Capítulo 15.
Nadie sabe nada, esto es un secreto,
ni tú lo sabes mujer, pero yo te quiero.
—Sin título, Cuaderno de letras de Mark Zugadi.
Vanessa Martin.
Mantenerme bajo perfil había sido complicado, no pensaba que sería de tal manera. Además Mark no ayudaba a la causa. El mismo día en que había explotado todo el asunto Mark había enviado un auto a por mí, no quería que volviera a caminar mis veintiún cuadras yo sola. Benedict cada vez estaba siendo un peor jefe, salía muy tarde por la noche de la galería y al señor realmente no le importaba si yo llegaba a salvo a mi casa.
Las cosas con el asunto de Mark se fueron enfriando un poco a medida de que los días pasaban. Las noticias de Mark teniendo una novia fueron remplazadas por una actriz emergente que al parecer estaba envuelta en un escándalo luego de que se filtraran unas fotografías de ella en una fiesta sexual. No, no usaron las fotografías de Frank desnudo, estaba segura de que su agente no lo habría permitido.
Por otra parte, Mark si había dado declaraciones luego de que fuera acribillado de preguntas cuando fueron invitados a un programa de chismes canadiense.
—Ella es una chica maravillosa, así que dejen de enviarle esos mensajes feos que he estado leyendo—había dicho con su ceño fruncido—. No es que tenga que aclarar nada sobre mi vida privada, pero no me gusta como muchos la han estado atacando por aquellas fotos que salieron días atrás. No, no estamos saliendo, solo somos grandes amigos, no solo mía, sino de la banda y de mi familia. Y chicos, modulen sus palabras, no saben cómo pueden herir a una persona gracias a esos comentarios.
Todo se tranquilizó luego de aquello. Mark tenía razón, había fans tan tiernas que nos deseaban el mayor de los éxitos y que adoraban ver a su ídolo feliz, pero había otros que solo lanzaban veneno. Debo admitir que uno que otro comentario me había hecho ponerme de pie frente a un espejo y replantearme si lo que estaban diciendo era verdad. Una noche Eve me vio derramando lágrimas como una tonta luego de que un comentario dijera que parecía excremento de perro. También estaba en mis días, mis lágrimas se las atribuí a aquello, porque ese era el insulto más lamentable que había leído en mi vida.
¿Excremento de perro? Tu madre. Quise responderle al tipo, pero gracias a Dios me controlé y traté de seguir las reglas que Chris me había explicado.
De un día para otro, los paparazzis que esperaban que saliera de la galería desaparecieron por lo que me sentía más tranquila a la hora de cerrar el lugar. Benedict no se inmutó cuando vio al montón de gente con cámaras, por primera vez veía su semblante feliz, porque de fondo siempre relucía el nombre de la galería. Sin embargo, aunque le llevé un poco de publicidad gratis, el hombre empeoró mi trabajo y por esa razón salía aún más tarde del lugar. Nunca preguntó porqué el alboroto hacia mí, lo agradecía.
Finalmente, dejando la galería a mis espaldas me dirijo al auto que está frente a mi trabajo y que sabía que me estaba esperando. La diferencia era que está vez no estaba el chófer que Mark había contratado para mí, sino que el mismo Mark estaba detrás del volante con una sonrisa.
—¿Vas a subir? Ya se está enfriando el auto.
Sin decir una palabra tomo mi lugar en el asiento de del copiloto y en silencio Mark empieza a conducir. Solo que ese silencio no dura demasiado tiempo porque decido romperlo.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Acabamos de cerrar un concierto privado en mi casa—Al ver que no respondo y que solo lo observo me sigue explicando—. Tyler me pidió un favor. Su novia, Elizabeth ¿La recuerdas? quería conocer al resto de la banda y además Tyler llevó otros amigos que son fans.
—La recuerdo, es la chica castaña de la fiesta, tu fan número uno.
—Creo que podría ser mi fan número dos. Había un chico ehh ¿Louis?, el chico estaba que se orinaba de la emoción—ríe un poco—. Lo disfruté un montón, hasta uno de ellos se animó a cantar con nosotros y debo decirte que lo hacía de maravilla.
—Me alegra que lo hayas pasado genial pero eso no responde a mi pregunta, Mark.
Mark se queda en silencio y mira fijo el camino. Cierra y abre su boca varias veces queriendo responder pero nada sale, solo un sonido ahogado que forma al interrumpirse.
—Hicimos un trato—dice finalmente.
—Un trato que lo complicó todo, ¿recuerdas? Es más, no sabemos si los paparazzis te siguieron está noche—miro hacia la parte trasera, esperando ver alguna furgoneta pero el camino estaba vacío.
—Tuve mucho cuidado esta vez, lo prometo—hace una pausa y luego hace una pregunta—. ¿Te siguen molestando?
—No, solo uno que otro comentario en mis redes, tuve que ponerlas privadas.
—Lo sé, lo vi.
—Tienes algunos fans un tanto agresivos.
—Odie ver cómo te atacaron—masculla con pesar—. Por eso estaba tan molesto aquella mañana. Sabía que lo que venía no iba a ser bueno.
Las arrugas en su frente lo hacen ver tierno, él solo estaba preocupado por la reacción de la gente al ver aquellas fotos.
—Al menos ya la atención se desvió.
—Sí y ahora sé que debo ser más cuidadoso si estoy contigo.
Nuevamente en silencio, Mark manejó hasta llegar al frente de mi edificio y estacionar. Sin bajarme del auto, nos quedamos en un silencio sepulcral, Mark sonríe.
—¿Qué?
—La canción que escribí la otra noche... Hoy la presenté, a todos les gustó.
—Es genial, cuando tú madre sepa que la escribiste para ella se pondrá a llorar—Margarite Zugadi era una sentimental, y su hijo siempre iba a ser su bebé, estaría feliz de agregar otra canción de su hijo a la lista de las que él había escrito para ella.
—Realmente no escribí esa canción para ella.
Me sorprendo y miró a Mark curiosa, él por su parte seca nervioso las palmas de sus manos en su pantalón.
—Entonces, ¿Para quién es? Oh, Mark está enamorado—me burlo forzosamente, no quería que él supiera que me provocaba un poco de malestar que la canción estaba dirigida a alguien más.
—La escribí para mi musa.
—¿Tienes una musa?
—La tengo, es increíble todo lo que puedo llegar a escribir con tan solo mirarla a los ojos—Mantiene su mirada fija en mí, provocando que me sonroje un poco.
Tenía aún más curiosidad, ¿Quién era su musa?
—¿Puedo saber quién es?
Mark solo sonríe negando con su cabeza.
—Es un secreto.
¿Recuerdan aquel capítulo de ATPPM en la que Bart cantó y Louis estaba super emocionado por ver a Four Chips? Esto ocurrió después de eso :)
Espero que les haya gustado el capítulo ❤ Este va para Ale :)
Nos leemos el próximo domingo :)
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