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12. Drippin (1/2)

Los planes para Mark un sábado a la noche no eran muchos, tan solo sentarse con su viejo pijama frente al televisor. Buscar entre la larga colección de su cinéfilo hermano mayor, algún largometraje que lo distraiga, un poco de palomitas de maíz y ahogarse en sus lágrimas. El idiota de su novio, ahora exnovio, lo había dejado con un mensaje de texto ¿Que clase de idiota hacia eso? Tampoco tenía muchas esperanzas en esa relación, era lindo, atento, comprensivo, talentoso y se estaba mintiendo así mismo cuando se decía que no lo extrañaba. Había pasado una semana y se sentía un imbécil por llorar por alguien sin corazón.

La puerta de la entrada sonó incesante, sus pies no querían despegarse del suelo y sus dedos dudaban entre apagar la televisión o seguir con la película que se estaba reproduciendo, decidió hacerle caso a los golpes que parecían no querer frenar hasta ser atendido. Ya ni caso tenía, estaba ignorando olímpicamente la voz de los protagonistas. Levantó sus pies con pasos perezosos, llegó hasta la puerta donde la sonrisa de sus dos mejores amigos lo recibieron juguetón. Suspiro, adiós a su plan de deprimirse en sus pensamientos.

-Sea lo que sea, mi respuesta es un rotundo, no- A pesar de su negatividad, las sonrisas en sus rostros no desparecieron.

-Mark, debes aprovechar tu soltería- Gritó Donghyuck entrando sin esperar el permiso. Ambos amigos vestidos con prendas que gritaban por atención, típica en chicos de universidad. Mark los miró sin decir nada, sus ojos le mostraban su estado de ánimo.

-Eh dicho que no-

-Vamos, algunos chicos de la universidad estan haciendo una fiesta no muy lejos de aquí- Esta vez hablo Renjun, intentado convencer a un triste chico en su casa. Mark volvió a acomodarse en el sofá, eligiendo ignorarlos. Fallando -Es nuestro primer año, cuando empezamos tú nos dijiste- Mark los observó esperando las palabras.

-Las fiestas forman parte de la adaptación de la vida universitaria- Recitaron a coro como si fuera una canción que aprendieron de memoria.

-Ustedes, yo ya tuve mi etapa de adaptación- Dejó una mueca en sus labios, recordando esa frase. La misma frase con la que Taeyong lo había atraído cuando se vió perdido entre la línea que dejaba atrás la secundaria y empezaba la universidad.

-Debes olvidarte de él- Renjun se acomodó a su lado, dejando una de sus manos sobre su muslo tratando de menguar su pena.

-Ademas, tú nos dejaste claro que nunca debíamos ir a esas fiestas sin alguien mayor- Reprochó su mejor amigo con un puchero en sus labios.-Eres un año mayor, pero aún así eres mayor-

Mark sabía que no había manera de que saliera de esa situación si no era aceptando. Así que con mucha pesadez aceptó.

Tardaron casi media hora eligiendo la ropa adecuada, el par de sus amigos discutían una y otra vez entre ellos para vestir al mayor. Mark solo podía reír debido a sus ocurrencias, ellos seguían metidos en su idea de que Mark debía encontrar a alguien con quien divertirse esa noche, el aún le costaba creer eso. Nunca había sido fan de las relaciones casuales, no estaba en sus planes coquetear con una persona que no conociera su nombre, no sabía cómo debía actuar cuando al siguiente día ni siquiera recordaría el nombre del chico. Sabía que su universidad era enorme y que en ella encontraría a cualquier chico dispuesto a una noche de aventura, conocía a un par que eran homosexuales o bisexuales, seguramente había muchos así. Aún así, el miedo de volver a encontrarlo por los pasillos era mayor. No quería arriesgarse a esa vergüenza.

-No es tan malo Mark. Solo te diviertes con alguno esta noche y te olvidas de él- Iban caminando hacia el lugar, mientras intentaban de convencerlo. -Eres lindo, seguramente sonríes y ya tienes a alguien bajando sus pantalones para ti- Quiso reír por la forma de expresarse de Donghyuck. Miró hacia el frente y noto como Renjun apresuraba su paso.

-Renjun- Lo llamó- Dime la verdad ¿Por qué tienes prisa de ir?-

-Conoci a un chico en la clase de inglés- No pudo seguir con su respuesta, que ya tenía a Haechan saltando sobre el chillando como fanático.

-Mis dos mejores amigos son unos rompecorazones- Empezó a gritar en medio de la calle, si no lo conociera pensaría que ya había bebido antes de ir -Les dicen los rompecorazones, falsas ilusiones- Si, Donghyuck ya era así sin necesidad del alcohol.

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Jeno no entendía por qué Jaemin se esmeraba, más de lo normal, por su apariencia. Lo vio ir y venir toda la tarde. Cuando lo había invitado a la fiesta esa noche había pensado en pasar la tarde jugando como tiempo atrás, tomar la primera prenda en buen estado del armario y salir hacia el lugar. Pero ahí estaba, viendo como su mejor amigo estaba por entrar en crisis en su habitación.

-Calmate Jaemin. Por el amor de todos los santos- Recibió una mirada acusadora de su amigo.

-Ayudame corazón- Rodó los ojos, Jaemin lo llamaba de manera dulce cuando quería algo de él.

-No pienso decirle a tu madre que pasaras la noche en mi casa para que tú te escapes con algún chico- Ni siquiera los ojos de cachorro mojado de su mejor amigo podrían hacer que cambie de opinión. No era el más inocente de todos, pero Jaemin desde que empezaron la universidad desaparece en medio de las fiestas para terminar quien sabe dónde en la cama de Dios sepa quién. Las primeras veces el le seguía el juego y terminaba como él o peor. Hace unos meses había decidido cambiar sus hábitos.

¿Y que si quería cambiar por un chico? Lamentablemente este no lo registraba y para empeorar su situación, tenía novio. Nunca se había sentido tan rechazado, había coqueteado por lo menos dos semanas con el chico lindo que ayudaba en la biblioteca, para luego enterarse de que tenía pareja. Aún peor cuando era una relación de hace ya un año. No tenía oportunidad.

-¡Por favor! Estuve hablando con el chico todo el día, necesito por lo menos besarlo- Explicó como si aquello fuera todo el fundamento que necesitaba.- Además habrá chicos mayores, yo sé que a ti te gustan así- Negó riendo. No caería otra vez.

-Te dije que me gustaban los chicos mayores que eran sumisos-

-Como el bibliotecario- Asintió, para luego lanzarle una mirada de enojo a Jaemin. El sabía su situación, era un idiota por nombrarlo.-Mañana es domingo y tus padres no están. A nadie le importaría que no llegaras a casa o trajeras a alguien contigo- Le guiñó el ojo y quiso golpearlo. Así, sus pocas posibilidades con el bibliotecario serían disminuidas de nada a absolutamente nada.

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-¿Ves a alguien lindo?- Tapó su oído al escuchar el claro grito de Donghyuck en este.

-Apenas entramos hace cinco minutos- Se cruzó de brazos no muy convencido, la música fuerte, la gente emoujandose como si no entrarán todos en la casa. No era la primera vez que iba a aquel sitio y sabía que era lo bastante grande para abarcar un mayor número que los presentes.

Caminaron como pudieron entre la muchedumbre que decía estar bailando en la improvisada pista, al llegar hasta el fondo sus pensamientos fueron confirmados. Había más espacio dentro, pero la gente prefería amontonarse como sardinas enlatadas. Disfrutando de poder respirar sin el miedo de mezclar aliento con un desconocido se encaminaron hasta donde las bebidas estaban dispuestas para que los invitados se sirvieran, Mark prefirió ir por algo liviano, tenía a dos chicos bajo su cargo.

Renjun no paraba de mirar entre la multitud buscando a su misterioso compañero, el mismo que lo había invitado a la fiesta, ya que las pocas veces que habían asistido alguna era gracias a su ex. Cuando por fin pareció encontrarlo, esbozo una sonrisa y saludo a un par de chicos. Mark tomó un trago largo de su vaso, agradeciendo de estar soltero y poder apreciar sin remordimientos la belleza de hombre que tenía a unos pasos y se acercaba a ellos con pasos lentos. Miró a su costado esperando que el chico guapo que miraba a los lados no era el que Renjun estuviera esperando.

-Hola lindura- Saludo el otro chico, estirando su brazo para rodear la cintura de su amigo y atraerlo en un abrazo. Mark volvió a tomar de su bebida observando la escena por encima del vaso, no había que ser muy observador para darse cuenta de las intenciones del chico.

-Chicos, el es Jaemin. Un compañero de la clase de inglés, Jaemin ellos son mis mejores amigos- Aunque estaba presentando a sus amigos, sus ojos no se apartaban del llamado Jaemin.

-Mi nombre es Donghyuck, pero pueden decirme Haechan- Ambos chicos lo miraron esperando a que el se presentara.

-Mark- Soltó simplemente.

-Un gusto chicos, él es mi hermano de otra madre.- El amigo de Jaemin estaba por abrir su boca cuando lo reconoció.

Era el tierno chico que solía ir hace unas semanas a la biblioteca, siempre le pedía algún consejo para elegir qué libros leer o le pedía que lo ayudará a buscar los que necesitaba para sus clases. No sabía el nombre, solo que le gustaba su sonrisa y que estaba en primer año, a Taeyong no le había gustado mucho la idea de que le estuviera dando tanta atención. Su rostro enrojeció al darse cuenta que su mirada había estado fija sobre el chico que ahora lo miraba con una sonrisa de lado.

-¿Qué tal si vamos afuera a pasar el rato? Al menos que quieran bailar, claro- El chico sonrió, sin despegar su vista de Renjun. Todos asintieron a su idea, así que con parsinomia se encaminaron hacia el lugar de la casa donde la música era aplacada por la brisa de la noche.

-No volviste a ir a la biblioteca- No pudo evitar preguntarle al chico que se acomodaba a su lado en aquella mesa. El aludido giro su rostro y le sonrió.

-Me has reconocido- Sus ojos se achicaron al reírse tímidamente.
-Tuve muchos exámenes y preferí no distraerme en la biblioteca- Rió por lo bajo, intentando que su carcajada no llegue hacia el otro. Sin embargo el chico lo miró divertido

-Parece una estúpida excusa-

-Lo sé, pero creas o no. La biblioteca tiene algo que me distrae- Por un momento llegó a sentir que aquella mirada le quería decir más allá que esa simple frase. Así que solo le sonrió a esos ojos que lo observaban.

-Disculpa. Soy un idiota y no escuché tu nombre- Se acercó a él para que sus amigos no escucharan su confesión, le daba vergüenza admitir que había estado perdido en el guapo chico a su lado.

-Jeno- Se repitió el nombre varias veces para no olvidarse, moviendo sus labios como si estuviera susurrando una oración.

-Me gusta- Asintió así mismo alejándose poco a poco.

Intento adentrarse en la conversación que intercambiaban el grupo de chicos reunidos en aquel patio. Llevando tímidas miradas hacia el chico lindo, debía admitirlo, no solo era lindo. Jeno era ardiente como el infierno, aún más con esa ropa que nada que ver era a la casual que usaba en la universidad. Era sexi la forma en la que su cuerpo se apoyaba en su asiento, como si estuviera posando todo el tiempo para una revista. Era dulce con su forma de sonreír y decir tontas bromas que por alguna razón lo hacían reir.

-Jaemin ¿qué tal si tú y tu amigo traen algo de beber?- Renjun le rogó con la mirada al nombrado. Hace media hora que este había intentado acercarse y aún era recibido con recelo. Aún así ambos chicos se levantaron para ir en busca de algo que beber -Ayuda ¡Estoy asustado!- Chilló una vez se retiradon.

-¿De que tienes miedo?- Donghyuck se burló de él.

-Es tan lindo, creo que quiere algo más y- El bufido de Haechan corto su parloteo.

-Escuchame, deja de actuar como virgen porque sé de primera mano que eso no es cierto y ve por el chico- Antes de que pudiera agregar otra excusa, el menor prosiguió -Lo tienes babeando, así que no pienso dejarte pisar mi casa hasta que hayas tenido acción con el él- Señaló por donde el par se había alejado. Mark empezó a reír hasta que la fría mirada del castaño lo corto -¿De que te ríes? ¿Piensas que soy idiota? Coquetea con Jeno y olvídate de tu ex por una noche- Soltó exasperado, entro de regreso a la casa donde se encontraba la fiesta exclamando murmullos y Miles de insultos a sus dos mejores amigos por no saber aprovechar de la fiesta.

Tal vez, no era mala idea dejarse llevar.

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Jeno no sabía a qué santo debía prenderle una velita por haber escuchado su petición. El lindo chico de la biblioteca, que ahora sabía se llamaba Mark, estaba ahí y lo había reconocido. Tal vez sus esfuerzos no habían sido en vano, agradeció por dentro el haber accedido ir a la fiesta con Jaemin. El cual se encontraba frustrado esperando las bebidas que habían pedido al chico encargado de estas.

-Tranquilo Jaemin, no te vas a morir- intento consolarlo, con leves palmadas en la espalda. -Vas bien, solo un poco lento-

-Muy gracioso ¿Por qué tú no has hecho ningún movimiento? Pensé eras el galán de telenovela- Jeno rodó los ojos, odiaba con todas sus fuerzas que lo llamen así.

-Sabes que tiene novio- Puso una mueca en sus labios mientras tomaba entre sus manos los vasos con bebidas, por lo menos podría disfrutar de una charla con el chico.

Ambos caminaron hacia donde los esperaban, al poner un pie fuera de la casa uno de los chicos entro sin darse cuenta de la presencia de ambos. Ellos se miraron confusos y luego soltaron una risa, no entendían que le ocurrió. Al llegar se acomodaron en los mismos lugares donde estaban antes y repartieron las bebidas, dejando una libre por si Haechan volvía. ¿Habría ido al baño?

-¿Que le sucedió a tu amigo?- Se animó a preguntar. El par se miró entre sí antes de contestar.

-Dijo que quería ir de cacería- asintió, de alguna forma para creer en su propia afirmación.

-¿Y tú Renjun? ¿No irás a "cazar"?- Puso las comillas en el aire en la última frase. Jeno mordió su mejilla intentado no soltar algo estúpido, Jaemin era gracioso cuando algo no salía como quería.

-No- Renjun tomó de un solo trago su bebida y se giró hasta quedar frente a frente con Jaemin -Tengo lo que quiero frente a mí- Jeno supo que había perdido a su amigo cuando el extranjero le guiñó el ojo.

-Vamos a bailar- No fue pregunta, fue una afirmación. Supo en ese momento que otra vez volvería solo a casa o con un Jaemin satisfecho y feliz.

A pesar de no ser los únicos en el lugar, Jeno sintió que quedaba el solo con Mark. Tenía al chico de sus sueños mirando hacia un punto fijo ¿En qué estará pensado? ¿En su novio? ¿Estará pensando que está llegando tarde? Quiso golpearse por no saber que decir en ese momento, se sentía un idiota. Eso era. Rió tratando de cortar el pesado silencio.

-Creo que tendré que volver solo- Dos ojos oscuros lo miraron.

-Tienen suerte ¿Verdad?- Asintió. -Creo que yo también volveré solo a casa-

-¿No tienes novio? ¿O no vino contigo hoy?-Mark negó con una sonrisa apenada.

-Terminamos hace unos días - ¿Estaría mal si se ponía a festejar ahí mismo?

Por un instante creyó ver una sonrisa coqueta por parte de Mark ¿Era su imaginación? Empezaron a hablar entre trago y trago, dejando que el alcohol les diera un poco más de confianza. Dejando que la distancia entre ambos empezara a desaparecer con la excusa de que no se escuchaban cuando hablaban, ninguno sabía dónde se encontraban en ese momento sus amigos, tampoco les importó. Solo dejaron que el ambiente los transportara a un lugar donde se conocían como dos personas normales.

-Entonces ¿Quieres hacer algo?-

-La verdad. Yo no quería venir aquí, ellos me arrastraron para que olvide a mi estúpido ex novio- Confesó Mark ¿Qué sentido tenía ocultarlo?

-Si quieres te puedo acompañar hasta tu casa-

-Eso sería peligroso- Mark se acercó todo lo que su posición le permitía hacerlo, bajando el tono de su voz casi en un susurro en el odio de Jeno -Mis pensamientos no son los más puros en este momento-

Para la mala suerte de Jeno, antes de poder contestar un amigo del mayor apareció. Ya tenía la sospecha de que el chico era bastante sociable y amigable, tal vez por eso tampoco había notado los coqueteos por parte de Jeno. Suspiro con pesadez, en otro momento se dijo. Solo rogaba que no tuviera que esperar aún más.

Así terminó su noche, regresando a su casa solo con un mensaje de Jaemin pidiendo que lo cubra una vez más. Apagó su celular y se dejó caer a la cama, sonrió al recordar las últimas palabras de Mark "Nos vemos en la universidad" era como una promesa implícita.

Para Mark no fue muy diferente, regreso a su casa con un Donghyuck reprochandole que no había conseguido nada, que hubiera movido más su trasero en busca de algo o alguien para distraerse. Lo que no sabía su mejor amigo era que estaba decidido en intentar atraer a Jeno, si debía jugar sucio y provocarlo, lo haría. Pero el chico sexi terminaría si o si enredado entre sus sábanas ¿Quién era Taeyong? El ya no se acordaba ni de su rostro, ahora tenía en su mente a un joven de espalda ancha. Una espalda que gritaba ser arañada por el, un cuello y una mandíbula pulcra que rogaba ser contaminada con marcas y unos labios que susurraban en súplica ser besados. Mark no era nadie para impedirle a su menor que obtuviera lo que quisiera de él.

Solo otra noche más.

(Me quedo extra largo, y aún falta lo mejor ewe. Pronto subiré la segunda parte)

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