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{𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘛𝘸𝘦𝘭𝘷𝘦} ¿Señor Minho?

7:00 am

Un lindo chico de mejillas regordetas empezaba a despertar debido a los rayos del sol que chocaban contra su rostro.

Su cuerpo se removia entre las suaves sábanas, tratando de volver a sumirse en el ensueño.

Ring, ding ding, empezaba a sonar el reloj despertador que estaba en la mesita de noche contigua. Soltando un fuerte suspiro, estiró su mano para apagar aquella molesta alarma.

El día había llegado y era hora de que los niños lindos despertaran.

Sus manos fueron hasta sus ojitos, donde empezó a frotarlos suavemente.

Su apariencia no podía ser más adorable: sus ojitos rojitos aún somnolientos tratando de acostumbrarse a la luz de un nuevo día, su carita un poquito pálida, sus lindos mofletes adornados por un suave sonrojo, su cabello desordenado y sus labios hinchaditos.

Simplemente hermoso.

-Uhm, quisiera poder seguir durmiendo... pero no puedo.-

Su boquita abriéndose levemente soltando un bostezo.

-Hoy hay ensayo de solos, además de tener la visita del ceo. No puedo faltar.-

No tenía de otra, debía asistir a sus compromisos.

Después de todo, podría descansar cuanto quisiese en sus vacaciones navideñas y mucho más cuando el recital concluyese.

Estirando sus brazos, un gemidito salió de su boca al sentir sus articulaciones estirarse. Lanzó las sábanas a un lado y posicionó sus piecitos en la alfombra, para así levantarse sin más rodeos.

Dejó pequeños besitos en las cabezas de sus peluches y suspirando, caminó hasta el baño; dispuesto a darse un relajante baño caliente para despertar cada uno de sus sentidos.

Después de quince minutos, salió del baño con una toalla cubriendo su curveado cuerpo.

Aquel baño le había hecho bien y ahora estaba con las pilas bien puestas.

Caminó hasta su ropero y abriendo sus puertas, sacó la ropa que usaría aquel día.

Antes de poder empezar a vestirse, su celular empezó a sonar, avisando que le había llegado una llamada. Dirigiéndose hasta su peinadora, tomó su celular y respondió. Se trataba de su Changbin hyung.

-Buenos días, Binnie hyung.-

-Buenos días, Hanji. Seungminnie y yo pasaremos por ti pronto. ¿Ya estás listo?-

-Oh no, aún no lo estoy. Pero ya en diez minutos estaré listo.-

-Anda apresúrate, que también pasaremos por los demás.-

-Voy, nos vemos pronto hyungie.-

-Nos vemos pequeño.-

La llamada fué colgada y Jisung colocó su teléfono en la peinadora nuevamente.

-Será mejor que me apresure, no quiero que Changbin hyung y Seungmin me esperen.-

Rápidamente tomó la primera prenda y empezó a vestirse.

En cuestión de escasos minutos, Jisung ya estába listo.

Sus cabellos castaños, ondulados bellamente. Su outfit consistía en unos pantalones rotos que dejaban ver algo de la piel de sus piernas, una camisa rosado pastel, una chaqueta que hacía juego y unas zapatillas rojas. Su maquillaje era sencillo pero que acentuaba muy bien sus bellas facciones; en especial sus bellos ojitos almendrados y su hermosos belfos. No podría ser el outfit perfecto sin una etérea combinación de accesorios: una pulsera, un collar y un par de pequeños aretes.

En su mochila preparó ropa de cambio y cosas básicas como sus audífonos, llaves, billetera y cargador.

Hanji estába listo, sólo debía esperar a que viniera por él.

-Me pregunto quien será ese ceo, según lo que se dice por los pasillos es sumamente guapo y poderoso.-

Jisung, Jisung ¿quién crees que será?

Jisung estaba emocionado pero a la vez nervioso de recibir la visita del ceo. No todos los días se tenían visitas tan importantes.

Esperaba poder dar una buena primera impresión.

Además, ¿quien sabe? Tal vez podría ganar una oportunidad en el ámbito del ballet clásico.

Mientras esperaba sentado en su cama, Jisung recordó lo sucedido la noche anterior, el beso de ayer y al guapo chico quien lo había hecho. Sus mejillas empezaron a ponerse rojitas y su corazón aumentando sus latidos. Dos de sus dedos fueron hasta sus labios, aún podía recordar la suavidad y el delicioso sabor de los labios de Minho.

