XIII IA
El gong anuncia la llegada de un nuevo día, de una nueva jornada de trabajo en el interior de la Cueva. La niña despierta precipitada y salta como un resorte de la cama, sus ojos se clavan medio dormidos en Mamí.
—Buenos días, Lucy —saluda la buena mujer, que ya esperaba, vestida y preparada, a la pequeña—. ¿Has dormido Bien?
—Sí, gracias. Buenos días —Comienza a vestirse a toda prisa—. ¿Vamos a ir ver a Marko?
—Todavía no, antes tendrás que asearte y desayunar. Luego iremos a buscar a Eli para que nos informe del plan de hoy.
—Está bien —confirma mientras sale a toda prisa de la habitación en busca del cuarto de baño.
Terminado el aseo matutino, ambas mujeres se dirigen al comedor, a su paso se cruzan con algunos otros compañeros con los que cambian escuetos saludos de buenos días. El comedor está casi vacío, la mayoría ha desayunado ya y permanecen concentrados en sus actividades diarias, apenas se cambian palabras entre ellos más allá de las necesarias para el desarrollo de sus funciones, todos parecen muy diferentes al día anterior. Se nota cierta tensión y mucha expectación en el ambiente, aunque todos tratan de no mostrar sus emociones.
—Buenos días Lucy —saluda Joanna a la niña al entrar al comedor—. ¿Tienes hambre?
—No mucho. Ayer comí demasiado. Estaba todo riquísimo —responde con educación la niña.
—De todas formas tienes que comer algo —manda Mamí que se está echando un café.
—Sí me comeré un cruasán, están muy ricos, y para beber un vaso de zumo de naranja.
Se sientan en una mesa para desayunar, parece algo intranquila, no deja de mirar hacia la puerta.
—¿Buscas algo? ¿Necesitas algo más? —requiere Joanna que anda recogiendo la comida y limpiando un poco el refectorio, aunque bien sabe lo que la niña quiere.
—¿Ha venido la doctora Eli a desayunar ya?
—Claro, ella siempre es la primera en llegar. Me pidió que os dijera que en cuanto terminéis de desayunar, vayáis al centro de mando, que os espera allí.
—¡Vale, gracias! —responde emocionada mientras de varios bocados se come el bollo y se traga el zumo de un solo buche—. Vamos Mamí, no hagamos esperar a la doctora.
Las dos mujeres sonríen a la vez viendo salir a toda prisa a la niña hacia la puerta.
—Espera —ordena Mamí. La niña se detiene en seco—. Antes de ir, recoge tu vaso y tu plato, y no vayas a ir corriendo por todos lados, es de mala educación.
—Sí, señora. A sus órdenes —obedece sin rechistar la niña.
A paso ligero se dirigen hacia el puesto de mando, la puerta se abre nada más llegar a ella. En el interior, sentada en una de las sillas les espera la doctora.
—Buenos días, pasad —invita Eli.
—Buenos días —responden las recién llegadas al unísono.
Lucy salta sobre la mesa y se pega al cristal. Marko permanece recostado en la mesa del quirófano dentro del iglú, y el doctor Lee y sus asistentas parecen estar concentrados haciendo pruebas y comprobando los sensores. En el cubo de al lado, la esfera se ha girado y su ojo, aunque permanece cerrado, enfoca al muchacho.
—¡Marko! —susurra preocupada—. ¿Cómo está mi hermano?, doctora.
—Por lo que sabemos, bien —contesta la aludida en tono serio—. Las constantes vitales están estables, y todo apunta a que hay actividad cerebral.
—Entonces, ¿puede escucharnos?
—No
—¿Por qué?
—IAC ha tomado el control de todos los equipos, y no nos permite conectarnos con él más allá de los datos básicos, Lo único que sabemos —informa con preocupación la doctora—, es que existe una comunicación fluida entre ambos y que esta, se está llevando a cabo dentro de unos parámetros que podríamos definir como amigables.
—¿Y, entonces? ¿Qué vamos a hacer? —reclama contrariada la niña.
—De momento no podemos hacer mucho. Solo esperar.
—¿A qué? —Se revuelve Lucy preocupada.
—A la reacción y decisiones que vaya tomando IAC.
Mamí que se ha sentado junto a la doctora la mira seria y algo molesta y tras unos segundos toma la palabra:
«Doctora, le pido que no vea desconfianza por mi parte en lo que le voy a decir, me parece una buena persona como todos los que trabajan en este lugar, y no me cabe duda de sus buenas intenciones. He trabajado durante treinta años con equipos médicos muy avanzados en varios hospitales de este país pero nunca vi instalaciones como esta, ni aparatos tan modernos que parecen sacados de una película de ciencia ficción.
»Estoy segura que quieren ayudar a Marko y que disponen de equipo y personal necesarios para sacarle de donde se encuentra, pero también me da la sensación que aquí se está organizando algo más y no solo son unas pruebas para sacar a pacientes que se encuentran en coma profundo.
»Así que, por favor, díganos toda la verdad, para que sepamos lo que está pasando aquí».
Las dos mujeres se miran fijamente, la niña se da la vuelta y se sienta sobre la mesa.
—Está bien, ha llegado el momento de que sepáis la verdad. Comprenderéis que no podía hablar de todo esto en el hospital delante del director.
La doctora se da la vuelta y dirige su mirada hacia Marko y comienza a explicar:
»Lo primero que quiero que sepan es, que ante todo nos preocupa el estado y la seguridad de Marko, y que tanto yo como mi equipo estamos dispuestos a hacer todo lo posible por sacarle del coma y poder ayudarle a que tenga la mejor vida posible una vez haya salido de ese estado.
»Como os dije en el hospital, no hemos practicado ninguna intervención previa con otros pacientes. Marko, por sus circunstancias personales, fue seleccionado entre muchas otras personas en situación similar, prácticamente desde que ingresó en el hospital comenzamos a hacer un seguimiento de su evolución y a investigar todo sobre él. Aunque pareciera ser un niño normal, en el colegio mostró no solo un coeficiente intelectual superior a la media, sino que además, mostraba grandes aptitudes más allá de lo académico. Generosidad, entrega, compañerismo, esfuerzo y sacrificio en las actividades deportivas, son solo algunas de las cualidades que sus profesores y amigos destacaban de él en las redes sociales. La primera vez que fui a visitarle al hospital y le vi postrado en la cama, no me quedó la menor duda de que era la persona que habíamos estado buscando durante más de un año».
—Eso es cierto, Marko es el mejor hermano del mundo —interrumpe Lucy visiblemente emocionada.
—Vale, en eso estamos todos de acuerdo —retoma Mamí la palabra—. Pero buscándolo, ¿para qué? —insiste elevando el tono de voz.
—Para ayudarle a él. —Señala la doctora hacia la esfera dentro del gran cubo—. IAC es el primer y único, que sepamos hasta ahora, prototipo de Inteligencia Artificial Consciente, de ahí su nombre.
—¿Eso qué quiere decir? —Interrumpe Lucy a la doctora.
La doctora se gira hacia la niña y con un dedo le toca la nariz.
—Me da la impresión de que algún día serás una gran investigadora —le dice con cariño.
—Sí, de mayor quiero ser como tú —sonríe la niña.
—Bien, pues déjame que te de la primera lección. Definiremos en primer lugar lo que es la inteligencia para pasar con posterioridad a tratar de dar una explicación sencilla sobre las IA y para qué sirven.
La niña se recuesta sobre Mamí. La doctora empieza a hablar:
«La inteligencia es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Desde este punto de partida, la IA, en el campo de la informática, es capaz de crear sistemas que pueden realizar estas tareas que realiza la mente humana.
»Para ello Las Inteligencias artificiales utilizan algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y toman decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático, que es la capacidad de una máquina para aprender de forma autónoma a partir de datos sin ser programada específicamente para hacerlo. De esta manera la IA puede mejorar su precisión y eficiencia con el tiempo.
Estos sistemas tomarían decisiones tratando de pensar y resolver problemas de la misma manera que lo harían los humanos; también aquellos otros sistemas que se comportarían y actuarían como lo harían los humanos en el mundo, o en sistemas más avanzados capaces de tomar sus propias decisiones al entenderlas como las más lógicas o racionales.
»Aunque no lo sepáis, el uso de las IA está muy extendido y se usa con frecuencia en la vida diaria, como software en asistentes virtuales, análisis de imágenes, motores de búsqueda o sistemas de reconocimiento de voz y rostro pero también puede encontrarse en robots, drones, vehículos autónomos o el Internet de las Cosas y chatbots, entre otras posibilidades.
»Cuanta más capacidad de análisis de datos tenga el ordenador que realiza las operaciones y de cuantos más datos disponga para dar una respuesta a lo requerido, el resultado será más preciso. De esta manera la inteligencia artificial puede llegar a utilizar sistemas de aprendizaje profundo utilizando redes neuronales que le permiten aprender características más complejas y abstracciones de los datos.
»Un paso importante, dentro de las funciones de la IA es que a través de este aprendizaje profundo adquieren la capacidad de analizar sentimientos humanos a través de grandes cantidades de datos de texto, como publicaciones en redes sociales, y determinar las emociones y actitudes expresadas en el contexto global. De esta manera, la inteligencia podría determinar las preferencias, los gustos, los deseos del grupo de personas analizadas, lo que le llevaría a decidir el mejor resultado».
Mamí Y Lucy contemplan asombradas a la doctora, pueden llegar a comprender lo que les está explicando, pero a duras penas pueden imaginar lo que tiene que ver todo eso con Marko.
—¿Lo habéis entendido?
Ambas asienten con la cabeza, sin decir palabra.
—Bien, pues más allá de todo eso, está IAC.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro