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10.- Todo muere

Olas de un mar imposible chocaban contra la arena igual de increíble de la playa donde yacia estrellada una nave de las estrellas y su tripulación de las existencias. El agua del mar en aquella playa parecía haber arrancado la piel del cosmos para usarla, pareciendo una forma de cosmos líquida, como si es que el universo tratara de imitar el movimiento de las olas chocando calmadamente contra una arena tan blanca como la nieve; lo único que parecía perturbar la pureza de la playa, además del césped, de quizás metro y medio de alto, que la rodeaba en la lejanía a sus espaldas, era la negrura de la explosión causada por el choque, y los tripulantes esparcidos inconscientes por la arena, como si no solo hubieran chocado, sino que ellos ya estuvieran fuera de la misma desde un inicio. La nave de Star-Lord yacia al final de un largo rastro anegrado creado por ella misma tras caer del cielo cósmico sobre ellos, únicamente distinguible desde el punto de vista dándole la espalda al mar y viendo la arena y el césped, pues mirando hacia el mar, el cielo cósmico se funcionaba con el mar en el horizonte, dando la impresión de que en realidad, la playa parecía ser más una isla en el cosmos qué una playa.

«Fue un sentir abrumador»

Lentamente los héroes fueron despertando entre la arena, se encontraron extrañados, todos fuera de la nave y con el sonido de la costa al frente; Bat-Lantern rápidamente corrió en apoyo de sus compañeros, encontrándose ya con un Superman despierto, que ayudaba a ponerse de pie al cybertroniano; Bat-Lantern rápidamente creo una mano que levantó a su compañera, poniendo de pie a una confundida Red Canary, que por instinto busco sus bastones; She-hulk emergió de entre la arena mientras que, con un gesto de asco, sacudía su traje buscando expulsar la arena de lugares "poco cómodos"; por lado Namor emergió detrás de la nave, mientras miraba fascinado hacia el mar, buscando el punto donde el mar terminará más allá de la arena, o el cosmos perdiera su lejano aspecto ante el horizonte marítimo, únicamente hallando la comunión de estos; mientras el rey de la Atlantida avanzaba maravillado ante tal visión, la punta de inferior de su tridente choco con un objeto en la arena, objeto que resultó ser Star-Lord a medio enterrar entre la arena, con la máscara puesta y aun inconsciente. Namor pateo al viajero estelar, lograndolo hacer despertar entre un asustado meneo.

—Despierta Quill— ordenó Namor, mientras buscaba con la mirada a su alrededor, clavando el borde de su tridente en la arena —¿Donde están Black Knight y Andrina?

—¿¡Llegamos!?— pregunto de un grito Star-Lord, intentando entender en donde se encontraban, o hace cuanto —¿Estoy soñando?— continuó, tras quitarse el casco y ver hacia el mar

—No exactamente— intervino Limbo Lantern, quien se mantenía con los brazos unidos tras su espalda y contemplaba con paz el escenario —, pero estamos muy cerca.

—¿De soñar o de los siete?— añadió She-hulk, mientras avanzaba a pesados pasos sobre la arena, intentando ver algún daño en la nave

—Ambas.

«Era una playa cuya sola presencia, parecía limpiar el alma de todo mal, toda preocupación»

Remojando las piernas en el agua, Aquawoman se encontraba a unos pasos de Black Knight y aquel ser humanoide de piel blanca, quienes a su vez permanecía en silencio. Black Knight dejo su espada enterrada en la arena, con su casco colocado con delicadeza sobre el mango de la espada de ébano, misma que el ser miraba con curiosidad y atención, notando como es que su armadura hacia juego con la espada. Dane se giro al escuchar los lejanos ¿o cercanos? Pasos sobre la blanca arena tras el, notando como desde la nave la tripulación comenzaba a acercarse; el menear de su mano llamo aún más a sus compañeros, mientras que la curiosidad podía contra el instinto de supervivencia del caballero negro. Dane dio varios pasos hacia la arena, donde el "agua" rompía con la arena antes de ser llamada de vuelta al mar infinito; Dane metió su mano al agua, elevandola con un poco de esta en su palma, notando como no perdía su cósmico aspecto, pareciendo simplemente un pedazo del cosmos derritiéndose en su mano; tras alcanzarle, Superman compartió un casi infantil asombro ante tal panorama, como si en vez de ser el mayor del grupo, fuera el más infante entre todos.

—El mar y las estrellas son uno aquí— susurraba para si misma Andrina, que jugaba con aquella agua y hacia que sus piernas danzaran en el pequeño pozo que cavó en la arena hace poco; lentamente los héroes la vieron con atención, notando su actuar ignorante al cosmos a su alrededor —, donde los sueños vienen a descansar y tras una larga noche...— añadió mientras hacía una esfera de aquella agua cósmica entre sus manos, haciéndola levitar como si nada raro fuese

—Así es jovencita. Es el mar infinito— declaró el alien de blanca piel, mientras contemplaba una colosal estrella naranja entre el infinito, como si gozará de la luz de un inexistente sol que aún así, daba calor y luz para todo aquel que llegará a la playa —. No estoy tan seguro de la parte de los sueños, hace mucho que no veo ninguno o... ¿Si?— parecía confundido, más no tanto como el resto de presentes, que aún intentaban entender que había pasado, o como habían siquiera llegado a aquel lugar en primer lugar —No lo se, a veces es un poco confuso.

—¡Andrina!

Entre un seco grito, Bat-Lantern floto hasta la orilla de la playa, logrando que esta diera un pequeño chillido tras llevarse vagamente las manos frente a los oídos, no logrando tocarlos pero mostrando un temblor en su mano conforme su esfera de agua se quebraba y caía como una masa aforme de agua cósmica.

