008 natasha romanoff y loki laufeyson [otp]
—¿Qué se le regala a un dios?
Las miradas de la habitación se dirigieron a Steve.
El recibimiento de una invitación a la celebración del cumpleaños, sin hacer mención de la edad exacta, de Thor había cargado de incertidumbre a los vengadores. Natasha sostenía de que se trataba de una excusa para despilfarrar alcohol y acabar teniendo discusiones no deseadas.
—Mi presencia —respondió Anthony, señalándose con egocentrismo. Los demás miembros se mostraron en desacuerdo con la afirmación—. ¿No es regalo suficiente?
—No —expresaron a coro Natasha y Clint.
—¿Cuándo debemos presentarnos?
—Mencionó algo acerca de un portal. Supongo que lo emplearemos como cuando se llevó a su hermano —Romanoff permaneció revisando las grabaciones— ¿Alguien le tiene miedo a los viajes entre dimensiones?
Bruce Banner elevó su mano, cabizbajo. Steve fue el siguiente en hacerlo.
Natasha frunció su ceño, acomodando los documentos sobre el escritorio. No soportaba la mirada curiosa de Anthony con respecto a su drástico cambio de humor después de los hechos ocurridos en Nueva York. Durante semanas había permanecido encerrada en su habitación, buscándole una explicación a las palabras de Loki. ¿Por qué permanecían clavadas en su corazón como si se tratasen de espinas?
—¿Te encuentras bien, Nat?
Asintió con un ligero movimiento de cabeza y extendió su brazo hasta alcanzar el vaso, de contenido dudoso, que Clint le ofrecía.
...
Se asemejaba a una ciudad construida en oro, con sus majestuosas estructuras que parecían rasgar el cielo estrellado y estatuas gigantescas talladas en piedras preciosas haciéndoles honor a la familia real.
Aunque la celebración de presentación con el equipo galáctico de Thor había tenido sus complicaciones: una competencia no deseada entre Fandral y Tony que acabó a los golpes, más uno intercambio de palabrotas.
Natasha permanecía sentada en las escaleras de mármol con la mirada sobre las estructuras doradas. Le causaba curiosidad el grotesco choque entre laa costumbres de pelear a caballo y el avance tecnológico que presentaba el lugar.
—Pensé que tus pasatiempos requerían de adrenalina en su máximo esplendor.
Se sobresaltó al escuchar la profunda voz de Loki a sus espaldas. Deslizó sus manos al interior de su bota, quitando el arma escondido en la misma.
—Y que tú estabas pudriéndote en prisión.
—¿Qué sucedió contigo, Romanoff?
Natasha implementó sus habilidades en artes marciales, derribando al hombre de un pequeño y ligero movimiento. Enredó una tersa soga metálica alrededor de los brazos del dios del engaño, impidiendo la movilidad de sus extremidades superiores.
Al cabo de unos segundos, la entrada principal a la habitación estaba abierta de par en par y las maldiciones de Anthony se colaban por su cavidad auditiva.
—Has traído al equipo de midgardianos irrumpe planes, ¿eh?
—¿Alguien puede darme ya explicación razonable del asunto? —Clint apuntaba con un jarrón vacío a Loki, dispuesto a estrellarlo contra su cabeza ante una amenaza.
—¿Qué significa esto, beach boy?
—Soy la sorpresa de cumpleaños, Stark.
Las miradas de los demás presentes viajaron, alternativamente, entre los dos sujetos de cabellos oscuros. Natasha carraspeó, captando la atención de la población masculina presente.
—Thor, es necesario una explicación. No entendemos las leyes que rigen tu mundo, pero Loki está condenado a una cantidad significativa de delitos graves en la Tierra —El mencionado se sacudió bajo su cuerpo. Natasha ejerció mayor presión en las muñecas para callarlo—. Y tengo entendido que prometiste juzgarlo, ¿no debería estar encarcelado?
—Sí..
—¿Por qué estoy sentada sobre él, tratando de contenerlo?
—No lo sé..
Natasha fue elevándose con lentitud, desconfiada. ¿Qué planeaba Thor con respecto a la liberación de su hermano adoptivo? Sin lugar a duda existente, la de cabellos rojizos averiguaría el motivo, sin importar el costo del mismo.
..
Durante las siguientes semanas, el panorama fue volviéndose más insoportable e incómodo entre los miembros del equipo. Las reiteradas discusiones con respecto a la liberación del dios del engaño y la amenaza de un ente superior empeoraba la atmósfera.
Natasha proseguía con su investigación, aunque lo único obtenido habían sido los testimonios de unos guardias —después de emplear tácticas de interrogatorio poco ortodoxas— y de Fandral. Lady Sif también ayudaba a recolectar datos, temiendo que se tratara de un plan maquiavélico del dios del engaño.
—Romanoff.
Apenas apartó su mirada del libro, distinguía la tonalidad de Loki y su varonil fragancia corporal a una distancia considerable.
—¿Ignorarás mi presencia? —insistió—. Temes que ocurra algo similar a lo de tu asqueroso mundo.
Un escalofríos recorrió su columna vertebral.
—¿Ves una jaula contenedora en alguna parte?
—Puedo recrear una.
Natasha le dedicó una mirada cargada de desconcierto. Entendía que era un dios y todo lo que encerraba el término, pero, ¿también podían recrear jaulas contenedoras de cristal con su mente?
—Muestras interés sobre el tema —se recriminó internamente por no lograr poseer barreras mentales suficientemente altas para mantenerlo lejos de sus pensamientos—. Sería imposible enseñarte sin causarte daño. Requiere de ambas partes para llevarse a cabo.
—¿Ahora temes hacerme daño?
Por primera vez desde su encuentro, el hombre no mencionó ningún comentario. Tardó un tiempo en mostrar señales de vida.
—No —respondió, con un diminuto destello de inseguridad reflejo en su voz.
—¿Puedes siquiera sentir agrado lo otro ser?
—¿Tú?
Cerró el libro de golpe. La conversación estaba tornándose repetitiva y no alcanzaria una hipótesis al finalizar el día si seguía perdiendo su valioso tiempo.
Los dedos del dios se cerraron sobre su muñeca, impidiéndole el escape. Natasha giró sobre sus talones, dispuesta a manifestar su desagrado pero permaneció estática, con su mirada sobre el rostro de Loki.
—Confeccionas un artículo para encontrar el porqué de mi repentina liberación —la preocupación azotó su interior— ¿Has encontrado el día?
—No te interesa.
—Muestra respeto, gruñona —aunque la tonalidad de Loki era serena, Natasha no volvería a creerse semejante actuación—. ¿Lo has encontrado? ¿Alguna similitud con otro hecho?
Sus labios se despegaron unos centímetros. ¿Estaba formulando aquella palabras con la seriedad necesaria?
—Nuestra llegada.
—¿El por qué?
—¿Me ves cara de poseer una mutación genética que me permita ver los porqués de las situaciones? ¡Dime de una maldita vez que sucede!
Los labios del dios se estamparon contra los propios de manera abrupta. Sus bocas se movían con sincronización, componiendo un rompecabezas que Natasha desconocía.
—Estoy enamorado de ti desde el primer momento en que nos vimos. Sin importar lo que haga, continuas merodeando en mi cerebro.
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mary29jane100 espero que sea de tu agrado ❤ (y lamento muchísimo la tardanza :(((()
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