Los días pasaban y los sentimientos que tenía Jeongin por Chan crecían tanto que Jeongin ya no sabía cómo controlarlos.

Estaba en clase de inglés, pero a Jeongin le dieron ganas de ir al baño, por lo que pidió permiso para poder ir. Jeongin iba camino al baño sin muchos ánimos, cuando llegó abrió la puerta con cuidado y sin hacer mucho ruido, de esta forma logró presenciar esa escena que probablemente no iba a salir de su cabeza por un largo tiempo.

Un chico de estatura alta agarraba a otro chico, un poco más bajo, de las mejillas y lo miraba como si fuera la octava maravilla.

A Jeongin le pareció una bonita imagen, sin embargo, aquello se tornó más intenso, hasta el punto de que ambos parecían que se querían comer hasta el alma.

—Dios, disculpa —expresó Jeongin, intentando ya no observarlos en lo que cerraba la puerta del baño.

El par de chicos se separó con rapidez, empezando a acomodarse sus uniformes con sus mejillas coloradas.

—Por favor, no digas nada —pidió uno de los chicos—. Si se enteran nosotros...

—Lo sé, Hwang.

—¿Cómo sabes mi apellido?

De alguna forma Jeongin se sintió algo... atrapado.

—Soy el presidente estudiantil; así que, sé los nombres de la mayoría de los estudiantes, al menos de los que consigo recordar.

—Oh, ya veo —susurró—. Supongo que estamos en problemas, ¿no?

—Mmm... Podría ir a dirección y darles el reporte de que Hwang Hyunjin y Lee Félix se estaban besando en los baños de la institución, cuando está rotundamente prohibido realizar ese tipo de actos.

—¿Lo harás? —con temor preguntó el chico, cuyo nombre era Félix.

—No, no lo haré. No me gusta la idea de meter a alguien en problemas y además, no soy un chismoso.

Ambos chicos suspirando con alivio.

—Solo les pido que tengan cuidado, cualquier persona pudo haber entrado, verlos y reportarlos. Si los llegan a atrapar serán suspendidos una semana o incluso más.

—Sí, desde ahora tendremos más cuidado, ¿verdad, Hyunjin? —dijo Félix, dando un golpe en el abdomen de Hyunjin.

—Sí, sí. Seremos cuidadosos, lo prometemos.

—De acuerdo.

—Muchas gracias, en serio —dijo Hyunjin.

—No es nada.

—¿Cómo te llamas? —le preguntó Félix con interés.

—Yang Jeongin.

—Jeongin... Eres una muy buena persona.

—Uhm, gracias...

—Bueno, nos vamos. De nuevo gracias, hasta luego.

—Okey. Solo salgan sin agarrarse de las manos, por ahí andaba el profesor de ciencias.

—Está bien, nos vemos.

Ambos chicos salieron del baño sin agarrarse de las manos, así como Jeongin sugirió.

Luego Jeongin se quedó en el baño solo y en silencio, se adentró a unos de los cubículos del baño para realizar sus necesidades biológicas. Cuando salió se dirigió al lavabo y abrió una de las llaves para lavar sus manos.

Después se miró en el espejo y pensó en lo que presenció minutos atrás. Se preguntaba si algún día daría su primer beso, si algún día alguien lo abrazaría y miraría como Hyunjin lo hacía con Félix. Se preguntaba si algún día alguien lo amaría.

Sacudió un poco su cabeza, convenciéndose de que debía dejar de pensar tanto en eso. Entonces Jeongin salió del baño y a pasos rápidos regresó a su salón de clases.