CAPÍTULO 2
Narra Bill
Esa escena volvía repetirse ante mis ojos, su cuerpo sin vida sobre mis brazos, su sangre manchándolo todo incluido mi propio cuerpo, el dolor y la ira creciendo en mi pecho y sus ojos sin vida observando al techo. No quería volver a ver esto de nuevo, como me levanto cargando su cadáver es siempre la peor parte, pero esta vez fue diferente, en lugar de continuar con la parte de mi agridulce venganza, desperté. Por fin, tras quién sabe cuántos siglos, era libre de ese maldito bucle.
La superficie sobre la que estaba tumbado era muy blanda, definitivamente ya no estaba incrustado en la pared de aquella cueva en la que me habían encerrado, pero ¿cuánto había estado dentro de la cueva? Y más importante ¿dónde estaba? ¿quién me había sacado de allí? Yo no tenía esas respuestas, por eso decidí abrir los ojos, probablemente la persona estaría allí también esperando por sus propias respuestas.
Lo primero que vi fue otra cama donde dormía un chico moreno y bastante lindo, parecía que se había quedado durmiendo mientras leía un libro color rojo que ahora descansaba abierto sobre su pecho.
Me incorpore sobre la cama, mareándome un poco pues llevaba demasiado tiempo durmiendo, observe al chico, llevaba una gorra azul y blanca con un pino en esta de color azul, algunos mechones chocolate sobresalía, tenía la piel clara, una camiseta naranja, un chaleco azul marino, pantalones cortos grises y zapatillas de deporte negras.
Comencé a mover al chico, necesito respuestas y él parece tenerlas. Abrió los ojos lentamente y me miró algo sorprendido.
–Ya era hora humano, ¿cuánto pretendías hacerme esperar?
–Pe-perdón– tartamudeó para después observarme de arriba abajo, situación que decidí aprovechar.
–¿Te gusta lo que ves? –solté una leve risa mientras me acerco a su rostro que se encendió en rojo automáticamente– parece que si– sonreí triunfante.
–T-te equivocas... no me gustan los hombres.
–Pues infórmaselo a tu cuerpo, porque está mandando el mensaje contrario– volví a reír sin alejarme aun de su rostro– bien, ahora hablemos de lo importante, me llamo Bill Cipher y supongo que tú me has liberado de esa cueva.
–Así es, soy Dipper Pines y te tengo muchas pregu...
–Todo a su tiempo– lo corté– primero prepárame algo de comer llevó... ¿en qué año estamos?
–Estamos en 2019 ¿cuánto llevabas encerrado allí?
–Pues... casi dos mil años.
–Wow... con razón tienes hambre– dijo al escuchar esos sonidos extraños que mi barriga no ha dejado de hacer– te prepararé algo de comer si tú me respondes algunas de mis dudas con toda la verdad– sonrió triunfante mientras yo sopesaba su oferta, ahora mismo necesito comer algo con urgencia.
–Está bien tenemos un trato –le extendí mi mano envuelta en llamas azules y él la observó algo preocupado– ese fuego no te hará nada, puedes estar tranquilo.
Finalmente tomó mi mano sellando el trato, tras esto me guio fuera de la habitación. Puedo notar que tiene una gran cantidad de preguntas en la cabeza, pero supongo que quiere cumplir primero su parte antes de comenzar... o tal vez él también tiene hambre. Me hizo sentarme frente a una mesa y esperarlo mientras cocinaba algo, la verdad es que, con lo hambriento que estaba me valdría cualquier comida que preparase.
Unos minutos después volvió con dos platos de comida en sus manos, olían demasiado bien. El que se encontraba notablemente más cargado fue el que colocó frente a mí, sin dudarlo comencé a comer y una vez que terminé el plato por completo le dirigí la mirada.
–Mucho mejor, ahora cuando quieras, dispara, humano– le sonreí.
–Mejor llámame Dipper y ...
–¿Cómo la constelación? – esa era una curiosa coincidencia.
–Si– suspiro exasperado, sabía que era porque lo había cortado por segunda vez en el día –bueno, ¿qué eres exactamente? – tomó el libro de pastas rojas que anteriormente había soltado en la mesa junto con un bolígrafo y se preparó para escribir.
–Soy un demonio del plano mental... y antes de que lo preguntes eso significa que puedo entrar y salir de la mente de mortales como tú sin problema, puedo manipular recuerdos y sueños, igual que puedo hacer a tu mente creer que perdiste un brazo, la vista o todas las partes de tu cuerpo del cuello hacia abajo.
–Eso es terrorífico– me miró algo asqueado para después continuar con todas sus preguntas– ¿entonces sabes lo que estoy pensando ahora mismo?
–Podría saberlo, pero es algo que no me interesa, además acabo de salir de una roca en la que estuve por dos mil años, mis poderes aún no están al cien por ciento.
–Hablando de eso, ¿por qué estabas allí encerrado?
–Así que no lo sabes... que rápido olvidáis los mortales– suspiro– ¿quieres saber el por qué realmente? Bien, es muy sencillo, por miedo... vosotros me teníais tanto miedo que me encerrasteis y tirasteis la llave al mar.
–No creo que la historia sea tan simple, algo debiste hacer para causar tanto miedo.
–Verás... un demonio gana poder mediante los tratos con criaturas más o menos poderosas que él, yo sencillamente iba haciendo tratos con distintos humanos, algunos salían bien para ellos y otros para mí, esos que perdían más de lo que ganaban comenzaron a odiarme, me pusieron como el villano, y encontraron esa forma de "pararme los pies" según ellos mismos.
–¿Solo eso? ¿un par de tratos que terminaron mal? ¿Cómo descubrieron la forma de encerrarte?
–Eres muy observador ¿no, pequeño? –lo miré sonriente– es cierto que no fue todo, pero no pienso entrar en detalles con eso.
–Pero el trato que hicimos...
–Se terminó, te recuerdo que dijiste que te resolviese algunas dudas, no todas, por tanto, esto es todo lo que estoy dispuesto a responder.
–Vamos te liberé de la cueva... merezco saberlo.
–No tengo ganas de responder esa pregunta. Elige cualquier otra y te la responderé, pero esa no.
–Bien –suspiro rendido– ¿Qué piensas hacer ahora?
–Ahora... no lo sé– aun no me había parado a pensar que hacer ahora, supongo que volveré a lo único que se me da bien, los tratos y engañar a los humanos– no es como que tenga un lugar a donde volver– susurré
–¿No puedes volver con el resto de demonios?
–No volvería con esos imbéciles por nada del universo.
–En ese caso podrías quedarte aquí... si te apetece. Así podrías tener un lugar donde vivir y comer, a cambio podrías resolver mis dudas.
–Asique planeas usarme de sujeto de estudio ¿no? Y anotarlo todo en ese estúpido libro –señalé el libro en el que no había parado de escribir en toda nuestra conversación.
–Solo aprovecho, es la primera vez que puedo hablar con un demonio, te prometo que no se lo enseñaré a nadie si es lo que te preocupa.
¿Este niño está tratando de mentirme? Me pregunté mientras lo miraba fijamente, ese es un baile que yo conozco mejor que él. Sonreí con mi plan ya preparado para aprovecharme de esta situación.
–Bien, este es el trato, yo me quedaré aquí el tiempo que desee, a cambio podrás hacerme dos preguntas al día que contestaré con toda la sinceridad posible, puedes apuntar la respuesta si quieres, pero si se la enseñas a alguien o se la cuentas me enteraré y mataré aquello que más ames de la forma más horrible que se me ocurra ¿de acuerdo? – Le extendí mi mano envuelta en fuego azul.
–Es algo excesivo ¿no crees?
–Es por precaución, si aceptas podría terminar revelándote cosas que no deseo que se sepan.
–Está bien, Bill acepto– finalmente tomó mi mano, esto podría ser entretenido.
–Es un trato... pino.
–¿Pino? ¿ya te olvidaste de mi nombre acaso?
–Claro que no –reí levemente– pero te queda bien ese apodo– él solo suspiro, creo que ya se arrepiente de este trato.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro