10:39 PM 

Como le dijo a Jeno, Mark se había ido a casa para el descanso de la semana. Fue agradable ver a la familia que no pudo ver mucho, y lo recibieron con los brazos abiertos tanto a él como a Johnny. Fue una semana llena de relajación, ya que Johnny y Mark se toman un descanso del estrés de la escuela y la planificación de eventos. Comían deliciosa comida casera, tomaban bien las siestas y se comprometían con miembros de la familia. En el caso de Mark, también se llenó con muchas conversaciones de mensajes de texto interesantes con Jeno. Hablaron temprano en la mañana, durante toda la tarde, e incluso tarde en la noche. Incluso decidieron reunirse una vez que terminó el descanso, y Mark se acomodó en su apretada agenda para reunirse con Jeno. 
"Podemos hacer mascarillas, o algo. Siempre miras mi piel cuando estamos juntos. Te mostraré mi rutina, Y tal vez podamos tomar un poco de té o algo. Lo resolveremos "

dijo Jeno, durante una de las raras ocasiones en que hablan por teléfono en lugar de enviar un mensaje de texto. Mark enmudeció sus respuestas en su almohada, la habitación a oscuras a su alrededor mientras Johnny duerme.

Por lo tanto, lo hacen. Una noche o dos después de que todos los estudiantes regresan al campus, Mark va al dormitorio de Jeno. Mientras camina hacia los dormitorios opuestos a los suyos, se siente ansioso por la reunión: ¿estar solo con un niño en un dormitorio, tomar té y hacer mascarillas? Suena como un escenario del que le dirían que se aleje a toda costa. Sin embargo, se dirige a la habitación de Jeno con su propia toalla facial en la mano y una botella de sidra de manzana espumosa, en caso de que los dos se sintieran particularmente lujosos esa noche. Después de llegar, Mark toca la puerta que Jeno responde con una sorprendente velocidad.

—¿Qué, me estabas esperando en la puerta?— Mark se burla, dejando su bolsa en el suelo junto a la cama de Jeno. Después de hablar con el niño con tanta frecuencia, Mark ya no se pone nervioso al hablar con él y se siente lo suficientemente cómodo como para intercambiar bromas amistosas con él. Por supuesto, a veces las inquietudes de tener un enamoramiento se cierran sobre él y Mark se enrojece un poco, pero aparte de eso, tiene un buen manejo de la situación en general. —¿Estabas tan ansioso por verme?—

Jeno sonríe, cerrando la puerta. 

—¿Estoy ansioso por verte? ¡Tal vez! Tal vez durante el receso me perdí mi especialidad favorita en inglés. Tal vez, sin embargo— se vuelve hacia Mark. —No estoy seguro. ¿Me extrañaste, Mark Lee?—

Es tan temprano en la noche, y Mark ya podía sentir sus mejillas llenas de color. Deje de sonrojarse, deje de sonrojarse, deje de sonrojarse, Mark intenta entrenarse él mismo, pero la sonrisa de Jeno es simplemente tan contagiosa y tan bella que el tinte rojo parece residir permanentemente en su rostro. 

—¡Jeno, hablamos como cada minuto mientras estábamos lejos! ¿Realmente crees que te extrañé?— Pasan unos latidos. —Por supuesto que lo hice. Te extrañé mucho. Extraño a mi amigo de la sonrisa de ojos. ¡Pero nada de eso importa, porque estamos juntos ahora!—

—¡Es cierto! Pedí pizza, ¿está bien? Iba a hacer té, pero no comí—

—¡La pizza suena deliciosa! Eso está definitivamente bien—

El anfitrión sonríe cordialmente, indicando a Mark que lo siga. 

—Está bien, vamos a empezar, ¿de acuerdo?—

Caminan hacia el escritorio donde Jeno tenía una variedad de artículos para el cuidado facial. Máscaras faciales, exfoliantes, crema hidratante, entre otras muchas cosas que Mark no utilizó. Mark expresó su completa y absoluta confusión con todos estos productos al otro chico mientras se sentaban en el alféizar de la ventana, mientras el aire fresco enfriaba sus brazos desnudos cuando Jeno abre dos de las máscaras faciales. Jeno le da uno a Mark, y el chico lo toma con gracia. Mientras Jeno explica los beneficios de la revitalizante mascarilla que contenía agua de coco, agua de flor de crisantemo y extracto de hoja de loto, Mark echa un vistazo al paquete, tratando de no reírse cuando ve que es una máscara de hoja de león . Él termina riéndose mientras se lo pone, y Jeno levanta la vista de abrir su propia máscara. Él sonríe antes de saber lo que pasó. 

—¿Qué?—

—¡Es un león!—

—Bueno, mencionaste que ese era tu apodo. Así que mientras estaba descansando, pedí una máscara de león para ti. Podrías ser el pequeño león más lindo de todos, Mark Lee—

—¿El más lindo?—Mark está prácticamente riendo. 

