bucky barnes;
Charlotte observaba el álbum de fotografías, pasando sus páginas con lentitud. Admiraba los rostros sonrientes de las personas que la habían acompañado durante gran parte de su vida, ocasiones en las que una cámara fotográfica había logrado capturar el momento exacto y lograr que perdurara al paso del tiempo.
—Señora Johnsson —sus ojos se elevaron hasta la entrada a la habitación, una de las enfermeras sostenía un par de documentos en su brazo—. Hay unas personas que desea verla.
Distinguió un par de figuras masculinas detrás de la mujer. Asintió, resguardando sus recuerdos dentro del gigantesco cajón de dónde habían sido extraídos. Recibía las visitas constantes de su única hija, Amelis, y sus dos nietos, Samael y Raphael. Además de alguna improvisada aparición de algunos de los hijos de sus ex-compañeros durante sus años en S.H.I.E.L.D a traerle algún obsequio o simplemente pedirle consejos para abordar alguna complicada misión.
—¡Señora Jonhsson!
—¡Wilson! —exclamó, extendiendo sus brazos. El hombre se acercó para brindarle un cálido abrazo.
Informada mediante sus nietos, Charlotte conocía quienes habían sido consumidos por lo que ella denominada "falla mecánica". Sam, desgraciadamente, había sufrido la misma suerte que ella. Aunque estaba agradecida de poder vivir mayor cantidad de años, sin haberlos vivido realmente.
El hombre que se encontraba detrás de él le resultaba conocido. Se asemejaba a una persona que había conocido hace aproximadamente unos noventas años en retrospectiva.
Sam se percató de la situación, alargando su brazo hacia el desconocido, invitándolo a unirseles.
—Bucky, ella es Lottie. Lottie, él es Bucky.
Los mencionados se observaron en silencio por un par de segundos.
—Stark es un maldito mentiroso —pronunció la mujer, rompiendo finalmente con la atmósfera de tensión— ¡Me dijo que habías caído de un maldito tren!
La sonrisa que adornaba el rostro de Sam se desvaneció.
—¿Se conocen?
—Es extraño pronunciar que estuvimos comprometidos hace unas cuantas décadas, mucho antes de que tú nacieras, Wilson.
Le resultaba asombroso y doloroso el poder apreciar el rostro de la persona que había amado una vez. James parecía regresar a sus andanzas, con su espléndida sonrisa. Le recordó a sus tardes mientras caminaban por las calles de Brooklyn durante los atardeceres de verano en compañía de Steve.
—¿Estaban a punto de casarse? —indagó Sam, incrédulo—. ¿Cómo es posible que una persona semejante a ti hubiera estado comprometido con una dulce criatura como Lottie? ¡Qué me dicen!
—Eran otros tiempos.
De repente, un par de exclamaciones en el pasillo hicieron que las mejillas de Charlotte se enrojecieran.
Por la entrada a su habitación en el asilo se adentraron dos jóvenes sosteniendo un par de canastas. Raphael, el exitoso bancario de la familia, permaneció estático en la marco de la puerta, mientras que Samael saludaba con entusiasmo a los dos individuos.
—Se parece al abuelo James.
—Es el abuelo James.
—¿POR QUÉ EL ABUELO JAMES PARECE TENER MI EDAD?
James intentó explicarles, deshaciéndose de los detalles, de lo que había acontecido en su vida desde que aquel barco zarpó del puerto. Charlotte acotó algunas anécdotas de cuando eran una pareja de enamorados que deambulaban de aquí para allá, incluso respondió al exhaustivo interrogatorio que Samael, Raphael y Sam llevaron a cabo acerca de su relación con la creación de S.H.I.E.L.D, sus avances en la tecnología y de su relación con Peggy Carter y Howard Stark.
—¡Increíble! —exclamó Sam— Vinimos en búsqueda de respuestas sobre la aparición de un nuevo capitán América y terminé conociendo sus pasados. ¡Por el demonio!
—Sammy, cariño, ¿puedes alcanzarme aquel empaque de cuerina? —señaló a una de las esquinas de la habitación, donde descansaba apoyado contra la pared un bolso redondo.
Su nieto le alcanzó el objeto, que emitió un sonido metálico al golpear con los apoyabrazos de su silla de ruedas.
—¿Es un escudo?
—¿Creen que permitiría que una persona desconocida tomara una de los objetos que fabriqué con mis propias manos? —inquirió, indignada— ¿Tan poco me conocen?
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Bucky.
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