Mantuvo sus labios sellados, reprimiendo sus alaridos de dolor. Dirigió la mirada al brazo pretendiendo averiguar qué producto estaba empleando el sujeto desconocido sobre la herida.

  —Tranquila, Ophelia..

Había olvidado completamente la presencia del capitán américa en la habitación. Aunque en aquella ocasión no tuvo tiempo suficiente para que sus mejillas se sonrojaran, ya que un abrasador dolor le sacó una exclamación y varias maldiciones en su idioma natal.

El enfermero se retiró del lugar, luego de haber envuelto su herida, dejando que la habitación se sumiera en un incómodo silencio. Ophelia se encogió, avergonzada. Se hallaba vestida con su piyama que consistía de una camiseta de tirantes y un short con motivos de “star wars” en una enfermería después de ser participe de una pelea ocurrida en su bloque de departamentos.

—¿Qué sucedió? —preguntó Steve, inclinándose unos centímetros.

El aroma a vainilla llenó sus pulmones, sacándole una pequeña sonrisa nerviosa. Permaneció jugando con sus dedos sobre su regazo, incapaz de responder su pregunta.

—No lo sé.. —arrugó su nariz—. Sólo veo fragmentos de lo ocurrido..

Steve no insistió. Al contrario, se apartó de ella, aumentando la distancia que separaba sus cuerpos. Rebuscó en su bolsillo hasta dar con un trozo de papel que los agentes habían encontrado en el edificio y se lo extendió a Ophelia. La joven padeció al percatarse del documento.

—¿Qué dices de esto? —preguntó sin perder la tranquilidad en su voz—. Recuerde que puede acabar en prisión por una cantidad significativa de delitos, entre ellos asesinato, secuestro.

—¿Por qué me das una segunda oportunidad, Rogers?

  Ophelia sabía que la organización de espionaje poseía las pruebas suficientes para enviarla a cadena perpetua por un pasado del cual apenas recordaba. Solía rememorar algunos momentos durante sus sueños, aunque parecían distantes, como si le pertenecieran a otra persona.

—Se lo debo a alguien.

—James..

Steve se mostró sorprendido por su mención. Ophelia se recriminó por continuar estando en la misma habitación que el de cabellos rubios.

—Ophelia.

—Existen varios agentes experimentados con la capacidad de destruir un país en cuestión de horas, todos forman parte del experimento del soldado del invierno —informó, sintiendo como gruesas lágrimas descendían por sus mejillas—. No recuerdo la ubicación del laboratorio, sólo que me utilizaban como saco de boxeo y método de tortura en caso de que no cumplieran con las misiones —no lograba olvidar los ojos de Bucky implorandole piedad—. Él sabe quien soy.

Los brazos del capitán rodearon su anatomía. No tardó instante en comenzar a sollozar, sin importarle en lo absoluto de humedecer las prendas de vestir contrarias con sus lágrimas.

  —Tranquila, cariño —Steve tomó las manos de la castaña entre las suyas, acariciando el anillo dorado que adornaba su dedo anular—. Aún lo conservas.

—Continúo esperándote.

Los labios del capitán se posaron sobre lo suyos. Ophelia recordó al instante la primera ocasión en la que había sucedido el roce de sus labbios, en una cafetería de Manhattan, después de haber asistido a una obra teatral.

  —Ellos ya no podrán hacerte daño, Ophelia Barnes.

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sólo diré que es la introducción a una nueva historia 🌚

 
¡hola! 🙋
los shots siguientes serán los pedidos realizados en ambos libros ❤.