Y Así, Mai Se Declara
Bajo el manto oscuro de la noche, las estrellas brillaban como pequeños faros en el cielo despejado, esparcidas como diamantes sobre un lienzo negro infinito. Mai, de tan solo siete años, se encontraba en el balcón del hotel, con los brazos pequeños apoyados sobre el barandal frío de metal. El viento de la montaña movía las hojas de los árboles cercanos, el susurro de la naturaleza llenando el silencio entre ella y su abuelo, Isanari.
Isanari, un hombre de cabello rubio estaba a su lado. Permanecía en silencio, con las manos cruzadas sobre el barandal también, su mirada fija en el cielo estrellado, como si intentara descifrar los secretos que las estrellas parecían guardar. Aunque no lo demostraba, sabía que había algo en el aire, una pregunta latente que su nieta guardaba en el corazón, algo que ella no había podido formular hasta ahora. Las estrellas titilaban, como si compartieran con Mai una verdad que los adultos a su alrededor le habían ocultado.
Desde hacía días, Mai se había sentido confusa. Había escuchado fragmentos de conversaciones, susurros cuando pensaban que ella no estaba escuchando, miradas furtivas entre su padre y Akane, la mujer a la que siempre había llamado como su "mamá" Pero algo en el tono de esas conversaciones había sembrado dudas en su joven mente, preguntas que, aunque no quería hacer, no podía seguir evitando.
—Abuelo... — Dijo finalmente, rompiendo el pesado silencio con un susurro lleno de incertidumbre — ¿Quién es mi verdadera madre? —
Isanari no respondió de inmediato. Sus ojos permanecieron fijos en el firmamento, pero su mente ya había comenzado a girar. Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, pero jamás pensó que ocurriría cuando Mai fuera tan pequeña. Respiró profundamente, buscando las palabras correctas, las que pudieran ser entendidas por una niña que apenas comenzaba a comprender lo complejo que era el mundo de los adultos.
—Tu madre... es Akane-chan —
Dijo finalmente, con una suavidad medida, esperando que esas palabras fueran suficientes.
Mai frunció el ceño, mordiéndose ligeramente el labio inferior. No era lo que esperaba escuchar. Algo dentro de ella le decía que había más. Su corazón latía con fuerza, y aunque sentía miedo, también sentía la necesidad de seguir preguntando.
—Pero... — Continuó, su voz temblorosa— ¿Por qué esa mujer me llamó ‘hija’? — Su mente volvía a aquella ocasión en la que una mujer desconocida la había mirado con una mezcla de tristeza y cariño, y la había llamado "hija" en un susurro apenas audible—Papá... no creo que me diga la verdad —
Isanari cerró los ojos brevemente, un suspiro pesado escapando de sus labios. Sabía que este día llegaría, y que la verdad, aunque dolorosa, era inevitable. No era fácil para un adulto, mucho menos para una niña de siete años, entender lo complicado que podía ser el pasado, las decisiones que se habían tomado.
—A veces, los adultos no saben cómo hablar de ciertas cosas — Comenzó, con la voz más suave que nunca— Tu padre te quiere mucho, y Akane-chan también. Pero hay partes de la historia que son... difíciles de contar —
Mai apretó sus pequeñas manos alrededor del barandal, los nudillos poniéndose blancos por la tensión. El viento soplaba con más fuerza ahora, como si el cielo mismo intentara responder a las preguntas que Isanari no podía. Había algo dentro de ella que intuía la verdad, algo que no necesitaba ser dicho, pero que debía ser confirmado.
—¿Es porque Takebayashi no es mi verdadera mamá? —
Preguntó, su voz apenas audible, pero cargada de una certeza que sorprendió a su abuelo.
Isanari giró por completo hacia ella esta vez, su rostro reflejando sorpresa. No esperaba que Mai hubiera llegado tan lejos en sus deducciones. Sabía que era una niña inteligente, pero no imaginaba que ya hubiera comenzado a unir las piezas de ese rompecabezas tan complejo.
—¿Qué te hace pensar eso? —
Preguntó con cautela, con una suavidad paternal.
Mai bajó la mirada hacia sus zapatos, pateando suavemente el suelo del balcón. Había algo doloroso en las respuestas que estaba obteniendo, pero también una necesidad de saber más, de entender por completo lo que había estado oculto.
—Escuché a papá hablar con ella... Decía algo sobre unas mujeres que no conozco —
Explicó, sus ojos fijos en el suelo, como si temiera encontrar la verdad en los ojos de su abuelo.
Isanari suspiró profundamente, dándose cuenta de que la niña había captado más de lo que los adultos pensaban. Habían intentado protegerla, pero la verdad siempre tiene una manera de salir a la luz.
—Tu mamá, la que te crió, Akane-chan, es la mejor persona que podrías haber tenido. Ella es quien ha estado a tu lado desde el principio. Pero sí, Mai... había otra mujer, tu madre biológica. Era muy joven cuando naciste, y no estaba lista para ser madre. Por eso, tu papá y Akane-chan decidieron cuidarte, porque te querían y sabían que podías tener una vida feliz con ellos —
Mai permaneció en silencio, dejando que las palabras de su abuelo se asentaran en su mente. Había imaginado respuestas, pero la verdad era más dolorosa de lo que había pensado. No sabía exactamente cómo sentirse. ¿Tristeza? ¿Curiosidad? ¿Alivio, tal vez, al tener finalmente una respuesta, aunque incompleta?
—¿Se le puede llamar madre a la mujer que me abandonó? —
Preguntó finalmente, su voz temblando, el miedo y la confusión entrelazados en sus palabras.
Isanari la observó con una expresión suave, su corazón apesadumbrado por la tristeza en los ojos de su nieta. Colocó una mano sobre la suya, buscando reconfortarla, aunque sabía que las respuestas no serían suficientes para calmar su dolor.
—¿Qué es ser una madre para ti? —
Preguntó Isanari, su voz suave pero cargada de significado.
Mai frunció el ceño, la pregunta pesando en su mente. Siempre había asumido que Akane era su madre, la única que había conocido, la que la cuidaba y la amaba. Pero ahora, con la revelación de que había otra mujer en su historia, las dudas comenzaban a enredarse en su joven corazón.
—No lo sé… — Respondió en voz baja — Takebayashi siempre ha estado conmigo… me cuida, me quiere. Pero si esa otra mujer es mi verdadera mamá ¿Por qué me dejó? ¿Por qué no quiso estar conmigo? —
Isanari se quedó en silencio por un momento. No quería mentirle, pero tampoco podía disfrazar la dureza de la verdad.
—Mai, tu madre biológica... tomó una decisión que fue muy dolorosa. Ella prefirió seguir viviendo por su cuenta, y por eso decidió dejarte. Sé que eso suena duro, pero a veces las personas no están preparadas para las responsabilidades que vienen con tener un hijo —
Mai apretó los labios, sintiendo una mezcla de tristeza y confusión. No podía entender por qué alguien que debía amarla la había abandonado. Su mente infantil no podía reconciliarse con la idea de que una madre podía dejar a su hija.
—Pero si me abandonó... — Murmuró, sus ojos grandes y llenos de incertidumbre— ¿Cómo puede ser mi madre? —
Isanari se agachó, poniéndose a su nivel, y tomó suavemente sus pequeñas manos en las suyas.
—Una madre no es solo la que te da la vida, Mai. Una madre es quien está contigo cuando tienes miedo, quien te abraza cuando estás triste, quien te enseña y te cuida. Akane-chan ha hecho todo eso por ti, cada día. Ella es la que eligió ser tu madre, la que decidió amarte y cuidarte cuando esa mujer no quiso hacerlo —
Las palabras de su abuelo calaron hondo en Mai. Lentamente, las piezas comenzaron a encajar en su mente. Akane siempre había sido su refugio, su constante. Aunque no fuera la mujer que le había dado la vida, Akane era la que había estado a su lado, sin importar qué.
—¿Entonces, Takebayashi... es mi verdadera mamá? —
Preguntó, con los ojos brillando por una mezcla de emociones.
Isanari asintió con una sonrisa cálida.
—Sí, Akane-chan es tu verdadera madre en todos los sentidos que importan. Ella es quien ha estado contigo, quien te ha amado incondicionalmente. Y ser madre significa mucho más que solo traer a alguien al mundo. Es elegir cuidar, proteger y amar —
Mai asimiló esas palabras lentamente. Durante tanto tiempo había sentido una confusión creciente, una duda que la había atormentado. Pero ahora, por fin, empezaba a entender. No era la mujer que la había dejado quien importaba, sino la que había decidido quedarse. La que había estado a su lado en cada paso.
—Si... Takebayashi es mi mamá —
Afirmó con más seguridad, apretando las manos de su abuelo.
—Siempre lo ha sido — Respondió él suavemente— Y siempre lo será, si tú así lo decides —
Mai se quedó mirando las estrellas un rato más, sintiendo que, a pesar de lo vasto y desconocido que era el mundo, había encontrado una respuesta en su corazón. Akane era su madre, no por sangre, sino por amor, y eso era lo que realmente importaba.
(...)
Pasaron algunos días sin indicios de que aquellas mujeres volvieran a aparecer.
Sin embargo ya habían dejado una parte de ellas en las mentes de las niñas. Quienes día por día dudaban.
Consecuencia a esto su relación con Akane ya no era la misma. Cuando salían a conocer y visitar varios lugares evitaban quedarse con ella o su tía. Como si de tratase de un remordimiento profundo por haberles ocultado la verdad durante tanto tiempo.
Mai era la única que no se alejaba e intentaba que sus hermanas lentamente encontrarán la misma respuesta que ella. Son embargo, no se puede esperar esto.
Un día antes de partir fueron a un restaurante lujoso, la cena era silenciosa, pero lejos de ser totalmente incómoda.
Isanari hacia charla con sus nietas mientras que Raiha jugaba con su tenedor, en un estado de nerviosismo probablemente.
Fuutarou parecía impaciente, mientras que Akane simplemente mantenía una sonrisa tranquila pese a la situación que vivía con las niñas.
Yuki y Rena no le dirigían la palabra. Mientras que Kaede y Hiroko mantenían cierta distancia pero no se negaban a entablar una conversación.
Mai intentaba mediar como podía, pero tampoco podía esperarse milagros de una niña pequeña.
Finalmente cuando estaban apunto de irse.
— Lo lamento suegro, niñas. Pero nosotros tres tenemos algo que queremos hacer antes de irnos — Akane informo — Asi que, nos vemos en casa —
— ¿Ya llegó el momento? — Isanari pregunto — ¿Estas segura de eso? —
— Es ahora o nunca —
— Yo... No sé si deba ir... —
Raiha dudo.
— Tienes algo que debes soltar, supongo que es el momento adecuado para que lo hagas y sigas adelante — Fuutarou suspiro — En fin, nos vamos —
Los tres se fueron por el camino contrario al hotel.
— ¿Adonde irán? — Kaede fue la primera en cuestionar — Es un poco tarde —
— Papá está con ellas, así que estarán bien — Hiroko dijo — Aunque, es curioso que se vayan a otro lugar a esta hora —
— No es tan tarde, son las 8 PM — Mai suspiro — Además, Takebayashi y la tía Raiha se pueden cuidar por si solas, me preocupa más papá —
— Hmmm... Papá puede ser algo descuidado —
Yuki dijo.
— No se preocupen por eso — Isanari dijo en un intento de calmar la curiosidad de las niñas — Cuando menos se den cuenta estarán de regreso ¿No crees eso, Rena? — Al observar solo noto que había cuatro hermanas — Esto.....1,2,3,4... ¿Siempre fueron cuatro? —
— ¡¿Dices que Rena siempre fue imaginaria?! —
Hiroko exclamó.
— ¿Donde se metió? — Isanari volteó a ver hacia donde se habían ido Raiha, Fuutarou y Akane. Allí noto como la niña los estaba siguiendo — ¡¿Eh?! ¡Rena vuelve aquí! —
(...)
En un parque cercano, se encontraban las hermanas Nakano. Sentadas bajo una fuente esperando a quienes las habían citado en ese lugar.
— ¿Qué creen que querrá? —
Miku pregunto.
— ¡¿Crees que lo voy a saber?! ¡Literalmente nos arruinó! — Nino resopló, enfadada — No tenemos ninguna manera de recuperar a nuestra familia, y parece que irá para peor —
— No debimos ponernos en ese plan... —
— ¿Vas a decir que ahora te arrepientes? — Itsuki refutó — Antes parecías muy convencida de todo —
Ella no respondió y volteo la mirada.
— Ahora Uesugi-san definitivamente no quiere vernos ni en pintura — Yotsuba dijo — Todo porque esa mujer lo convenció —
— Es increíble... Parece que no tiene ni una pizca de culpa —
Ichika dijo.
Segundos después, hicieron aparición Fuutarou y Akane, para sorpresa de las quintillizas venían acompañados de la hermana menor de Fuutarou, Raiha.
Un aura tensa dominó el ambiente, ambas partes a duras penas podían mantener la mirada sobre el otro debido a lo que estaba por suceder.
Fuutarou estaba ansioso, Raiha estaba inquieta pero Akane la tomo suavemente del hombro.
— Tranquila... Todo estará bien — Akane sonrió con confianza y con una pizca de cinismo en su rostro observo a las Nakano — No esperaba que realmente se presentaran, tal vez pensé que huirian —
— Solo son suposiciones tuyas — Ichika tomo la iniciativa — No tenemos nada más que perder —
— Si, ya perdieron siete años —
La respuesta molesto a Ichika, sin embargo mantuvo la compostura.
— ¿Nos dirás por qué razón nos llamaste? —
— ¿Qué tiene que ver Raiha-chan en esto? — Itsuki inmediatamente pregunto — No deben involucrarla en esto —
— Oh ¿No creen que está ya lo suficientemente involucrada? — Akane refutó — La manipulación es un método sucio para obtener lo que quieres, sin embargo al final de eso lo único que provocas es un daño que muchas veces es irreparable —
— ¿Qué diablos estás diciendo? —
Nino pregunto, confusa.
— Obtener algo son importar que o a quien deba sacrificarse. Realmente es muy egoísta. Aunque, viniendo de ustedes no es algo que deba impresionarme —
— Ichika-san ¿Realmente sabes a qué se está refiriendo, verdad? —
Raiha pregunto.
Sin embargo, no hubo respuesta, más que una sonrisa inocente totalmente fingida.
— ¿Que quieres decir? —
— Me usaste... Me hiciste creer que ustedes serían las únicas que valorarían a mi hermano, que solo ustedes podían amarlo. Por su culpa, por lo que hicieron... Yo no pude... No pude confiar en nadie ¡Porque deposite toda mi confianza en una mentirosa como tu! ¡Hasta ahora me sigue costando creer en las personas! ¡En especial en las mujeres! —
— Raiha-chan, estás sobre culpando a Ichika —
Itsuki trato de defenderla.
— De ti no quiero escuchar nada, fuiste a la primera a la que le entregué toda mi confianza... ¡¿Y que hiciste?! ¡Ignoraste lo que Ichika-san me hizo! —
— Espera ¿Ichika hizo eso? —
Miku cuestionó.
— ¿Por qué no dijiste nada Itsuki? —
Nino reclamo.
— ¡¿Como pudiste hacerle eso a una niña?! —
Yotsuba reclamo.
— No deberían exaltarse tanto, de todas maneras ustedes no son diferentes — Fuutarou dijo — ¿O acaso esos 7 años son solo el borrador de una historia? —
— Realmente... Realmente las odio ¡Las odio! — Raiha exclamó — ¡No sólo por mentirme! ¡¿Acaso saben todo el daño que hicieron y siguen haciendo?! ¡Por su culpa... Ahora mis sobrinas no quieren ni verme a la cara! ¡Por su culpa, soy una desconfiada! ¡Por su culpa... Por su culpa... Tengo tanto odio en mi misma! —
— Es suficiente Raiha-chan ¿Como te sientes? — Akane la abrazo — ¿Mejor después de expulsarlo? —
— Eso... Creo, gracias... Nee-san —
— ¿Acaso solo vinimos a ser insultadas? —
Ichika reclamo.
— Dije que quería negociar, esto solo fue un capricho que quise permitirle a mi cuñada... Realmente debía expulsar todo eso, pero en fin, no espero que lo entiendan — Akane las vio nuevamente, mientras que se separaba de Raiha — Aunque no soy yo la que debe de decir el motivo de esta reunión ¿No es así, Fuutarou-san? —
— Hay cosas que dejar en claro antes que nada, nunca espere que se atrevieran a dar la cara luego de siete años. Aunque eso no es lo más sorprendente, si no que por su propio deseo egoísta estaban dispuestas a quebrar está familia —
Fuutarou dijo.
— ¡No es así! Nosotras...—
Antes de que Nino pudiera decir algo fue interrumpida.
— ¿Qué razón tenía Itsuki para destrozar la confianza de Rena, entonces? Recuperar a "Su hija" no es una opción válida. Menos el dañar la paz que estaban teniendo hasta estos momentos. Tal vez, solo tal vez hubiera permitido que las conocieran si las cosas fueran diferentes —
— ¿En.. En serio? —
Ichika quedó estupefacta.
— Yo no me negaba a la idea de que ellas supieran la verdad, incluso puede que ellas en el futuro hubieran querido buscarlas — Akane interrumpió — Con el fin de buscar su origen... Si así puede llamarsele a su historia, pero viendo el tipo de mujeres que son me temo que eso no es posible —
— Ustedes solo piensan en ustedes mismas, siempre lo hicieron. Y con todo lo que ha estado pasando y paso me deja en claro una cosa. Ustedes no ven a las niñas como sus hijas, si no como un trofeo al que reclamar —
— ¡No puedes decir eso, no es verdad! —
Yotsuba exclamó.
— Si no fuera así ¿Por qué estaban dispuestas a dañar sus esperanzas, creencias y sueños con el fin de recuperarlas? Una madre... No, yo jamás haría eso, preferiría morir que lastimar a una de las niñas —
— ¡¿Tu que vas a saber?! — Nino resopló — ¡No fuiste tú la que parió! —
— Si, tienes razón... Yo no tuve ese privilegio pero... Obtuve algo mejor — Akane sonrió — Tiempo en familia, verlas crecer, cuidar de ellas... Todo fue tan hermoso ¿Como pudieron renunciar a algo así? —
— ..... —
— Por eso, más que negociar.... Vine a advertirles algo, no se acerquen jamás o lo más seguro es que tomemos esto en un camino legal —
— No queremos nada, aunque deberíamos sacarles una indemnización por los daños causados. Nos conformamos con que no vuelvan a aparecer. La decisión está tomada y dudo que quieran refutar ¿No? —
Fuutarou dijo.
Sin embargo antes de que pudieran pelear esa decisión, unos gritos se hicieron presentes.
— ¡No pueden tomar esa decisión sin antes consultarnos! — Rena salió de los arbustos — ¡No es justo para nosotras! —
Seguida de ella salieron Kaede, Hiroko, Yuki y Mai seguidas de Isanari que venía algo agitado.
— Ya... Estoy viejo para esto —
Isanari suspiró, dándose cuenta de la situación.
— ¿Esas son... ? —
Kaede observo con desdén a las quintillizas.
— ¿Nuestras...? —
Yuki la siguió.
— ¿Madres? —
Hiroko observo con confusión.
— ¿Qué hacen aquí las cinco? ¿Nos siguieron? —
Fuutarou cuestionó, un poco molesto.
— ¡Rena decidió hacerlo y no pude detener al resto! — Mai respondió — ¡Y el abuelo es lento! —
— ¡Oye! —
Isanari se quejó.
— No pueden tomar esa decisión sin nosotras — Rena se volteó hacia sus hermanas — ¿No tienen curiosidad de saber de dónde venimos? ¿El por qué nos mintieron? —
— ¡Rena, no sabes lo que estás diciendo! — Mai la confrontó — ¡No entiendes porque lo hicieron! —
— ¡¿Y tú si?! ¡Nunca fuiste tan apegada a ella como lo fui yo! ¡No sabes cómo me siento! —
— ¡¿Qué no lo sé?! ¡Dude tanto como tú! — Mai respondió — ¡Pero yo se lo que es Takebayashi para nosotras! ¡Se que ella es nuestra madre sin importar que! ¡¿Como puedes dudar de ella si decías quererla tanto?! —
— Pero ella no estuvo desde que nacimos...— Kaede empezó a dudar y se puso de lado de Rena — Yo... Recuerdo solo que estuviera cerca desde los tres años...creo —
— Yo... Tengo curiosidad, quiero saber porque todo pasó — Hiroko se puso de lado de Rena — Hiroko quiere saber la verdad... El porque mamá nos oculto esto —
— Yuki... Por favor — Mai intento razonar con su hermana mayor — Tu... Tu debes entenderlo ¡Takebayashi siempre estuvo ahí para nosotras, no esas mujeres! —
— Yuki, no tienes porque hacerle caso, tu también mereces la verdad —
Rena dijo.
La niña empezó a temblar por la ansiedad, no sabía por quién decidirse hasta que en su mente empezaron a llegar ciertos recuerdos.
"Yo... No soy como las demás"
" ¿Y tienes que serlo? Querida, tu brillo es especial, lo que eres es único, no tienes que ser como los demás"
" Yo... No tengo ningún amigo, creo que todos me odian"
"Las verdaderas amistades llegan con el tiempo y perdurarán. Por ejemplo, yo siempre seré tu amiga"
"¿Es... Verdad? ¿Siempre estarás para mí?"
"Siempre, siempre estaré, no te olvides jamás de eso"
"BUAAAAA"
" Ya, ya, no llores querida, harás llorar a mamá también"
" Te... Te quiero.."
" Y yo a ti.... "
Y yo a ti...
Y yo a ti...
— T-Tienes razón, elegiré lo que yo quiero — Yuki se puso de lado de Mai — Akane-san es mi mamá, no dudó de eso —
Por una parte el corazón de Akane se había dividido, estaba triste por ver que tres de las niñas no confiaban en ella. Pero por otro lado, se alegraba de que Mai y Yuki se hayan puesto de su lado.
— Es más complejo de lo que creen, así que váyanse a casa, luego hablaremos seriamente de esto —
Fuutarou ordenó.
— ¡No hasta que lleguemos a un acuerdo justo! — Kaede exclamó en apoyo a Rena — ¡Merecemos saber quiénes son esas mujeres y porque dicen ser nuestras madres! —
— Tal vez deberías escuchar a las niñas Fuutarou-kun — Ichika sonrió con satisfacción — ¿No te opondras a los deseos de las niñas o si? —
Fuutarou gruñó con molestia.
Raiha parecía estar a punto de estallar en cualquier momento.
Y Akane pensaba.
¿Qué manera había de solucionar esto? Por una parte se arriesgaba a un odio absoluto de parte de tres de las niñas, pero si permitía eso, el bienestar de las niñas podría peligrar.
No importaba que... Ella estaba dispuesta a recibir ese odio.
Si es por su bien, lo haría.
Dolerá, lo hará.
No hay opción. Tendré que hacer una acción de auto sacrificio.
Su relación se romperá, no volverá a ser la misma, pero las niñas podrán estar bien, lejos de esas mujeres.
— Ah... Tenia que ser así ¿No? — Isanari resopló — No se trata de oponerse a los deseos de cada quien, aquí uno busca respuestas y otro... Ya saben que —
— Suegro... —
Akane vio con sorpresa a Isanari.
— No podemos garantizar el bienestar de las niñas con su presencia, pero tampoco podemos garantizar la satisfacción de la otra parte ¿O me equivoco? —
— Puede que tenga razón, así que solo hay una salida conveniente —
Itsuki dijo.
— Para ustedes, cual sea el resultado les beneficia ¿No? — Isanari las atacó con la mirada — Así que, si vamos a jugar en su juego... Lo haremos a esta manera — El vio con seriedad a sus nietas — Sin excepción, un día de estos cada una tendrá un día en el que compartirán con... Su "Supuesta" madre. Ese tiempo será más que suficiente para que despejen dudas —
— Es mejor que nada —
Rena dijo.
— Y a la vez, es su única oportunidad de demostrar que son minimamente capaces de visitarlas ocasionalmente — Isanari les dijo a las Nakano — Solo será esa oportunidad ¿Alguien se opone? —
Sorpresivamente nadie se negó.
Excepto una niña.
— ¿Es en serio? ¿Pretenden obligarnos a pasar un día con una completa desconocida? ¡¿Qué les pasa?! — Mai grito furiosa — ¡¿Como puedes pensar en eso abuelo?! —
— Mai, piénsalo bien — Nino se acercó — Podemos conócenos y podrás juzgarme por tu cuenta sin necesidad de un tercero —
— No me interesas en lo más mínimo, Nakano Nino —
El tono que uso Mai hizo retroceder a Nino.
— ¡Ya acéptalo! ¡Estamos todos de acuerdo menos tu! —
Rena la encaro.
— ¡¿Quieres pelea?! —
— Mai, Rena ¡Es suficiente! — Akane exclamó en modo de regaño, lo cual sorprendió a ambas ya que ella nunca lo había hecho — Es suficiente de peleas, por ahora le daré la razón a su abuelo —
— P-Pero... P-Pero... —
Mai intento reclamar.
— Hija... Esto tampoco me agrada, pero es la mejor solución a largo plazo —
— No es tu hija, es mi hija — Nino se entrometio — Ella por fin elegirá a la que es su verdadera madre —
— No tengo porque elegir — Mai respondió — ¿Quien elige a su madre? La idea en si sola es ridícula. Hasta hace no mucho yo dude como mis hermanas, pero... Reconocí que mi madre es quien siempre está ahí, quien me mima, me da amor, me regaña cuando es necesario como acaba de hacerlo, ella debe ser mi refugio. Al pensar en esas cosas, no hubo más dudas — Vio muy mal a Rena — Por eso... Que fueras la más apegada, la que siempre estaba en primera fila no lo entendiese me indigna... —
— Eso dices ahora, pero finalmente tendrás que decidirte —
— ¿Quieres que decida? Muy bien, lo haré — Mai abrazo con fuerza a Akane — Yo elijo a Takeba... No ¡Elijo a mi mamá sobre todo lo demás! —
— Y-Yo... Yo tambien — Yuki un poco tímida se unió al abrazo — Yo... Yo solo me siento cómoda con Akane-san —
— ¡Si tengo que estar contigo un día para demostrar mi amor a mi madre, lo haré! — Mai le dijo a Nino en toda la cara — Yo... No soy indecisa —
— Niñas...— Akane sonrió, aguantando el llanto — Son... Son lo mejor que me pido haber pasado —
Fuutarou sonrió con un poco de envidia ¿Como podían ser más unidas a ella que a él?
— Ah... Entonces tenemos un trato — Fuutarou estuvo de acuerdo — Solo un día tendrá cada una, después de eso nada más —
— Pareces confiado, pero... En el fondo sabes que nada igualará a una verdadera madre —
Itsuki dijo.
Ante esto, Fuutarou sonrió nuevamente mientras que veía a Akane, pero a la vez, dentro de si mismo había una preocupación latente respecto a Hiroko, Kaede y especialmente Rena.
— Si... Quizás debería desearles suerte a las cinco, así el golpe no les dolerá tanto —
Nota del autor (PutoElQueLoLea)
Se acabó el arco de Kioto!!!!
Pero en vez de soluciones ¡Prepárense para los problemas! ¡Y más vale que teman!
Para proteger al mundo de la devasta... Esperen chingada madre, eso no va ahí.
Lo que se esperaba como una advertencia a alejarse de las niñas, resultó en todo lo contrario porque Rena se negó. Replicando quebwieore saber la verdad y descubrir su propio origen.
Kaede y Hiroko la siguieron, dejando a Mai sola por unos segundos, pero ¡Sooorpresa! ¡Yuki se puso de lado de ella!
¿Por qué razón lo hizo?
¿Qué fueron esos pensamientos que tuvo al decidir eso?
Isanari, en un intento de evitar que Akane se autosacrificara hizo una sugerencia dudosa.
¿Por que lo hizo? ¿Cuales fueron sus motivos? ¿Por que nadie se negó?
En especial ¿Como se dio cuenta de lo que Akane quería hacer?
Eso lo sabremos en los próximos capítulos. En el nuevo arco de esta historia.
Jaja, me pase de lanza pero no quería hacer dos caps más para este arco, así que bien largo quedó.
¿Les gustó?
¿Qué les pareció?
¿Qué opinan de lo que pasó?
¿Habrá guionazos para que gane Yotsuba?
Nunca lo sabremos.
Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.
¿Qué esperan del próximo arco? Chao chao!
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