«Pero el deber de nuestros héroes era mayor, a la búsqueda de su propia paz»

—Ella está bien, Jason, todos lo estamos— respondió Dane, mientras palmeaba la espalda de Jason, quien le ignoro y siguió hacia Andrina, abrazándola con fuerza muy a pesar de su clara incomodidad

Limbo Lantern llegó volando igual que Star-Lord, gracias a sus propulsores, ambos tratando de ver más allá del alto césped a sus espaldas, no logrando ver más que una capa de neblina y una especie de luces ocultas tras estas, apenas y brillando opacamente.

—Entonces...— interrumpió Superman, tras ver llegar al resto del equipo y hacerles compañía al resto en la orilla —si pregunto por los siete profundos ¿dirías qué se encuentran más allá del mar?

—Más allá del mar infinito solo vas a encontrar otra playa, y el fin del tiempo más allá de ella— explicó el alien, mientras señalaba hacia el mar, suspirando —¿Quieren ver a los siete? Creo que sí.

—Por eso estamos aquí, mi amigo— hablo entre una reverencia Soundwave, logrando hacer que el alien sonriera entre una sonrisa; el menear de la mano robotica de Soundwave invito al alien a presentarse, y una rápida pregunta acelero el proceso —¿Eh...?

—Saint Walker— se presentó, entre una gran sonrisa y una reverencia que casi tocó el suelo, intrigando a los héroes —, si, creo que podrían decirme así, es raro decirlo en voz alta otra vez. Eres el primer cybertroniano que veo completo en mucho tiempo.

—¿Has visto a otros como yo? ¿De mi universo?— pregunto Soundwave, entre un tono de voz que únicamente podía describir se como alegre

—No se si es de tu universo, pero mi amigo Deep Dive hizo hasta lo imposible para llegar aquí— explicó Saint Walker, mientras alzaba la mirada para ver a los "ojos" del cybertroniano

—¿Qué es este lugar?— pregunto Red Canary, mientras tomaba muy tímidamente la capa de Bat-Lantern, mientras hacía círculos en la arena con su zapato

—¿El fin del tiempo?— añadió Namor, mientras se acercaba a Black Knight y Aquawoman, sujetando con firmeza su  tridente; la noble sonrisa de Saint Walker pareció responderle, aunque una respuesta muy ambigua —Es algo... ¿literal o metafórico?

Saint Walker solo se giro lentamente, dándoles la espalda y acercándose hasta la orilla, dejando que sus pies se vieran bañados por el agua justo antes de inclinarse y palmear el agua sin realmente sumergir la mano, justo antes de girarse de nuevo hacia los héroes y mantener su noble y esperanzador semblante.

—Sí es un lugar, pero tampoco es el fin, el lugar en el que no hay nada más allá se encuentra cruzando el mar, o eso creo— Saint Walker simplemente continuo su camino entre los héroes a la par que hablaba, notando con curiosidad la variedad entre todos estos —, nadie ha ido tan lejos.

De entre un gorgoteo en el agua cósmica, la atención de todos, menos Saint Walker, fue llevada mientras dejaba salir algo contra lo que los héroes estaban listos en pelear; del agua emergió una especie de vehículo híbrido entre un submarino y una lancha, con un gastado parche negro en el capo del mismo, y sin conductor alguno; los héroes no bajaron la guardia, pues rápidamente notaron que, al menos en parámetros de la tierra, o tierras, este era un vehículo de índole militar; su color verde opaco, los dos cañones con misiles en sus costados y el blindaje en su base negra, especialmente en la parte frontal, como si de un ariete se tratase. Los héroes se notaron extrañados tan pronto el ser se quedó quieto en la arena, esperando.

—No se ofendan por él, no ha dicho una palabra desde que llegó hasta aquí, a través del césped— decía Saint Walker, mientras se acercaba a aquel vehículo y daba un par de palmadas a la puerta de aquel "bote" —El nos ayudara con su transporte— la calma del alienigena de piel blanca se vio rota ante la confusión de los héroes, como si estuvieran incrédulos de lo qué oían —¿Quieren ver a los siete profundos, no?

—Deep Dive, mi amigo— Soundwave corrió hasta Deep Dive, quien parecía solo emitir la lengua originaria de los cybertronianos a la par que sus cristales se iluminaban; aunque los demás trataban, ni siquiera el anillo de Bat-Lantern podía traducirle lo que Deep Dive le decía —¿Qué fue lo que hiciste?

—Tu amigo, hizo muchos sacrificios para llegar hasta allá, eso fue lo que hizo...

Las palabras de Saint Walker hicieron que los héroes guardarán silencio como ningún grito lo hubiera hecho, logrando que solo el agua chocando contra la arena, y la sensación de inquietud entre ellos, únicamente pudiendo verse entre sí, pensando, esperando ver quien es el que se animaría a retomar la platica.

—Espera— retomo She-hulk, mientras volvía a su forma humana, sorprendiendo a Saint Walker y el inexpresivo Deep Dive —¿y eso exactamente donde es? ¿Donde es allá?

—En el fondo del mar infinito— entre un lento caminar, Saint Walker se interno en el mar cósmico hasta las rodillas, pasando lento y cuidadoso la mano por superficie de la misma —, podrían ser días, años hasta llegar con ellos en su palacio submarino.

De pronto, en el único idioma que Deep Dive podía pronunciar, este hablo, interrumpiendo aquel momento y logrando que Soundwave se asombrara, incluso preocupando al resto. Las miradas de los héroes, iban desde la preocupación hasta el temor y la incertidumbre.

—¿Qué pasa?— pregunto Black Knight, preocupado por cada siguiente respuesta —¿Qué dice?

—¿Sabes que significa, Soundwave?— intervino Bat-Lantern, más calmado, y meditativo mientras analizaba la situación

—Asi como también podrían ser minutos, o segundos...

