16. Verdad o reto
Hace mucho tiempo que no pasaba el tiempo con mis amigos de la secundaria, desde hace un par de años había perdido el contacto con ellos. Por eso me parecía una buena idea ir un par de días a la ciudad que me vio crecer, antes de irme para estudiar mi carrera.
Donghyuck fue el primero en recibirme con los brazos abiertos y una rápida llamada a nuestros viejos amigos para reunirnos en una noche como en los viejos tiempos. Pero esta vez, como verdaderos adultos o jóvenes adultos que disfrutan de una noche. Es decir, los mismos juegos de siempre, pero más serios.
O era la idea.
Donghyuck estaba en su habitación mirando el espejo, intentando decidir si delinear o no sus ojos, pintar ligeramente sus labios o dejarlos al natural. Yo lo miré unos momentos con confusión, casi había olvidado lo ocurrente que podría ser mi mejor amigo.
—Si quieres preguntarme algo, es el momento— Sus ojos me miraron a través del espejo.
—Olvidalo— Su mirada no cambio de lugar.
—Dilo Jeno. No me voy a enojar— No lo sabía, conocía a Haechan o creía hacerlo. No quería parecer un chico que vivía en el pasado y creía saber todo sobre sus amigos, cuando estuve fuera de sus vidas hace dos años.
—Hace unos años diría que estás buscando atención— Sonrió de medio lado sin decir otra palabra, yo quedé en silencio sin saber que más decirle. Tomé un largo suspiro y me levanté dispuesto a salir de ese lugar sofocante —¿Quiénes vendrán?—
—Unos amigos— Rogué por favor que esas palabras significarán literalmente eso y no "unos cuantos, muchos, amigos" —No me mires así. Seremos pocos—
—Define "pocos"— El rió, así como lo hacíamos antes y el ambiente se volvió más ligero.
—Vendra Jisung y Jaemin— Asentí. Ese era nuestro círculo más cercano y sabía que entre ellos habían mantenido ese lazo —El lindo novio de Jaemin—
—¿Novio? ¿El chino?— Donghyuck puso los ojos en blancos y siguió con lo suyo.
—Si. Pero no le digas así— Esa vez, fui yo quien puso los ojos en blanco —¿Recuerdas a Chenle?— Mire un punto fijé y asentí.
Claro que conocía a Chenle, era uno de los amigos de Jisung. Siempre andaban juntos y era una de las principales peleas, a Jaemin le parecía una traición a nuestro círculo y Jisung le repetía que quería amigos más cercanos a su edad. Pero no era el problema principal con el chico, no.
Chenle tenía su "hermano del corazón", un chico que lo cuidaba siempre que podía y vivía hablando de él. Lo llevaba a la escuela y lo buscaba; Mark Lee. Quien a su vez, estaba loco por mi y nunca perdía la oportunidad de hacérmelo saber, repitiendo lo lindo que me veía cada vez, invitandome a salir todas las veces que nos cruzamos por los pasillos.
Donghyuck pareció notar mi mirada perdida en los recuerdos del pasado.
—Si estás pensando en Mark, no ha cambiado mucho desde la secundaria— Volví a mirarlo y asentí.
No termino de prepararse que el timbre sonó, los padres de Haechan se habían ido y éramos los únicos seres humanos en el lugar, capaces de abrir la puerta. Así que debí ser yo quien se levantó para ir a atender la puerta.
—Si es Jaemin, pega un grito— Le respondí con una especie de afirmación.
Caminé despacio, la puerta seguía sonando. La persona del otro lado, seguramente estaba apurada por qué lo atendieran. Y como la buena persona que soy, caminé aún más despacio hasta el lugar. Tome la perilla y la abrí, ahí me esperaban Jisung y Chenle con una sonrisa que al verme se agrando. Ambos se tiraron sobre mi para abrazarme y decirme lo mucho que me extrañaron, intentando contar todo lo ocurrido en dos años en diez segundos, los dos a la vez. Parecían dos niños que veían a su madre después de la escuela y querían contarle todo lo que habían aprendido.
