias, como bien has dicho, o de los que no se parecen tanto como Eira y Scott.

— ¿No nos parecemos? —pregunto y miro a los tres.

—Bueno...

—Yo ya te he dicho que te he reconocido porque tienes los ojos de Tammy... pero tú eres morena.

—Es tinte.

— ¿Tinte?

—Una larga historia —hago un gesto con la mano para quitarle importancia y parece algo perdida cuando mira a los otros que solo sonríen fingiendo no saber nada —vale, eran iguales, ¿y?

—Cuando los conoces bien puedes llegar a distinguirlos por muchas cosas, es obvio, como la ropa o la personalidad —dice y es algo bastante evidente, sí —pero había veces que llegaban a parecer una sola persona y bueno, supongo que es como todo... Cuando eres un crío cambias de gustos todo el rato y eso era lo que pasaba, se podría decir...

—Vamos, que un día le tiraban a una y otro a otra —buen resumen, sí.

—Exacto, por eso algunas veces había algunos enfados, cuando Tammy y Mónica empezaron a pillarse algo más, estaba claro que eso de un día uno y otro día otro no les gustaba...

—Pues normal, a mí tampoco me haría gracia —digo y por el rabillo del ojo puedo ver la sonrisa divertida de cierta persona. Capullo.

Hola.

¿Hola?

Es que llevaba rato sin aparecer.

¿Dónde decías que tenías el botón de apagado?

Escondido a buen recaudo.

—La cosa es que no sé en qué momento Gerard empezó a formalizar la cosa con Tammy, ya se notaba que no iba detrás de Mónica y en vez de arreglar las cosas eso solo fue el detonante de más peleas.

—Mónica quería más atención —la conozco como si la hubiera parido yo.

Supongo que tiene que ser de familia.

¿El qué?

No te hagas la inocente. Cuando te da el ramalazo narcisista no hay quien te aguante.

No soy narcisista. Solo que hay días que me levanto sabiendo que soy una perra empoderada que tiene claro lo que quiere y merece.

Vamos, todos los días.

Pues eso.

Narcisista.

Si quieres llamarme así no voy a ser yo la que se ponga a discutir contigo.

Qué paciencia.

Me adoras.

Solo estoy aquí porque cuando repartieron cabezas la que quería estaba pillada.

¿Cuál querías?

La de una borde que no cree en el cosmos.

¿Qué?

Tú eres la que ha preguntado.

Estás loca.

Eres tú la que lleva cinco minutos de debate mental.

—... Pero no se conformó con eso... —mierda, me he perdido.

—Espera, ¿qué? —como odio los viajes astrales cuando estamos en situaciones importantes.

— ¿Te has perdido? —si lo hubiera tenido al lado le hubiera dado un buen pellizco en el brazo por el tonito que ha usado. Aunque sabemos que Asher no va a ser un impedimento. Empujo a este un poco por la espalda para que se eche hacia delante y me paso por detrás para hacer lo que había dicho antes, sintiendo una satisfacción de la ostia al ver la cara de dolor del castaño — ¡pero si no te he dicho nada! —protesta y de un manotazo hace que lo suelte volviendo a mi sitio. Asher se echa hacia atrás y me juzga con la mirada mientras veo como si gemelo de maldades se soba el brazo con una mueca.

— ¿Son siempre así?

— ¿Por qué crees que estoy sentado entre ellos? Si los dejo solo mucho tiempo seguro que se matan solitos —le hago burla y aguanta una sonrisa divertida.

—En fin, como iba diciendo... —nos reconecta al hilo de todo esto —no, Mónica no parecía muy contenta con la falta de atención de Gerard, pero John no estuvo muy conforme tampoco porque se quedaba sin poder hacer su cambio de hermana semanal —dice con un suspiro. La verdad es que dicho así no suena demasiado bien —al principio siguieron intentando hacer como que la cosa no había cambiado, pero, claro, tanto Tammy como Gerard no eran partidarios de seguir con la tontería porque habían empezado a sentir cosas el uno por el otro —nos explica. Pero a ver, si él quería a mamá no estaría implicado en lo que le pasó, ¿no? Lo que solo dejaría a Mónica como responsable de todo —a Mónica le gustaba gustar, es un hecho...

—Confirmo, a día de hoy es igual —añado por mi parte.

—Así que empezó a pelearse más con su hermana, bueno, más bien era Tammy la que discutía con ella para que dejara a Gerard en paz —sonríe ligeramente al decir eso.

— ¿Qué hizo John?

—Rondaba a Tamara todo lo que podía, aunque creo que al final asumió lo que pasaba y pasó a tener solo ojos para Mónica. Ella en principio estaba encantada, aunque sigo pensando que quería más y bueno... No sé cómo llegaron a eso, pero no pasó demasiado hasta que Richard también empezó a ir detrás de ella —la sonrisa que tenía se borra formándose una ligera mueca en su lugar.

— ¿Cuántos años dices que tenían?

—Cuando lo de los mellizos unos 11 o así y creo que cuando todo empezó a salirse de lugar unos 12... No es mucho tiempo y éramos unos críos, por eso nadie nos echaba muchas cuentas por aquel entonces —suspira y se pasa una mano por la mejilla como con frustración.

— ¿Qué pasó?

—Quitando las peleas que siguieron teniendo y el hecho de que Mónica empezara a ver a John con mejores ojos, no mucho... Al poco ocurrió lo del accidente de coche y la pequeña tregua que había se esfumó de golpe —Ninguno nos atrevemos a decir nada, ya no sé si por ganas de querer saber más o porque no es que estemos hablando precisamente del tiempo, las intervenciones no es que sean muy agradables en lo que se refiere a este tema —esa noche... —comienza y sus ojos castaños reflejan bastante dolor, los cierra por unos segundos antes de suspirar pesadamente —... Por triste que suene, creo que aún no éramos muy conscientes de lo que pasaba y a la mayoría nos asustaba más la regañina de nuestros padres que el hecho de que hubiera ocurrido todo. Pensábamos que saldrían de ahí con una escayola o algo por el estilo y al día siguiente estaríamos correteando de nuevo de un lado a otro...

—No fue así... —el tono tan suave que utiliza para decirlo me sorprende hasta a mí mientras estira la mano para tomar la de Clare, que le dedica una muy débil sonrisa — ¿qué pasó después? —pregunta de la misma forma.

—Cuando el doctor Sullivan salió a informarnos de lo que había pasado... —me puedo imaginar el nudo que tiene que tener en el pecho solo con verla —los días pasaron rápido... Hicieron un funeral al que asistimos todos, pero creo que ninguno se pudo librar de la punzada de culpabilidad, especialmente Gerard, que no pudo ir porque seguía en el hospital.

— ¿Quién es el doctor Sullivan? —recuerdo que estaba en la lista original que me dio Dereck, aunque no es que haya indagado demasiado en él.

—El padre de Erick.

—Pero él se apellida Higgins, ¿no? —espera, que me estoy perdiendo.

—Sí, es el apellido de soltera de su madre. Cuando acabó la carrera pidió que en su diploma se refirieran a él de esa forma, como un homenaje y luego se quedó con el apellido —entiendo, creo. Un gesto bonito en cualquier otra situación aunque algo sospechoso teniendo en cuenta cómo están las cosas.

— ¿Y Mónica? —pregunto, volviendo a reconducir el tema.

—No recuerdo mucho de ella durante ese tiempo. Yo iba bastante a su casa para pasar rato con Tammy, pero a ella nunca la veía, siempre estaba encerrada en su habitación y vuestra madre me dijo que no hacía más que llorar después de lo que pasó —parece que piensa un poco por dónde seguir antes de mirarnos bastante más seria a todos —John era muchas cosas, todos lo queríamos, pero a los que más les afectó fueron ella y su hermano. Tammy también iba mucho a pasar tiempo con Gerard para intentar consolarlo. O todo lo que alguien con 12 años puede consolar a otra persona cuando también tiene a su hermana llorando en casa.

—Supongo que la cosa no mejoró con el tiempo, ¿verdad? —niega con la cabeza.

—Fue duro, para todos. Me apuesto cualquier cosa a que a día de hoy todavía no lo hemos superado del todo, una cosa así creo que no puede llegar a superarse nunca... Pasaron los años. Costó mucho, pero a Gerard se le volvía a ver bien, como si quisiera avanzar después de ese golpe y le estuvimos ayudando en todo momento. Ya no era tan difícil lograr que saliera de casa, toleraba a más gente al margen de Tammy y parecía que íbamos a poder volver a tener una vida normal después de todo... Aunque Mónica seguía empecinada en lo contrario —frunce el ceño.

¿Te imaginas?

¿Pasar por todo eso solo con 12 años? La verdad es que no.

Sé que la cosa se ha torcido, pero imagina que hubieras perdido a Asher por un accidente así.