Debía admitir que aún seguía creyendo que lo de ayer había sido un sueño.

Rápidamente llevó sus manos hasta su rostro, tapando levemente este.

-Y pensar que mi primer beso me lo dió el señor Minho. ¿Cómo voy a poder verlo a los ojos sin recordar lo qué pasó?-

Jisung estaba tímido, debía admitir que jamás creyó recibir su primer beso de alguien tan influyente y atractivo como Minho.

A pesar de sentirse confundido con muchas emociones al recordar lo sucedido, debía admitir que le había gustado.

Había disfrutado ser besado por aquél chico de ojos penetrantes.

Y si volviera pasar, lo aceptaría con mucho gusto. Aunque tenía muy en claro que sólo lo había besado para poder salvarlo.

Jisung, Jisung, ¿en serio crees que ese beso fué para salvarte?

Salió de sus pensamientos cuándo escuchó nuevamente su celular sonar. Esta vez quién lo llamaba era Seungmin.

Jisung supo que habían venido por él.

Tomando su bolso salió de su habitación, bajó las escaleras y fué hasta la salida. Ahí vió el auto de su hyung, fué hasta este, abrió la puerta y entró sin más preámbulos.

-¡Hola Minnie! ¡Hola Bin hyung!-

-Hola Jisungie.-

El mayor de todos estiró su mano para revolver sus amarronados cabellos, el de mejillas de ardilla empezó a reír.

La hermosa sonrisa de Seungmin se vió por el retrovisor.

-¡Hola Hannie! ¿Estás listo?-

El menor asintió colocándose el cinturón de seguridad.

-Sip, ya estoy listo.-

-Vamonos entonces. Pasaremos primero por café y después iremos por Lix y Chan hyung. Hyunjin y Jeongin nos verán en la sala de descanso.-

El mayor asintió y sin nada que decir empezó a conducir.

Había silencio en el vehículo, pero era un silencio agradable.

Hanji posó su vista en las manos de ambos chicos. Éstas estaban entrelazadas y algunas veces el mayor depositaba besos en la palma de su menor, Seungmin por su parte le daba miradas llenas de amor.

Era evidente el amor que ambos se profesaban.

Jisung soñaba con un noviazgo así.

El deseaba enamorarse. Quería un amor apasionado como el de Chan y Felix. Que fuera romántico y juguetón como el de Changbin y Seungmin. Sencillo y puro como el de Hyunjin y Jeongin.

Todos en su grupo eran pareja. La primera pareja en formarse fueron Hyunjin y Jeongin, de segundo Chan y Felix y de último Changbin y Seungmin.

El único que no tenía pareja era Han.

No por que no quisiese, sino por la notable timidez que siempre lo había caracterizado.

Siempre había sido muy tímido para hablar con chicos y eso le impedía entablar algo más íntimo con cualquier chico que se le acercaba con otras intenciones.

Además, en medio estaban sus problemas de ansiedad social y autoestima. Muchas veces su mente era su mayor enemigo y le impedía hacer las cosas que tanto ama.

A pesar de eso, Jisungie soñaba en un amor de cuento de hadas. Un romance intenso y eterno como el que se juraban los personajes de las piezas que solía ejecutar en sus prácticas.

Anhelaba con enamorarse, casarse, tener una familia y envejecer al lado del amor de su vida. Aquel con quién sería feliz hasta la muerte y a quien le juraría amor y fidelidad perpetua.

Un sueño muy bonito, ¿no lo creen?

¿Quién no quisiera un amor de cuento de hadas?

Solo eso quería Jisung, amar y ser amado con locura.

Jisungie, Jisungie, si supieras que ya alguien te ama y anhela con locura.

{...}

Universidad Nacional De Artes de Corea.

Los vestidores de la universidad estaban llenos de algarabía.

Todos los bailarines estaban emocionados de conocer al importante ceo que llegaría a su facultad.

En un área alejada de todo ese ruido, se encontraban Felix y Jisung. Quienes conversaban de temas triviales mientras se cambiaban de ropa.

-Sabes Lix, estoy nervioso.-

El pecoso volteó a mirar a su amigo.

-No deberías estarlo, Hanji. ¿por que estás nervioso?-

El australiano se mantuvo atento a su amigo.