—Sí, el más lindo. Pero no dejes que eso llegue a tu cabeza, ¿de acuerdo?—Jeno advierte juguetonamente, mientras coloca su propia máscara de sábana sobre su cara con cuidado. 

El suyo era un gato, y Mark se encontró a sí mismo sonriendo con una sonrisa demasiado amplia ante la vista. Aquí está este chico extremadamente guapo al que ha estado machacando durante unas semanas con una mascarilla naranja brillante como gato, que toma sorbos de sidra de manzana de lo que parecía ser una copa de champán improvisada. La vista era lo suficientemente cómica y Mark no pudo evitar pensar que todo esto se sentía tan natural, como si hubiera conocido a Jeno durante años y esto era solo una tradición de los sábados. Aunque ese no fue el caso, una parte de él desea que lo fuera. No le importaría estar con Jeno a menudo, y tal vez de una manera que fuera un poco más que amigos. 

—Te ves nervioso, pequeño león. ¿Qué pasa?—

—¿Soy tan transparente?— Él pregunta, frunciendo el ceño.

Jeno asiente, inclinándose para acariciar el muslo de Mark. 

—Solo nos hemos reunido unas cuantas veces en persona, pero hemos hablado lo suficiente por teléfono para que yo sepa cuando el hablador Mark Lee está molesto. No quiero que te enojes cuando tu cara está en el estado más suave de toda tu vida. Suéltalo—

Mark se muerde el labio, debatiéndose. Lo que estaba mal era que le gustaba tanto  Jeno. Hablar con el niño durante el último mes hizo que Mark se diera cuenta de que esto era más que él, que quería ser muy buen amigo del niño. Desarrolló tal afición por Jeno, con sus sonrisas suaves y su actitud optimista. Mark estaría extremadamente cegado si la admiración no fuera mutua. Él lo aceptaría, por supuesto, pero definitivamente estaría un poquito triste. Después del rechazo, podría tener que ir y comer un helado con sabor a sandía entero, o tal vez algunos. Entonces, si el problema fue con el propio Jeno, ¿se lo cuenta al chico? ¿O miente, y sigue sintiéndose en conflicto cada vez que lo ve? 

—Está bien ... Jeno... Si te digo lo que está mal, ¿puedes prometer que no estara molesto? Oh, podrías odiarme— Se pasa los dedos por el pelo con frustración.

Jeno sostiene las manos de Mark entre las suyas, apretándolas con cuidado. 

—Oye ... Oye. Mírame, Mark— El chico mayor había fijado su mirada en la alfombra, pero cuando Jeno lo llama suavemente, se siente casi obligado a mirar hacia arriba. Entonces, él lo hace. —Nunca te odiaré, ni me enfadaré a menos que hagas una locura. Teniendo en cuenta que estás aquí conmigo, haciendo mascarillas y a punto de comer pizza, no creo que haya nada que esté locamente mal. Entonces, dime por qué estas molesto...—

—Gracias a ti—

Jeno parpadea confusamente. Suelta las manos de Mark y se señala a sí mismo para aclarar que en realidad estaban hablando de Lee Jeno. 

—¿Yo? ¿Por qué ... qué hice?—

—Jeno, desde que comenzamos a hablar esa noche, no he podido dejar de pensar en ti. Mi mente a veces siempre te imagina con tu sonrisa de ojos y tu suave voz, y cómo tu cabello rebota cuando caminas. Al principio, solo quería saber por qué parecías ser el chico más perfecto. Pero luego empezamos a hablar y me encontré nervioso. Pensé que podría haber sido como un enamoramiento muy platónico, pero creo que es más que eso— Ya no puede mirar el rostro en blanco de Jeno, por lo que comienza a jugar con sus manos. —En realidad, sé que es más que eso. Y entiendo que si no te gusto, entenderé si te sientes incómodo ahora que te lo he dicho. Lo ... lo siento—

Con un triste silencio que llena el aire entre los dos, Mark no se apresura a mirar hacia atrás. Se espera que ahora tenga que enfrentar el rechazo, que tenga que caminar de regreso a su dormitorio con la máscara de hoja tonta pero suave y que vaya a buscar el helado de sandía. Lo que le sorprende es lo rojas que estaban las mejillas de Jeno, cómo su rostro se había roto con la sonrisa más brillante que había visto del chico por mucho. Una vez que vuelven a hacer contacto visual, el estudiante de primer año se ríe, en realidad se ríe, directamente en la cara de Mark. 

—¿Crees ... que me molestaría porque te gusto? Eres un perdedor, Mark Lee. ¿No pudiste decirte lo mal que me he enamorado de ti? ¿Crees que me levanto a las 4? ¿Debo secarme el cabello y cortar las frutas en corazones para cada persona con la que soy amigo? Eres muy denso, Mark— Y Jeno parece tan abrumado por la emoción, que inclina su cuerpo hacia adelante, primero quita la máscara de la sábana de la cara de Mark, la segunda se quita la suya y la tercera presiona sus labios contra los de Mark. Al principio, el chico mayor está sorprendido por el beso, todavía desconcertado por Jeno diciendo que los sentimientos eran mutuos. Pero después de que su cerebro se adapta a la situación, sus dedos recorren la curva de la mandíbula afilada de Jeno, la esencia de cerezo de la máscara de hoja aún fresca y vítrea en la cara del niño. El beso sabe a la sidra de manzana que Jeno había estado bebiendo, es suave, dulce y casi todo lo que Mark había esperado. Se siente tan gaseoso como la bebida en el vaso de Jeno mientras los dos se alejan cuando el pizzero llama a la puerta. Con los rostros a unos centímetros de distancia, Jeno presiona un rápido beso en los labios de Mark, sonriendo una vez más. —¿Y por cierto? Estoy lejos de ser perfecto, Mark Lee—. Su voz es lo suficientemente fuerte como para que Mark lo escuche. —Vuelvo enseguida. No desaparezcas—

Mark se desploma contra el alféizar de la ventana. ¿Eso sucedió? Su cerebro duele un poco. Las yemas de sus dedos recorren la extensión de sus labios, sonriendo levemente ante el recuerdo que ocurrió hace solo unos segundos. A Jeno Lee le gustaba y a Mark Lee también le gustaba. 

10:50 PM

Esto fue definitivamente un sueño. Tanto Mark como Jeno estaban demasiado contentos con las confesiones repentinas de ambos y apenas podían mantener sus sentimientos fuera de la cara durante el resto de la noche. 
Mark y Jeno, sentados junto al alféizar de la ventana, BESÁNDOSE.

 1:32 pm

Con todo el sudor y las lágrimas puestas por Mark, nadie debería haberse sorprendido cuando casi un mes después, Mark hizo un evento increíble. Tanto profesores como estudiantes disfrutaron de las festividades planeadas por el estudiante de segundo año. Los detalles hasta el más mínimo se ejecutaron cuidadosamente, desde la configuración en la cancha de tenis (¡el clima había sido lo suficientemente bueno!) los colores hasta la deliciosa comida preparada. Mark se para en el centro, simplemente observando a todos pasar un buen rato en lugar de participar él mismo. Después del ajetreado tiempo que había planeado esto, estaba feliz de que todo su trabajo había llegado a buen término de una manera tan sorprendente. 

—Hiciste un gran trabajo, Mark— Jaehyun elogia, subiendo para envolver su brazo alrededor del hombro de Mark. Sacude al niño, ofreciéndole un codazo. Realmente parecía complacido con la forma en que se desarrollaba la fiesta, y Mark sintió una oleada de consuelo por el hecho de que Jaehyun pensaba que lo había hecho bien. Eso era todo lo que quería, para que el comité de bienvenida se enorgulleciera de lo que hizo, para demostrar a todos que era capaz de lo que pensaban que podía hacer. —Esto es increíble. Todo es perfecto, y estoy muy orgulloso de ti. Cuando me gradúe en un año más o menos, me sentiré muy cómodo dejándote el comité. Eres el mejor, Mark—. Sicheng y Yuta llaman a Jaehyun, entonces con otra sonrisa alentadora, camina hacia los niños mayores. 

Ah, y eso no era lo único de lo que estaba feliz. 

Una figura familiar y hermosa se dirigía hacia el centro del evento. Alguien tan guapo como ese solo podía llamarse Lee Jeno, el chico que Mark había estado adorarando en el último mes o dos. 

—¡Jeno, has venido!— La felicidad de Mark es implacable a la vista, apresurándose a abrazar al niño. El abrazo se devuelve con entusiasmo, y Mark inhala el olor persistente de la menta dulce. La dulzura ya no era un olor extraño, ahora era uno que solo podía asociar con Jeno. 

El pulgar de Jeno acaricia con ternura la frente del chico mayor, al mismo tiempo que ofrece una de las sonrisas conmovedoras que Mark adoraba tanto. 
—¡Por supuesto, no podía perderme el evento de mi novio por nada!—

Las mejillas de Mark se inundan de tinte cuando Jeno deja caer la codiciada etiqueta. Un sentimiento exuberante lo abrumaba entonces, todavía en un absoluto desconcierto por el hecho de que Jeno ahora era su novio. Él fue capaz de decir eso ahora. 

— ¡Novio! Realmente vas a llamarme así en público, ¿eh, Jeno? ¿Vas a decirle a todo el campus que estamos saliendo?—

Los dos comienzan a reírse de forma contagiosa cuando las manos de Jeno caen hacia la cintura de Mark, acercándolo un poco más. Están prácticamente enfrascados ​​uno contra el otro, y la cabeza de Jeno se inclina hacia abajo para colocar sus labios a solo centímetros de los de Mark. 

—Tal vez, esto sería lo suficientemente llamativo, ¿no crees?— La voz de Jeno es casi tan baja como un susurro, su pulgar golpea contra el costado del cuello de Mark. —De lo contrario, estoy feliz de ir uno por uno y decirles a todos en el campus si quieres, pequeño león—

—Créeme, yo sí—

Jeno sonríe una última vez, antes de inclinarse más. 

—lo mismo digo—