Quiero escuchar tu voz por las noches,

pero soy consciente de que lo debo evitar.

Eres peligro, bebé, las alarmas no dejan de sonar,

pero, ¿qué hago con esa boca tuya? No me deja pensar.

Tal vez debo quemarme con fuego, ¿te gustaría jugar?

Me dijeron que eres peligrosa,

me dijeron que me debo cuidar.

No, bebé, no me mires con esos ojos,

que esa mirada me hace temblar.

Así que ven conmigo esta noche y empecemos a jugar.

—Peligrosa, Four Chips.

Vanessa Martin.

La verdad es que no podía evitar pensar en lo que habíamos hablado hace unos días. Confieso que al principio estaba algo celosa, Mark tenía a alguien en la cual no podía parar de pensar, tanto así que escribía canciones sobre ella. Tener una musa para un artista era algo grande, el solo poder tener a esa persona frente a él podría ayudar al artista a escribir miles de letras o pintar su mejor cuadro, pero a veces podía llegar a ser obsesivo.

No es que me asustara la manera de ser de Mark, lo conocía lo suficientemente bien y sabría que por más que su cerebro estuviera concentrado en una sola persona jamás podría hacerle daño con tal de conseguir el objetivo de escribir una canción. Las discográficas eran exigentes, por lo que a veces meterían presión a sus productos que en este caso sería Four Chips. Por un momento me pregunté si en esos momentos Mark buscaría a su musa y le pediría que solo estuviera ahí para el poder escribir una canción.

Por más tonto que sonara me rendí por las noches y escuché cada álbum que Four Chips hubiese sacado, buscando algo, cualquier cosa que me ayudara identificar quien era la persona que ayudaba a Mark en sus exitosas canciones. Además, pude documentarme mejor y me enteré de que me mintió aquella noche. La canción que sonaba en la radio esa vez no era posible que hubiese sido escrita por Frankie, era todo Mark y, luego de haber escuchado todas las canciones con atención antes de irme a la cama me hicieron darme cuenta de que Mark dejaba sus huellas con cada letra que escribía. Mi mente solo escuchaba y gritaba Mark cuando comprendía que sus manos habían estado puestas en esa canción.

Pero lo más extraño del asunto era que por más que escuchara todas esas letras una y otra vez, me di cuenta mientras hacia un té en mi cocina por la noche, que la única persona que podría ser la musa de Mark Zugadi era yo. Pero eso me hacía tener otra pregunta, ¿Por qué yo? ¿O era solo cuestión de perspectiva y quería ser yo?

—Estás pensando tan fuerte que no me dejas estudiar—masculla Eve en el sofá, la verdad pensaba que estaba muy concentrada en sus libros pero al parecer estaba más atenta de mí. Me mira—. El té está listo desde hace diez minutos y tú solo puedes ver la horrible pared que esta frente a ti.

—Pensé que estabas estudiando.

—Te lo dije, tus pensamientos no dejan que me concentre. Ahora, cuéntale a tu hermana favorita lo que te pasa.

—Eres mi única hermana.

—Pero me amas y eso es lo importante—deja los libros de lado palmeando su derecha en el sofá para que me acerque.

Apago la estufa, nos sirvo dos tazas de té y luego me acerco, le extiendo una de las tazas pero ella niega.

»Hoy madrugaré así que lo último que quiero es calmar mis nervios. Tomaré café—se levanta del sofá y poco después ya se encuentra a mi lado con una humeante taza de café caliente—. Te escucho.

—¿Alguna vez has conocido a alguien muy cercano a Mark? ¿Alguien en la que él pueda confiar mucho?

Por más que Eve odiara el cantante, ella conocía cada detalle de la banda. Amaba su música y estaba no tan secretamente enamorada de Chris como media horda de fans de Four Chips.

—Ugh, es sobre Mark.

—Eve, solo responde.

Ella se queda en silencio pensativamente mientras analiza mi pregunta, después de unos segundos niega con la cabeza.

—El imbécil de Mark se conoce por ser el segundo miembro de la banda más discreto después de Chris. Todo se intensificó cuando pasó lo de Miranda La única relación seria que ha tenido de seguro ha sido con su mano y por supuesto, siempre es relacionado con sus compañeros de banda. Estoy segura de que solo confía en ellos, por supuesto, también sus padres, Jean Luca y odio decirlo pero tú también eres una parte fundamental en su vida.

—¿Cómo? Solo discutimos como perros y gatos.

—Hablan todo el tiempo, el único momento en el que Mark y tú se toman un descanso de sus incontables peleas es cuando él está de gira y sin embargo Mark busca cualquier excusa para escribirte. Le gusta hablar contigo. Así que podría contarte en su círculo cercano de amigos—Da un sorbo a su café y continúa—. También está Austin, el manager de la banda, todos le confían sus culos a ese hombre, por algo debe ser, ¿no?

¿Podría ser un hombre la musa de Mark? No era posible, sabía que Mark era completamente heterosexual y no lo veía escribiéndole una canción a un hombre sobre su sonrisa.

Siento que dejo de respirar cuando confirmo lo que he estado pensando en mis últimas noches. Era muy mala deduciendo cosas pero esto era tan obvio que era tonto que no me explotara en la cara tarde o temprano.

—¿Por qué no dejas de pensar en ese cabrón, Vanessa? —Eve se veía molesta, como siempre que tratábamos algún tema sobre Mark.

—Es solo que... Hay algo que me dijo hace unas noches y quería saber si mis deducciones eran buenas.

—Tus deducciones por lo general son siempre erróneas.

—Es cierto, pero creo que después de mucho tiempo he vuelto a acertar una.

Por la noche, fue muy difícil para mí conciliar el sueño. Por lo que hice el nuevo ritual que había iniciado unas noches atrás, pero esta vez fue diferente, si todas esas canciones eran para mí y sobre mí, ¿entonces por qué Mark actuaba de esa manera conmigo? No tenía sentido alguno.

Agh, ¿cómo un hombre podía ser tan complicado?

Sin poder evitarlo, tomo el teléfono en mi mesa de noche para después buscar el número del cantante, cuando logro conseguirlo abro un nuevo chat para proceder a escribir un nuevo mensaje.

¿Estas?

De inmediato su estado paso a estar en línea, poco después recibo una respuesta.

Oh, Vanessita, vaya sorpresa, por lo general soy yo el que necesita de tus servicios nocturnos.

Decido no picar el cebo que me tiende y escribo directamente.

¿Soy importante para ti, Mark?

No responde por unos largos minutos, pero la aplicación me indica que él ya ha visto el mensaje. Pasan dos, tres, cinco minutos hasta que responde.

¿Por qué esa pregunta, Vanessita?

Solo necesito que respondas, Mark.

No dice nada, espero diez minutos y no hay señales de él. Cuando el reloj marca las dos y quince mi teléfono vibra en una llamada entrante, descuelgo y coloco el celular en mi oreja.

—Eres muy importante para mí, por eso odio la idea que camines sola por las noches después del trabajo, me espanta la idea de que te pase algo, por eso tampoco quiero que mis fanáticas vayan en contra tuya, me enferma la idea que te sientas poca cosa o te hieran los comentarios como a mi alguna vez me lastimaron—hace una pausa para ver si respondo algo pero el nudo en mi garganta me lo hace imposible por lo que el continúa—. ¿No es suficiente para demostrar que eres importante para mí, Vanessa?

—Lo es—grazno un poco conmocionada por sus palabras.

—Ahora me gustaría saber por qué esa pregunta a estas horas de la noche—lo escucho reír al otro lado del teléfono—. Sé que es la hora feliz, pero debes estar en tu cama porque no escucho música ni griteríos, así que... ¿te estas tocando con mi voz?

—Dios, Mark, realmente sabes cómo hacer que alguien quiera golpearte.

Sin embargo, mi mano está a punto de deslizarse por debajo de mi ropa interior por todo lo que ocasiona escuchar su voz, pero él no debe saberlo.

Mark ríe pícaramente, se que pronto me saldrá con otro comentario y realmente no quiero perder la poca dignidad que me queda después de haberlo llamado esta noche.

—Si querías hablar conmigo para que tus escurridizos dedos se encontraran con ese dulce punto tuyo, solo debías decírmelo.

—Adiós, Mark.

—Espera...

Pero no le doy tiempo de decir nada más, apago el teléfono inmediatamente sabiendo que el llamaría de inmediato y vuelvo a dejarlo sobre la mesa de noche. Mis manos temblaban mientras miles de pensamientos sucios pasaban por mi mente, la voz de Mark hacia que tuviera escalofríos. Quería tocarme... peor, quería que él me tocara.

Y tenía miedo, porque este juego entre nosotros se estaba volviendo peligroso, pero hasta esa noche no sabía lo peligroso que se volvería.

Todo cambió por la mañana, cuando recibí la primera nota.

¡Volvemos con Mark!

Ya veo por que todos me preguntaban cuando iba a subir capitulo, desde el 20 de diciembre no actualizo :O Pero bueno, lo importante es que ya estamos de nuevo por aquí.

Primero, quería disculparme con todos por desaparecer así, pero ya todos saben mis razones.

Segundo, trataré hasta lo imposible de terminar esta historia lo mas rápido que pueda. Por lo que por ahora tendrán capítulos seguidos. No prometeré días, solo diré que serán seguidos, tal vez haya días en que suba más de un capitulo.

Tercero, de más esta decir gracias por esperar y darme la oportunidad al leer esta historia.

Vuelven las dedicaciones así que tomaré un usuario al azar entre los que comenten jijijiji

¿Qué esperan del siguiente capítulo? ¿De qué sera la nota? Déjenme sus opiniones y comentarios, los estaré leyendo