Unos días antes.

Ángela y su padre se encuentran en el sótano de la mansión, ella es llevada a una parte muy profunda de aquel lugar, hasta llegar a lo que parece una reja.

Ángela empieza a ponerse nerviosa, “Papá, ¿Qué hacemos aquí?” pregunta casi con voz temblorosa.

Héctor sonríe ante la mirada de su hija, y responde su pregunta diciendo, “Hace un par de días cumpliste 16 años, creo que ya tienes la edad suficiente para conocer a mí mascota"

Ángela se pone algo más inquieta, “¿Qué mascota?" pregunta ahora sí un leve temblor en su voz, su padre suelta una risita, “Tu observa”

Esas palabras hacen que Ángela empiece a sentir un temblor en sus rodillas, pero luego escucha que su padre le habla, “Trae la cabra que cazamos" y ella asiente con la cabeza.

A continuación, apunta su varita hacia atrás, “Wingardium leviosa" conjura ella y con su hechizo atrae una cabra que tenía pocas horas de haber sido asesinada.

Ángela pone el animal en la reja y lo suelta, está nerviosa pero logra tener el suficiente valor, para preguntarle a su padre, “Papá, ¿Qué es lo que guardas aquí?"

Héctor entonces comienza a reír entre dientes, “Observa" y a continuación comienza a hablar parsel.

Aún así, Ángela entiende las palabras de su padre, “Sal de ahí Sileta" y mientras eso ocurre, observa como decenas de arañas abandonan el lugar, claramente huyendo.

Al ver su comentario, Ángela deduce lo que hay tras esa reja, “Un basilisco" dice en voz baja, y después se voltea hacia su padre, “¡Tienes un basilisco tras esa reja!" Dice finalmente.

Desde la penumbra, unos aterradores ojos amarillos de dirigen hacia Ángela y su padre, y esta última voltea rápidamente su mirada hacia otra dirección para no ver los ojos de la criatura.

Era un enorme basilisco hembra, que observa a su amo y a la hija de este, “Mi señor, esa debe ser la hija de la que me habló" comenta la enorme serpiente con una voz extremadamente fría y aguda, que hablaba en susurros, y que alargaba un poco las s.

Héctor asiente con la cabeza, “Así es, a partir de hoy, seguirás también las órdenes de ella, pero antes de presentartela, te traje tu cena" y señala hacía abajo.

Sileta fija su atención en la cabra en la reja, y de un rápido movimiento la toma con sus venenosos dientes al animal y comienza a tragarselo entero.

Héctor entonces retoma la conversación, “Como te decía, Sileta, ahora estás a las órdenes de mi hija" y ahora se dirige hacia su asustada hija, “Ángela, esta es Sileta, es mi...último recurso en caso de que estemos en problemas" y ahora dirige su atención hacia el basilisco, “Sileta, ella es Ángela, mi hija"

Sileta, quien ya se había terminado de comer a la cabra, mira a Ángela, “Pequeña ama, permíteme verte mejor" pide ella, Ángela da un par de pasos hacía adelante temblando de miedo, “Si, entiendo que te atemorice estar frente a un basilisco, pero no deberías temerme a mi, jamás le haría daño a mi nueva ama" con cada frase que termina, la enorme serpiente saca su bífida lengua. “Ángela es tu nombre ¿Verdad?" A pesar de los dichos de la serpiente, Ángela no puede dejar de temblar, pero aún así asiente con la cabeza.

La gran serpiente ríe entre dientes, “Bien, entonces, a partir de hoy, estoy tus órdenes, usted ordene y yo...obedeceré" le asegura esta.

Ángela comienza a pensar en su respuesta, “Muy bien, pero no creo que te de muchas órdenes" y Sileta le responde, “Entiendo, ya nos veremos, jóven ama" y desaparece en la oscuridad.

