"Un Lirio con espinas".
-un paseo?.
Miro curiosa a su prometido dejando de lado los documentos que debía de firmar, hace una semana habían dado el Sí para la audiencia de renovación de la administración de la riqueza de la casa Eiden y Juliette debía de estudiar muy bien los territorios, la cantidad de dinero, la distribución, el uso de dinero que cada consejero Eiden hacía, debía de tener todo bajo control para saber cómo sería la nueva renovación.
-sí, jeanette quiere comprarle algo a la princesa, esta en verdad emocionada.
Comento el albino sonriendo a su bello lirio, desde que comenzó con su deber como archiduquesa no tenía descanso. Salía por las mañanas de la mansión y se iba al palacio para luego volver a altas horas de la noche. Rara vez pasaba tiempo con su hermana menor, kiel tenía la oportunidad de ir a veces con su padre al palacio para resolver algunos asuntos y visitar a Juliette.
La rubia se quedó pensativa y luego miro hacia afuera, vio a la princesa athanasia pasear por los jardines con Lucas.
Las dos rubias ni siquiera se cruzaron en esas semanas que Juliette iba al palacio, en las tardes el emperador iba a tomar el té con ella mientras que en las mañanas tomaba el té con athanasia.
-...bien, pero no le digas a zenit quiero darle una sorpresa, lo más seguro es que este algo decaída por no poder verme.
Kiel le sonrio alegre y se acerco a ella, estiró su mano haciéndola parar y luego toco su mejilla con suavidad.
-no cargues tanto peso a tus hombros, sé que ahora tienes un cargo importante pero debes de preocuparte por tu salud, Lium -la miro preocupado haciéndola reír.
-no te preocupes kiel, estoy bien, soy una bruja fuerte -le guiño un ojo haciéndolo reír.
Los dos se miraron por unos momentos para luego el oji ámbar acercarse poco a poco a sus labios.
Los dos cerraron sus ojos al momento en que sus labios se juntaron, él con su otra mano la abrazó por la cintura y ella posó sus manos en su cuello. Era un beso tierno y suave.
No era el primer beso que se daban ni tampoco iba a ser el último.
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-hn, el perro Junior es un atrevido.
Athanasia miro curiosa a Lucas, luego miro hacia donde estaba mirando y se sonrojo a tope. En uno de los ventanales del palacio garnet se podía ver a Juliette y Kiel besarse con amor y suavidad.
-"en verdad hacen una hermosa pareja, se nota que kiel la ama...me gustaría poder charlar con Juliette pero ella siempre me mira con frialdad, como si no quisiera tenerme cerca".
Vio con anhelo a la pareja separarse y mirarse con un pequeño sonrojo, el albino le sonrio divertido y luego beso su frente mientras ella cerraba sus ojos a gusto con sus besos.
Ella jamás conoció el amor en su vida pasada, sería posible que en esta vida pudiera conocer el amor?.
El mago sonrio divertido ante la escena de Juliette y Kiel, aunque luego se quedó pensativo.
-cuando la salvadora del imperio nazca, tal como en el pasado habrá alguien que ayudara a la salvadora a completar su labor, pero esa persona debe de tener cuidado porque si no controla sus emociones su poder se saldrá de control y se autodestruira a si misma.
Se puso serio al recordar las palabras de su maestro, ese mago de la torre siempre escribía profecías confusas pero esa última profecía Lucas la entendió a la perfección.
Pero quién era la clave para mantener controlada las emociones de Juliette?, su prometido a pesar de ser importante para ella no era una clave esencial para la rubia, tenía que ser alguien sumamente importante para poder controlar las emociones de la archiduquesa.
-"la quimera...bruja debes de tener cuidado".
Estrecho sus ojos mirando fijamente a la rubia mayor, parece que iba a tener que proteger a otra rubia de la familia Real.
Jeanette y Kiel estaban tomando el té en un restaurante, en otra mesa estaban Athanasia y Lucas, la primera estaba ocultando su rostro para no ser reconocida.
-sera mejor irnos, aún hay muchos lugares que debes de visitar -recordo el albino ayudando a su prima a levantarse.
-sí!, quiero ir a ver unos nuevos lazos.
Los dos se fueron ante la vista de los otros dos, Lucas bufo y la rubia lo miro con una gotita. Ellos dos no se habían cruzado pero al azabache jamás le gustó Kiel, desde que lo vio de pequeño el azabache era hostil hacia el albino.
En el camino el oji ámbar vio unos lirios cristalizados y se acercó a la tienda sin darse cuenta que su prima siguió su camino.
Cuando jeanette se dio cuenta que estaba sola miro a su alrededor.
-kiel? -ni siquiera se dio cuenta que tras ella estaba un azabache que la miraba con neutralidad.
-parece que la señorita está indecisa.
Se exaltó al escuchar su voz y lo miro curiosa.
-"ni siquiera lo sentí llegar, pero...esta bien decirle?, después de todo es un desconocido" -apreto la caja en sus manos con timidez y se sonrojo -es un regalo para mi hermanita, hemos estado separadas por un tiempo.
Contó alegre ante la sonrisa divertida del azabache.
-si su hermana tiene ojos zafiro como usted, le recomiendo que elija este hermoso zafiro -le sonrio amable mirando la joya en el pequeño broche azul.
La peli marrón se exaltó al pensar que había dejado a la vista sus verdaderos ojos pero luego miro en broche y parpadeo para luego sonreír con suavidad al pensar que sería un regalo significativo para la princesa.
-no lo había pensado, gracias -le sonrio alegre mirando al broche, el lord le devolvió la sonrisa y acercó su mano para tocar la joya.
-un zafiro tan delicado como este, debe de ser regalado para alguien especial -sus ojos obtuvieron un brillo oscuro.
-jeanette.
Nuevamente esa voz fría y autoritaria sorprendió a la menor que miro hacia la puerta de la tienda, allí estaba su hermana con un vestido parecido al suyo pero de color bordo y su cabello estaba recogido de igual manera.
Sonrio alegre al notar que iban vestidas de igual manera, desde niñas a ella le encantaba que estuvieran vestidas de igual manera.
-hermana! -la saludo alegré, la rubia le sonrio com suavidad y se acerco a ellos.
-ve y compra tu regalo jeanette, debemos de seguir el recorrido -agarro el broche y lo dejo en las manos de su hermana menor mientras apoyo su mano en su espalda para que siguiera lo que le ordenó.
-eh?, vendrás con nosotros a visitar las demás tiendas?, pensé que aún tenías trabajo.
-a veces es bueno tomarse un descanso, ve te esperaré aquí -le sonrio con suavidad haciéndola sonrojar.
La peli marrón se fue a comprar su regalo y el rostro de la rubia se volvió serio, miro de reojo al azabache que la miraba con una sonrisa divertida.
-gracias por ayudar a mi hermana con su regalo -le sonrio amable haciendo reír al lord.
-...es un gusto conocerla archiduquesa Eiden -hizo una leve reverencia ante la molestia de la rubia.
Ese hombre no le agradaba para nada, cuando estaba hablando con su hermana vio la burla y diversión en sus ojos, ahora que ella se acercó a él pudo ver un brillo de interés y diversión.
-...también es un gusto conocerlo -cerro sus ojos sonriendo suavemente pero al abrirlos estos tuvieron un leve brillo zafiro igual que los ojos del azabache.
El silencio reinó entre los dos y ella estrechó sus ojos por leves segundos al tener una extraña visión.
-tenga cuidado con lo que hace lord.
Su voz sonó fría y oscura sorprendiendo al azabache, la rubia le volvió a sonreír amable y se fue hacia donde estaba su hermana.
El hombre las vio irse tomadas de la mano y luego sonrio de lado.
-"eres tan parecida a mi, será divertido estar cerca de ustedes".
Por más que intente negarlo el orgullo florecía en él cuando se enteró que la hija adoptiva de la condesa no solo era la futura esposa del heredero de los Alfierce sino que fue nombrada Archiduquesa Eiden, era pupila del Archiduque Eiden y ocupaba su lugar en la ciudad imperial. Además de que sus logros en Arlanta no tardaron en llegar a la ciudad y todos se enteraron que la famosa Archiduquesa era la capitana del escuadrón Pioner.
Esa niña era heredera de 3 títulos poderosos, era heredera de las 3 casas más importantes en el imperio. Era la capitana del escuadrón más poderoso en Arlanta. Su hija era poderosa.
Su hija...su verdadera hija era digna de su orgullo.
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