Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Algún Día, Conocería La Verdad

Fuutarou se encontraba sentado frente a un hombre con traje, quien parecía estar tomando apuntes en su escritorio. Era su sesión de terapia, algo a lo que había empezado a asistir regularmente hace unos dos meses por recomendación médica.

— ¿Qué piensa, doc? —
Preguntó Fuutarou, con una nota de resignación en su voz.

El psicólogo levantó la mirada de sus notas y lo observó con atención antes de responder.

— Fuutarou, parece que sigues pensando mucho en las quintillizas. Podría ser que eso esté influyendo en cómo te percibes a ti mismo y en tus relaciones actuales —

— ¿Qué? ¿A que viene eso de repente? —

— Puedo entender que fue algo duro lo que paso, sin embargo algo que se debe comprender sobre la mente de los hombres es que, somos ingenuos y tendemos a llevarnos demasiado por nuestros problemas — Dijo el Psicólogo — Han pasado más de tres años, y por lo que me dijiste cargas con remordimientos muy fuertes que están relacionados con esas chicas... Y al parecer fue antes de que te dejaran —

— No lo sé doc — Fuutarou cambio su actitud, ahora parecía algo nostálgico y temeroso — Realmente, lo que temo es ser juzgado, hice y dije cosas de las que me arrepiento y aunque me cueste aceptarlo, se lo dije a esas mujeres —

— Entonces ¿Piensas que es tu culpa que se hayan ido? —

—.... Si, no.... No lo sé —

Fuutarou había decidido ir a terapia después de enterarse de los sentimientos de Takebayashi hacia él, un giro inesperado que lo había afectado más de lo que esperaba. Aunque Fuutarou insistía en que sus pensamientos no estaban relacionados con las quintillizas, su psicólogo parecía ver más allá de sus negaciones.

— A veces, lo que creemos que no nos afecta puede tener un impacto profundo en nuestra percepción de nosotros mismos y en nuestras relaciones futuras — Comentó el psicólogo con calma — Incluso sin quererlo, nuestro pasado influye en nuestras relaciones del presente. Eso es lo que te esta pasando —

— Pero... Takebayashi no se merece eso —

— Es cierto, aunque debes admitir algo respecto a eso —

— ¿Qué es? —

— Desde que ella volvió a tu vida, te ha impulsado a que te superes — El psicólogo dio en el clavo, y Fuutarou abrió los ojos, impresionado por la afirmación — Solo piénsalo, antes no tenias trabajo, no comías bien y encima parecías estar muy quebrado emocionalmente. Pero desde que ella llego, te acompaño, te aconsejo y te ayudo como nadie podría haberlo hecho además de que se lleva bien con tus hijas  —

— Es cierto, pero... —

— Conseguiste trabajo, ahora llevas más comida a la mesa, estas menos delgado y encima tienes la determinación para superar tu pasado — El psicólogo continuó — Si seguías solo lo más seguro es que la historia sería distinta. Esa chica te ha aportado mucho en tu salud mental —

Fuutarou parecía pensar detenidamente las palabras del doctor, y debía admitir que no se equivocaba en nada.

Ella lo apoyo y lo animo a seguir adelante. Sin importar que tantos defectos tuviera ella lo empujó a que de alguna forma... Viera la vida con más color, a que se despegara lentamente del pasado.

Su sola presencia, había cambiado algo en él.

Las niñas la amaban, su hermana ahora le tenía confianza, y para el.... Era indispensable.

— Tiene razón, ella es maravillosa —
Fuutarou dijo.

— Hoy en día una mujer que te aporte de esa manera es muy difícil de encontrar —

— Pero... ¿Realmente tengo el derecho después de lo que hice y dije? ¿Realmente le convengo a ella? —

— Uesugi, solo dime algo ¿La amas? —

En ese momento, Fuutarou recordó vivamente una experiencia con Takebayashi, específicamente el día en que salieron juntos del hospital.

"Me preocupo por ti, porque sigues sufriendo en silencio"

Resonaron las palabras de ella en su mente. Eran un eco constante de cómo siempre se había preocupado por él.

"Nunca te juzgaré"

Había afirmado varias veces, pero especialmente en ese instante crucial. Fuutarou sintió cómo esas palabras le proporcionaban una sensación de calma profunda, que se extendía desde su cabeza hasta su pecho. Era como si sus preocupaciones y angustias se disiparan temporalmente, al menos en la presencia reconfortante de Takebayashi.

Recordar ese momento le recordaba que ella siempre estaría dispuesta a entenderlo y apoyarlo, incluso en los momentos más difíciles. Era un bálsamo para su alma atribulada, una pequeña luz en medio de sus pensamientos turbulentos.

Fuutarou cerró los ojos por un momento, reviviendo la sensación de tranquilidad que había experimentado en aquel día especial. Era un recordatorio de que no estaba solo en su lucha interna, y que podía encontrar consuelo y entendimiento en ella.

Esta conexión especial con Takebayashi le recordó la importancia de aceptar el apoyo emocional y no cargar siempre con sus problemas por si solo.

Ahora entendía, porque ese día no quiso soltar su mano.

— Yo... Puede que sienta algo por ella — Fuutarou confesó, con rastros de profunda vergüenza en su rostro — Es decir ¿Cómo no podría? —

— Y ¿Qué hay de las quintillizas Nakano? —
Pará poner a prueba su confesión, el psicólogo tocó un tema que podría considerarse delicado.

— Se fueron, ellas ya tomaron su decisión y yo ya estoy tomando la mía —

El psicólogo no pudo evitar sonreír, al parecer su paciente pronto podría seguir sin ningún remordimiento.

— Pero aún falta algo, ese algo que quieres confesar y que tanto temes —

— Se lo diré todo a ella... Ha estado muy preocupada desde que le mencione de mi miedo a ser juzgado, así que se lo diré todo una vez salga de aquí —

— Deberías tomarte tu tiempo —

— No, si no lo hago ahora que tengo la determinación tal vez nunca lo haga —

— Tal vez sea lo mejor — El psicólogo se levanto, y lo vio fijamente a los ojos — Por hoy terminamos, nos vemos la próxima semana —

— Gracias doc... Ella al final tenía razón — Fuutarou se levantó de su asiento con intensión de irse — Este fue un buen primer paso —

— Es una buena chica, así que valorala. Esas chicas se suelen perder porque los hombres no las valoran —

— Ya he cometido muchos errores, y seguro los seguiré cometiendo pero... — Fuutarou suspiro y se dirigió a la puerta — Se que podré superarlo todo si ella está a mi lado —

(...)

En el apartamento se Fuutarou, se encontraban Raiha y Takebayashi preparando el almuerzo para las niñas. Desde lo que sucedió hace dos meses la menor empezó a confiar en Takebayashi, a tal punto que hasta a veces salían juntas.

Raiha también tuvo miedo, aquel temor de que volvieran a jugar no solo con la confianza de su hermano. Si no con ella.

Ichika la había manipulado, a tal punto que su rechazo hacia cualquier mujer que se acercara a su hermano era inmediato, todo bajo las palabras de la mayor de las Nakano, que afirmaba que solo ella y sus hermanas eran capaces de hacer feliz a Fuutarou.

Pero con ayuda de Takebayashi, ella empezó a sanar y dejar esa experiencia mala en el pasado.

— Nee-san — Raiha llamo a la mujer — ¿Onii-chan llegará pronto? —

— Si, debería estar para cuando terminemos el almuerzo — Takebayashi respondió — Seguro vendrá muy agotado ¿Qué tal si le preparas la ducha? —

— Eres muy atenta, casi pareces su esposa —

— ¡¿Q-Qué c-cosas d-dices Raiha-chan!? —

Ambas se tenían confianza, tanto que hasta Raiha se dirigía a ella como "Nee-san" y Takebayashi a Raiha como "Raiha-chan"

— Fufufu —

— ¡Tía, ella se puso muy roja! — Rena, quien estaba sentada en una sillita comiendo fruta dijo — ¡Parece un tomatito! —

— ¿Tu también Rena-chan? — Takebayashi hizo un puchero, y volteo su mirada — Mereces un castigo —

— P-Pero yo... —

Antes de que pudiera continuar, Takebayashi la tomo en brazos y empezó a hacerle cosquillas.

— Rena-chan eres una niña muy mala —

— ¡B-Basta! Jijiji — Rena reía e intentaba zafarse de la mayor — ¡L-La tía R-Raiha empezó! —

— No es justo que jueguen sin mi — Mai llego, con una expresión de molestia se agarro de la pierna de Raiha — ¡Invitenme! —

— Tienes razón Mai-chan, así que tu deber es castigar a la tía Raiha —

— Okey —
Mai con toda la inocencia del mundo empezó a hacerle cosquillas a Raiha en al abdomen, ya que ella era sensible en esa parte.

— ¡M-Mai-chan d-detente! — Raiha intento persuadirla — S-Sabes qué s-soy s-sensible ahí ¡KYAAAA! —

Esto era observado por las otras tres pequeñas, quienes veían esto de diferentes formas.

Kaede parecía curiosa, pero se le hacia divertido simplemente verlo.

Hiroko dejo de prestar atención y enfocó su mirada en la televisión.

Yuki quería unirse, pero tenía algo de vergüenza en pedirlo.

Luego de unos segundos se detuvieron, Takebayashi bajo a Rena de sus brazos y empezó a respirar fuertemente.

— haaa.... Ahora... — Takebayashi le acarició la cabeza — V-Ve.... Termina tu fruta —

— ¡Si! —
Rena volvió a concentrarse en su fruta.

— Ya sufriste suficiente tía — Mai se separó de ella, y concentro la mirada en Takebayashi — La próxima serás tu, así que prepárate —

— E-Estaré.... Esperando — Takebayashi respondió, Mai sonrió y se fue — Uf... —

— Nee-san ¿Estas bien? — Raiha se preocupo al ver como de repente perdió toda su energía — Deberías sentarte, parece que te entró un golpe de calor —

— T-Te tomare la palabra —
Respondió algo agitada.

(...)

— Estoy en casa —

Después de una hora Fuutarou apareció en la entrada de la casa, rápidamente las cinco pequeñas fueron hacia él para abrazarlo.

— ¡Papá, llegas tarde! —
Mai reclamo.

— ¡Bienvenido, papá! —
Kaede lo saludo.

— B-Bienvenido... — Tímidamente, Yuki saludo — T-Te... Te extrañamos —

— ¡Papá juguemos algo! —
Hiroko lo invito.

— Bienvenido papá, siéntate qué el almuerzo ya esta listo —

— Parecen muy animadas hoy — Fuutarou sonrió ante el recibimiento — Me alegra —

— La tía Raiha y Takebayashi jugaron con nosotras —
Mai dijo.

— Tiene razón Onii-chan — Raiha dijo, ella estaba a unos cuantos pasos de su hermano — Ya esta servido el almuerzo —

— Oh, bienvenido Fuutarou-san —  Takebayashi lo saludo mientras se acercaba — Veo que estas bien cotizado por tus hijas jeje —

— No molestes — Fuutarou suspiro — Tengo que hablar contigo de algo ¿Puedes salir y acompañarme un momento? —

Esto tomo por sorpresa a las pequeñas y Raiha, quienes arquearon una ceja.

— ¿Paso algo? Si es esi creo que Raiha-chan debería... —

— Ella ya lo sabe, pero es algo que tengo que contarte —

— Si es algo que ya se, dense prisa — Raiha respondió de manera tranquila — O el almuerzo se enfriara —

— ¡Quiero ir! — Mai exclamó — ¡Yo también quiero saberlo! —

— Yo también quiero salir —
Hiroko dijo.

— Vamos, será para otro momento —  Fuutarou dijo tranquilamente — Será una pequeña charla de adultos ¿Esta bien? —

Las pequeñas asintieron, y Fuutarou tomó de la mano a Takebayashi y la sacó del apartamento, solo se alejaron un poco de la puerta para así que nadie escuchara lo que Fuutarou tenía que decir.

— ¿Paso algo? ¿Estas bien? —
Takebayashi mostró una preocupación muy clara ante tal repentina petición.

— Solo... Quería decirte algo — Fuutarou dijo — Es algo que debí soltar hace mucho tiempo, pero por el temor constante al odio o ser juzgado nunca lo dije, pero después de meditarlo y recibir consejo me decidí a que... Debía contártelo —

Takebayashi observó sorprendida a Fuutarou. Sabía que ese algo que no quería contar era algo que le remordia la consciencia y que era difícil de él contarlo.

— No tienes que hacerlo si no estas listo —

— Lo estoy... Todo comenzó, antes de que las Nakano se fueran, no... Incluso fue más antes que eso —

Flash back.

Desde que se supo de aquel incidente, del momento en que la vida de Fuutarou y las quintillizas cambió radicalmente hubo varios cambios.

Fuutarou renunció a ir a la universidad y se dedico a trabajar, mientras que, las chicas estaban en un descanso luego de dar a luz.

No habían planificado mucho sobre el futuro, y hasta ahora era Fuutarou quien daba para el pan y lo que necesitarán las niñas recién nacidas.

Fuutarou usualmente no estaba en casa, y debido al constante estrés de trabajar sin parar en un horario muy pesado de 15 horas se comportaba de una manera distante con las chicas. Quienes habían querido hablar con él y ese momento... Se dio, no una ni dos... Si no varias veces, y en todas ellas Fuutarou rechazaba las peticiones de las chicas, porque de alguna forma le preocupaba que las niñas se perjudicaran.

La insistencia se dio, una última vez, quizás en ese momento fue que todo empeoró.

— ¿Qué quieren? Estoy muy cansado ahora —
Fuutarou pregunto, con un tono molesto en su voz.

— Se trata del futuro, nunca hablamos de esto —Itsuki tomo la iniciativa — Sabes... Antes de todo esto habían cosas que queríamos hacer —

— Todas teníamos metas en la vida, y no queremos renunciar a ellas —
Ichika dijo.

— Además, haz estado muy distante estos días — Yotsuba dijo — Entendemos que sea por trabajo pero también....—

— Haz sido muy grosero, nosotras no somos simples sirvientas en esta casa ¿Sabes? —
Nino dijo con un tono de voz fuerte.

—.....—
Miku no decía nada.

— A ver ¿Qué tanto debo hacer y decir para que entiendan de una maldita vez? — Fuutarou las vio furioso — Ahora no podemos darnos el lujo de pagar una universidad para ti Itsuki, o incluso para Yotsuba si es que tenía la idea de querer pisar una, además de eso Nino y Miku ¿Saben lo costoso que podría llegar a hacer una carrera en gastronomía? Lo peor de todo es que eso no garantiza que tengan éxito, Ichika tu maldito trabajo de actriz consume mucho tiempo ¿No crees que Kaede necesitará de su madre? Es hora de que dejen esos pensamientos estúpidos e infantiles, sus sueños ya no valen una mierda —

— ¡No digas eso! ¡Nosotras no quisimos que las cosas terminarán así! —

"BUAAAAAAA"

El llanto de las bebes empezó, haciendo que de alguna forma el ambiente se pusiera más tenso.

— ¿No quisieron...? ¿Creen que yo quería ser padre? ¿Creen que quería dejarme engatusar por un quinteto de idiotas? ¡No me hagan reír! —

— F-Fuutarou... ¿Realmente piensas eso? —
Miku finalmente hablo.

— No ¿Ustedes que diablos piensan? ¿Qué solo ustedes querían tener un mejor futuro? ¡Yo quería ayudar a mi familia y ahora tengo que pasar mi día a día pagando cosas para bebes y para unas idiotas que no hacen nada más que quejarse! ¡¿Podrían entender eso?! ¡Ustedes también deben hacer sacrificios! Lo mínimo que pueden hacer es ayudar con la crianza de las niñas ¡¿Y prefieren irse a cumplir esos estúpidos sueños?! —

— ¡Podemos hacer ambas! —
Nino exclamó, furiosa.

— Necesitaron de un tutor para pasar de año ¿Enserio se creen capaces de eso? —

— Ya es suficiente de eso — Nino, harta se acercó a él con intención de darle una bofetada — ¡No dejaré que nos hables de esa manera! —

Antes de que pasara lo peor... Paso algo mucho peor.

Un sonido fuerte resono en la habitación, en un instante Nino estaba en el suelo y lagrimas salían de su rostro.

Fuutarou tenía la mano en el aire, y observaba con frialdad a la chica.

— Aquí se acaba esta conversación — Fuutarou dijo, nadie más en la habitación  pronunció otra palabra más — Entiende tu lugar, perra —

El pelinegro salió dando un portazo.

Desde ese momento, las cosas empezaron a cambiar. Su relación se había torcido de una manera brutal.

Cuando Fuutarou iba a la cocina, constantemente veía a Nino con esa mirada fría y sin emociones.

Cuando veía a Ichika e Itsuki, ambas tenían una expresión de inmensa tristeza, pero a la vez de miedo.

Yotsuba y Miku siempre evitaban verlo a los ojos cuando discutían.

Y Fuutarou, no demostró interés en arreglar las cosas, quería expresar que ahora mismo no podían pensar en lo que ellos querían porque tenían una responsabilidad grande. En ese instante Fuutarou pensaba que si el renunció a sus aspiraciones y sueños era justo que las quintillizas hicieran lo mismo.

Solo quería pensar en el bien para las niñas, pero de una manera incorrecta respondió a las peticiones de las chicas, era cierto que podrían haber hecho un arreglo pero Fuutarou se cego en ese momento por el estrez constante.

Aun así, cuando tiempo después lo abandonaron sin decir nada y dejarlo con toda la responsabilidad. Eso no era justificación suficiente.

Habían mejores formas de arreglarlo, sin embargo, Fuutarou no paraba de justificar aquel abandono y culparse por ello.

Fin del Flash back.

Al terminar de confesar todo, Fuutarou se volteo, intentando no entablar contacto visual con la mujer que estaba un poco shockeada por lo que escucho.

— Y eso paso... — Fuutarou termino — Me culpo constantemente por eso..
No debí tratarlas mal y menos golpear a Nino, por eso debieron irse —

Takebayashi estaba meditando lo que escucho, aunque es cierto que se sorprendió por el tema del golpe. De alguna forma entendía lo que Fuutarou quería expresar en ese momento.

Si bien no fue la manera correcta de decir que por ahora debían concentrarse en las niñas, eso no justifica para nada que las Nakano se fueran dejándolas atrás. Una madre que ama a su hija no haría eso jamás.

Pusieron por encima sus sueños de sus hijas, se negaron a renunciar a lo que anhelaban por encima de a quienes parieron.

Fuutarou actuó y se expresó mal, pero eso nunca jamás será justificación para que hayan abandonado a SUS HIJAS.

— Uesugi Fuutarou — Takebayashi finalmente lo llamó — Eres un, pero un muy grandisimo idiota —

—.... —

— Entiendo que te sientas culpable, pero enserio eres tan tonto para pensar que eso justificó que esas.... — Takebayashi estaba a punto de llamarlas de una forma vulgar, pero se retracto — Mujeres...—

— ¿Takebayashi? —

— ¿Crees que realmente eso justifica que las hayan abandonado? Quizás justificaria que dejaran de quererte, pero no a las niñas que son víctimas de todo esto —

— Pero si no hubiera dicho eso tal vez... —

— ¡Deja de darles esa excusa! ¡Ellas prefirieron sus sueños antes que sus hijas! — Takebayashi dio un pisoton en el suelo — Actuaste mal, eso está claro pero te lo repito ¡ESO NO JUSTIFICA QUE ESAS IDIOTAS HAYAN ABANDONADO A SUS HIJAS CON TANTA FRIALDAD! —

Takebayashi se acercó a él y lo agarró del cuello.

— O-Oye ten cuidado —

— Enserio... Si vuelves a culparte por eso yo... — Takebayashi lo observó a los ojos, se veía molesta pero... Tenía lágrimas pequeñas cayendo sobre sus ojos  — Me enojare... Me enojare mucho contigo —

Fuutarou se soltó del agarre y la abrazo, cosa que sorprendió a la pelinegra.

— Tienes razón... Ellas tomaron su decisión en ese momento, y no hay nada que hacer, ahora es hora de que yo tome la mía —

— Eres un tonto.... Un muy pero muy grande tonto —

— Desde que nos reencontramos siempre haz estado ahi, gracias por todo Takebayashi, si no fuera por ti tal vez no estaría de pie en estos momentos. Me haz impulsado a ser mejor, enserio gracias —

— ¿Q-Qué? ¿P-Por qué dices eso de manera tan repentina? —

Fuutarou se separó de ella y la tomo de la mano.

— Escuche la conversación que tuviste con Raiha hace dos meses — Fuutarou dijo — Dijiste que... Te gustó ¿No? —

El rostro de Takebayashi inmediatamente se ruborizo.

— Y-Yo... N-No pensé que te despertaría ¡Dios, que vergüenza! — Se soltó del agarre y se cubrió el rostro — ¡No es lo que crees! Yo... Realmente yo.... —

Fuutarou se acercó a ella, tomó de manera delicada las manos de ella y las apartó de su rostro. Estaba tan roja y avergonzado qué era una expresión nueva para Fuutarou de ver.

— Yo... También me empecé a sentir diferente hacia ti —

— N-No tienes porque mentir, yo me conformo con que sigamos siendo amigos —

— Me temo que eso no es posible —

— ¡P-Pero te juro que estoy bien así! — Ella amenazaba con llorar — R-Realmente yo nunca quise una relación así que no tienes que... —

— No es posible porque.... Por que tu me empezaste a gustar — Fuutarou finalmente confesó — Es raro de explicar, pero... Simplemente sucedió, nadie se preocupa por mi como tu lo haces, estas atenta y eres muy amable con las niñas ¿Cómo diablos quieres que siga como si nada con todo eso? —

— F-Fuutarou-san... Pero... — Takebayashi tomo un suspiro, mientras intentaba calmarse — Se que... Tu no podrás quererme como lo hiciste con esas cinco... Suena muy egoísta de mi parte decirlo pero... No creo ser jamás lo que ellas fueron para ti —

— Ya callate —

Fuutarou la tomo del rostro, al principio ella intentó apartarse pero el no cedió, se acercó lentamente a sus labios.

Ella pareció tentarse, una parte de ella lo deseaba profundamente e incluso aunque pensara que en ese momento no estaba bien, sus sentimientos le ganaron, cerró los ojos y se acercó a él rostro de él y finalmente...

Se habían besado.

Unos 15 o 20 segundos duró aquel beso, que no solo manifestaba los sentimientos de Takebayashi, si no la intención de Fuutarou de darse la intención de amar de nuevo.

— Dios... No pude separarme — Takebayashi dijo, mientras se despegaba del rostro del pelinegro —Esta mal obligar a una chica a hacer estas cosas ¿Sabes? —

— Y-Yo no te obligue idiota, tu no me apartaste —

— Tu no me dejaste apartarme, podría denunciarte por acoso sexual —

— O-Oye... No hay necesidad de llegar tan lejos —

— Solo bromeó contigo, al final yo correspondí ese beso — Takebayashi sonrió, y con sus mejillas coloradas lo vio a los ojos — Porque te amo, Fuutarou-san —

— Takebayashi...—


— Toma la responsabilidad, además — Hizo un puchero — Llámame por mi nombre —

— Paso a paso, por ahora — Fuutarou dijo — Vayamos a nuestro ritmo ¿Quieres? —

— Me conformare con eso por ahora — Ella lo tomo de la mano — Uh, estas sudando —

— P-Perdón... Aún estoy nervioso —

— Fufufu... Cuando le diga a Raiha-chan seguro se sorprenderá mucho —

— No le digas, será muy vergonzoso —

Sin más, ambos caminaron de vuelta al apartamento.

Era evidente que Algún día, Takebayashi Conocería la verdad. Pero no por ello dejaría de amar a Fuutarou.

Nota del autor sexi.

Capítulo muy pero muuuy largo, y eso solo significa una cosa.

Qué se acabó el fic.

No mentiras, final del primer arco oficial del fic, hasta ahora todo lindo y todo bonito yujuuuu.

El próximo arco probablemente salga el martes o miércoles ¡Me sorprende ver que llegará tan pronto a esta parte!

Aun les queda fic para rato, en total creo que tendrá 35 capítulos si no hago recortes.

De buena manera, Fuutarou se Deshace de las cargas de su pasado, aceptando nuevamente que puede seguir sin seguir culpandose por lo sucedido con el abandono de las Nakano.

¿Acaso es realmente entendible que el se culpara por eso?

¿Fuutarou realmente se expresó mal hacia ellas?

Además de eso, Raiha acepto a Takebayashi ¿Acaso será el mismo caso cuando le diga lo del beso?

Peero, Takebayashi es una waifu de las god chavito, y le dice a Fuutarou que no se ande con mamadas, que realmente las víctimas aquí con las niñas a quienes jamas se les justificara qué las hayan abandonado.

Además de eso vimos un poco de las intersecciones entre Takebayashi y las niñas ¿Acaso esto significa algo?

¿Qué les pareció el cierre del primer arco? ¡Leerlos me anima bastante!

Wattpad avisa que se actualiza algo cuando se le da la gana, así que estén atentos!!!

Sin más que decir les doy un abrazo por Bluetooth y nos vemos en próximas actualizaciones.

AAAAAADIOOOOOS.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro