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𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 𝑇ℎ𝑖𝑟𝑡𝑒𝑒𝑛 {Pago suficiente}

Minho no podía despegar sus ojos de Jisung. El menor se veía tan adorable y pequeño con esas ropas. Su ojos detallaron cada facción de su aporcelanado rostro hasta llegar a sus piernas, uno de los tantos puntos atractivos que poseía su chico. Aquel chiquillo era la perfección hecho persona.

Minho no pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa de boca cerrada.

Estaba feliz de poder verlo, mucho más después de lo que había ocurrido ayer.

De tan solo saber que había sido el primer beso de su pequeño, su pecho se inflaba de orgullo y su sonrisa se ensanchaba a más no poder.

《Se ve tan bonito con esa ropa, parece un muñequito de porcelana... mi muñequito de porcelana.》

Por que sí, aquél chiquillo con apariencia de ardilla le pertenecía por completo.

Han Jisung es propiedad de Lee Minho. Ya le había dado su primer beso y él sería el dueño de sus demás primeras veces.

《Mío, solamente mío.》

-¿Podría presentarse a los alumnos por favor? Se que muchos de ellos quieren conocerlo.-

Minho asintió.

-Soy Lee Minho, soy ceo de varias agencias de entretenimiento y hoy vine a ver a los talentosos jóvenes que práctican el arte del ballet clásico y artes modernas. Espero ver todo su potencial.-

Muchos estaban encantados con el apuesto chico. Las chicas acomodaban sus cabellos y los chicos acomodaban sus ropas; era más que obvio que muchos de ellos habían caído en los encantos de Lee.

Por su parte, Jisung no sabía como reaccionar. Su mente estaba en blanco.

El saber que el ceo era Minho lo alteraba, en el buen sentido. Ahí se le presentó una incógnita ¿Cómo podría actuar normal ante el chico que le había dado su primer beso?

Por qué sí, ese recuerdo estaba más que fresco en su memoria.

El pobre ni siquiera creía poder bailar ante sus ojos. Esa mirada tan calculadora y penetrante era tan intensa que posiblemente las piernas de Jisung no podrían realizar ni un arabasque.

《Que vergüenza, el señor Minho me está viendo con estas ropas.》

Normalmente no se sentía avergonzado por usar ese tipo de ropas en sus ensayos, pero el tener al chico mas guapo en su salón viéndolo usar esas ropas que acentuaban su perfecta figura. Se sentía pequeño bajo su mirada y presencia.

-Que apuesto es, parece un príncipe sacado de un cuento de hadas, le pediré su número. Es perfecto para ti. ¿No lo crees Hanji?-

Felix había susurrado en su oído, pero al no obtener respuesta de su amigo empezó a sacudirlo suavemente. Notaba que el chico con apariencia de ardilla estaba distraído, más que en otras oportunidades.

El pelicastaño volvió en sí parpadeando varias veces.

-¿Eh? ¿Me decías algo Lix?-

-Estás en otro mundo Hanji, ¿ocurre algo?-

-N-no, no pasa nada Lix.-

El pecoso arrugó su ceño no muy convencido.

-¿Seguro? Estás muy distraído, más que otros días... ¿estas nervioso por algo o alguien?-

{¿Que si estoy nervioso? Lo estoy, mucho más sabiendo que es el señor Minho quién me estará observando.}

Obviamente que Minho lo ponía nervioso, pero no iba a decírselo al pecoso.

-Claro que no, Lixie. Solamente ando pensando en muchas...-

Antes de poder seguir hablando, el maestro Park comenzó a aplaudir, señal que le hacía saber a los estudiantes que empezarían con las prácticas.

-Empecemos calentando. Todos vayan a la barra para hacer los ejercicios de estiramiento.-

Obedeciendo a la voz de su mentor, todos los presentes fueron al lugar mencionado. Ya era momento de iniciar las prácticas de ese día.

