Y Así, Continuo Su Errada Visión
Por más que sea difícil de aceptar para algunas personas, mentir muchas veces es necesario. Esta verdad dolorosa se materializó para Takebayashi en una encrucijada que transformó su vida en algo que nunca imaginó. La decisión de ocultarle a su novio, Fuutarou, el sufrimiento de su enfermedad era una carga que, aunque no deseada, ella sentía que era suya para llevar.
Takebayashi se había reencontrar con Fuutarou en un momento en el que su vida parecía se había apagado, el volverlo a ver y estar a su lado había cambiado eso a gran escala.
Desde el principio, Takebayashi sabía que no podía permitir que Fuutarou cargara con la verdad de su sufrimiento, de la enfermedad que la atormentaba desde que era un niña. Era una carga demasiado grande, un peso que podría aplastarlo bajo la presión del miedo y la tristeza. Cada sonrisa que él le dedicaba, cada gesto de ternura, era un recordatorio de lo precioso que era su amor y lo desesperadamente que deseaba protegerlo. La idea de verlo sufrir, de ser el causante de su angustia, era un dolor que Takebayashi no podía soportar.
Fuutarou ya había sufrido bastante.
Así que, con un esfuerzo que desgarraba su alma, optó por la mentira. En lugar de contarle a Fuutarou sobre la gravedad de su situación, le mintio varias veces. Aseguró que estaba bien y que no había que preocuparse, ocultando así el peso de la verdad. Cada palabra que le decía, cada gesto de tranquilidad, era una capa de protección que envolvía su amor en una burbuja de falsa seguridad.
La mentira, aunque dolorosa, tenía una razón. Takebayashi estaba convencida de que darle a Fuutarou el tiempo para disfrutar del amor sin la carga del sufrimiento era el último regalo que podía ofrecerle. Ella veía sus ojos brillantes y sentía cómo el amor que compartían era un bálsamo para su alma atormentada. A veces, en los momentos más íntimos, cuando solo estaban ellos dos, Takebayashi sentía una mezcla de gratitud y tristeza. Gratitud por el amor que él le ofrecía y tristeza por el hecho de que no podía compartir la verdad de su corazón.
También... Estaban los pensamientos de Fuutarou, que por más que Takebayashi lo intentará no podía compararse a ciertas personas. Y menos tomar su lugar.
Sin embargo, el peso de la mentira nunca se desvaneció completamente. Cada sonrisa y cada momento de felicidad compartida estaban matizados por la dolorosa realidad que ella ocultaba. Cada día que pasaba sin decirle la verdad era un día en el que la mentira se asentaba más profundamente en su corazón, y el remordimiento crecía con cada segundo.
Eventualmente, la verdad tenía que salir a la luz. La enfermedad, implacable y despiadada, comenzó a hacer su presencia más evidente, y Takebayashi sabía que no podía mantener la farsa por más tiempo. Se preparó para el momento en que revelaría la verdad a Fuutarou, temiendo su reacción pero consciente de que no podía seguir viviendo en un mundo de medias verdades.
Penosamente, no fue Takebayashi quien le confesó la verdad. La misma enfermedad actuó por si sola.
Su tiempo era cada vez más limitado, sin embargo nunca fue capaz de decirle la verdad.
Fuutarou ya no sabía que hacer con lo que pasaba ante sus ojos. Rápidamente la noticia llegó a otros oídos y el padre de Takebayashi estaba enfrente de él.
¿Qué podría decir en estas circunstancias? Aunque quisiera hacerlo, no estaba en el estado de hacerlo.
— Fuutarou... — El hombre se sentó a su lado, pareciendo bastante tranquilo sin embargo, la mirada que estaba dando decía todo lo contrario. Parecía estar tratando de guardar la calma —.... ¿Ella....? —
— No lo sé... Y en el fondo de mi no quiero saberlo — Fuutarou respondió, con un tono de voz depresivo — Pero... ¿Usted está realmente bien, Manjirou? —
Manjirou Takebayashi era el padre de Akane, suele ser una persona muy ocupada ya que es un abogado importante. Sin embargo, nunca descuido del todo a su hija que era su mayor tesoro.
Aunque no coincidía con Fuutarou en el hospital, el venía todos los días para ver a su hija.
—....... Es mi única hija, y la única familia que me queda —
Manjirou respondió.
— ¿Por qué me ocultaron esto? —
— No era decisión mía decírtelo, aunque debí hacerlo —
—.... Ya no se que pensar, pero ya no importa... — Fuutarou pareció resignarse a iniciar una confrontación, no sabía aún del todo los pensamientos y deseos de Takebayashi — Ella... Podría morir —
— Todos lo haremos... Pero, no es agradable tener que pensar que.... Que un padre debe enterrar a su hija... —
—.... Luce muy tranquilo pese a decir esas cosas —
— No confundas mi silencio con ausencia de dolor — Manjirou respondió al comentario de una manera muy fría — Luchare con mi dolor a mi manera, y tu evidentemente a la tuya —
— Y-Yo... Lo siento.... No quiero discutir, es sólo que.... —
— Dime algo ¿Tu realmente la amaste en algún momento? —
La pregunta no tomo por sorpresa a Fuutarou, ya que desde la última conversación que tuvo con Takebayashi le dejo las cosas bastante en claro sobre cómo ella se sentía respecto a su relación.
Sin embargo, no espero que Manjirou fuera quien le hiciera esa pregunta.
— Ella me dio más de lo que puedo decirle — Fuutarou dijo — Pase por tantas cosas y ella llego, me ayudo a sanar y demostrarme qué el mundo no era tan malo conmigo... —
— Eso no responde a mi pregunta —
— ¡Claro que la amo! — Fuutarou exclamó — Takebayashi.... Realmente es una mujer única ¡¿Quien diablos se mete con un padre joven soltero?! Lo peor no es eso si no que... — Empezó a llorar —E-Ella realmente ama a mis hijas, las c-cuida, las a-alimenta a v-veces y... E-Es una m-nadre para ellas... E-Ella me acepto con todos mis defectos ¡¿C-Como puede preguntar esas cosas?! —
— Explicame esto entonces — Manjirou de su bolsillo saco una foto y se la lanzo — ¿Por qué guardabas eso? —
— ¡¿D-De donde la saco?! —
—.... Akane me dijo que me deshiciera de ella hace unos meses, y me menciono sobre tu pasado con esas..
Mujeres —
Fuutarou tomo la foto entre sus manos, pero a diferencia del pasado, no se iba a poner a llorar.
Esta vez, era distinto, incluso sin que el se diera cuenta.
—.... ¿De dónde saco esto? —
— Me dijo que cuando estaba ayudándote a limpiar la encontró en un cajón qué estaba limpiando — Manjirou respondió — ¿Por qué guardabas eso? —
—.... —
— Nunca me agrado qué mi hija fuera tu segunda opción, pero ella insistía en que no importaba. Que estaba siendo feliz y que te hacia feliz, sin embargo... Me indigna que mi hija, quien más te apoyo, no sea más que esas hijas de puta ¡¿Qué le pasa a tu maldita cabeza Uesugi Fuutarou?! —
— N-No lo entiende... —
— ¡¿QUÉ NO ENTIENDO QUE, IDIOTA?! — Manjirou lo sujeto del cuello — ¡¿CREES QUE AKANE REALMENTE SE SENTÍA BIEN SABIENDO QUE NUNCA LA AMARIAS COMO AMASTE A LAS PERRAS QUE TE ABANDONARON?! ¡¿REALMENTE CREES QUE ES ASÍ?! —
— N-No es así... —
— ¡¿CÓMO NO VA A SER ASÍ?! ¡¿OLVIDASTE POR LO QUE SUFRIAS EN PRIMER LUGAR?! Así es ¡PORQUE TE SENTÍAS SOLO SIN ELLAS! ¡PORQUE TE SENTISTE DESTROZADO CUANDO LAS PERSONAS QUE AMASTE TE DEJARAN! —
— ¡USTED NO SABE NADA DE MI! — Fuutarou ejerció algo de fuerza para soltarse del agarre y empujó a Manjirou — ¡¿QUÉ SABE USTED DE MI?! —
— ¡SE TODO LO QUE AKANE SABÍA! — Manjirou respondió y le devolvió el empuje — ¡¿CÓMO PUDISTE PEDIRLE A MI HIJA SALIR SI NO LA AMABAS?! —
— ¡SI LA AMO! ¡PERO....! — Fuutarou apretó sus nudillos — ¡NUNCA ES FÁCIL OLVIDAR A LAS PERSONAS QUE SIEMPRE AMASTE! ¡PERO ELLA ME AYUDO A ABRIR LOS OJOS! ¡ESAS IDIOTAS TOMARON SU DECISIÓN! —
— ¡Y TU NO ACEPTAS QUE ELLAS SE FUERON! ¡NO VOLVERÁN! —
—.... —
—... Tu silencio lo dice todo — Manjirou suspiro y observó como las enfermeras estaban viendo su discusión — Ya dejemos esto así, pero no te atrevas a decir que amaste a mi hija luego de todo esto... —
— Pero.... Yo si la amo — Los ojos de Fuutarou estaban repletos de lágrimas — E-Es cierto que amaba a estas idiotas cuando empezamos a salir, p-pero también la amaba a ella... E-Ella c-cambio m-mi m-mundo... M-Me arrepiento d-de h-haber t-tenido e-esos pensamientos..
