Más allá de la lealtad - Parte 8 (por Kowin)

-"Handimar ha invadido Zuefan."-

Mitege parece contento al oír el mensaje. Puedo entenderlo a la perfección, la conquista del norte para él ha sido una misión trasmitida de generación en generación. Si tan sólo se volviera realidad deberíamos mirar hacia el oeste, a Anang, y luego tendríamos el sueño que Vistrar tuvo al alcance de nuestras manos. La emoción comienza a recorrer por mi cuerpo y estoy seguro que los demás se sienten de esa manera. Pero el mensajero no había terminado su misión, y nos trajo de nuevo a la realidad.

-"La general Handimar solicita que el kogliar de Ratava esté preparado para custodiar un envío especial de suministros. No me ha dado más detalles."-

Esto último descolocó a nuestro estratega, fue ahí que recordé el mensaje de Stila, lo que estaban realizando en el norte difería con la idea original que nos había sido revelada hacía instantes. De todas formas, Mitege no perdió el tiempo y luego de agradecer y despedir al mensajero continuó con su explicación, para despejar viejos temores de nuestra mente.

-"El mayor problema que presentaba esta maniobra era decidir quién iba iniciar el ataque. Si cada ejército ataca al mismo tiempo, cada uno de ellos se enfrentará a una resistencia organizada y completa. Pero si tan sólo ataca uno con la fuerza suficiente, nuestros vecinos reaccionarán como siempre, enviarán sus refuerzos para contener la ofensiva. De esa manera cuando los demás generales vayan invadiendo a sus respectivos objetivos, se adentrarán en tierras desprotegidas o con defensas mal organizadas."

"Es por esa razón que quien de el primer paso es muy importante. En el peor de los casos tendrá que resistir el contragolpe de dos o tres ejércitos a la vez, y será quien más bajas sufrirá en la campaña, si es que logra salir con vida. En otras palabras, aquel que embista primero con toda su fuerza y poder al norte, debería ser nada más y nada menos que el general más fuerte de Gran Corona."-

No había categorías entre nuestros generales, para nosotros todos estaban a la misma altura. Cada uno con sus cualidades y defectos eran tratados como iguales. Por supuesto, si debía atenderse una misión que implicara una postura defensiva llamaríamos a Undigu, o si se precisaba de un accionar rápido se acudiría a Agchell, pero era una cuestión propia de las circunstancias y de sus virtudes.

Mitege nos contó que con su maestro surgió la posibilidad de que los reyes por consenso absoluto podrían optar por nombrar a quien cargara con el título de general más fuerte, pero se trataba de una medida que podía considerarse demasiado arbitraria y podría generar descontento en las filas del erobe. Sin embargo reveló que hacía unos años sus dos discípulos propusieron una alternativa a aquello. Sería totalmente válido si los propios generales reconocieran a uno de ellos no como su igual, sino como alguien que se encontraba en un nivel superior.

-"Por supuesto, esto siempre ha sido conversado con mis aprendices como una simple teoría. Ni siquiera Stila lo sabe. Consideramos que es un proceso que de suceder, debería darse de manera natural, sin ser forzado."- hubo ciertas miradas de duda entre los reyes como signo de desconfianza sobre el hecho de considerar a Handimar como tal. Muchos de seguro pensarían que no era algo prudente.

-"Llegados a este punto, sólo puedo decirles que confíen en la decisión de los generales de Gran Corona. ¿De verdad creen que seguirían en semejante campaña a alguien que es ignorante de nuestro sueño, por más que tenga el mismo rango que ellos?"- las palabras de Mitege contenían una cuota de sabiduría que calmaba las inquietudes de los reyes. Lo que decía era algo bastante obvio cuando uno lo pensaba con detenimiento y con calma.

No había mucho más por revelar. Apenas nos quedaba permanecer a la espera de las novedades que enviara el erobe en la frontera. Cuando llegaban nos reuníamos para informarnos y para escuchar las predicciones del estratega sobre el futuro accionar de nuestras fuerzas, en un intento por dilucidar las verdaderas intenciones de Handimar, quien a estas alturas era indudablemente quien había organizado al ejército entero.

Debido a que cada general atacaría un país distinto, no se habían visto en la obligación de solicitarnos permiso a nosotros los reyes. Se podía decir que cada uno estaba actuando de manera independiente, y si bien tenían un líder, era una figura más bien simbólica.

Handimar atacó Zuefan, y fue la única que mostró actividad alguna durante una semana, por lo que se enfrentó también a las tropas de los países más cercanos a su objetivo. Betezu y Desan fueron los siguientes en ser invadidos, luego le siguieron Stacher, Qusden y Trune, casi al mismo tiempo. Para cuando los estados del norte supieron lo que estaba sucediendo, sus defensas estaban completamente dispersas y cansadas.

Zuefan fue el primer estado en caer, y lo hizo bajo la espada de Handimar y su Vormaft, pero ella no se detendría allí. Aprovecharía su impulso y continuaría hacia el corazón de Trune, yendo en apoyo de Undigu. Al cabo de unos días las fuerzas enemigas se rendían ante Gran Corona.

Por su parte Stila tomaría control sobre Betezu luego de aniquilar a las tropas defensivas que regresaban de Zuefan. El general Agchell, quien había permanecido apostado en la retaguardia como ejército de reserva durante los primeros días, se sumó a las fuerzas de Zulas y ambos sometieron sin demasiados problemas a Qusden. La gran campaña del norte comandada por Handimar daría como resultado en la conquista, no de uno ni de dos como habían pensado los estrategas de Gran Corona, sino de cuatro estados.

La caída de Stacher y Desan fue una mera cuestión de tiempo. Aislados y sin posibilidades de recibir ayuda, fueron derrotados por las tropas de los generales Rovi y Grokel respectivamente semanas más tarde, en una segunda ola invasora. Por su parte los suministros que había solicitado Handimar fueron llevados por mi kogliar, permitiendo que nuestros ejércitos se asentasen por un tiempo en aquellos territorios.