Capítulo veintiuno
Los días siguientes fueron ideales para que Camus se pudiera recuperar un poco de aquella molestia en su tobillo. Si bien Dégel le dijo que solo era cuestión de descansar, los dolores en las noches si resultaban muy intensos pero no se podía permitir quejarse o gritar, ese no era su estilo, de lo contrario ¿Donde quedaría la esencia del caballero frío de Acuario?
Prefirió no darle importancia, ahora se encontraba sentado frente a la cálida chimenea mientras sostenía su taza de chocolate caliente.
Aunque por unos instantes permanecer en esa posición le recordó a los momentos que vivió a lado de sus discípulos. Como olvidar cuando Hyoga e Isaac eran unos pequeños que disfrutaban charlar frente a la chimenea mientras Camus era quien les preparaba sus humeantes tazas de chocolate y escuchaba con detenimiento como esos dos pequeños se maravillaban cada vez más por aprender sobre el cosmos y sus habilidades de hielo.
Ahora quien diría que el mismo tomaría ese lugar, estar bajo la tutela de alguien más si resultaba ser agradable. Solo esperaba que esos momentos que está viviendo en esa era, ojalá los pudiera atesorar por siempre.
La nieve seguía cayendo con intensidad, las fuertes ráfagas de viento se podían escuchar al crujir la madera de la cabaña y Dégel...
Desde hace unas horas atrás había salido por provisiones dejando a Camus solo para que siguiera recuperándose pero este no ha vuelto, ni siquiera sentía su presencia.
Dejando a un lado su taza sobre la mesa, se acomodó la frazada que descansaba sobre sus hombros y se acercó a la ventana para poder observar si en algún momento Dégel llegaba sin embargo cada vez la ventisca era más intensa.
- Quizá si lo encuentro en el camino... ¿Sería de ayuda? - Se cuestionó tomando su abrigo que colgaba en una perchera vieja, justo en ese momento sus sentidos se agudizaron sintiendo una energía que no sabía de dónde provenía.
Rápidamente buscó con la mirada para estar alerta, pero un destello interrumpió justamente dentro de la cabaña dejando ver a un joven de cabellos verdes claros portando una armadura de... Aries.
"Era Shion"
Camus se sorprendió a conocer más de cerca al sujeto que alguna vez llegaría a ser el patriarca del santuario, sin duda no era nada comparado a lo que alguna vez ellos conocieron cuando eran unos niños que recibieron su armadura.
Le resultaba curioso conocer el lado más jovial del patriarca de su era.
- ¿Camus? - Inquirió Shion mirando a su alrededor - ¿Donde está Dégel?
- Salió por unas provisiones, sin embargo no ha llegado - De inmediato Camus bajó la guardia, Shion colocó su mano sobre el hombro del joven alumno de acuario y miró a su alrededor.
- Espero que no demore demasiado, en realidad necesito hablar con él.
Camus extendió su mano invitando a tomar asiento mientras le ofrecía de igual manera una taza de chocolate. Shion aceptó la bebida caliente, en verdad ese sitio era muy frío, aunque portará la armadura de oro no pasaba desapercibido la baja temperatura en sus brazos ni mucho menos en su rostro.
- Shion - Interrumpió Camus tomando asiento justamente delante de él - ¿Sucede algo malo?
- No realmente, aunque... - Se quedó callado unos momentos - Hay fuerzas de Hades que se hacen presentes en varios lugares, por lo tanto hay que estar alerta y sobre Dégel, el patriarca le encomendó una misión especial. Desconozco el motivo por el cual fue llamado.
- ¿Acaso es muy peligroso?.
- Quiza el grado de peligro es eminente, espero que no estés considerando ir tu en su lugar, aún no estás preparado para ello Camus.
Camus no supo que responder, estaba en lo cierto, justamente se estaba replanteando en su mente tomar el lugar de Dégel para ir a la misión... Aunque por lo visto Shion lo ve como un inexperto.
¿Entonces que era lo que le faltaba a Camus para alcanzar el mismo nivel que ellos?
No por nada era el caballero de acuario de la siguiente era pero si no lo dejaban tomar otras responsabilidades ¿Cómo lo haría?
- Shion, manejo mi aire helado a la perfección... ¿Hay algo más que necesite saber de ustedes?
Era muy raro para Camus dijiste al que será el patriarca hablando como un colega más cuando claramente en el futuro ellos se dirigen a el de otra forma con el respeto que se merece.
El caballero de Aries dejó su taza sobre la mesa, cerró por unos momentos sus párpados y comenzó a idear bien la respuesta que tenía para Camus.
- Los guerreros que entrenan para ser caballeros de algún rango deben tener en cuenta que el combate debe ser controlado, cauto y dirigido, más bien de estilo defensivo que ofensivo. No puedes soltar tus ataques solo por dejarte llevar por las emociones... Primero razonas, después atacas sea el caso.
Camus se llevó una mano a la cabeza, por algo al escuchar esa palabra "razonar" se le vino a la mente inmediatamente Milo.
El escorpión si tenía esa debilidad, regularmente se dejaba llevar por las emociones y el... Quizá de la misma manera, el enfrentamiento que sostuvo con Hyoga solo era para ayudarlo a crecer pero no pudo evitar sentirse mal por hacerle frente a su alumno.
Cada día que pasaba en ese lugar se daba cuenta de lo mucho que les faltaba a ellos como caballeros de oro llegar al mismo nivel que sus predecesores.
- Siento que aún no logro manejar totalmente mis emociones.
- ¿Aceptarías ir un día con mi maestro Hakurei? Quizá te pueda ayudar un poco en tu crecimiento. Claro si Dégel no se opone.
- ¿No me opongo a que?
La voz de Dégel se hizo presente en la cabaña, justamente se encontraba cerrando la puerta dejando pasar un poco de nieve adentro.
El primero en emocionarse al verlo aunque tratando de que no se notara era Camus, Shion se levantó de su lugar para poder saludarlo cordialmente.
- Dégel - Hizo una leve reverencia en señal de respeto - Necesito hablar contigo, te encomendaron una misión muy importante.
- ¿Y respecto a Camus? - Dégel miró a su alumno después de escuchar que estaban hablando de su situación mientras dejaba una bolsa de tela sobre la mesa.
- Solo me esta preguntando sobre su aprendizaje, le ofrecí visitar a mi maestro, quizá le sirva como crecimiento y experiencia.
- Agradezco tus atenciones Shion, claro que estoy dispuesto a esa idea y cambiando de tema - Dégel se retiró el abrigo para colocarlo en la perchera dejando caer la nieve que se encontraba entre la tela de la prenda - ¿Cual es la misión que debo de realizar?
Shion dejó escapar un poco de aire entre sus labios, no sabía realmente el sentido de la misión, tan solo las palabras del patriarca fueron "Trae a Dégel lo más pronto posible"
- Necesitas hablar con él patriarca, solo me pido que te llevara con el.
- ¿Y Camus? - Realmente esa era la preocupación de Dégel, las misiones para el siempre eran de lo más normal en su vida, ya estaba acostumbrado a ello. La gran incógnita era saber que sucederá con su alumno en su ausencia.
- Bueno, si realmente no deseas que esté solo en tu templo o pasándola con el resto de los aspirantes... Permíteme llevarlo a Jamir en tu ausencia, te aseguro que aprenderá a mejorar sus habilidades.
Dégel suspiró cansado, cada día que transcurría se le pasaba el tiempo como el viento, las fuerzas de Hades cada vez eran mas notorias y eso desencadenaría la guerra santa; lamentablemente si no se apresuraba, Camus en vez de regresar a su era a tiempo la padecerá en una guerra que no le corresponde.
- De acuerdo.
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