Cansados de tanta charla, la mayoría de héroes compartieron una mirada cómplice y asintieron seguros del siguiente paso a seguir. A como pudieron, los héroes movieron la nave de Star-Lord hasta la costa, dejándola ya en el agua y esperando un leve empujón, uno que Superman estaba más qué listo a dar en compañía de Soundwave, más por cordialidad y solidaridad ante el "luto" del cybertroniano, que por una verdadera necesidad de fuerza; Superman palmeo un poco la parte trasera de la nave, esperando el momento del empujón final y a que todos entrarán, mientras que a su lado Soundwave se mantenía recargado sobre la nave, incrédulo de ver a su amigo de nuevo, pero en tal estado.

—Un amigo mio, muy parecido a ti, me dijo una vez— Superman logro hacer que Soundwave le mirara por encima de su hombro, prestando atención al kryptoniano con un aura triste, mientras que Superman veía al cybertroniano con un gesto abundante en nobleza y más de un recuerdo empatico tras la espalda —; eres lo que tu decides ser.— de pronto, una sonrisa nostalgica nació en el rostro del ya veterano Superman, quien mostraba una mezcla de melancolía y alegría ante tal memoria; Soundwave se maravillo, y a la vez sintió gran intriga —Deep Dive eligió este camino para si mismo, Soundwave, y gracias a esa elección, hoy podremos hacer algo más. Por todos.

—Cuando acabemos con Nekron, si de alguna manera la mano guiadora me permitiera resarcir esto— Soundwave había reemplazado rápidamente esa desesperanza y tristeza, por decisión y firmeza, mientras alzaba la cabeza hacia el cielo, hacia las estrellas; Superman sonrió y palmeo la pierna del robot con orgullo —, no lo dudaría ni un momento...

—¿Tú nave resistirá la presión de un mar infinito?— pregunto Namor, mientras picaba el interior de la nave con la punta de su tridente

—Resistió la presión de un espacio extra dimensional inexistente— decía Star-Lord, mientras terminaba de configurar los controles en su nave, a la vez que seguía a Deep Dive a unos metros de la costa —, así que seguramente.

—Eso no es muy reconfortante y estoy especialmente preocupada.— confesó Aquawoman, con la mirada hacia el suelo mientras se terminaba de abrochar el cinturón y, ante la preocupación, creaba otro par de cinturones con agua

—¿Quill?

—Estaremos bien— soltó Star-Lord, en respuesta a Black Knight

Apenas avanzaron diez metros más allá de la costa, Saint Walker le asintió a Soundwave y luego saludo a los héroes detrás de ellos, en señal del momento indicado; Saint Walker entro en Deep Dive cuando se lo permitió y Soundwave se sostuvo fuertemente de Deep Dive, así sumergiendose rápidamente en el agua, acto que fue replicado por la nave de Star-Lord y Superman, una vez ambos se miraron fijamente y asintieron, tan decididos como nerviosos. Tan pronto el agua cubrió en su totalidad ambos vehículos, todo lo que se veía y sentía era aquella agua cósmica, nada, como si hubieran apagado el sol, o lo que fuera que daba luz a la playa lo hubiera hecho; con temor, Star-Lord miro a sus compañeros y cada uno le asintió, dándole el permiso de presionar a fondo la palanca de su nave, avanzando a un más velocidad para seguir a Deep Dive en su dirección hacia el fondo de aquel mar, únicamente siendo iluminados por las luces de sus naves y los ojos de Soundwave, y su única compañía fueron las miles de millones de estrellas que se veían a su alrededor, pero muy a la lejanía; un panorama que los Defenders en la nave jamás si quiera pensaron en volver a ver algún día, o en esta vida. A través de la ventana, quizás por o movimiento de las naves, daba la impresión de que a distancias imposibles de calcular, algo entre las estrellas se movía.

«No sabían si volverían a tiempo, o si podrían si quiera volver»

El tiempo paso, incalculable pero pudiendo medirse ante el cansancio y fastidio para los héroes, notándose inquietos y hasta inseguros se no ver más que oscuridad a su alrededor y el cosmos en la lejanía, casi diluyendose entre la oscuridad infinita y el ronroneante sonido de agua en el casco de la nave cada tanto al azar, quizás horas, quizás ni un solo ruido al día, y a veces muy seguido; sin embargo, el cansancio no era más que mental, nada más que fastidió, sus cuerpos no se cansaban, no sentían hambre, no necesitaban dormir o evacuar, era como si estuvieran detenidos en un estado de paz viva. Aunque se sentía como días, o hasta semanas, apenas se ponían a charlar entre sí dentro de la nave o con Deep Dive el tiempo retrocedía para ellos, volviendo a ser nada más que unos muy largos minutos.

—Siento una presencia, más profundo en el mar— hablo Limbo Lantern, despertando de una especie de meditación y llamando la atención de todos, pues hasta ahora era el único sin reaccionar —, siento... esperanza...

—¿Era uno de los espectros emocionales?— pregunto Jennifer al Bat-Lantern, a lo que este asintió

Fue ahí que Black Knight tomo su espada y y se levantó del rincón donde estaba oculto, casi corriendo hasta la cabina de control y esquivando a Bat-Lantern en el pasillo de entrada, viendo finalmente ahí a Namor, Aquawoman y Star-Lord ahí, atentos todos a excepción de la dormida Aquawoman.

—¡Walker!— hablo Black Knight al comunicador, mientras se volvía a hacer consciente de la cuasi absoluta oscuridad más allá del cristal —¿Sabes de algo como un espectro emocional o la esperanza en donde vamos?

—En el palacio de los siete, podrán encontrar más de una sorpresa— contestó a través del radio Saint Walker, con pasividad y una esperanzadora voz; a su alrededor, algo en el agua parecía moverse, o incluso lo hacía, puesto que las estrellas a la lejanía, por momentos parecían ser cubiertas por las oscuras siluetas de seres tan inimaginables como seguramente inentendibles, de un océano imposible —, aunque deben ser cautelosos, cada uno es un aspecto del mar, y el mar no responde a la razón.

—¿Y cuanto falta? Se siente la eternidad y estoy muy seguro que no tenemos ese tiempo— intervino Superman, quien se mantenía al exterior de la nave, cuidándola y viendo con nervios hacia más allá de la oscuridad acuática

—El tiempo es relativo— se escucho a través del radio, y mientras más inseguros los héroes se sentían; fuera de la nave, una especie de enormes peces parecían nadar, rápidamente y evitando a toda costa la vista, únicamente viéndose por el rabillo del ojo

—Saint.

—Ya estamos llegando, miren al frente, o mejor dicho— continuó con cierta culpa Saint Walker, aunque aliviando a los héroes, quienes rápidamente echaron la mira hacia el frente del camino, viendo a Deep Dive y Soundwave ir hacia abajo, únicamente dejándolos a la vista las burbujas curvadas de su camino —, hacia abajo.

«Y la esperanza era lo último en morir»

La pesadilla era un término ya lejano para aquél remoto lugar al que se dirigían; no habían visto luz qué no fuera artificial o estelar distante en días, quizás semanas sospecho Red Canary, solo había aquel agusoso sonido a su alrededor, y ahora, ahora habían también peces. Los peces que vieron tan pronto bajaron la nave para seguir a Deep Dive y compañía parecieron de fantasía, o incluso híbridaciones de toda especie, al grado de ser apenas esquivados por un ser con cabeza de de piraña y muy alargado cuerpo translúcido entre ella y su cola, permitiéndoles ver algunos órganos; los héroes veían con una mezcla de horror y maravilla, aquel cardumen tenía peces tan hermosos como horribles, tenía peces payaso de aspecto gelatinoso y del tamaño de caballos, pero también tenía lo que parecía ser una masa viviente de metal líquido, absorbiendo en agonía a algunos de los demás peces; tenía bellos peces ángel con aletas qué asemejaban plumas, y también crustáceos humanoides de quizás cinco metros, en múltiples colores y una boca en sus "pectorales", y según y seguían.

Más tarde que pronto, entre el cardumen se pudo divisar, al borde de un risco marino y cuyo borde era incluso más negro que la oscuridad a la que se habían expuesto ya, un palacio de oscuro coral, iluminado a duras penas por lo que parecían ser estrellas de mar bioluminiscentes; el palacio de los siete, más allá de un palacio, era una ciudad submarina entera, engullida en apenas algo de la oscuridad del fondo del mar infinito.

Y ahí fue donde vieron, finalmente maravillados y gracias al Limbo Lantern, que la luz más "brillante", y que estaba dentro de un templo de coral color escarlata opaco, era lo que buscaban. Los héroes buscaron celebrar, abrazarse entre sí y volver tan rápido como pudiesen a casa, pensando ya en tener esta batalla ganada, pero no sería tan fácil; a su alrededor, y también de Deep Dive, seres humanoides, híbridos de todo tipo de ser marino qué pudieran imaginar, los rodearon mientras portaban armas de todo tipo forjada a base de una especie de coral translúcido, amedrentando a los héroes entre rugidos y gruñidos guturales qué apenas y parecían significar algo. Todos los presentes, con excepción de Saint Walker y Deep Dive, se prepararon para atacar a la más mínima señal.

—¿Qué es lo que dicen?— pregunto Sox, levantándose del regazo de Star-Lord y viendo temeroso al exterior

—Ellos quieren...— más la impresión no le permitió a Namor hablar, únicamente tragar saliva y ver directamente hacia aquel templo de escarlata coral y llama azul

—Nos llevarán con los Siete profundos— confesó Aquawoman, mientras creaba una sudadera de agua y ocultaba tanto como podía el rostro en su capucha, perdiendo de paso sus cinturones extra; la preocupación en los héroes no tardo nada en hacerse presentes —, e-ellos lo pidieron...

—Tal parece— habló Saint Walker al comunicador, con una voz ansiosa, mientras que todos tomaban sus armas y se miraban entre sí, esperando a que alguno dijera algo reconfortante; la respuesta de Saint Walker no ayudó —...que son importantes, nos llevan directo al templo del palacio...

La nave de Star-Lord y Deep Dive fueron obligados a descender a las puertas del salón de los Siete Profundos; todos temieron la muerte si debían bajar, pero tan pronto vieron por el cristal a Saint Walker, bajando de Deep Dive como si nada, se miraron entre sí y también se dispusieron a bajar; escoltados por los híbridos marinos, Superman, Namor, Bat-Lantern y Black Knight fueron a la cabeza de su grupo, mientras que campante Saint Walker, caminaba al frente del todo, como si los guiará y ya; fue extraño, sentían el agua más como un aire que podías tocar que como agua, no había presión alguna y, al alzar la cabeza, se veían más y más estrellas que, en algunos lados al azar, parecían estarse apagando una a una. Aunque Saint Walker paso, todos se detuvieron por "educación", y por el gruñir de sus guardias, siendo rápidamente obligados a entrar tras oír un golpe que hizo temblar el lugar, y expulsar algunas burbujas; en aquel gran salón, alrededor de donde ellos eran llevados, se lucían siete pedestales, seis abajo y uno al centro, más alto que todos y justo debajo de un enorme hueco en techo, qué permitía ver el mar, y dejaba escapar la luz azul del salón.

—¡Hablen!— grito entre un fuerte golpe a su pedestal, el central izquierdo, una criatura jorobada, salida de una extraña mezcla entre anfibio y humano, pero hecha de un agua aparentemente más densa, como para así poderse verse frente a los héroes, luciendo de una enorme esfera azul brillante entre sus ojos y más de una hilera de dientes en su boca sin labios —¿Qué hacen aquí? ¿¡A que han venido!?

—Esperaremos al resto antes de responder— Bat-Lantern, mientras miraba hacia los demás pedestales, viendo con duda el lugar —, su... emm... ¿Divinidad?

—Difícilmente los mortales llegan hasta aquí, especialmente unos tan problemáticos como ustedes— se escucho a su costado, en el último pedestal de la derecha; era un ser que vestía con una túnica, su cabeza era la de un pulpo y sus tentáculos emulaban una barba qué se movía —. Respondan a Marianas, mortales.

—Problematicos, ¿dijiste?— hablo Superman, inflando el pecho y dando un paso al frente, viendo a ambos dioses marinos

—Una disculpa, no recibimos muchas visitas— justo detrás del pedestal central de la derecha, una figura femenina emergió; era una sirena en toda la regla, en cuanto a la fantasía más infantil se refiere, de un cabello tan rojo que brillaba, igual que las escamas de su cola de pescado y la joyeria incrustada en la armadura dorada qué cubría —. Yo soy Ariele, diosa de la belleza del mar y la verdad.

—Dulce Anfitrite...— susurro Namor, mientras sostenía el tridente en las palmas de sus manos y veía atónito a la diosa; ella dio una pequeña risa, sabiendo lo que le seguía —, mi señora de las mareas, usted es hermosa...

—¡Aún no responden la pregunta!— reclamo nuevamente aquel con cabeza de pulpo, golpeado su pedestal con un puño resultado de la fusión de una mano humana y tentáculos

—Suficiente, Thalassos— se escucho con fuerza a su alrededor, no logrando ninguno de los presentes saber de donde era que esta voz provenía —, es hora de hablar de asuntos serios con estos Defenders y la Liga de la Justicia.

—Ustedes, ustedes...— trataba de decir Bat-Lantern, mientras miraba a los rostros de los tres dioses, intentando hallar respuesta en sus rostros —¿n-nos conocen?

Lentamente, y por aquel enorme hueco, entró el ser dueño de la voz, un enorme tiburón ballena, rodeado de un aura de luz azulada y que se movía a través de su cuerpo como si fuese la luz del sol a través del agua, este tomo el pedestal principal, el más alto; a la izquierda de Marianas, emergieron un par de dioses, uno muy pequeño, que incluso se mantenía de pie sobre su pedestal con sus pequeñas piernas inferiores, luciendo su caparazón gris azulado como una capucha sobre su cabeza; el segundo fue una especie de erizo de mar colosal, de color celeste, casi pareciendo de plástico como una pelota, pero lleno de pinchos regordetes a su alrededor. Finalmente, entre Thalassos y Ariele, surgió un delfin rosado, que se mantenía de pie sobre su cola, y tomando ambos lados de su pedestal con sus aletas como si fueran brazos. Estos, eran los Siete Profundos.

—Están ante los Siete Profundos— presentó Saint Walker, entre una reverencia de espaldas a los dioses —. Thalassos, dios de la oscuridad y conocimiento del mar— presentó mientras señalaba al de aspecto de molusco —, a su lado está Bion, el dios de la fauna y fertilidad— continuo tras señalar al delfin —, N'hemo, dios de la obscuridad del mar— esta vez, señaló hacia el enorme erizo, que se mantenía inexpresivo al carecer de rostro, pero si tras hacer vibrar sus pinchos —. También tenemos a Abyss, dios de la oscuridad y malicia del mar —. Ya conocen a Ariele y Marianas, dioses de la belleza y furia del mar— añadió tras señalar hacia Marianas y Ariele, quienes hicieron una reverencia, aunque muy a su manera cada uno; Marianas casi dio un cabezazo al pedestal, y Ariele fue delicada y cuidadosa —. Finalmente tenemos a su líder, Cetaceus, dios de la majestuosidad del mar, y protector de juramentos— aquel llamado Cetaceus, como era de esperarse, terminó por ser el dios cuyo aspecto emulaba a un enorme tiburón ballena —, ahora, cuentenles su verdad.

—Majestades, como aliados marinos— Namor dio varios pasos al frente, jalando de la muñeca a Aquawoman y llevándola con él hasta el frente del grupo, impresionando a sus compañeros e intrigando a un par de los siete —, pueden tomar mi palabra que las palabras de estas personas son de fiar y...

—¿Por que deberíamos?— interrumpió Bion, mientras alzaba y bajaba la cabeza repetidamente, terminando por señalar a Namor y su grupo con su trompa de botella —Incluso tú eres de la superficie para nosotros, tardaste días en llegar hasta aquí ¿no? ¿Submarinero?

—Y no deberían estar aquí, o al menos no estos ustedes— añadió Thalassos, indignado de la molestia y sin mirar a los ojos de los héroes, quienes sentían su más que obvio rechazo siendo reemplazado por confusión

—¿Perdona?

Los héroes se miraron entre sí, intentando comprender lo que acaban de oír, o lo que pensaban haber entendido. Los dioses por su lado se miraron entre sí, sabiendo que habían dicho algo indebido, al menos para niveles mortales, pero importandoles poco y solo logrando soltar palabras en una lengua que, a oídos de los héroes, e incluso del atlantide y la atlante, sonó como el agua moviéndose, a distintas velocidades y chocando con distintas cosas, dependiendo del tono en la voz de quien hablara, como con Ariele, cuya voz era simplemente el lejano oleaje contra la arena, o Abyss, cuyo tono era el del agua moviéndose en el profundo abismo.

—Si. El Mago del tiempo nos había dicho que serían los Vengadores de al menos seis existencias posteriores a estos, y ocho para la liga— expreso Bion, mientras movía de arriba a abajo su trompa de botella y volvía a emitir una lengua entendible para todos los presentes —. No son estos ustedes los que deberían venir a hablar con nosotros.

—Hablan como si ya...— soltó Jennifer, con la mirada hacia el vacío y mientras se abrazaba si misma; la heroína gamma se puso en cuclillas mientras luchaba con las arcadas de tal revelación, a la par que su piel batallaba por no tornarse verde

—Como si ya supieran que algo anda mal, o que podría...— Black Knight solo agacho la cabeza, teniendo fugaces recuerdos de su esposa e hija, mientras batallaba con la más oscura de las revelaciones

—Claro que si, ser un dios más allá de su Yggdrasil viene con ese conocimiento— habló N'hemo, mientras hacía vibrar sus pinchos y giraba levemente, en la vaga mímica de una cabeza girando hacia algo que había captado su atención —, como el hecho de que sabemos que su aliado no muerto, sabe que tenemos algo que necesitan.

—Algo como nuestra luz.

Apenas intervino Cetaceus, todos alzaron la cabeza y vieron ahí, colgando del techo casi en ruinas, la batería de poder azul, siendo la que originaba la luz del templo, iluminando sus salones y a la vez, ardiendo en una intensa llama de esperanza que llamó especialmente la atención de Saint Walker.

—Ustedes, ustedes... ¿Tienen una batería de poder aquí? ¿Como una linterna?— indignado, Bat-Lantern se rodeo de una intensa aura esmeralda y se elevo casi un metro del suelo, mostrándose furioso ante los dioses del mar, siendo solo Marianas de quien obtuvo una atención más cautelosa

—Sabemos lo que representa, pero sin un usuario o alguien digno de su personificación, no es más que una calida luz— expreso con nobleza Cetaceus, mientras emitía sonidos de ballena tras sus palabras —No interrumpiremos con Nekron. No interrumpiremos con su horror cósmico. No lo hicimos antes, no ahora.

—¿¡Por que!?— grito Superman, tras un fuerte paso al frente, indignado —Todo ese conocimiento, todo este poder ¿¡Y no hacen nada por las personas en esos universos!? ¿¡Las vidas en ellos!?

—Así como seguramente narran en sus mundos, Nekron es un horror cósmico, un horror necesario, la muerte— esta vez quien hablo fue Abyss, chocando uno a uno cual ola sus dedos en el borde del pedestal, al ser sus brazos más largos qué su cuerpo, no teniendose qué agachar —. Cómo lo fue el mal aforme para el anterior universo W-10, o el Pulpo Nebular para su existencia anterior, o Aquel Que Sufre en el W-5.

Cada palabra, cada respuesta, rompía de cierta manera la mente de los héroes; no sabían nada, y lo que sabían no era útil a un nivel divino, solo era conocimiento perecedero. Pero entre esas respuestas, entre todas esas revelaciones, una hizo eco en la mente de Black Knight, centrandolo, centrandolo en una vieja escavacion, una en la que el imposible esqueleto de un pulpo fue descubierto, ese debía ser el mencionado Pulpo Nebular.

—¿Aquel Que Sufre?— expresó Limbo Lantern, mostrándose de manera auténtica confundido

—Jamás oí de él— expreso Superman, con la mirada en alto, mostrando un gesto molesto a los Siete Profundos, y siendo acompañado por Bat-Lantern y Black Knight, mientras que a sus espaldas se posaba un igual de molesto Soundwave

—De once nacido, una forma con el sufrimiento de doce— susurro para si misma Aquawoman, desviando la atención de todos los presentes, dioses y mortales, por unos segundos

—Nekron es, como pocos males, uno que se ha extendido por su Yggdrasil con un hambre de muerte incomparable— relataba Cetaceus, nuevamente entre sus cantos, y logrando hacer que los siete asintieran —, pero no significa que no pueda ser parado, como otros.

—Ellos... ellos no van a ayudar— hablo en voz baja Namor, siendo oído por sus compañeros y rápidamente reaccionando, víctima de su ya conocido carácter explosivo —¡No lo van a hacer! ¿¡O si!? ¿¡Nos dejaran morir a todos!?

—¡Por la mano guiadora!— soltó con desesperación Soundwave, ofendido e incrédulo de tal actuar en los dioses, aun cuando se sabían conscientes de tal amenaza —¡esto también los afectará a ustedes!

Con la ayuda de Red Canary, y el propio Saint Walker ya incrédulo, Jennifer Walters se puso de pie y manifestó una mirada furiosa para los dioses, además de un intenso brillo verde en sus ojos, alistándose para sucumbir a su yo menos diplomático. Un extraño abrazo de parte de Aquawoman logro calmar a Jennifer, quien se sintió extrañada por aquel gesto, pero lo recibió con cariño.

—Padre decía que cuando fuera a explotar pensara en esto— susurro Aquawoman, viendo hacia el suelo pero sin soltar a Jennifer

—Este Nekron representa un terror y amenaza mayor que la misma Nympho'rr— añadió esta vez Bion, mientras meditaba sobre la situación con la mirada fija en su pedestal, antes de alzar la cabeza hacia Cetaceus —, deberíamos tomarlo mucho menos a la ligera que aquella vez.

—¿Nympho'rr?— pregunto Black Knight, mientras veía atento a los dioses, y lentamente maquinaba el como tomar la batería

—El horror sensual. En su cosmos, ella fue la madre de los horrores, con su ejército de shoggoths diezmo más de un Yggdrasil— explicó Ariele, mientras creaba "hologramas" a partir de burbujas en el agua, que formaban la figura de una mujer con alas y creaba árboles para después desvanecerlos conforme a su relato

—Acabo con los dioses forestales y muchos más de otros planos, además del octavo y noveno profundo— terminaba de explicar Marianas, tras tomarse con nostalgia y pesar sobre un par de pequeños araños en su vientre, incluso siendo agua, estos seguían ahí —, hasta que fue desterrada más allá del fin del tiempo.

—¿Así y ya?— Black Knight y dio un par de pasos hacia el frente, llevándose las miradas de muchos de los dioses; tras golpear la punta de su espada contra el suelo, logró tener toda la atención —Las estrellas mueren con sus mundos y nuestra gente ¿¡y solo dejaran que pase!?

Se hizo el silencio entre los dioses, quienes se miraron entre sí, y luego miraron hacia arriba, viendo las estrellas repartidas en el mar, siendo testigos de que una u otro parecían desaparecer de un momento a otro.

«Le gritabamos a seres cuyo lenguaje era el movimiento del agua»

—Las nuestras parecen normales, ahí esta el cuervo, las cuatro luces cardinales y oh...— Ariele paro en seco, mientras trataba de ajustar su vista para entender si es que acababa de ver lo que creía

—...bueno, esa ya se apagó, tres luces cardinales, y...

—¿¡No se dan cuenta que las estrellas no mueren así!?— reclamo esta vez Star-Lord, volviendo a ser consciente del cielo sobre él, o agua, mejor dicho —¡Es Nekron!

—Las luces cardinales no son astros, son dioses, guardián— le corrigió Thalassos, sin mucha importancia en su palabras

—¿Y lo toman tan normal? ¿Por que?— pregunto incrédulo Black Knight, intentando hallar alguna respuesta en los rostros de los dioses que tenían uno, pero ninguno supo responderle, especialmente con lo que pasó a continuación

Un fuerte estruendo se escucho sobre de todos ellos, forzando a los visitantes a tomar sus armas y posturas de combate; parte del techo se quebró, dejando salir una nube de polvo al agua que se disipo tan pronto un colosal pez, con la piel emulando el diseño de un jaguar, cayó rápidamente, empujando las rocas y escombros mientras que dejaba una estela de sangre flotando en el agua hasta estrellarse en el suelo entre el estrepitoso sonar de las rocas cayendo a la par suya. Al examinarlo bien, pudieron ver las dimensiones del animal muerto.

«Y tristemente, fue el mar mismo quien contestó a todos»

—¿Es un tiburón?— pregunto Aquawoman, mientras se acercaba con las tres puntas de su tridente al frente; si eso era un tiburón, era uno de diez metros, y con una pigmentación única en su piel

—Es el Escualo Jaguar— reveló con terror Arelie, mientras miraba con horror como es que el Escualo Jaguar empezaba a perder el color de su brillante piel, y su sangre empezaba neblinar el agua —, el protector de los augurios oceanicos.

—L-Le...— intento decir Soundwave, desviando levemente la mirada hacia el techo, hiendo como cientos de peces empezaban a caer hasta el piso marino desde la superficie, todos con agujeros donde deberían estar sus corazones —, le arrancaron el corazón...

—Dane, están aquí— anuncio Limbo Lantern, alzando sus dos puños y poniendo a brillar sus anillos

De un momento a otro, también el muro se rompió, dejando entrar a muchos de los guardias del palacio, siendo atacados por muchos peces de aspecto moribundo, como si estuvieran muertos hace mucho; entre mordisqueos trataban de, sino llegar a su corazón, matarlos como mínimo, viéndose obligados los héroes a liberar a los guardias de sus atacantes, usando sus batarangs o su hydrokinesis. Todo el lugar tembló, dejando los gestos de temor y miedo de los dioses a merced de los ojos de sus visitantes, quienes sentían un horror increíble al ver a los dioses temer.

—¡Liga de la Justicia! ¡Defenders...!

—Están aquí.

Usando la espada de ébano, Black Knight logro cortar en dos la cabeza de un calamar colosal qué había alcanzado a Ariele, quien se notaba aterrada de lo que veía a su alrededor, rápidamente el caballero negro corrió hacia su grupo, rebanando peces a su paso; Superman se coloco por encima de todos junto al Limbo Lantern, usando su visión calorifica para despejar el área mientras que el linterna no muerto uso sus anillos para revivir a algunos peces, y enredar con negras ramas llenas de púas a los más grandes peces; todos corrían hacia la nave de Star-Lord, intentando llegar mientras que sus flancos izquierdos y derechos eran cubiertos por Soundwave y Bat-Lantern; su retaguardia era hábilmente cubierta She-hulk y Black Knight, quienes veían incrédulos a los dioses marinos pelear; Marinas destrozaba, con dolor, a los enormes ejemplares del fondo del marino, mientras que N'hemo y Abyss peleaban contra los guardias reanimados, que ya portaban en la punta de sus pinzas un anillo negro, poco paso hasta que, una espada ardiente qué echaba burbujas, partió en dos a ambos dioses, siendo el responsable de esto el Dread Lantern. El resto del techo se vio destrozado apenas un alargado pez abismal apareció, con una boca circular, llena de dientes disparejos y cientos de ojos alrededor de la boca, este pez sujeto a Cetaceus y sin mucho esfuerzo, le devoró junto con un gigantesco pulpo entre un agonico chillido de ballena qué taladro los oídos de todos a su alrededor; poco a poco nublando el ambiente, cual neblina en el aire, la tinta de aquel pulpo se esparció por el agua del salón, dejando como única luz la batería de poder azul, la cual estaba al frente de Ariele, y frente a Black Knight.

—¡Ven!— le ordenó Black Knight, tras partir en dos a un cangrejo negro de patas quizás de dos metros cada una; Ariele estaba de espaldas a la tinta, y apenas era tocada por esta, pero el horror a su alrededor simplemente era demasiado —¡Ariele!

—Miedo...— se escucho tras ella, frenandola una vez ella ya se había decidido en acompañarlos; lentamente, de entre la tinta emergió una filosa hoja negra que rodeo de la cintura hasta el hombro a Ariele, quedando cual cinturón una vez la punta fue cubierta por la tinta —la belleza del mar, puede sentir... ¡Miedo!

De un tirón ella se interno en la tinta, pero su brazo izquierdo y derecho cayeron en direcciones opuestas, únicamente dejando a la vista la aleta de la cola de Ariele y sus manos, hasta que de la negra neblina ya enrojecida por la sangre de una diosa, emergió el cadaverico rostro de Nekron, quien había venido en persona para reclamar las vidas de los dioses y todo aquello en el mar infinito. Debía ser él, su voz dio un frío literalmente a los personajes, quienes incluso echaron vapor ante la temperatura de sus cuerpos tras hablar. Superman voló rápidamente hasta la batería de poder y con esfuerzo la levanto, disparando su visión calorifica para protegerse de los Black Lanterns, únicamente dejando un rastro de burbujas ante el calor de su visión, pero siendo protegido por Black Knight.

—¡Corran! ¡Ya, ya!— ordenó Limbo Lantern, creando un túnel blanco sobre todos, para después reforzarlo con otro de luz negra, logrando que llegarán con rapidez hasta la nave

—¡Enciende Sox, vamonos!— gritaba Star-Lord, mientras veía a través del parabrisas, una cantidad imposible de todo tipo de peces avanzando hacia el gigantesco palacio de los siete profundos

—¡Whitman!— ordenaba Bat-Lantern, mientras disparaba con su mimigun hacia los cardumenes de peces y fauna no muerta a su alrededor —¡Kent, suban ya!

«La oscuridad ahora era de verdad un peligro que se había hecho escuchar»

Con ayuda de Soundwave, metieron la batería de poder azul y arrancaron a toda prisa, ignorando a los dioses y la pelea a sus espaldas; si ellos no habían podido, pensar en que podrían seria una burda broma. Un golpe rápidamente recibió a los héroes en su nave, mientras que la nave recibía un empujón de velocidad; gracias a las cámaras de la nave, pudieron ver a Marianas, herido, pero sanandose mientras empujaba con todas sus fuerzas la nave de Star-Lord; atrás de ellos, no pudiendo igualarles en velocidad, venia Deep Dive, soltando todo su arsenal contra los Black Lanterns, pero viéndose abrumado por estos, especialmente cuando la Mole Black Lantern se le monto en el techo y le arranco un motor, disminuyendo aun más su velocidad y permitiéndole a los demás muertos empezar a destrozarlo mientras se hundía más y más, hasta perderse de la vista de un horrorizado Soundwave, que no podía hacer nada para ayudar a su amigo, más que ver como se hundía entre millones de cuerpos moribundos qué lo desmembraban pieza por pieza. Poco a poco, gracias a Marianas, todo fue quedando atrás, hasta que finalmente salieron del cardumen de violencia y muerte, quedando extinta cualquier luz a su alrededor, nada más que el agua más oscura qué jamás se había visto; la luz del palacio, extinta en su totalidad, nada más allá del sonido de una montaña siendo partida en dos, seguramente el palacio cayendo al risco, y un lejano agitar en el agua.

—¡Sigan! ¡Sigan y no se detengan hasta la playa!— ordenaba Marianas, mientras seguía empujando y una especie de llama furooda ardía en sus ojos, listo para regresar por venganza —¡Reúnan los espectros emocionales y... argh!

—¿¡Marianas!?

Al Namor asomarse a las cámaras, vio el horror; un Giant Man Black Lantern, con el tamaño que le otorgó su nombre, sujetando a Marianas y llevandoselo con el de regreso al fondo hasta perderse de la vista a quizás solo un par de metros de ellos, hasta que no fue más, no ruido, ni batalla, solo silencio, mientras que el agua empezaba a tornarse más y más clara, pero ya no como antes; no había ninguna estrella, galaxia o nebulosa qué se reflejará lejos bajo del mar, y la luz que parecía empezar a aclarar el agua era una más fría, una más grisacea en comparación a la calida luz amarilla que bañaba la playa, cosa que se les confirmó al salir de golpe del agua, a una velocidad tal, que salieron disparados del agua varios metros hasta estrellarse de golpe en la arena, e incluso empujar esta como su fuese agua, ante la velocidad que habían obtenido; todos se mantuvieron en silencio, no hubo palabra que cruzar, estaban horrorizados, dioses, destrozados en cuestión de nada, ante el enemigo que tenían que derrotar para sobrevivir. La compuerta se abrió, y Black Knight sa asomo de esta, mientras que la nave de Star-Lord empezaba a elevarse nuevamente, y lo vio con horror.

—Santo cielo...

«Y todos iban a escucharla»

Las estrellas en el mar infinito que se habían ido, estaban lentamente siendo reemplazada por los miles, millones, de ojos de los habitante del mar infinito ya muertos, parte de los Black Lanterns y que los miraban desde el agua, en total silencio y mientras los veían partir. Más su señor no se hizo esperar, y lentamente Nekron emergió del agua, al centro del campo visible del mar infinito, montado sobre el lomo de un Cetaceus ya convertido en Black Lantern, con Dread Lantern y Giant Man tras él, al igual que los millones de seres marinos, estos los miraban, esperando de algún modo que estos quisieran quedarse a combatir de algún modo, pero Nekron sabía, lo que Black Knight sabía muy en el fondo, y el sostener tan presumtuoso de su guadaña en manos solo le confirmaba.

No se podía hacer nada contra la muerte, y menos contra una que toma en negocio personalmente, e incluso viene por los dioses ella misma.

Fin del Tomo I.

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