021; steve rogers
Observó por encima de los invitados que caminaban de un extremo al otro de la habitación, saludad a otros y sirviéndose las bebidas que el anfitrión preparaba. En la esquina opuesta se hallaba el capitán, parloteando con sus mejores amigos y otros miembros del equipo.
Sus mejillas se colorearon de una tenue tonalidad rojiza cuando escuchó un suave carraspeo.
—¿Debo añadir "acosadora" a tu currículum?
—Preferiría idiota o algo semejante —masculló, sosteniendo el vaso de cristal. Agitó el líquido contenido, manteniendo su mirada alejada de Natasha— ¿Puedes prepararme algo más potente?
La pelirroja soltó una carcajada mientras negaba con un movimiento de cabeza. Alyssa entendía el porqué: era la miembro de menor edad en el grupo, pese a haber cruzado los veinticuatro años de edad, y para todos era "la bebé del equipo", incluso el director Fury le impedía hacer determinadas actividades o asistir a determinadas misiones por tal motivo.
—Es navidad —murmuró, intentando fruncir sus labios en un pequeño puchero.
Natasha continuó negándose a permitirle una bebida alcohólica de mayor graduación que unas gotas de vido rebajadas con agua. Por el contrario, se había aparecido con dos cajas de jugo de naranja y las había vertido en una taza en forma de oso panda.
Avergonzada, ocultó su rostro entre sus manos.
—¡Oh, por el señor! —escuchó la burlona tonalidad de voz de Sam Wilson a sus espaldas— ¡Eres un maldito y adorable bebé!
—¡Cállate, Wilson!
—Retiro lo dicho. Eres demasiado gruñona para ser tan pequeña.
—Sam.
Su corazón comenzó a bombear sangre a una velocidad superior a la normal, incluso parecía que sus músculos no funcionaban como de costumbre: su anatomía impedía que huyese cual ladrón de la escena de un crimen.
Steve acortó la distancia que separaba sus cuerpos y sostuvo los dos recipientes repletos del concentrado líquido naranja.
—¿Puedo llevármelo? —indagó a Natasha, quien se encogió de hombros y señaló a la joven de cabellos castaños que parecía tener severos problemas para controlar sus nervios—. Es preferible que bebas algo con menor cantidad de azúcar.
—¿Qué me recomiendas?
—Agua.
Alyssa frunció sus facciones faciales y le dedicó una mirada repleta de enfado al capitán. Detestaba ser la más pequeña, ¿acaso no podía aparecerse –como regalo de navidad– un adolescente o alguien unos meses menores para que la trataran de acorde a su edad?
—Perdón —susurró, dedicándole una simple sonrisa que fue capaz de movilizar su interior— ¿Aceptaría tomar una bebida comigo, señorita Williams? En ofrenda de paz de navidad.
Dudó por unos instantes. ¿Cómo demonios llevaría a cabo una conversación con él, si apenas lograba pronunciar dos palabras seguidas? Pero era imposible negarse, Natasha había preparado los pedidos.
—Feliz navidad, Alyssa.
Golpeó su vaso con el del hombre.
—Feliz navidad, anciano.
Bebió el contenido de un sorbo, saboreando la cálida bebida que recorría su garganta. Su enfado se disipó al instante, al igual que sus nervios.
—¡Hey, tórtolos! —Tony captó su atención con una exclamación suficientemente elevada para que varios curiosos giraran hacía ellos— ¡No olviden el muérdago!
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¡feliz navidad eve! ❤
vengan a buscar su vengador para estas festividades, puede llevar a haber sorpresas debajo de sus árboles 🌚
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