Los seguí hasta el sillón de la sala de estar y escuché todo lo que pude entender, sintiendo como una tercera persona cerraba la puerta y entraba hasta la cocina. Sabía quién era, pero no estaba dispuesto a verlo, no todavía. Hace tiempo había tenido mis dudas con respecto a Mark y el tiempo de estar lejos de él parecía no afectar en nada. Me seguía confundiendo
La puerta volvió a sonar, pero entraron sin esperar una respuesta. No termine de darme la vuelta, que Jaemin ya estaba gritando y tirándose sobre mí. Recibí el gran abrazo y los besos en la mejilla del chico, siempre fue el más demostrativo de todos y se notaba que no había cambiado. Antes de recordar lo que se suponía que tenía que hacer, ví como un chico de cabello castaño se dirigía hasta el dueño de casa que estaba en la puerta y lo saludaba con una sonrisa.
—¡Al fin estamos todos!— Los siete en la pequeña sala de estar gritamos con emoción.
Comenzamos a comer unas pizzas, rompiendo cualquier tipo de dieta que pudiéramos estar haciendo. Bebidas gasificadas sobre la mesa y conversaciones sobre los días en la secundaria. La primera hora se pasó como si fueran minutos y la conversación parecía no acabar.
—Ya vuelvo, Renjun ven conmigo— Donghyuck se levantó y se llevó al novio de Jaemin hasta su habitación. Temprano ese día me había dicho que había escondido un par de bebidas bajo su cama. Sus padres aún no confiaban en que pudiera consumir alcohol.
Al parecer, Jaemin también era conciente de ello así que fue hasta la cocina a buscar unos vasos junto a Jisung. Chenle y Mark hablaban animadamente, como si no existiera.
Busque una distracción con mi celular, pero no tenía ninguna notificación o algo interesante que hacer con él. Así que no sabría que más hacer. Levanté mi mirada y ví a Mark solo, mirándome.
Así como años atrás, no corrió la mirada. Solo se puso tímido de ser encontrado y sus mejillas se tiñeron de rojo. Sonreí, seguía siendo el chico tierno de entonces.
Pero más maduro y con sus facciones masculinas marcadas. Se convirtió en un hombre y se veía etéreo, casi imposible de existir. Como si estos dos años algo en el cambiara. Intente decir algo, pero nada salía de mi boca.
—¿Te puedo decir algo sin que te sientas incómodo?— Asentí. Nunca perdería esa amabilidad típica en él.
—Claro—
—Te ves hermoso. La universidad te volvió, sexi— Lo último lo soltó casi en un susurro. Buscando decirlo, pero que no lo escuche.
—Gracias. Tu también te ves increíble—
—No digas eso. Aún no te supero— Abrí mi boca para preguntarle si había escuchado bien. No era posible que todavía le gustará, no nos veíamos desde hace año.
Los chicos llegaron con botellas y vasos, Donghyuck tenía una sonrisa burlona en su rostro y sabía lo que significaba eso.
—Juguemos a Verdad o reto, pero con un poco de jugo quita vergüenza—
El juego empezó normal, preguntas tontas, retos que nos hacían reír y las botellas que se iban vaciando poco a poco. Hace tiempo no me reía tanto como en esa noche.
Cosas como, Chenle contando sobre cómo dió su primer beso a una chica para que se callara y no le cuente al director la travesura que estaban por hacer. O como Jaemin tuvo que bailar en medio una canción tonta al azar, haciendo levantar también a Jisung para no caer el solo en el reto, aunque todos sabíamos que Jaemin no tenía la vergüenza necesaria para detenerlo de hacerlo, ebrio o no.
Por suerte, mis preguntas eran fáciles y tontas. Como contestar si tenía o no sueños húmedos, si me seguían gustando los hombres o estaba concentrado en mi novia. La respuesta no fue tan sencilla, tan solo no había estado pensando en ello.
—Me estoy aburriendo— Era el turno de Jisung nuevamente y parecía estar cansado de las pequeñas travesuras.
—Pues di un reto tú, genio— El chico en lugar de sentirse enojado, sonrió y sus ojos brillaron con maldad. Miró al pobre chico y pronunció su sentencia.
—Hazle una marca de chupetón a quien tú quieras— El menor, en lugar de refutar o enojarse, le sonrió con malicia y una sonrisa arrogante. La cual no fue capaz de borrar la que tenía en el rostro el otro chico.
Me sorprende la forma de ser del chico y como era posible que alguien como Jaemin estuviera interesado en él, más aun, que tuvieran una relación.
Jisung se posicionó justo en frente de Renjun y con su mano derecha cruzó por uno de sus costados, aunque no fue hacia su cuello si no hasta el de Jaemin. El chico abrió los ojos mientras miraba como el menor dejaba una marca en el cuello de su novio, los demás empezaron a gritar y vitorear la valentía de Jisung quien se tomó su tiempo para dejar la marca. Al terminar, ambos chicos se miraron y algo más se podía ver entre ellos.
—Jisung te toca— Corte el tenso ambiente que se había creado.
—Jaemin ¿Verdad o reto?— El nombrado aún seguía impactado por lo ocurrido y en una crisis, confundido, respondió.
—Verdad—
—¿Alguna vez le fuiste infiel a Renjun?— Donghyuck abrió sus ojos y el resto guardo silencio. La mirada de Renjun concentrada en Jaemin.
—Si— Renjun no dijo nada ante eso, simplemente se alejó un poco de su novio. —Solo fue una vez—
—Tranquilo. No estoy enojado— aunque su postura no podía decir lo mismo.
Note la mirada de Jaemin junto con una sonrisa que no me gustaba para nada, buscaría la venganza en otra persona. Lo miré por un instante antes de que me preguntara y sea la siguiente víctima, me arriesgue y le respondí "Reto"
—Te reto a quitarte la camisa— Suspiré pesado, sabía que en algún momento llegaría el momento donde las cosas subirían de nivel. Ya era tarde y la vergüenza había abandonado la sala en el instante en el que Renjun dijo estar aburrido.
—¿Es en serio?— Me levanté del suelo donde estaba y me coloque en medio de la rueda.
—No es tan difícil— Me gire para ver a Mark. Era seguramente el más ansioso por verme semi desnudo en medio de todos ellos, lo miré y mi cuerpo se manejó por sí solo.
—Entonces hazlo tú— El se rió.
—Es tu reto— Yo negué y me acerque hasta el sofá donde estaba sentado junto a Chenle.
—No hablo de que te la quites. Hazlo tu por mi— Y dicho eso, levanté mis brazos hacia arriba.
No tardó en entender mi propuesta. Mark se paró y estando frente a mi, levantó mi camisa por el borde tirando hacia arriba. Al bajar mi vista, pude ver como sus ojos viajaban sin pudor por todo mi torso, sonreí satisfecho por aún volverlo loco como hace tiempo atrás.
No deje que volviera a sentarse, lo sujete de la cintura y le pregunté por lo bajo.
—¿Verdad o reto?— El lo pensó un tiempo.
—Reto— Me acerque aún más a su rostro, respirando del aire que su nariz soltaba. Su pecho subiendo y bajando.
—Te reto a besarme— Primero sonrió y luego cumplió con su parte.
Era la primera vez que nos besábamos, la primera que besaba a un hombre y no fue tan malo. Sus labios eran placenteros y su cintura encajaba en mis manos como si estuvieran preparadas para eso, sus manos tocaron mis bíceps todo lo que pudieron y su lengua recorrió toda mi boca, libre de hacer conmigo lo que quisiera.
Lo que no sabría, es que al volver a la universidad en mi celular estuviera guardada una foto y un vídeo, uno donde claramente se nos veía a mí y a Mark intercambiando un beso fugaz. Las primeras veces dude en borrarlo, las segundas repetía la secuencia tratando de recordar las sensaciones, las terceras quería marcar el número de Mark y preguntarle si aún sentía eso por mi, tal vez salir.
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