D-De N-No haberle demostrado que la amaba —
— Fuutarou... —
— Y-Yo... Realmente... R-Realmente la amo — Cayó de rodillas — N-No quiero perderla... —
—.... ¿Es todo? Con esas palabras no me demuestras nada, y probablemente ya no puedas demostrarselo a ella, esa foto... Era tu único recuerdo de ellas, Akane no me pidió que me deshiciera de ella por mero capricho ¿Sabes? — Manjirou suspiro —Lo hizo para deshacerse de esa parte de tu pasado... Me dijo que si no volvías a ver esa foto, probablemente no tendrías que pensarlas nunca más —
— Tenía razón — Fuutarou sin vacilar volvió a tomar la foto en sus manos, y empezó a romperla en pedazos qué inmediatamente tiro al contenedor de la basura que estaba en una esquina — Ella siempre... Siempre se preocupo más por mi bienestar qué el suyo, llore y las pensé tantas veces incluso en la compañía de Takebayashi, compare mis sentimientos una y otra vez, pero... Sin darme cuenta, mi amor a esa idiota crecía cada día más y más... Soy un egoísta por hacerle eso y luego decir esto en este momento, no le demostré que yo.... ¡Yo no quiero volver a ver a las quintillizas! ¡Si pudiera yo.... Yo daría mi vida por Akane! —
— (Nunca valoras algo hasta que estas a punto de perderlo, o por su defecto cuando lo pierdes por completo) — Manjirou pensó ante las declaraciones de Fuutarou — Eso es irresponsable teniendo en cuenta que tienes una responsabilidad afuera de este hospital —
— ¡Se que las niñas estarán bien con ella! —
— Idiota, no seas tan descarado de darle esa responsabilidad, además ¡Tu ya no puedes hacer nada por ella! —
— Aunque no lo haga se que ella lo haría de todos modos.... Akane es ese tipo de mujer — Fuutarou se calmo un poco, y observó fijamente a Manjirou — Ella... Haría cualquier cosa por las personas que ama, incluso a costa de su propio sufrimiento, así que... Si tengo que cargar con su odio lo aceptaré, porque eso no es nada comparado con lo que ella está sufriendo y ha sufrido por su enfermedad y... Por mi culpa —
— ... (Aunque lo normal es que ella haya sufrido y hasta llorado esa vez al saber que no la amarías como amaste a las Nakano. De alguna forma puedo decir con certeza que ella no sufrió...) — Manjirou pensó, estando a punto de quebrarse enfrente de Fuutarou — (Ella... Ella sabía todo eso, aun así quería quedarse a su lado hasta sanar, este hombre es patético, indeciso y tiene mucha carga de su pasado... ¿Qué viste en el Akane? ¿Por qué le diste tus sentimientos a este hombre?) —
— Yo no merezco a Akane... Lo admito — Fuutarou dijo — Pero... Ya soy un egoísta, lo he sido todo este tiempo así que lo diré ¡AMO A AKANE TAKEBAYASHI CON TODO MI SER! ¡Y LAS NAKANO SE PUEDEN IR A LA MIERDA! Incluso si ella se va... ¡No dejaré de amarla y arrepentirme por no haberle dado el amor que se merecía! —
— (No puede ser más patético...) — Manjirou se volteo — (Pero... Por alguna razón no puedo seguir molesto, Akane no lo hubiera deseado así... Ella... Realmente parecía feliz a pesar de todo ¿Qué es lo que pensaba esa cabeza hueca? Realmente.... Realmente te pareces tanto a tu madre...) —
— ¿Esta llorando? —
— (N-No quiero perderte a ti también, tengo miedo...) — Manjirou se decía así mismo mientras le daba la espalda a Fuutarou — (Miyuki...¿R-Realmente estoy haciendo lo correcto al juzgar a este tipo? ¿Al tipo que nuestra hija eligió?) —
— ¿Manjirou? —
—.... Iré por unas bebidas — Manjirou le dijo y empiezo a salir del pasillo — Vigilala desde ahí ¿Si? —
El hombre se fue y dejo a Fuutarou allí.
Pasaron varios minutos y el no volvió. Para Fuutarou la conversación de antes fue una especie de detonante qué lo hizo darse cuenta de varias cosas. Pero más allá de sentirse miserable se sentía impotente.
Probablemente, ya no podría demostrarle a Akane lo que merecía.
Akane.... Ojalá hubiera pronunciado más su nombre que su apellido.
De la nada, salió un médico que se acerco a él adulto joven y lo tomo del hombro.
— Es probable que no pase de esta noche — El doctor le dijo de manera directa — Si no lo logra, obviamente no habrá forma de salvarla —
— Lo sé — El joven adulto respondió — Todo... Todo pasó tan rápido —
— Es una lástima que esto suceda... Hace no mucho se descubrió un tratamiento para su enfermedad, pero penosamente no lograra salvarse por aquel infarto. En serio, lo siento joven —
— Ha hecho todo lo que podía doc — El joven parecía frustrado, pese a lucir tranquilo en ese momento, pero por dentro estaba quebrado — Santa mierda... Enserio lo siento —
— No es su culpa joven —
— No me refiero a eso... Arruine las cosas con ella por no superar un antiguo amor. Ahora por eso, me llevaré ese remordimiento a la tumba —
— Como doctor le dije eso pero como humano le diré que... No abandone la esperanza— El doctor lo tomó del hombro y vio como el padre de la mujer se acercaba — Qué oportuno —
— ¿Qué paso? ¿Cómo está mi hija? —
Manjirou inmediatamente le pregunto.
— Esta en un estado de vida o muerte para ser exactos. Estamos haciendo lo posible para tenerla estable — El doctor respondió — Le mencione al joven aquí que hace poco se descubrió una tratamiento para su enfermedad, sin embargo el doctor que trataría a la señorita llegaría más o menos al medio día de mañana para empezar... Pero realmente dudamos de que pase de esta noche —
— Doctor... Se lo ruego — Manjirou se puso de rodillas — Haga lo posible por mantenerla... Por ayudarla ¡Por favor! —
—... Haremos lo que podamos señor —
Luego de decir eso el doctor se retiró de nuevo a la sala donde estaba Takebayashi.
Ellos podían verla desde afuera, había una pequeña ventana que dejaba ver un poco el rostro de la mujer. Quien parecía estar dormida o en un desmayo del que probablemente no despertaría.
— Fuutarou... Te seré sincero, te detesto —
Manjirou le dijo luego de ponerse de pie.
— Yo también me odio un poco... —
— Pero, aunque te odie eso no cambia el hecho de que mi hija te eligió... —
Luego de eso el le lanzó una soda a Fuutarou, el la atrapó y junto a él hombre empezó a beber en silencio.
No sabía lo que vendría para el día de mañana, pero... Solo le quedaba esperar lo mejor.
Nota del autor.
Joder nuevo personaje.
Mocos.
Resulta que Takebayashi esta medio fría, pero prácticamente si la dormí.
Jaja estoy bien loco, lloren pues.
Lector — Pero eso no es triste
Pues entonces mataré a las niñas.
Ay... Me equivoque de fic.
Digo, ustedes no vieron nada.
El papá de Takebayashi andaba bien pinché indignado porque se entero que antes Fuutarou siguió amando a las quintillizas. Pero aún sigue siendo medio mediocre el argumento ¿O ya les quedo claro?
Meh, lo dudo.
Pero con el tiempo Fuutarou superó sus sentimientos por esas pendejas que no se merecen ni los buenos días, sin embargo ¿Aun esta a tiempo?
Akane Takebayashi esta en un estado entre la vida y la muerte.
¿Acaso ella sobrevivira?
¿Manjirou estuvo basado?
¿Realmente que Fuutarou rompiera y tirara los restos de la foto significó algo?
¿Podrá redimir lo que hizo?
¿Quien diablos es Miyuki?
Nunca lo sabremos dijo el Fedelobo.
¿Qué les pareció el capitulo? ¡Leerlos me anima bastante!
Este capitulo sirve para el desarrollo del palmeritas.
Si esta parte es bien apoyada en las próximas 24 horas.... Fijo faco otro cap el fin de semana.
Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos próximas actualizaciones.
CHAAAO
Ya vi que actualizaste @DoumaLunaSuperior99
Pero vuelve a actualizar mi novela 😠
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