Me encontraba en el castillo de Asgard, limpiando y recogiendo la habitación del dios de las mentiras. Aquella tarde, todas las doncellas de la realeza se habían ido a descansar. Todas menos yo. Me gustaba mucho mi trabajo, y más cuando se trataba de trabajar en el cuarto de mi dios favorito. Llevaba varias estaciones enamorada de él, pero Loki siempre tenía otras doncellas u otras guerreras con las que ligar. Nunca se fijaría en alguien como yo; una simple doncella que ni siquiera es capaz de tomarse una tarde libre. Cuando llevaba ya casi una hora recogiendo encontré algo bastante curioso; un libro. Pero en la portada no había ningún título. Abrí el libro para tratar de identificar la historia, pero no era un libro cualquiera. Era el diario del mismo señor de las mentiras. Comprobé que no había nadie en el pasillo y me dispuse a leerlo. Se que estaba mal, pero la curiosidad me podía.

-"Cada día estoy más cerca de enamorarla"- comencé a leer por la última página- "Lo único que me falta es conseguir encontrarla a solas una tarde, pero eso parece imposible ya que siempre va acompañada de mi madre o de otras doncellas"-

-Otras doncellas- repetía mi mente dando vueltas a las últimas palabras que había leído.

Eso significaba que Loki estaba enamorado de una doncella. El caso era saber cual de todas. Había más de 500 doncellas que cuidaban del castillo, era imposible averiguar quien era. Leí la página anterior a esta para ver si podía darme alguna pista más. La fecha era del 17 de Julio.

-"Hoy la he visto junto al lago de cristal"- comencé a leer- "No llevaba el típico traje ni el peinado de doncella, y eso la hacía estar más hermosa de lo que jamás la hubiera imaginado"-

Paré de leer en ese mismo instante. Mi cabeza dio una vuelta por mi memoria llevándome al día 17 de Julio. Ese fue el único día libre que me tomé desde que comencé a trabajar en el castillo. Lo curioso fue que ese día fui al lago de cristal y no vi a nadie más allí. Podría ser... A lo mejor, yo era aquella doncella. ¿Podría ser que Loki estuviera enamorado de mi? En ese momento escuché unos pasos acercándose a la puerta. Guardé el diario donde lo había encontrado y continué mi labor como doncella. Acto seguido una figura con el pelo negro y vestido de verde entró por la puerta.

-_________- dijo según entró- ¿qué haces aquí?-

-Yo...- dije tartamudeando- Vereis señor, estaba limpiando sus aposentos y de repente ha entrado-

-No me refiero a eso- dijo acercándose mientras sus labios formaban su típica sonrisa- Me refiero a que todas las doncellas han cogido hoy su día libre- se paró justo en frente mio haciéndome levantar la mirada- ¿Por qué tú no?-

-Me gusta mi trabajo, señor- dije con voz firme y seria.

-No me llames así- replicó acercándose peligrosamente a mi rostro.

Noté como mi rostro adquiría un tono rosado a la vez que mi corazón aceleraba su velocidad hasta los mil por hora.

-Y...y...y- tartamudee- ¿Cómo...queréis q...que os llame?-

-Loki- respondió rozando sus labios contra los mios.

En ese momento mi cuerpo quedó paralizado. No sabía si era por miedo o si era por otra cosa, pero no me aparté. Todo lo que había leído en su diario era cierto. Por lo que estaba viviendo en esos momentos, la doncella de la que se había enamorado Loki, era yo. Vi como sus ojos bajaban de los mios hacia mis labios y, de nuevo, volvían a su posición inicial. Inconscientemente, yo, hice lo mismo. Acto seguido, Loki sonrió de forma pícara y, de repente, noté una presión sobre mis labios. Segundos después me separé y me aparté poco a poco de él.

-Lo siento, Loki- dije sonriendo- Tendrás que hacer algo más que espiarme en el lago de cristal para enamorarme-

Loki se quedó paralizado por un momento y yo lo aproveché para salir de su cuarto. Cuando cerré la puerta tras de mi, me apoyé en ella y sonreí. Loki me había besado. Pero no podía ser tan fácil; tendría que currárselo más si quería que algo ocurriera entre nosotros. Mientras tanto, le torturaré tanto como pueda. Al fin y al cabo, nadie tiene la oportunidad de torturar al dios del engaño.