Una hora después

Durante la cena, Ángela no puede evitar preguntarle a su padre, “Papá, ¿De dónde sacaste a ese basilisco?" Héctor ríe con cierta malicia, “Yo misma la crié en el sótano, desde entonces ha sido como un perro fiel" responde a la pregunta de su hija.

Ángela entonces, hace otra pregunta, “¿Cómo es que la criaste?" Y Héctor dibuja una maliciosa sonrisa, “¿Nunca te enseñaron a criar un basilisco? Que cobardía por parte de los profesores, pero ya que no te dieron ese conocimiento, te lo daré yo"

A continuación, Héctor comienza con su explicación, “Para criar un basilisco exitosamente, debes poner a un sapo a empollar un huevo de gallina, y si tienes suerte, tendrás una serpiente gigante asesina de tu lado, una vez que esta alcance su tamaño adulto"

Ángela se pone otra vez nerviosa, “Solo sé que me dijeron que la crianza de basiliscos era ilegal, su descubren que tenemos uno en el sótano, podríamos terminar en Azkaban"

Ante las palabras de su hija, Héctor se ríe, “No si lo mantenemos en secreto, después de todo, hay uno en Hogwarts"

Ángela escupe la bebida por las palabras que acaba de decir su padre, “¿Qué quieres decir con que hay un basilisco en la escuela?"

Beatrice voltea a ver a su esposo, “Héctor, no creo que debas contarle eso" los dichos de su madre hacen que Ángela se ponga más nerviosa que antes, y voltea a ver a su padre, “¿Contarme qué?"

Héctor decide contarle su secreto, “Tu madre y yo, un día fuimos mortífagos, estábamos en las filas de, Lord Voldemort"

Ángela se sorprende por lo escuchado, “¿El que no debe ser nombrado?" “Bingo hija" responde su padre, “Él me confío su pequeño secreto" dice con una gélida sonrisa.

Cosa que hace que Ángela empiece a sentir un escalofrío en la espina, “¿De qué estás hablando?" Héctor sonríe “¿Has oído hablar de la... cámara de los secretos?"

Beatrice se dirige de nuevo a su marido, “Héctor..." “Tranquila Beatrice, algún día tendría que saberlo"

“¿Saber que?" Pregunta Ángela, casi recriminando su actitud, “La cámara de los secretos es una zona oculta del castillo, construida por el fundador de nuestra casa, Salazar Slytherin, ahí se encuentra un basilisco, pero...todos deben seguir ignorando este hecho"

Y entonces se levanta de la mesa y le dirige una fría mirada, “Así que si le dices a alguien nuestro secreto...esa Hufflepuff que tanto te agrada, lo pagará...caro"

Sabiendo a quien se refiere, Ángela se levanta y se dirige rápidamente a su habitación.

Beatrice le dirige a Héctor una mirada de desaprobación, “Le dijiste demasiado" a lo que su esposo le contesta, “Descuida Beatrice, ya tengo el método para mantenerla callada"

Mientras tanto, Ángela llega a su habitación y cierra la puerta, se apoya en esta y se empieza a hiperventilar, “Marlene"

Empieza a recordar cuando le rozó la mano tras un partido de Quidditch, o aquella vez que estuvieron a punto de besarse en la biblioteca.

Así que se dice a preguntarse a su misma, (¿Qué haré? No quiero que le hagan daño. Nunca pensé que llegaría a sentir algo por esa pulga pero...mi amor por Marlene empieza a volverse fuerte)

Finalmente toma una decisión, (Le diré lo que pueda y me aseguraré de que lo mantenga en secreto)

Antes de terminar, les enseño algo que no tiene que ver con la historia pero, me hizo tanta gracia que no puedo evitar compartirlo.

Una parodia a las reliquias de la muerte.

Ahora les hago una pregunta, si tuvieran una de las reliquias de la muerte, ¿Cuál quisieran tener y qué harían con ella?

Así que ya saben quién va a ser el villano de esta historia, pronto seguiremos con la historia principal, hasta entonces, nos vemos.