-No todos los días tienes la visita de alguien tan influyente. Tengo miedo se hacer el ridículo frente a ese ceo.-

Dijo el chico de mejillas regordetas, acomodando el lazo de su falda. Felix le regaló una cálida sonrisa.

-En eso tienes razón, pero animo. Eres un bailarín excelente, ya verás que todo saldrá bien.-

Jisung suspiró más aliviado, su gran amigo sabía como calmarlo.

-Hablando de otro tema. Muchos rumores corren por los pasillos. Pero por lo que escuché, se dice que el ceo que vendrá hoy es muy guapo. ¿Crees que lo sea?-

Jisung se encogió de hombros.

-¿Quién sabe? Cuándo llegue sabremos si lo es. Además ¿Y tú para que quieres saber si es guapo o no? Ya tienes a Chan hyung de novio, no debes ver a nadie más.-

El australiano comenzó a reír.

-Shut up. Soy muy feliz con mi hyung. Pero cierto niño de mejillas de ardilla aún no tiene a nadie y mi deber es buscarle a alguien.-

Lix se acercó al rostro de Jisung, apretando suavemente sus regordetas mejillas. Jisung solo esbozó un puchero.

-¡Oye! ¿Que estás queriendo decir?-

-Que si ese ceo es guapo, le voy a pedir que salga contigo. Todo lo mejor para mi lindo Hannie.-

-Ni que fueras cupido Lix.-

-Soy tu cupido personal.-

Jisung negó apenado.

-Anda, mejor terminemonos de vestir, ya falta poco para que empiece la clase.-

Felix soltó sus mejillas y asintió.

-Okis dokis, pero recuerda mis palabras. Si es guapo, ten por seguro que haré que le des tu numero.-

-Sí, claro.-

-¿Me veo bien?-

El pecoso tenía un body color blanco, una falda semi transparente blanca y medias del mismo color.

-Te vez sumamente lindo, Lix.-

-Tú tampoco te quedas atrás, ese traje resalta muy bien tu perfecta figura.-

Jisung sonrió.

{...}

Los estudiantes ya se encontraban en el amplio salón de baile.

Todos estaban expectantes, ya querían saber quien era ese enigmático ceo.

El bullicio continuaba.

-¡Silencio por favor.-

La voz del profesor Park resonó por las paredes. Al oírlo, todos los estudiantes guardaron silencio, además de realizar respetuosas reverencias.

-Clase, como saben, hoy tenemos la visita de un importante ceo. Quiero que por favor todos muestren su mejor comportamiento.-

Todos asintieron. El profesor Jimin señaló la puerta con su mano diestra.

-Sin más preámbulos, les presento a Lee Minho, dueño de las empresas de entretenimiento más grande de Corea. Quiero que le den un buen aplauso.-

Jisung tragó saliva y su respiración fué cortada.

La puerta fué abierta y la orgullosa figura de Minho fué revelada. Los aplausos y los comentarios no se hicieron esperar.

-Oh mi dios, ¿viste lo guapo que es?-

-Parece un modelo.-

-¡Se ve demasiado joven!-

Todos en la sala estaban emocionados por la llegada de Minho, todos... excepto el pequeño Jisung. Quién había quedado más que sorprendido.

《¿¡El señor Minho es el ceo!? Creo que voy a desmayarme.》

No podía creer que el chico que ayer lo había besado sería el ceo del que tanto hablaban.

Lindo y adorable Hanji, ¿te alegra volver a ver a Minho?

El mayor caminó hasta el frente del lugar. Y ya ahí, sus ojos observaron a la persona que tanto anhelaba ver.

Ahì, parado en frente de él, estaba su pequeño. Su pequeño de mejillas regordetas y mirada límpida.

Minho no pudo evitar detallar cada parte de su ser.

Jisung había quedado embobado por la belleza de Minho.

Su aspecto era bastante genial.

Su cabello perfectamente peinado, una camisa de cuello alto, negra manga larga cubriendo su torso, unos pantalones blancos y una chaqueta del mismo color le daban ese toque profesional sin quitar ese aire seductor y misterioso que mostraba su persona.

Jisung no pudo morderse los labios nervioso.

Si antes estaba nervioso, ahora lo estaba mucho más.

......

Fotitos de como se veían los novios:

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