{...}

El ensayo iba con suma tranquilidad, los estudiantes hacían sus respectivos ejercicios y calentamientos.

Felix y Jisung solían hacer sus estiramientos juntos, pues solían bromear y hablar de temas triviales. Y hoy Jisung estába bastante conversador.

Pero aún así, Jisung estába nervioso. Podía sentir una penetrante mirada posada en su ser, ese tipo de mirada que hace que te vuelvas pequeño e intimidado y te sientas desnudo ante esa persona. Al principio creyó que su mente le estaba jugando alguna broma, pero con el paso de los minutos, notaba que aquella mirada provenía del apuesto chico que los visitaba.

Minho tenía una mirada tan penetrante que hacía que miles de mariposas volaran en su estómago.

Pequeño Jisung, ¿Minho te pone nervioso?

-Hanji, ¿piensas ir a la isla Jeju con nosotros?-

-No me perdería eso por nada del mundo, ya nos vienen haciendo falta unas buenas vacaciones. No tenemos vacaciones desde que fuimos a Australia el año pasado.-

-Espero que en estas vacaciones nos presentes un novio, ya es hora de que tengas uno.-

El pecoso lo codeaba suavemente y Jisung rodó los ojos.

-Ya pareces Chan y Bin hyung. Siempre me dicen lo mismo: Hanji, ¿para cuándo el novio?, Hanji, queremos un cuñado; ya parecen pericos.-

Félix empezó a reír.

-Chan hyung no es el único, todos queremos que nuestra ardilla bebé tenga novio.-

Antes de poder hablar, Félix se acercó nuevamente a su oído.

-Por ejemplo, no nos molestaría tener un cuñado tan exitoso y guapo como Minho sunbaenim.-

Jisung no pudo evitar observar al mayor. Rápidamente llevó sus manitas hasta los pliegues de su falda, empezando a jugar con esta.

Debía admitir que su mayor le llamaba demasiado la atención, él era todo lo que deseaba en un novio. Pero dudaba mucho que su mayor lograra sentir atracción por él.

《Tener al señor Minho... ¿como mi novio?》

-¿Yo? ¿Siendo novio del señor Minho? No lo creo Lix.-

-¿Por qué no? Eres la perfección hecha persona, además de ser un amor de chico, todos aquí quieren una oportunidad contigo ¿quién no quisiera tener como novio al gran Han Jisung?-

-Hay chicos más lindos que yo, además ¿que tendría yo de especial para que el señor Minho se fije en mí?-

-No te has dado cuenta ¿verdad?-

Jisung lo miró extrañado.

-¿Darme cuenta de que?-

-Hanji, desde que Minho sunbaenim entró al salón no ha dejado de mirarte. Llámame loco, pero la forma en la que te observa, mejor dicho, en la que te detalla es bastante intensa. Ese tipo de mirada solo ocurren cuando encuentras algo que te gusta en demasía. Y a decir verdad, le gustaste mucho.-

{¿Yo? ¿Gustarle al señor Minho?}

-Verdaderamente que ver películas románticas con Chan hyung te afectó el cerebro Lix.-

-Confía en lo que te digo, conozco muy bien esa mirada y se que le gustaste.-

Jisung suspiró. Este iba a hablar, pero oír aquellos aplausos nuevamente hizo que llevara su atención a donde se encontraba su mentor.

-Por petición de nuestro invitado, varios de ustedes mostrarán algún baile que más deseen, pueden usar utilería si lo desean.-

Todos asintieron y una chica peliazul levantó la mano.

-¿Si Alexa?-

-¿Usted escogerá a quienes vayan a bailar?-

-No esta vez. Le daré ese honor a nuestro invitado.-

Park volteó y sonrió en dirección a Minho.

-Joven, es libre de escoger a quien desee para ejecutar algún baile.-

Era más que obvio a quién iba a escoger. Pero debía escoger a dos personas más para pasar desapercibido.

-Me gustaría al chico de pequitas y a la chica de cabello azul.-

Con su mano señalaba al lindo australiano.

-Félix y Alexa, pasen adelante por favor.-

El pecoso y la americana acataron rápidamente la orden.

-Me gustaría también escoger al chico con apariencia de príncipe.-

-Hyunjin, pasa adelante por favor.-

El coreano acató rápidamente la orden.

-Y por último, pero no menos importante, quiero al pequeño de mejillas regordetas y apariencia de ardilla.-

Minho no pudo evitar sonreír en dirección al menor y Jisung tragó saliva nervioso por como fué descrito.

-Jisung, pasa adelante por favor.-

Sin decir nada, fué hasta el frente, posicionándose en medio de Hyunjin y Alexa.

-Solamente escogeré a estos, ellos son libres de escoger que musica bailar y como se quieren distribuir.-

El mentor asintió y llevó su mirada a sus pupilos.

-Muy bien chicos, les daremos algunos minutos para que piensen una canción o tema para ejecutar. Escojan con sabiduría.-

Todos se agruparon y en voz baja empezaron a formar la idea que tenían en mente.

Todos sabían que esta era una oportunidad única en la vida y debían aprovecharla al máximo.

Después de minutos de deliberación, hicieron el orden de los solos. Hyunjin al ser el mayor de todos sería el portavoz del grupo.

-El orden de los solos será así: Alexa irá de primera, Felix segundo, yo de tercero y Jisung de cuarto.-

-Muy bien chicos. ¿algo mas que tenga que decirle a los bailarines?-

Jimin volteó a ver a Minho.

-Solamente que den el cien por ciento de su potencial. Espero ver lo mejor de lo mejor del cuerpo de ballet de Seúl.-

Los jóvenes asintieron y el profesor Park señaló a la peliazul.

-Alexa, dirigite a la pista por favor.-

La peliazul asintió y haciéndole una seña al chico que manejaba la música, comprobó que estuviera listo.

-¿Que nos interpretará, señorita Alexa?-

-Les interpretaré Chandelier de Sia.-

Al estar preparada, la música comenzó a sonar. Dando a entender que la primera presentación del día estaba dando inicio.

{...}

Jisung estaba posicionado en el medio de la pista. Sus brazos alzados en elegante silueta y el resto de su cuerpo en primera posición, la única utilería que había era un cetro de imitación. Sabía que esa presentación le abriría puertas y debía dar lo mejor de sí.

Además, quería demostrarle a aquél guapo chico lo bien que podía moverse.

La canción "Queen of Mean" de Sarah Jeffery empezó a sonar y Jisung dió por iniciada su presentación.

Sus piernas estiradas, sus brazos rígidos y derechos, su espalda recta y su figura moviéndose en completa armonía al compás de la música.

Sus expresiones faciales le eran de gran ventaja en su ejecución. Jisung podría ser bastante tímido para relacionarse con los demás, pero en el escenario demostraba la gran dualidad que lo representaba. Su rostro mostraba maldad y sus movimientos acentuaban el contraste entre el bien y el mal.

Los presentes estaban totalmente embelesados y ni se diga Minho. Sus ojos estában fijos en el lindo chico. El rostro de Jisung era como una obra de arte, tenía una dualidad asombrada y un dominio perfecto sobre el escenario.

¿Acaso no había algo que Jisung no hiciera bien?

Relevés, arabesques, grand jetés y pirouettes eran realizados con suma elegancia. El cetro de utilería fué tomado y la expresión de su rostro cambió totalmente.

Sus manos sostenían fuertemente el cetro, sus brazos se mantenían erguidos y sus piernas rectas en bella silueta.

Han Jisung era un as en la pista.

La música terminó y los aplausos no se hicieron esperar. El timbre sonó, avisando que era hora de comer, Jimin observó a todos sus presentes.

-Es hora de comer chicos, descansen e hidratense como es debido. Cuándo vuelvan haremos la presentación grupal.-

Todos asintieron y haciendo reverencias salieron en grupos.

Jisung salió agarrado de mano con Felix, su rostro estaba rojo y pequeñas gotitas de sudor adornaban su frente; debía ir a refrescarse un poco. Suavemente soltó la mano de Felix y se separó un poco.

-Adelantate Lix, voy rápidamente al baño. Ve escogiendo una mesa para comer.-

Su amigo pecoso asintió y se retiró sin decir nada. Girando sobre sus talones Jisung dió marcha hasta el baño. Sin saber que alguien conocido estába siguiéndolo por detrás. Alguien que tenía un objetivo que cumplir ese día.

Hannie, Hannie, el fantasma te sigue desde lejos.

La puerta del baño fué abierta y Jisung se dirigió hasta uno de los lavamanos, abrió la llave y se dispuso a humedecer su rostro y lavar sus manos.

Todo estába bastante tranquilo y así hubiese seguido de no ser por lo que ocurriría a continuación.

Sus manitas humedecían su rojizo y sudoroso rostro, había bailado con todas sus fuerzas y eso se notaba a simple vista.

Estirando su brazo, tomó papel y con ese mismo limpió su rostro. Mientras se limpiaba, sintió que alguien se posicionaba atrás de él, quitando el papel que cubría sus ojitos tragó saliva al ver que el mismísimo Lee Minho estaba detrás de él.

《¿Por qué el señor Minho me siguió hasta aquí?》

Jisung había quedado tieso en su sitio.

Sus ojitos bajaron hasta el lavabo, ambas manos de Lee estában a los lados, haciéndolo ver que estaba acorralado y sin escapatoria. Suspirando un poco, volteó su cuerpo lentamente hasta quedar cara a cara al apuesto chico.

-¿Puedo ayudarle en algo?-

Jisung trataba de sonar lo más natural posible.

-Debo decir que me has dejado sin habla, Hannie. Eres todo un profesional.-

-¿Le gustó mi interpretación?-

-¿Gustarme? Me dejaste sin habla alguna, pudiera verte bailar toda la eternidad y jamás me aburriría.-

Jisung había quedado hipnotizando, los ojos del mayor eran tan penetrantes que se le fué imposible no caer en sus encantos. Eran marrones, obscuros, penetrantes y pícaros, con esa forma gatuna que muchos desearían tener.

A lo largo de su vida había visto centenar de ojos marrones, pero jamás como los de Minho.

¿Cómo era posible que esos ojos cafés estában causando tanto alboroto en su ser?

《Tiene los ojos más bonitos que jamás he visto.》

Minho mantuvo en todo momento su mirada en el lindo Jisung, pero más que todo en sus más que apetecibles labios. Quería volver a besarlo, poder sentir su suave textura y el delicioso sabor de su boquita. Aquel beso lo había dejado con ansias de más.

Jisung parpadeó repetidas veces hasta caer en sí, creía que estaba soñando, pero no; estába completamente despierto. De verdad estaba acorralado por Minho.

Un largo silencio llenó el lugar.

Se preguntaba el por qué el mayor lo había seguido hasta el baño.

Hasta que en ese momento se le prendió el foco.

《¡El dinero! De seguro por eso me siguió el señor Minho para cobrar el dinero del helado.》

Había recordado que el mayor le había comprado un helado la noche anterior para pasar el susto, de seguro había venido para cobrar el dinero.

Su corazón latiendo debido a la cercanía, ¿por que su corazón se aceleraba por tener a Minho tan cerca?

-P-prometo pagarle lo del helado, creo que tengo dinero en mi mochila y...-

Minho negó totalmente enternecido al ver lo lindo que era su pequeño y empezó a reír.

Sus orbes mostraban confusión, ¿acaso había dicho algo raro como para que el mayor se riera?

-No hace falta que me pagues, bonito. Además, ya tomé algo mucho más valioso que el dinero... tu primer beso.-

Jisung desvío su mirada un tanto cohibido, aquello lo había avergonzado. La mano de Minho fué hasta su barbilla, al tomarla, hizo que el menor volteara a mirarlo, Jisung sólo pudo perderse en aquellas orbes tan oscuras.

-Pero si quieres pagarme, ¿que tal si me dejas probar nuevamente estos deliciosos labios de cereza que ayer pude disfrutar por primera vez? Y no solo hoy... déjame probarlos siempre.-

Su dedo pulgar se dirigió a su labio inferior, acariciándolo suavemente. Como necesitaba besar esos belfos tan gorditos y suaves.

Jisung no sabía que decir. ¿Acaso Minho estaba hablando en serio? Pues, por cómo lo miraba debía de ser cierto.

A decir verdad, Jisung también quería besarlo. Minho había sido el primer chico en besarle y eso había provocado en su ser cierta atracción.

-¿Sólo un besito?-

Minho se acercaba cada vez más a su rostro.

-Con uno solo me conformo hoy, hermosa ardillita.-

Aquellas oscuras orbes lo estában hipnotizando en demasía, era como si estuviese en trance, como si esos ojos pudieran ver más allá de su cuerpo, como si pudieran observar y desnudar su mente y alma.

Tragando levemente saliva y con suma timidez estiró sus manos hasta el aporcelanado rostro de Minho, haciendo que cada vez hubiera más cercanía entre sus rostros. Su piel era suave y tersa.

-Está bien, le daré un besito rápido. Pero bien rápido, pues no pueden...-

Sus palabras siendo rápidamente calladas por los labios de Minho, quién solamente quería reclamar a aquel chiquillo como suyo.

Sus manos yendo hasta la pequeña cinturita de Jisung, ambas de sus manos apretando esta de manera bastante posesiva. Sin perder tiempo, alzó al menor para dejarlo sentado en la cerámica de los lavamanos, Jisung tenía sus piernas abiertas y Minho aprovechó para meterse en medio de ellas, eliminando cualquier distancia entre sus cuerpos.

Los ojitos del menor estában cerrados y sus manitas posicionadas en el rostro del mayor, tratando de seguirle el ritmo. El calor del cuerpo de Minho era embriagante, demasiado embriagante.

Minho estaba sumido en el encanto de sus labios. Los labios de su Jisung eran tan suaves, tan dulces, tan perfectos, que solamente quería besarlos hasta arrebatarle el aliento.

Su lengua adentrándose a la cavidad bucal del menor, este tímidamente empezó a mover su lengua, iniciando así una guerra entre ambas lenguas.

《Sus labios son una droga pura, te convertirás en mi nueva droga Han Jisung.》

Su lado posesivo y oscuro estaba saliendo a relucir, Lee Know estába tomando posesión de su cuerpo.

《Marcalo Minho. Haz que todos sepan que este angelito es tuyo y de nadie más.》

No, no podía dejarse dominar por ese animal. No podía dejar que Lee Know tomara control de su cuerpo en ese momento.

Pero se le estába haciendo demasiado complicado. Pues tener a un chico tan lindo e inocente como Jisung en frente de él le era una gran tentación.

Jisung era un ángel y Minho, mejor dicho, Lee Know... quería corromper a ese ángel.

《Vamos, no pierdas tiempo Minho. Tanto tú como yo queremos ver a este lindo chico vuelto un desastre mientras nos pide por más.》

Cuánto deseaba bajar sus labios hasta el cuello del menor y llenarlos de rojizas marcas. Deseaba romper esa linda ropa que traía puesta y follarlo con tanta fuerza que sus gemidos fueran escuchados por todo el lugar. El tan solo imaginar su cuerpo desnudo, su rostro lleno de lágrimas y escuchar su voz temblorosa pidiéndole por más hacía que una erección empezara a formarse en sus pantalones.

Minho no sólo quería poseer sus labios... él quería poseer a Han Jisung.

Sus manos deslizándose suavemente por la espalda de Jisung hasta llegar a su pomposo traserito. Ambas de sus manos apretaron su trasero como si se tratase de una bolita anti estrés, logrando que un pequeño jadeo se escapara de los rosaceos belfos de Jisung. Su cuerpo temblaba por el tacto y su calor corporal crecía con el paso de los minutos.

Oh Minho, ¿dejarás que Lee Know tome control de tí?

《Felix se preocupará si no llego a comer. Además, no puedo dejar que se entere que Minho sunbaenim me conoce y se robó mi primer beso》

-Minho sunbaenim...-

Su voz siendo quebrada en un pequeño gemido, haciendo que su mayor sintiera una punzada en su miembro. Pero no era el momento, ya después reclamaría lo que era suyo.

Minho se separó levemente de la tentación de sus labios, su respiración estába agitada y sus orbes fijas en aquél lindo chico con apariencia de ardilla. ¿Había escuchado bien? ¿El menor lo había llamado sunbaenim y no señor como solía decirle? Si eso había pasado... estaba más que feliz.

-¿Que pasa, bonito?-

-Yo... yo debo volver con mi amigo Felix. Se preocupará si no llego a comer.-

Su imagen no podía ser más adorable, su pecho subía y bajaba debido al fogoso beso que le había dado recién, sus regordetas mejillas sonrojadas, sus labios hinchaditos y rosaditos y sus lindos ojos marrones brillaban cuál estrellas. Simplemente hermoso.

《¿Cómo puedes ser tan malditamente tierno y hermoso?》

Sus manos yéndo hasta su regordete rostro, sintiendo lo caliente que estaba. Regalandole una sonrisa, dejó un fugaz beso en sus labios.

-Está bien bebé, no quiero que tu amigo se preocupe por ti, así que te dejaré ir.-

Jisung asintió aliviado, pero su corazón volvió a dar un vuelco cuándo Minho se acercó a su oído a susurrarle lo siguiente.

-Me gustó mucho que me llamaras sunbaenim, bebé.-

Su respiración se cortó y cuando nuevamente el rostro de Minho estuvo cerca del suyo mordió suavemente su labio inferior, costumbre que solía hacer cuándo estaba nervioso.

-Es que recordé que me pidió que no le dijera señor... y bueno, eso haré. Empezaré a llamarlo sunbae de aquí en adelante.-

Minho no podía estar más contento, su linda ardillita le había dicho sunbaenim, aún le seguía hablando con honoríficos respetuosos, pero prefería muchas veces el "sunbae" al "señor".

-Me agrada mucho que me digas sunbae, bonito.-

Su vista bajando hasta sus hermosas piernas, estas eran tan tersas y delicadas que Lee no pudo evitar preguntarse como se verían llenas de marcas. Jisung era una verdadera tentación, si este no se iba haría una locura.

-Será mejor que te vayas, bebé. Pues si no lo haces terminaré por besarte nuevamente y es mas que seguro que terminaré besando otras partes de tu cuerpo.-

Esa mirada, esa mirada hacía que miles de mariposas volaran en su estómago.

Asintiendo, bajó de donde estaba sentando y bajando su mirada realizó una reverencia. Girando sobre sus talones se dirigía a la puerta, hasta que una mano tomó la suya, girando, un par de labios volvieron a besar sus belfos haciendo que sus ojos se abrieran como platos.

El mayor se separó y con una sonrisa de lado le dijo lo siguiente.

-Con este beso y los que vienen tu deuda ha sido pagada.-

-¿E-esta seguro?-

-Más que seguro, bonito. Este beso es pago suficiente.-

Sin decir nada, con vergüenza y con el calor sonrojando su regordete rostro salió de aquel lugar, dispuesto a encontrarse con su amigo.

Minho se quedó en ese lugar, su lengua humedeciendo sus labios y su ser más que complacido.

-Pronto, pronto tendré el gusto de poseerte por completo Han Jisung.-

Lee Minho, ¿Quieres corromper a Jisung o es Lee Know quién quiere hacerlo?

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