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3. Protagonistas

-Sus ojos habían experimentado el dulce sabor de observar una de las maravillas del mundo, la curva en la que su sonrisa sincera nacía. Era suficiente para el, había perdido en la batalla de la vida y se llevo con él el recuerdo más valioso, el amar a otro sin límites- Terminé de leer mi humilde relato. Como todos los martes y jueves concurría a una suerte de taller de literatura que quedaba a tan solo unas cuadras de donde vivía, en ese lugar dábamos vida a historias, relatos, cuentos de una manera creativa. Los aplausos llegaron y los recibí con una reverencia, la profesora me indico con sus manos que podía volver a mi lugar.

-Gracias Jaeno. Bien chicos, está será la próxima actividad para este jueves- Apenas habíamos terminado la actividad anterior de escritura, enseguida empezábamos otra.

-Y se llevó con él el recuerdo más valioso, amar a otro sin límites- Cerré mis ojos para no reaccionar al tono burlón que salía de la boca de mi compañero.

-¿Puedes dejar de burlarte?- Rogué al mayor a mi lado.

-Ay Jeno, te estaba halagando-

-¿Que quieres Mark?- Intentaba prestar atención a las indicaciones de la profesora, pero no podía concentrarme en otra cosa que no sea la voz irritante.

-Sabes lo que quiero- Ahí estaba otra vez eso, no entendía que aquel beso entre los dos había sido un error y algo que no pasaría otra vez.

-Te dije mil veces que no quiero ¿No entiendes? ¿O te lo digo en chino?- Su sonrisa se borró ante el comentario justo a tiempo para que la profesora nos entregara una hoja en frente.

-Me alegra que al fin mis dos mejores alumnos trabajen junto-

-¿Que?- Dijimos al unísono sin entender.

-Aquí está todo lo que deben saber- con su dedo nos mostró el título del siguiente proyecto "Mi amigo, un personaje de mis historias"

-Lo siento, pero no somos amigos- Aclare a la señora frente a nosotros, ella tan solo nos sonrió y dio por finalizada la clase.

Ese día me fui a dormir otra vez pensando en el chico que veo casi siempre y para mi mala suerte me lo cruzo más de lo que debería. Al ser el hermano mayor de mi mejor amigo, era obvio que lo vería hasta en mis sueños. En mi mente solo vivía ese día en el que lo encontré en solo en casa, triste por una discusión con su pareja y ahí estaba yo, intentado consolar a la persona que hace mi vida más difícil. El miércoles había pasado mucho más rápido de lo deseado, esa tarde debía ir hasta la casa de Mark para hacer el bendito trabajo para el taller. Guardaba mis pertenencias en la mochila una a una, sin muchas ganas de realmente salir de la escuela, DongHyuk a mi lado lo noto rápido.

-No estés tan mal, un par de horas con Min Hyung no te hará daño- Puse mis ojos en blanco y asentí sin mucho ánimos -No me pongas esa cara, todo sabemos que te mueres por Mark- Negué rotundamente.

-De tu boca solo sale incoherencias-

-No uses palabras de tus libros conmigo, Jeno-

-Se llaman diccionario- El timbre ya había salido y lo acompañaba hasta la puerta, para luego ir juntos hasta la casa del pelirrojo.

-¿Cuando lo aceptaras?- Lo miré confundido -Que te gusta- Frene mi andar y le di un pequeño golpe en su hombro, este se quejó y seguimos caminando a nuestro destino.

-¿Y que si me gusta? El ya tiene a su novio y son felices- Me encoji de hombros restándole importancia.

-Renjun es demasiado lindo para estar con mi hermano- Llegamos hasta el lugar donde la paz se terminaría, donde mi paciencia se pondría a prueba. DongHyuk abrió la puerta de su casa y dejo a la vista de todos a la pareja del año.

Mark y Renjun, un chico dulce y amigable de nacionalidad china, estaban pegados sobre el sofá con sus labios succionando entre sí. Mi estómago se revolvió por dentro, estaba a punto de vomitar si seguía viendo esa escena, los dos estando melosos a mitad de la casa. Estaba en su derecho ¿No? Al final eran pareja hace seis meses y se los veía felices. DongHyuk llamo la atención de ambos y estos se dieron la vuelta para saludarnos, Renjun saludo con entusiasmo y se levantó para salir de ahí, no sin antes despedirse.

-Nos vemos Haechaniie, adiós Jeno- Salió con una sonrisa de oreja a oreja, como siempre. Estaba celoso de la felicidad campanante del chino.

-Es tan lindo, aún no entiendo porque está contigo Mark- Iba a pedir a Haechan que se quedará un rato con nosotros, pero no dio tiempo a reaccionar que ya estaba en otro cuarto de la casa, dejándome a solas con el chico de mis pesadillas.

-¿Comenzamos?-

Las primeras horas no fueron tan horribles como espere que lo fueran, respondimos algunas preguntas guías para conocer mejor al otro y que nos ayudarán a crear a un personaje representativo de nuestro compañero. Yo tenía a un guerrero que luchaba para una reina que cuyo amor no podía ser correspondido, por alguna razón intentaba imaginar a Renjun encerrado en un castillo lejos de su caballero sin la oportunidad de estar con el, un final trágico donde nunca llegan a cumplir su felicidad y su sonrisa se borraba.

-Soy una persona horrible- Hable como de costumbre, para mí mismo.

-No lo creo, solo no sabes controlar tus sentimientos- Lo miré a los ojos desafiante, ahí estaba otra vez su actitud de saber todas las respuestas.

-¿Que te hace pensar eso?- Dejo de escribir en su borrador y conecto su mirada a la mía, mis mejillas quemaban y la vergüenza me penetraba.

-Estas celoso de mi novio, curioso- frunci mi seño, en ningún momento había dado a entender ese pensamiento-Escribiste "La princesa Renjun muere a manos de una enfermedad" en uno de tus apuntes- Maldije entre dientes. No debía mostrar debilidad ante el, sabía que se aprovecharía de cualquier situación donde me vea con la guardia baja. Es por eso que siempre que hablábamos intentaba ignorarlo.

-Fue un nombre al azar-

-Dime Jeno ¿El guerrero encuentra un nuevo amor?-

-Deja de leer mis apuntes- Odiaba que lean mis ideas principales antes de que la escritura esté terminada y pasada en limpio - Y no, el guerrero muere de angustia por no tener a alguien que lo rescate de su martirio que tiene como vida-

-Yo creo que muere de angustia al ver que su verdadero amor se queda atrapado en su propia frustración- Se levantó de su silla y se acercó a la mía, me quedé estático sin saber cómo responder -¿Porque mi protagonista no puede aceptar el amor de su amante?-

-Mark, tienes a Renjun y es un buen chico-

-¿Entonces lo aceptarías si no hubiera un tercero?- Asentí sintiendo su rostro cada vez más cerca.

- Eso no importa, porque si lo hay y le harías daño- Su respiración estaba a unos escasos centímetros y un solo movimiento cortaría la distancia entre su boca y la mía, miré sus labios dudando unos segundos.

-Hazlo, el probar no te hará nada- cada vez que sus labios se movían para hablar, rozaban con los míos creando la sensación más extraña y bonita que eh tenido.

-Ya los probé- Trague saliva. Suspirando fuerte

-¿Te gustaron?- Asentí despacio o podría ocurrir una locura, la cual sucedió. Volví a sentir la textura de sus labios juntos a los míos, danzando en sintonía, al ritmo de una canción que solo los dos sabíamos y conocíamos. Su diestra se colocó en mi mejilla y yo llevé mis brazos a su cuello rodeándolo uniendo aún más sus labios a los míos. Cerré mis ojos con fuerza y me deje llevar por el momento.

-Esto está mal- No quería abrir mis ojos y encontrarme con su mirada otra vez.

-Abre los ojos- Su voz era dulce y se sentía como miel en los oídos, así que obedecí a su pedido y los abrí, descubriendo de cerca su sonrisa.

-Lo mío con Renjun es solo una máscara que usamos ambos- Lo miré confundido, nada tenía sentido.-Nunca estuvimos de novios realmente, ese día estaba triste por otro motivo- Acomodó su silla para estar más cerca mío, mientras explicaba, sujetaba su mano a la mia- Pero te veías tan lindo apoyando mi supuesto problema con mi pareja, que la inventé y ahí estaba Renjun para ayudarme-

-Eres un idiota ¿Estuviste en una relación falsa por seis malditos meses?- Negó.

-Eso es lo que te dije, pero Renjun lo supo hace a penas dos meses- Agachó su cabeza con culpa y mi furia crecía más.

-¿Porque acepto algo tan idiota?-

-El también quería darle celos a otra persona-

-No puedo creer que por un momento pensé que me gustabas- Sus ojos se agrandaron con sorpresa y su mirada brillaba de esperanza.

-Aceptalo, te gusto- Suspiré, no se iba a rendir fácil.

-No me gustas-

-No te creo- Volvió a acercarse y está vez me beso sin rodeos, sin tiempo a pensar algo coherente y mi cuerpo reaccionó, mi corazón se aceleró y daba por sentado la idea de que me gustaba. No podía mentirme más, Mark me gustaba -Sigues correspondiendo, tus labios no mienten-

Debía llevar al taller una idea concreta del personaje que iba a protagonizar mi próximo relato, basándome en Mark. Faltaban dos turnos para que ambos presentáramos nuestras ideas, releía una y otra vez las letras escritas en mi cuaderno. No me consideraba competitivo, pero al leer como Mark había plasmado mi personalidad en su protagonista y su historia, que me daba vergüenza. En cambio yo, solo había expresado con rabia los sentimientos que yo tenía con Mark y su supuesta relación, que ahora perdían sentido. La profesora nos llamó a adelante, primero Minhyung presento su trabajo y era mi turno, dejé a un lado las hojas y dejé que otra parte de mi hablara sobre el protagonista.

"Mi protagonista es un príncipe, es educado y respetuoso, siempre intenta sonreír. Es sincero, pero tiene miedo a decir la verdad. En mi historia, el príncipe es obligado a seguir con la tradición de casarse con una princesa, pero esta está enamorada de alguien más, siendo así una mentira para ambos y una verdad para los demás. El príncipe no es malo, solo algo tonto e inocente, intenta que todo el mundo este feliz y aunque sabemos que eso es imposible, el lo intenta con entusiasmo. Su vida es un dilema, vive entre la verdad y la mentira"

Muchos quedaron en silencio sin saber cómo reaccionar ante lo que dije, no había mucho en concreto, pero no me importaba. Había una sola persona que debía entender mis palabras y era suficiente.

-¿Y tu príncipe tiene un enamorado- Preguntó cuando me acercaba a mi banco junto a él.

-No, tiene a un tonto que no sabe manejar sus emociones- Por debajo de las mesas uni nuestras manos, entrelazando en un cálido contacto.

-¿Porque un príncipe?-

-No lo sé, así te veo en mis sueños-

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