—Últimamente te desapareces en los recreos que es difícil encontrarte.

Aquella voz detrás de su espalda hizo que diera un brinco, debido a la sorpresa. Jeongin se encontraba limpiando el pizarrón, dejó las cosas en su sitio y se giró para encontrarse con Seungmin, quien portaba una inmensa sonrisa en su cara.

—Oh... Hola, Seungmin.

—No te asusté, ¿o sí?

—Un tantito, pero está todo bien.

—Okis —dijo con una sonrisa—. Tengo que contarte algo muy importante que me ocurrió.

—¿A mí? —soltó con un poco de sorpresa, puesto que sus compañeros de clases solo lo buscaban para pregúntale sobre algún asunto respecto a las clases o cuando querían algo de él.

—Sí, a ti. Eres al único que le conté sobre eso y quiero contarte lo último que me ha pasado.

—¿Sobre eso?

—Sí, eso, ya sabes.

—Ah, okey.

—Ven, vamos al fondo del salón.

Seungmin tomó la mano de Jeongin y lo llevó hacia las bancas desocupadas al fondo del salón. Jeongin realmente no entendía de qué hablaba Seungmin, pero igual se dejó llevar.

Estaban en el recreo y solamente pocos alumnos se encontraba en el salón. Seungmin y Jeongin eran parte de ese grupo.

—Bien —susurró Seungmin cuando ya tomaron asiento.

—¿Qué querías contarme? —preguntó en un susurro al igual que Seungmin.

—¿Te acuerdas del chico que te comenté hace varios días? Ese chico bonito y musculoso que me dijiste que se llama Changbin.

—Uhm, sí, sí me acuerdo.

—Bueno, pude hablar con él —contó con un sonrisa, intentando contener el grito que quería salir de su boca.

—Wow, eso es genial. ¿Cuándo o cómo fue que sucedió?

—Hace unos días cuando salí tarde de limpiar el aula e iba hacia los casilleros me lo tope. Estaba lloviendo fuertemente y no llevaba conmigo un paraguas, pero él sí cargaba uno. Entonces me preguntó hacia donde me dirigía y le dije que iba a la estación de buses, resulta que él también iba en esa dirección; así que, me ofreció compartirlo.

—Eso fue muy lindo.

—Sí, pero ahí no acaba todo.

—¿No?

—No, no acaba, porque resulta que vive cerca de mi zona. Cuando nos bajamos del bus me llevó hasta mi casa y conversamos en lo que duró el camino. Fue tan lindo conmigo —susurró, suspirando de amor—. También me dijo que nos podíamos ir y regresar juntos todos los días; así que, hemos hecho eso desde entonces.

Jeongin no pudo evitar sonreír con sinceridad, aquello que le contaba Seungmin parecía de películas, parecía una de esas escenas románticas de los relatos que le contaba su mamá.

—Me alegra mucho que te haya pasado eso.

—Sí —sonrió—, y también ayer él...

Seungmin agachó su cabeza y bajó más el tono de su voz. Jeongin lo imitó.

—Ayer él me besó —susurró con una sonrisa.

Jeongin abrió sus ojos de la sorpresa.

—¿En serio? Wow...

—Sí, me gustó mucho... Y me pidió tener un cita el sábado.

—Omg, de verdad me alegro por ti.

—Gracias, quería contártelo porque tú me dijiste su nombre, aparte no tengo ningún otro amigo a quien acudir. Eres mi único amigo.

Amigo. Era la primera vez que alguien se refería a él de esa forma. Jeongin se sintió feliz por eso.

—Cuando necesites de mi ayuda solamente búscame, estaré para ti.

—Eres un masita de amor, Jeongin. Mereces el cielo y más.

Jeongin sonrió suavemente sin emitir palabra.

Unos minutos después, Seungmin se perdió en su nube de ilusión, pensando en Changbin, mientras que Jeongin se mantuvo en silencio.

Entonces con algo de melancolía, Jeongin se preguntaba cuándo daría su primer beso. ¿Sería agradable? ¿Sería con la persona que le gustase? Jeongin se preguntaba si algún día tendría la oportunidad de besar a Chan, aunque sentía que eso era poco probable.