Creo que no hubiera llegado a perderlo porque no hubiese aguantado mucho antes de irme con él. Somos hermanos, sí, pero tenemos un vínculo demasiado fuerte, ya no solo por haber estado saliendo unos meses, es algo intenso y estoy segura de que si a él le pasa algo no podría seguir viviendo. Todo perdería el sentido.

—Dereck me dijo que acabó suponiendo que tuvo que haber alguna infidelidad, que Mónica se metiera en medio de la relación o algo por el estilo —aquí recordando cuando el mayor de mis problemas era que Gerard hubiera embarazado a Mónica y a Tamara a la vez. Qué inocente.

—No exactamente... —hace una mueca negando con la cabeza —... Para ese entonces creo que podríamos tener ya unos 16 años, esos cuatro años se pueden resumir en llantos, peleas, intentos por animarnos los unos a los otros y demás... Pero hubo un día en el que no sé qué cambió, pero algo lo hizo.

— ¿A qué te refieres? —la miro con bastante duda.

—Es como si ya no fuéramos nosotros, todo empezó a salirse de control, nos empezamos a distanciar... Las peleas entre Mónica y Tamara eran lo único que parecía ser constante, aunque eran mucho más fuertes. Creo que sí tuvo que ponerse celosa porque de cierta forma volvía a tener la misma actitud con Gerard que al principio, siempre intentaba estar en medio aunque no de la misma forma... Es como si quisiera demostrar algo o ganar algo con todo aquello. No lo sé —con eso último parece todavía más confusa que nosotros, que volvemos a intercambiar una mirada.

— ¿Me estás diciendo que después de que muriera el que se supone que era su novio se puso celosa porque su hermana lograra sacar al hermano de este de la depresión y mantuvieran la relación? —Asher, lanzando al aire la pregunta que todos nos hacemos.

—Creo que sí. Algunas veces lo hablé con Tammy porque era incómodo hasta para nosotros, pero no llegaba a darme respuestas claras —suspira y se pasa una mano por detrás del cuello —la quería mucho, nunca la hubiera culpado de nada después de lo que pasó y por eso solo discutían como antes, la cosa no cambiaba demasiado.

— ¿Y Gerard que hacía?

Pensaba que Mónica era muchas cosas, pero no me esperaba que llegara hasta este punto solo por envidia. Estamos hablando de su hermana y de un chico, por aquel entonces, que acababa de perder a su hermano, su mellizo. Definitivamente, esa mujer es la personificación del diablo.

—La ignoraba, intentaba mantener las distancias todo lo que podía, aunque también le salpicaban las discusiones y tras un tiempo intentó evitarla todo lo posible. Más de una vez lo encontré llamando a la puerta de mi casa para desahogarse después de pelear con Tammy.

— ¿También se peleaban ellos?

—Gerard estaba empeñado en mantener las distancias con Mónica todo lo posible e insisto, Tamara era demasiado buena, así que acababa defendiéndola siempre... solían discutir justo por eso. Fue un tiempo muy duro, parecía que tenías que medir las palabras para absolutamente todo porque sabía que en cualquier momento la cosa podía estallar y a nadie le hace ilusión estar en medio de eso.

—Joder... —murmuro.

—Sí, estábamos todos jodidos, la verdad —de nuevo la mueca, ya casi parece un gesto fijo en su expresión.

— ¿En ningún momento cambió la cosa? —ya puestos vamos a seguir tirando de la cuerda para ver a dónde llegamos.

—Lo que es para bien, no... Aunque la cosa cambió cuando nació Liam —incluso desde donde estoy puedo oír como el aludido traga grueso. No es para menos —más bien cuando me quedé embarazada... —se corrige.

— ¿Qué pasó? —pregunta este con bastante más atención que antes.

—Te tuve muy joven, eso sí lo sabes, el caso es que por aquel entonces tu padre no era tan mal chico. Una cosa llevó a la otra y acabó pasando, aunque, claro, supongo que cuando tienes 17 años no está entre tus planes ser padre, así que la cosa empezó a estar bastante tensa —abre la boca y la cierra de golpe, no sé si evitando decir algo o queriendo ahorrar detalles innecesarios —para cuando naciste yo ya no seguía con él y a mis padres no les hacía especial ilusión que su única hija se quedara embarazada así que para ahorrarme más peleas me fui de casa y me instalé con Richard... —me dedica una mirada y noto la de los otros dos sobre mí también —... Creo que nadie se va a sorprender si digo que viene de una familia con más dinero que otra cosa así que estuvo dispuesto a ayudarme durante un tiempo, lo que necesitara —la mueca vuelve a ser una pequeña sonrisa, triste —no estuve muy al tanto del drama de las hermanas durante ese tiempo aunque no es que perdiera el contacto con Tammy ni Gerard, pero bueno, ya no tenía la cabeza para dramas de novios así que me centré en intentar sacarnos adelante —hace algunos aspavientos con las manos, como si quisiera desviar un poco los tres pares de ojos sobre ella —empecé a trabajar, tú te quedabas con Richard, volvía a su casa, hacíamos planes y bueno... Me ayudó a buscarme una casa para no tener que estar siempre en la de sus padres y nos vinimos aquí...

— ¿Por qué nunca me lo habías contado?

— ¿Hubiera cambiado algo en tu vida saberlo? —lo mira en parte con obviedad y otra parte como con cansancio. La verdad es que tener que contar toda tu vida, teniendo en cuenta por lo que ha pasado, no tiene que ser fácil —pues eso —añade ante su silencio.

—Estuviste con él, ¿verdad? —por cosas como estas es bueno saber de lenguaje corporal. La forma en la que traga saliva rápido, juguetea un poco con la lengua y me mira me da la respuesta antes de que ella piense en si mentir o no.

—Sí.

—Le querías.

—Siempre lo hice —confiesa y aunque a mí no me pilla por sorpresa, parece que a su hijo sí.

—Pero...

—Pero Mónica siempre estuvo en medio y nunca quisiste meterte, ¿no? —continuo y repite los gestos de antes, justo con un ligero paseo de los ojos por cualquier cosa que no sea yo.

—Sí —noto como Asher me mira mientras yo sigo con la vista clavada en ella.

—Creíste que podría salir algo de eso, pero la cosa se torció y volvió con Mónica —clava los ojos en mí, cabreada, dolida, arrepentida.

¿Cómo calas tanto a la gente?

Poderes de una buena mentirosa. Además, conozco a Mónica, me imagino de lo que es capaz.

—No fue exactamente así...

—Mamá... —le reclama y ella ahora parece más tensa.

—Estuvimos juntos durante un tiempo, no demasiado... Luego vino Asher y pareció que se calmaron las aguas, todo iba bien, Mónica parecía más relajada aunque volvió a ir detrás de Richard y este, que en el fondo siempre la quiso, no es que se resistiera demasiado... Luego nacieron los mellizos y no sé más, te llevaron consigo —me mira a mí y luego a ellos —y vosotros os quedasteis con Scott, fin de la historia —para cuando se levanta tiene dos lágrimas muy sutiles resbalando por la mejilla —no puedo deciros más, lo siento —se las seca y va a por una servilleta con la que terminar de secarse.

Silencio.

Nadie dice nada.

¿Crees que...?

Creo mucho y nada a la vez en estos momentos. Tenemos bastante información valiosa con la que podemos ir tirando, pero nos queda lo más importante, lo que pasó esa maldita noche.

No sé si tenemos mucha más gente a la que recurrir.

Descuida, de eso me ocupo yo.

Liam se acaba levantando y sin mediar palabra sale del salón y después de la casa. Asher suspira a mi lado, cuando va a levantarse lo detengo por la manga de la chaqueta.

—Id encendiendo el coche, tardo dos minutos —me mira muy fijamente a los ojos unos segundos y asiente, lo suelto y sale dándole una última mirada, con la que casi parece que se disculpa, a Clare.

— ¿Ves? Siempre que esa víbora aparece en nuestra vida todo se tuerce... —se lamenta.

—Es demasiado que procesar... Seguro que para mañana se le ha pasado, creo que solo está confundido.

— ¿Los quieres? —me pilla desprevenida — ¿a los dos? —insiste al ver que me quedo quieta.

—Más que a nada, son mis amigos, estamos juntos en esto... Y a Scottie también —no sé si es mi respuesta o la mención a ese apodo que parece que solo Tammy estaba autorizada a usar, pero un brillo muy sutil se hace presente en sus ojos.

¿Alegría?

Yo diría más bien esperanza o incluso ilusión.

—Hazlo por ellos, por vuestra madre —me fuerzo a darle una sonrisa algo forzada. Necesito salir de aquí y que me dé el aire en la cara.

¿Siguiente destino?

La cabaña, necesito atar cabos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro