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Transparencia y Compromiso


Emily y Sarai iban en el coche en silencio, cada una inmersa en sus propios pensamientos tras el inesperado encuentro con Nathan y Andrea en el evento. La tensión del momento aún colgaba en el aire, y ambas amigas se sentían afectadas por ello.

Para Emily, el encuentro había traído consigo una mezcla tumultuosa de emociones. La visión de Nathan y Andrea juntos, recordándole la traición pasada, había avivado el fuego del resentimiento y la ira en su interior. Aunque había intentado mantener la compostura frente a ellos, por dentro se sentía destrozada por los recuerdos dolorosos que habían resurgido. Se preguntaba cómo Nathan podía seguir adelante con su vida como si nada hubiera pasado, mientras ella luchaba por dejar atrás el dolor del pasado.

Sarai, por otro lado, observaba a Emily con preocupación. Sabía que el encuentro con Nathan había afectado profundamente a su amiga, y se sentía impotente ante su dolor. También se sentía frustrada por la actitud arrogante de Andrea y la complicada situación en general. Se preguntaba si Emily sería capaz de superar este obstáculo en su camino hacia la felicidad y el éxito, o si seguiría atada al pasado por mucho más tiempo.

Sarai: ¿Quieres que me quede contigo esta noche?

Emily: no hace falta amiga, estoy bien. De verdad.

Sarai asintió con una sonrisa comprensiva, respetando la decisión de Emily.

Sarai: Está bien, pero si necesitas algo, no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?

Emily asintió con gratitud, agradecida por el apoyo incondicional de su amiga.

Emily: Gracias, Sarai. Lo aprecio mucho.

Con un abrazo reconfortante, las dos amigas se despidieron antes de que Emily bajase del coche.

Mientras tanto en otra parte de la ciudad, Nathan le reprochaba a Andrea que se hubiera acercado para molestar a Emily. Nathan se pasaba una mano por el cabello, visiblemente molesto por la situación.

Nathan: ¿Qué demonios estabas pensando, Andrea? Imagino que Emily no quiere volver a verte después de lo que pasó.

Andrea bajó la mirada, sintiéndose incómoda por la regañina de Nathan.

Andrea: Lo siento, no pensé que fuera a ser tan incómodo. Solo quería saludar y... no sé, hablar un poco.

Nathan frunció el ceño, frustrado por la falta de comprensión de Andrea.

Nathan: No puedes simplemente ignorar lo que pasó entre vosotros. Lastimaste a Emily más de lo que te imaginas. Y ahora, después de tanto tiempo, apareces de repente y esperas que todo esté bien. Es egoísta, Andrea.

Andrea se mordió el labio, sintiéndose avergonzada por su comportamiento.

Andrea: Lo siento, Nathan. No fue mi intención molestarla. Solo... pensé que tal vez podríamos hablar y... arreglar las cosas.

Nathan suspiró, sintiendo que la situación se le escapaba de las manos.

Nathan: ¿Me estas tomando el pelo? ¿Crees que podría perdonar lo que la hicimos? Ni siquiera apareciste cuando su padre murió. Solo espero que hayas aprendido la lección. No quiero que vuelvas a acercarte a Emily, ¿entendido?

Andrea asintió en silencio, haciendo pensar a Nathan que estaba arrepentida. Pero por dentro estaba satisfecha de lo que había pasado.

Abigail, la madre de Nathan, entró en la habitación al escuchar las voces, preocupada por la tensión que percibía en el ambiente.

Abigail: ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué estáis discutiendo? Vais a despertar al niño.

Nathan y Andrea intercambiaron miradas incómodas, sabiendo que no podían ocultar la verdad a Abigail.

Nathan suspiró, tratando de mantener la calma mientras explicaba la situación a su madre.

Nathan: En el evento apareció Emily, era la estrella, la invitada vip y Andrea se acercó a ella solo para hacerle sentir incomoda.

Abigail frunció el ceño, preocupada por la situación.

Abigail: Andrea, ¿cómo pudiste ser tan insensible? Le habrá dolido mucho ver a su primer amor casado y con su prima.

Andrea bajó la mirada, sintiéndose avergonzada por haber decepcionado a su suegra.

Andrea: Lo siento. No pensé que fuera a ser tan grave. Solo quería...

Nathan: Ya es suficiente, Andrea. Ya sabemos lo que querías al acercarte a Emily. No pude impedir que le hicieras daño hace 13 años, pero no lo voy a permitir.

Andrea asintió en silencio.

Abigail miró a Nathan con una expresión de preocupación. ¿Después de tanto tiempo su hijo seguiría sintiendo lo mismo por Emily? No podía permitir que volviera a unirse a ella. Por su culpa su cuñado estaba preso y eso había causado estragos en la empresa.

Abigail: Nathan, lo mejor es que no volváis a tener ningún contacto con esa mujer.

Nathan asintió.

Nathan: No te preocupes, mamá. Le dejé claro a Andrea que no quiero que vuelva a acercarse a Emily.

Abigail asintió con aprobación.

Abigail: Andrea ven conmigo a tomar un té.

Ambas bajaron a la cocina dejando a Nathan solo en la habitación

El ambiente en la habitación se tornó pesado tras la partida de Abigail y Andrea. Nathan se quedó solo, sumido en sus pensamientos mientras reflexionaba sobre lo sucedido esa noche. A pesar de haber pasado tanto tiempo desde su relación con Emily, las emociones seguían siendo intensas, y verla nuevamente había avivado viejos sentimientos, aunque Emily no había dejado de estar en su mente ni un solo día en esos 13 años.

Con un suspiro cansado, Nathan se recostó en la cama, sintiendo el peso de la culpa y la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que su pasado con Emily había dejado cicatrices profundas, tanto en ella como en él mismo, y se preguntaba si alguna vez serían capaces de sanar por completo.

Abigail y Andrea se miraron con complicidad, compartiendo un entendimiento silencioso sobre lo que debían hacer con respecto a Emily. Ambas compartían el mismo objetivo: mantener a Emily alejada de sus vidas, lejos de Nathan.

Abigail: Andrea, sabemos lo que tenemos que hacer. No podemos permitir que Emily vuelva a la vida de Nathan. [en tono conspiratorio]

Andrea asintió, sintiendo una mezcla de determinación y resentimiento hacia Emily.

Andrea: Tienes razón. Emily es un peligro para nosotros, y debemos asegurarnos de que no vuelva a acercarse demasiado. [con determinación]

Abigail sonrió satisfecha, viendo en Andrea a una aliada dispuesta a hacer lo que fuera necesario para proteger sus intereses.

Abigail: Conozco a mi hijo y esa mujer puede ponerlo a sus pies otra vez cuando quiera. Entonces, ¿qué propones que hagamos? [con determinación]

Andrea pensó por un momento, trazando un plan en su mente para mantener a Emily bajo control y lejos de sus vidas.

Andrea: Creo que es hora de recordarle a Emily quién manda aquí. Vamos a asegurarnos de que sepa cuál es su lugar. Se lo contamos a Eleanor [con astucia].

Abigail: Perfecto. Por ahora no le diremos nada a mi suegra. Haremos lo necesario para mantener a Emily lejos de Nathan, no puedo permitir que haya más escándalos que afecten a la empresa. [con malicia]

Con una sonrisa malévola, Abigail y Andrea se pusieron en marcha para llevar a cabo su plan, decididas a hacer todo lo posible para mantener a Emily fuera de sus vidas de una vez por todas.

Mientras tanto, Emily seguía ajena a las conspiraciones en su contra, enfocada en su negocio y en seguir adelante con su vida. Sin embargo, el destino aún le deparaba más desafíos y enfrentamientos con aquellos que intentaban socavar su felicidad y su éxito.

La batalla entre Emily y su pasado estaba lejos de terminar, y pronto se vería envuelta en una nueva serie de complicaciones que pondrían a prueba su fuerza y su determinación como nunca antes.

Con Abigail y Andrea urdiendo su plan en las sombras, el futuro de Emily estaba en juego, y solo el tiempo revelaría qué destino les aguardaba a todos en esta lucha de poder y rivalidades familiares.

Abigail y Andrea, con su plan en marcha, comenzaron a urdir una serie de estrategias para mantener a Emily alejada de Nathan.

Empezaron a difundir rumores y chismes sobre Emily entre los círculos sociales en los que se movían. Aprovechando su influencia y contactos, hicieron correr historias que cuestionaban la integridad profesional de Emily, socavando así su reputación en el mundo empresarial. De esta manera, esperaban sembrar dudas sobre su competencia y desacreditarla ante posibles socios o clientes.

Con un susurro aquí y un comentario allá, insinuaban supuestas deficiencias en el trabajo de Emily, cuestionando su integridad profesional y poniendo en duda su competencia como empresaria.

Utilizando su astucia y manipulación, Abigail y Andrea tejían una red de desconfianza alrededor de Emily, alimentando las sospechas de aquellos que podrían ser potenciales socios o clientes. Hablaban de supuestas irregularidades en sus negocios, exageraban pequeños errores y tergiversaban la realidad para pintar a Emily como una empresaria poco confiable y poco competente.

Insinuaban que el éxito aparente de Emily no era más que una fachada, sin una base sólida que lo respaldara. Sugestionaban que sus logros podrían ser efímeros o insostenibles a largo plazo, lo que generaba dudas sobre su capacidad para mantener su posición en el mundo empresarial a largo plazo. Esta insinuación minaba la confianza en la estabilidad y la solidez de los negocios de Emily, lo que podía disuadir a posibles socios comerciales o inversores de asociarse con ella o apoyar sus proyectos. Era una estrategia diseñada para debilitar la posición de Emily en el mercado y poner en duda su legitimidad como empresaria exitosa.

Además, se aseguraron de que estos rumores se propagaran como un reguero de pólvora, utilizando sus conexiones para difundirlos entre los círculos sociales más influyentes y en las plataformas digitales donde la reputación de Emily podría ser fácilmente manchada.

Con cada palabra susurrada y cada rumor esparcido, Abigail y Andrea se acercaban un paso más a su objetivo de socavar la reputación de Emily y ponerla en una posición vulnerable en el mundo empresarial. Sabían que una vez que lograran desacreditarla ante sus pares, sería mucho más fácil mantenerla alejada de Nathan y de sus vidas para siempre.

El ambiente se volvía cada vez más tenso para Emily mientras los rumores y chismes se extendían como una plaga en los círculos empresariales. A pesar de su determinación por mantenerse enfocada en su trabajo, no podía evitar sentir la presión y la intranquilidad que la rodeaba. Cada mirada furtiva y cada susurro a sus espaldas la llenaban de inquietud, sembrando dudas sobre la integridad de su empresa y su reputación como líder empresarial.

Emily se esforzaba por despejar su mente y concentrarse en sus proyectos, pero los rumores persistentes socavaban su confianza y minaban su seguridad. Se preguntaba si sus logros eran realmente legítimos o si, como sugestionaban los chismes, su éxito era solo una ilusión temporal destinada a desmoronarse.

A pesar de sus esfuerzos por mantenerse firme, Emily comenzaba a sentir el peso de la incertidumbre y la sospecha. La sombra de la duda se cernía sobre ella, nublando su juicio y perturbando su paz interior. Se preguntaba quién estaba detrás de los rumores y qué motivos podían tener para atacarla de esa manera.

Sin embargo, a pesar de las adversidades, Emily se aferraba a su determinación y su fe en sí misma. Sabía que no podía permitir que los rumores la derribaran ni que socavaran todo lo que había construido con tanto esfuerzo. Con una determinación renovada, se propuso demostrar con hechos su valía y su competencia, dispuesta a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia el éxito.

Emily: Sarai, últimamente siento que algo no está bien en el ambiente empresarial. ¿Has escuchado los rumores que circulan sobre mí?

Sarai: Sí, Emily, lo he notado. Es difícil ignorarlos, pero no puedes permitir que te afecten. Son solo chismes sin fundamento.

Emily: Lo sé, pero me preocupa cómo pueden influir en nuestra reputación y en nuestra empresa. No quiero que nuestros clientes o inversores pierdan la confianza en nosotros por rumores infundados.

Sarai: Entiendo tu preocupación, Emily, pero no podemos dejar que los rumores nos desvíen de nuestros objetivos. Debemos seguir adelante con nuestro trabajo y demostrar con hechos nuestra valía.

Emily: Tienes razón, Sarai. No podemos controlar lo que otros digan, pero podemos controlar nuestras acciones y la calidad de nuestro trabajo. Vamos a concentrarnos en eso y dejar que nuestros logros hablen por sí mismos.

Sarai: Exactamente, Emily.

Emily: Gracias, Sarai. Tu apoyo significa mucho para mí. Enfrentaremos cualquier desafío que se nos presente.

Emily consideró la idea de convocar una junta de accionistas para abordar las preocupaciones que surgían en torno a los rumores y chismes que circulaban sobre su empresa. Después de una larga conversación con Sarai, decidieron que era la mejor manera de enfrentar la situación de manera transparente y proactiva.

Emily: Creo que convocar una junta de accionistas podría ser nuestra mejor opción en este momento [comentó Emily mientras revisaban la situación en su oficina].

Sarai asintió, reconociendo la importancia de abordar las preocupaciones de los inversores directamente.

Sarai: Sí, podría ser una oportunidad para disipar cualquier rumor y restablecer la confianza en nuestra empresa. [respondió].

Emily asintió con determinación.

Emily: Exactamente. Necesitamos demostrarles a nuestros accionistas que estamos comprometidos con la transparencia y la integridad, y que estamos trabajando para proteger el valor de sus inversiones.

Emily llamo a su secretario para planificar todo para la junta de accionistas.

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