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Capítulo 14

Secretos

— ¿Dolor?

—Ya te he respondido a eso...

—Me obligan a preguntar y es necesario que sea insistente si quiero ayudarte

—Vaaaale.... no, no me duele nada.

— ¿Mareos?

—No

— ¿Molestia en las articulaciones?

—No

— ¿Náuseas o vómitos?

¿Pero esto qué es? ¿Una prueba para ver si estoy embarazada?

—No... oye... creo que con lo que te he dicho y el chequeo ya es...

—Eso ya me lo has comentado, pero aquí el médico soy yo —me interrumpe mientras anota algo en su libreta.

Creo que no hace falta añadir que veo esto completamente innecesario. Estoy perfecta, solo necesito salir de aquí y recuperar la memoria. Lo segundo antes, a ser posible. El comentario de Asher me ha dejado completamente helada. Creo que la tensión en mí se ha hecho bastante notoria tras eso porque Scottie no me ha quitado los ojos de encima y ya no es solo eso, tiene esa mirada de "¿va todo bien?".

¡No, Scott!, ¡Nada va bien!

Relaja.

Qué fácil es decirlo.

Admito que ha sido demasiado raro, pero pienso que igual así puedes llegar a descubrir algo... o incluso intentar estar un paso por delante de él en este extraño juego macabro.

¿Eso es lo que soy? ¿Parte de un extraño juego macabro?

Hasta que se descubra algo más.

Genial, qué ilusión me hace.

—Sé que todo esto es necesario, que eres mi médico y todo eso, pero principalmente me interesa recuperar la memoria y con un chequeo físico creo que no sirve

— ¿Me estás pidiendo que te examine el cerebro? —levanta la mirada de la hoja y me mira con una sonrisa sabionda en los labios. A ver, ha podido sonar a eso, pero creo que todos los presentes en la sala hemos entendido por donde iban los tiros. Ante eso suspiro rodando los ojos y suelta una ligera risa —Escucha, entiendo que todo esto puede ser demasiado tedioso, pero antes de entrar en lo grave prefiero asegurarme de que estás bien a nivel externo —comienza diciendo y tras un asentimiento por mi parte continúa —Si todo va bien por fuera procederemos a hacer una serie de ejercicios para tratar de ayudarte. Con esto mismo puedes ir empezando a un nivel casero exponiéndote a diversas cosas para ver si algo logra darte alguna pista de quién eres —ya hay algo que me ha hecho tener recuerdos o al menos sensaciones, su nombre empieza por "A"y termina por "el sujeto cara de culo".

—Con eso mismo podemos ayudarte nosotros... al fin y al cabo es lo que hemos hecho, ya sabemos que no tienes ni idea de cocina y que detestas el café —interviene Scottie con cierto humor. Creo que quiere aliviar la tensión en el ambiente, o al menos la que desprendo yo.

—Genial, puede ser poco, pero por algo se empieza... le diré a tu padre que busque a chicas desaparecidas que carezcan de dotes culinarias y que odien el café —comenta Erick con bastante más ironía de la que me hubiera gustado mientras recoge sus cosas —Lo dicho, te estás recuperando bastante rápido así que no habría demasiada necesidad de recetar nada ni de volver a ingresarte, aunque es recomendable que descanses y no te sobre esfuerces con todo esto —Cierra su maletín de médico de mala muerte y tras decir eso último mira a la persona que no es su paciente, o sea, Scott. ¿Me ofendo?

Procedemos.

El rubio asiente con la cabeza y se levanta del sofá a la par que este para estrecharle la mano.

Sí, el típico saludo/despedida masculina.

—Gracias doc., lo tendremos en cuenta — ¿En qué momento he aceptado seguir sus indicaciones?

¡Punto para la loca!

Te pasas, subconsciente, te pasas.

Le pongo alegría a tu desmemoriada vida.

—No es nada, nos vemos, chicos —sonrío sutilmente y me despido con un gesto de la mano antes de ver cómo se marcha y Scott cierra la puerta detrás de este.

No ha ido tan mal, ¿no?

—Bien, habla

¿Iskiusmi?

— ¿Eh? —mi cara debe ser un cuadro porque rueda los ojos mientras se vuelve a sentar y me interroga con la mirada.

—Lo de antes, no se me ha olvidado y hay que aclarar las cosas... ¡Asher! ¡Mueve tu culo hasta aquí! —grita con lo último y permanece callado mirándome.

Siento miedo. Lo de antes ha sido raro y no me interesa verle de nuevo.

—No hace falta, te lo ha dicho el doctor... por fuera no tengo nada, pero por dentro es otro mundo, igual el golpe que me di me ha dejado tonta o loca y de buenas a primeras me da por hacer cosas raras —suelto de forma algo rápida a la par que me pongo de pie y hago aspavientos con las manos. Ni se inmuta.

— ¿Qué tal? ¿La diagnosticaron como loca y vamos a cobrar por su demencia? —fulmino a Liam con la mirada tras decir eso y solo logro que haga el gesto de cerrar los labios con una cremallera mientras se sienta sin hacer ruido.

—Está bien, la memoria... ya sabéis —añade en pocas palabras.

— ¿Sabéis lo ofensivo que es que habléis de mí como si no estuviera aquí?

Eso, desvía el tema.

—A lo importante, ¿Qué ha pasado antes? —interroga nuevamente mientras alterna la vista entre su hermano y yo. El cara de culo tiene la vista en el teléfono. No me mira en ningún momento.

—Ya te he dicho que nada —respondemos a la vez y con eso sí me observa. Su comisura derecha se eleva ligeramente.

—Pues eso, me tengo que ir. Tengo que arreglar asuntos con papá, vengo para la cena —sin dar tiempo a respuesta, coge su chaqueta y sale por la puerta llevándose mi tensión y mi curiosidad tras él.

¿Crees que me ayudará a descubrir algo?

Quizás, el no ya lo tienes, así que no pierdes nada. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que sea un asesino en serie? Pfff, vivir está sobrevalorado, chica.

Je, je. Socorro.

—Scott... que sé que intentas ayudar, pero de verdad te digo que no pasa nada... solo me agobié un poco y la mejor opción que vi fue salir... —Es una mentira a medias. Igual funciona.

—Bonita, no te conozco de absolutamente nada, pero creo que ya sé cuándo me mientes y ahora mismo es lo que estás haciendo —se levanta del sofá y da unos pasos hacia mí —Solo quiero ayudarte, pero si no estás dispuesta a abrirte tampoco voy a insistir más —sentencia pasando por mi lado y luego se dirige a su habitación.

Tampoco quería eso. Es el único con el que realmente me siento bien y a gusto, pero estando en esta situación no sé de quién me puedo fiar y de quién no. Necesito más información antes de decidirme por contarle o no.

"Deberías preguntar antes de ser tan cabezota"

Tengo que averiguar más cosas y únicamente tengo esa frase como referencia. No es mucho, pero ya es algo más de lo que tenía ayer.

—Ehhhh.... —giro la cabeza y Liam está mirándome sin saber muy bien que decir — ¿Quieres que me quede o prefieres estar sola? —Qué ricura, de no ser porque no confío en él del todo le daba un abrazo.

Suspiro y directamente me siento en el otro sofá antes de dejarme caer en este quedando tumbada de lado, hecha un ovillo —No quiero estar sola... —intento que no suene demasiado lastimero, pero las palabras salen de mis labios antes de que pueda ponerles un filtro.

Estoy en la mierda si me pongo a pensarlo. No sé quién soy, de dónde vengo ni recuerdo nada relativo a mi vida y a eso hay que sumarle que tengo cierto conflicto con mi casero y que para un amigo que tengo ahora está enfadado conmigo por no ser capaz de contarle las cosas por miedo y desconfianza.

—Hey... no te desanimes... —se echa un poco para delante apoyando sus codos en sus rodillas mientras sonríe de forma leve —Scott quiere ayudarte, pero si no estás lista o no te sientes cómoda tiene que respetar tu espacio. Se le pasará en un rato, no te preocupes —ojalá sea cierto.

— ¿Me puedes hablar de ellos? Sé que no estoy en posición de saber algo sobre nadie porque soy una extraña, pero igual así no se me hace tan incómoda la situación... —paso uno del plan en marcha.

— ¿Qué quieres saber exactamente? —arquea una ceja a la par que me analiza con la mirada.

—Cualquier cosa me sirve, no voy a ser muy quejica con la información que me des —me incorporo un poco quedando sentada y con las piernas cruzadas.

—Pues... a ver... supongo que ya tendrás idea de algo... son hermanos, Asher no se lleva demasiado bien con su padre, al contrario que Scott, que al menos le tolera, perdieron a su madre hace años... —siguió diciendo un par de cosas sin demasiada relevancia relacionadas con gustos de cada uno, pero mi cabeza se quedó con eso.

— ¿Por qué Asher no aguanta a su padre? —El que no arriesga no gana.

—Creo que no soy la persona indicada para hablar de esto, ¿No crees? —evita la pregunta con tono guasón.

—Eres su mejor amigo y es solo curiosidad —me alzo de hombros para restarle importancia.

Permanece unos instantes callado, cavilando qué hacer y parece que accede porque suspira muy sutilmente antes de encorvarse algo más haciendo un gesto para que me acercara, cosa que sin dudar hago —Ya te he dicho que perdieron a su madre hace mucho, Gerard sufrió bastante por aquel entonces y, aunque no fuera su objetivo, les hizo sufrir demasiado a ellos también, eso no se lo perdona. La cosa siempre estaba tensa e incómoda cuando venía a verlos, era bastante insoportable...casi ha pasado más tiempo de su vida en mi casa que aquí intentando alejarse de él —me susurra como si aquello fuera un secreto —...conforme iba creciendo la cosa iba a peor, no se pueden ni ver y si están juntos más de dos minutos en la misma habitación se acaban echando cosas en cara —eso me cuadra. El cara de culo siempre pone peor cara cuando tiene que ir a arreglar asuntos con él —A pesar de eso intentaba que el lazo no se rompiera del todo una vez que empezó a enderezarse un poco, porque su intención era dejarlo como sheriff del pueblo o algo por el estilo. Su nueva pasión era su trabajo y, por lo visto, quería que alguno de sus hijos siguiera sus pasos y obviamente Asher era el primero en la lista por ser el mayor. Su principal idea era irse de la casa donde vivían los tres por aquel entonces y por eso volvió a esta, donde vivían cuando eran críos hasta que Gerard quiso irse. Aquí era donde vivían con su madre y bueno...llegaron al acuerdo no pactado de que era mejor separarse todo lo posible y que cada uno hiciera su vida sin meterse demasiado en la del otro...por el momento lo están cumpliendo bastante bien —se encoge de hombros ligeramente.

Wow, wow y más wow. No me esperaba eso... no sabía qué esperar, pero tengo claro que esto no.

—Yo... no sé qué decir... —se separa un poco ahora que acabó de contar el chisme y suspira, ahora más pesado.

—Sé que tiene sus cosas, cuando éramos críos todo era distinto... —cierto tono de nostalgia sale a flote en su voz —...es un buen chico, solo que se ha visto obligado a crecer demasiado rápido y a encerrarse en sí mismo para evadirse de todo. Siendo honestos, solo cuenta con Scott y conmigo —se revuelve el pelo en un gesto algo frustrado.

Igual y solo igual me he pasado un poco. Si ha tenido esa infancia eso explicaría muchas cosas con relación a él.

Lo único que seguimos teniendo claro es que Gerard es un capullo.

Y tanto que sí. Asher puede caerme mal y todo eso, pero si su padre le ha tratado así demasiado bien se ha quedado pobre. Y Scott de rebote, después de perder a su madre deberían haber estado juntos los tres, ver como tu familia se va a pique en cuestión de días debe de ser muy doloroso.

—Es una pena... —murmuro pensando. ¿Y si no es tan malo y solo quiere ayudarme? Tampoco me ha hecho nada directamente, solo es algo seco e irritante, pero nadie es perfecto.

—Sí que lo es... —permanecemos por unos segundos callados hasta que nuevamente rompe el silencio —...no le digas nada de esto, es muy reservado con lo suyo y si sabe que te he dicho algo tan personal me mata a mí y luego a ti —suelta con cierto punto de gracia, aunque puedo notar la advertencia en sus palabras para que no diga nada.

—Descuida, no sabrá que me has dicho nada de esto... —pensaba que sería más complejo toda esta situación, pero al fin y al cabo ya me han demostrado que a pesar de no conocerme me tienen bastante confianza. Supongo que son las ventajas de ser una chica escuálida, desmemoriada y que apareció de la noche a la mañana. Ya saben, pongan una Equis en su vida.

Me voy a ahorrar los comentarios por eso último. ¿Alguna idea?

¿Sobre qué?

¿Piensas hablar con él?

Igual todo esto me ha convencido solo un poquito... es lo que dijiste... no tengo nada y esto puede aclararme algo o dejarme igual.

— ¿Alguna duda más o tienes suficiente con eso? —se levanta yendo a la nevera para sacar un refresco. Noto un tono medio seco. No borde, pero sí lo suficiente como para dejarme claro que no va a decirme nada más.

—Tengo suficiente con esto, de verdad, gracias por la confianza, el día que sepa quién soy igual te cuento algo sobre mí —le sonrío a la par que le guiño un ojo y hace un ligero asentimiento mientras le da un trago a su bebida.

Demasiadas cosas que tener en cuenta.

Poco tiempo para actuar y menos margen de error aún.

¡Se viene lo bueno!

Te noto animada...

Creo que todo esto ha desarrollado en mí una faceta inconsciente. De perdidos al río, peor que como estoy no puedo estar.

El que tengo miedo de morir que no nazca.

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