Dedicado a nat234_

Sigue la trama de las películas, pero por añadir un poquito más de historia a la pareja voy a hacer algunos cambios en la historia.

Natalia miró incrédula la pantalla que se encontraba enfrente de ella. Acababan de proclamar a John Walker el nuevo Capitán América. De tan solo pensar en ello le daban escalofríos, pensar en cómo habían reemplazado a su mejor amigo de una manera tan simple y rápida. No dudaba que John fuera un buen soldado, pero ella estaba segura que nadie podría reemplazar a Steve. 

Natalia conoció a Steve en el ataque a Nueva York, cuando Loki y su ejército atacaron, ella simplemente era la asistente de Tony, pero tenía experiencia en combate y alguna que otra habilidad...sobrenatural podríamos decir. Desde entonces se convirtió en su mejor amiga y se unió a los Vengadores. Incluso estuvo ahí cuando el Soldado de Invierno atacó al Capitán América, y lo ayudó en su búsqueda tras los sucesos. 

Después de estar buscándolo durante algún tiempo, Steve la propuso unas pequeñas vacaciones a solas, para poder descansar. Pero a pesar de tener que aceptar, Natalia le hizo prometer a Steve y Sam que si encontraban algo la llamarían de inmediato.

Durante sus vacaciones...hubo un giro dramático de los acontecimientos...

Natalia y Bucky se encontraron en Rumanía. Bueno, más bien, Natalia se encontró con Bucky, pues él no sabía de su existencia.

Natalia, por instinto intentó acercarse a Bucky y entablar cierta confianza, aunque hizo más que eso...

—Buenos días—Murmuró Natalia al sentir los besos de un recién levantado Bucky en su hombro descubierto, pues la camiseta de él la quedaba un poco grande.

—Buenos días muñeca—saludó un somnoliento Bucky posando sus manos en la cintura de su novia.

Sí, novia. Natalia y Bucky se habían llevado bien. Muy bien. Y esto solo fue unos meses después de conocerse.

Poco tiempo después cuando apareció Steve todo se torció. Gracias a Odín que no se enfadó con Natalia por no haber contactado y contar la situación. 

Tras todo esto la Civil War se desencadenó y todos sabemos como acabó eso. Natalia lamentablemente no pudo ir con Steve y Bucky a Siberia, pero sinceramente, eso solo hubiera empeorado las cosas contando que Tony la trataba como a una hija. Así que después de que los liberasen de la prisión los acompañó a Wakanda. 

—¿Esto...es un adiós?—habló Natalia con los brazos cruzados apoyada en una camilla. A su lado, Bucky -ahora falto de un brazo- la miró.

—Nati, esto es lo mejor para ambos...no puedo seguir adelante si el Soldado de Invierno sigue dentro de mi...en cualquier momento podría hacerte daño y no me lo perdonaría jamás—respondió James cabizbajo.

—Buck, esa no es la respuesta a mi pregunta— Natalia se acercó temblorosa al amor de su vida— ¿esto es un adiós o no?—Preguntó mientras acariciaba levemente la barba de unos días de su novio.

—No muñeca, esto no es un adiós—terminó de decir Bucky. Natalia soltó todo el aire que estaba reteniendo inconscientemente y sonrió. Se acercó aún más a Bucky y lo besó.

—Eso era lo único que necesitaba saber, te quiero Buck—Susurró Natalia.

—Y yo a ti más Nati—Juntaron sus frentes.

Después de que Bucky fuera congelado de nuevo Natalia tuvo que marcharse a algunas misiones para Fury, pero volvieron a reencontrarse cuando Thanos apareció. Natalia y Bucky se besaron como nunca. Por fin estaban juntos otra vez. Cosa que duró poco.

El corazón de Natalia se detuvo al oír como su novio la llamaba. Al girarse vio como se convertía en polvo. Corrió tanto como sus piernas pudieron y se arrodilló ante lo que previamente era Bucky.

5 años después, volvieron a reencontrarse. Natalia hizo las paces con Tony y éste se sacrificó. Steve regresó a la vida que siempre quiso vivir, en el pasado. 

Y le dio el escudo a Sam.

El escudo que ahora se encontraba en las manos del gobierno, y de John Walker.

—No puede ser. Voy a matarlo—murmuró Buck al lado de Natalia mientras ambos veían la televisión.

Natalia se levantó tras él intentando calmarle. Ella tampoco podía creer que Sam le hubiese dado el escudo de Steve al gobierno, pero uno de los dos debía mantener la calma.

—Buck por favor, recuerda lo que te dijo tu terapeuta, regla número dos, sin heridos— Natalia se acercó a Buck y lo tomó por los hombros—es un poco tarde, mañana vamos a hablar con Sam, pero ahora vamos a la cama—besó su mejilla. 

Bucky suspiró ante su gento y posó su cabeza entre el cuello de su novia. Estaba cansado, y las terapias no lo ayudaban en absoluto. Lo único que lo hacía sentir mejor era hablar con Natalia y y besarla. Besarla era lo mejor del mundo. Cuando la besaba sentía que todo a su alrededor dejaba de ser un problema. Gracias a ella volvió a dormir en una cama, en vez del suelo. 

Pero, a pesar de haber eliminado al Soldado de Invierno de su mente, los recuerdos de sus actos seguían presentes en su mente, y le provocaban pesadillas.

Natalia se levantó exaltada al sentir como Bucky se removía incómodo a su lado. Estaba teniendo una pesadilla. Intentó moverlo levemente, Bucky se despertó asustado y sudando. Se quedó unos segundos mirando a la nada con uno de sus brazos apoyados en la cama, mientras su mano humana peinaba un poco su despeinado pelo.

Natalia inmediatamente intentó secar su sudor y reconfortarle. Bucky la miró con lágrimas en sus ojos y Natalia supo al instante cuál había sido la pesadilla que había tenido. Se la había contado en diversas ocasiones. 

Natalia atrajo a Bucky entre sus brazos. Éste apoyó la cabeza en el pecho de ella, escuchar los latidos de su corazón le ayudaba a calmarse. Mientras Natalia le acariciaba el pelo y tarareaba una canción. Así, ambos se quedaron dormidos de nuevo.

Al día siguiente, por la mañana fueron a ver a Sam, tuvieron una discusión sobre ¿Gandalf? y se fueron para ayudar a Sam.

Más tarde se encontraban saltando de un avión sin paracaídas...yupi...qué divertido.

Al parecer la chica que había dentro del camión no era una rehén. Después de que el nuevo Capitán América y su compañero llegaran hubo alguna que otra pelea y Sam, Bucky y Natalia terminaron rodando por el pasto. 

—Am...siento interrumpir el momento romántico—Natalia miró a Sam y Bucky, quienes se encontraban tirados en la hierba, uno encima del otro—pero tenemos que irnos.

Poco después, se encontraban andando a un lado de la carretera, cuando un vehículo pasó a su lado. Walker y Lemar se encontraban subidos a este y los invitaron. No tuvieron más remedio que subir. Walker miró de arriba a abajo a Natalia, inspeccionándola, a lo que Bucky se interpuso en su mirada, mientras lo mataba mentalmente. Natalia sonrió en su interior al ver a Bucky, e inmediatamente supo que estaba pensando en todas las formas posibles de arrancarle la cabeza. 

Típico de Barnes.

Bastante tiempo después, Bucky ayudó a Zemo a escapar de prisión. Natalia siempre tuvo un ojo en él por si llegara a hacer algo, pero confiaba en las acciones de Bucky, aunque eso incluyese la ayuda del barón por el que los Vengadores se separaron.

Luego todo fue un lío. Walker consiguió suero y se le subió a la cabeza, pero todo empeoró cuando alguien mató a su compañero Lemar. 

Bucky, Sam, Natalia, John y Lemar se encontraban luchando contra Karly y su equipo, cuando sin querer un golpe feo dejó a Lemar sin vida. John corrió a por uno de ellos y frente a todo el mundo, en plena calle, lo mató a sangre fría. Por venganza.

Manchó el escudo.

Salió corriendo y Sam, Bucky y Natalia lo siguieron. Los tres lucharon a más no poder y consiguieron arrebatarle el escudo a Walker, aunque más bien, recuperaron algo que era suyo.

—¿Cómo te encuentras muñeca?—Le preguntó Bucky a Natalia mientras le tendía un poco de hielo para algunos moratones.

—Bien, he estado peor. ¿Y tú?—Natalia miró de forma preocupada a Bucky, pues en la pelea hubo un momento en el que él quedó inconsciente. 

—Bien, tranquila. Descansa—Bucky besó la frente de Natalia.

Después de todas las peleas, llegó la peor de todas. Bucky se había caído desde mucha altura, y después de algunos golpes, un camión blindado amenazaba con caer por el mismo barranco por el que él había caído anteriormente. Se preparó para sostenerlo si hiciera falta. 

A Natalia se le volvió a parar el corazón, como aquella vez en Wakanda cuando lo vio desintegrarse.

Pero nuevamente, gracias a Odín, nada malo sucedió. Walker lo había agarrado. 

Al final de la batalla Karli había muerto, y Sam era oficialmente el nuevo Capitán América.

Desde lo lejos Bucky llegaba sosteniendo una tarta de oreo en una de sus manos. Natalia por detrás también sostenía algunas bandejas con comida y reía mientras se querido novio jugaba con los sobrinos de Sam. 

Natalia y Bucky se sentaron juntos durante la comida. Jugueteaban con los hijos de Sarah, jugueteaban entre ellos. Se besaban, se abrazaban. Compartieron risas.

Y al final del día, mientras Sam veía el atardecer, Bucky se acercó sonriendo. Pero sonriendo de verdad. Porque al fin se sentía en casa, en un hogar. Y no podía estar más feliz de estar ahí con Natalia, la cual también se acercó a Sam pero por el otro lado.

—Esto nunca será un adiós— Suspiró Natalia mirando el atardecer. Bucky dirigió sus ojos a los de Natalia mientras sonreía enamorado.

—Nosotros nunca tendremos un adiós—Respondió Bucky. Fue ahora Natalia la que dirigió su mirada a la de Bucky mientras sonreía.

—Oh por favor, conseguíos una habitación tórtolos—Se quejó Sam.

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No sé por qué, pero estoy bastante orgullosa de este OS.

Espero que te haya gustado Nat, y espero que haya sido de tu agrado.

Lo mismo de siempre, pedidos por privado o por comentarios.

Se despide, limusicx.

(1694 palabras)