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Regalo de una princesa (+18)

Mario, caballero insigne de la corte de Star Road, se encontraba haciendo guardia afuera de la habitación de la princesa del reino mientras ella se cambiaba para empezar el día. Iba vestido con su armadura de caballero, llevando una espada ceñida a la cintura. Desde hace 10 años, cuando apenas era un niño de 10 años, se le asignó la tarea de ser el guardia personal de la princesa. Desde ese entonces se había encargado de escoltarla a todos lados, consciente de la gran tarea que tenía en sus manos.

Ellos habían sido amigos desde niños, pues los papás de Mario eran los protectores personales del rey y la reina, padres de la princesa. Mario era un buen guerrero, mas no era el mejor de Star Road, por lo que se sorprendió cuando los reyes le encomendaron esta tarea, diciendo que era por su nobleza y buen corazón. Desgraciadamente, su trabajo había hecho que no pudiera disfrutar tantos ratos libres con su amiga, a quien únicamente se refería como "mi lady".

A los pocos minutos, la puerta de la habitación se abrió y la princesa salió al exterior. Ella iba vestida con un elegante vestido celeste de manga corta, una tiara plateada sobre su frente y su pelo rubio claro arreglado con una diadema con trozos de estrella incrustados. Mario hizo una reverencia al verla, consiguiendo que pusiera una cara de disgusto.

Mario : Buenos días, mi lady.

???? : Buenos días Mario, y ya te he dicho lo mucho que odio que me llames así. Sabes mi nombre.

Mario : Lo se, pero no sería digno de un caballero referirse a la princesa con su nombre de pila.

???? : Me importa un comino lo que sea digno para un caballero o no, en estos momentos estoy hablando con mi amigo, ese niño tontito que me ayudaba a escaparme del castillo para ver las noches estrelladas recostados en la grama.

Mario : Esos tiempos ya pasaron princesa, hemos crecido.

???? : No, tu has cambiado Mario. Y no volvere a responderte hasta que me llames Rosalina.

La princesa comenzó a caminar, dejando a su caballero detrás, quien suspiró y comenzó a seguirla. Rosalina estaba frustrada por lo mucho que había cambiado Mario desde que se hizo su guardia personal, volviendose serio y formal, dejando de lado la bonita amistad que solían tener.

Mario, por su parte, sabía lo mucho que a Rosalina le molestaba que la tratara de manera tan formal, pero él estaba dispuesto a cumplir el código de los caballeros hasta el final. Y es que con el tiempo, Rosalina había dejado de ser una niña y se había convertido en una hermosa mujer, acaparando las miradas a donde quiera que fuera. Por ello, la labor de Mario no sólo era defenderla del peligro, sino también de quienes la miraban con lujuria y malos deseos, todo mientras ocultaba el hecho de que después de tanto tiempo juntos se había enamorado de ella.

Ambos caminaron hasta la sala del trono, donde Rosalina se presentó a sus padres y comenzó la jornada típica del día. Mario se quedó parado a la par de ella, y la escoltó hasta los lugares donde debía conocer a los príncipes interesados en su mano, pues ya a sus 20 años de edad, sus papás esperaban que se comprometiera rápidamente con alguien. Ya al final del día, ambos iban caminando de regreso a la habitación de la princesa.

Mario : Hoy fue un día muy productivo ¿eh?

Rosalina no le respondió.

Mario : Em, creo que conoció a muy buenos príncipes el día de hoy. Unos muy amables, como Erick por ejemplo, em ... no creo que vaya a encontrar a alguien como él tan fácilmente.

Nuevamente, silencio de parte de Rosalina.

Mario : Mi lady ¿puedo saber porque aún no ha elegido pretendiente? La lista se acaba y...

Rosalina abrió la puerta de su habitación y volteó rápidamente para ver a Mario.

Rosalina (molesta) : Yo ya elegí pretendiente, pero creo que "él" es demasiado estúpido para darse cuenta.

Ella cerró la puerta de un fuerte golpe, dandole a Mario en la cara con la misma. Él se sostuvo la nariz y se tambaleó, cayendo sentado fuera de la habitación.

Mario (pensando) : '¿Ya eligió? ... vaya, la princesa esta realmente llena de sorpresas.'

Mario se incorporó y estaba a punto de irse a su habitación cuando vio a la princesa salir de la suya llevando una toalla blanca en sus brazos.

Rosalina (sin verlo) : Quiero darme un baño, sigueme.

Mario asintió y comenzó a caminar detrás de ella, quien fue relajandose por el camino.

Rosalina (calmada) : Y dime Mario ¿donde esta tu toalla?

Mario : ¿Disculpe?

Rosalina : Estos días han sido demasiado estresantes para ambos, y creo que merecemos un buen descanso. Y si no quieres por las buenas, entonces es una orden que te relajes conmigo.

Mario (sonrie levemente) : Claro, iré por mi toalla, mi lady.

Mario dejó a Rosalina en la entrada de los baños y se dirigió a su cuarto, regresando con su toalla.

Mario : Un buen baño siempre cae bien.

Rosalina (sonriendo) : ¿Ves? Nadie va a despedirte o a matarte si te relajas. Y a mí no me molesta.

Ambos entraron, tras lo que Mario comenzó a caminar hacia el baño de hombres, pero Rosalina lo sostuvo del hombro.

Rosalina : ¿A donde crees que vas?

Mario : Em, a los baños de hombres mi lady.

Rosalina : Claro que no. Eres mi escolta y por lo tanto entrarás conmigo.

Mario : ¿¡Que!? Pe ... pepepe ... pero no puedo ir a la sección de la realeza.

Rosalina : Te doy mi permiso, así que ven.

Ambos comenzaron a caminar hacia los baños reservados para la realeza, y al entrar se toparon con una enorme piscina circular llena de agua caliente, la cual humeaba bastante.

Mario (sonrojado) : ¡No, no, no! Esto esta mal, un simple caballero no debe estar aquí.

Rosalina (le da un toallazo) : Deja de quejarte y cambiate, es una orden.

Rosalina se metió al vestidor de mujeres y Mario se desvistió en el mismo lugar donde estaba, cubriendose con la toalla. Se acercó a la orilla de la piscina y metió sus pies, acostumbrandose a la temperatura del agua. De repente, vio a Rosalina salir del vestidor cubierta solo por su toalla, por lo que se sonrojó bastante y desvió la mirada. Rosalina se sentó a la par de él y le dio un ligero topesito con su hombro.

Rosalina : Vamos Mario ¿porque tan tenso?

Mario (totalmente rojo) : ¡Porque usted no lleva una vestimenta adecuada! No es propio de...

Rosalina (tono de burla) : Un caballero verme en toalla y bla, bla, bla. Eso sería cierto si no estuviera de acuerdo con ello, pero ... yo en verdad quiero estar aquí contigo ... y solo contigo.

Rosalina tomó un poco de agua en sus manos y se la lanzó a Mario al pecho, quien se tambaleó y se fue de lado. Rápidamente volvio a sentarse, fingiendo que no había pasado nada.

Rosalina (tono dulce) : Yo ... decidí traerte aquí para que nos relajaramos, a manera de ... agradecimiento por todo lo que has hecho por mí. Me has cuidado desde que eramos niños, y ... realmente te estoy agradecida (se sonroja) así que, solo por este momento, por favor ... olvida que soy una princesa y dejame ayudarte ... por favor.

Rosalina se acercó a Mario y lo abrazó, provocando que él se sonrojara.

Rosalina (tono dulce) : ¿Puedes meterte al agua ... por favor?

Mario (nervioso) : Yo ... yo no ... no creo poder, mi lady. Usted es una doncella y ... y merece respeto.

Rosalina besó suavemente el hombro de Mario, causando que su corazón se acelerara y que un escalofrío recorriera su cuerpo.

Rosalina : ¿Nunca te has preguntado porque te elegí como mi escolta? O ¿porque sigo tolerando tu molesta actitud seria en vez de conseguirme otro escolta más amable, y tal vez hasta mejor guerrero?

Mario : Yo ... yo no ... no lo se.

Rosalina : Porque me gusta estar contigo Mario, y si alguien va a seguirme a todos lados ... quiero que seas tu.

Mario : ¿Po ... porque?

Rosalina : Porque te amo Mario, por eso.

Él volteo a verla, topandose con el rostro ruborizado de la princesa, quien tenía sus labios apoyados en su hombro. Sus ojos estaban brillando de manera especial, y su suave aliento acariciaba su hombro desnudo mientras sus ojos pedían un beso a gritos.

Mario (nervioso) : ¿E ... es ... verdad eso ... mi lady?

Rosalina : Sí, y no me salgas con una estupidez sobre reglas de caballeros y princesas porque juro que te boto al agua.

Mario (sonrie levemente) : Claro que no. Yo ... yo también te amo ... mi ... Rosalina.

Rosalina (sonrie) : Entonces acepta mi regalo ... el regalo de tu princesa ... el regalo de tu pareja.

Ella comenzó a acercarse a él lentamente, por lo que Mario cerró los ojos y se quedó donde estaba, recibiendo el dulce beso de su doncella. Este fue corto pero tierno, y al cabo de unos segundos Rosalina se separó de Mario.

Rosalina (baja la vista) : Ese fue mi primer beso ... espero que ... te haya gustado.

Mario : Si soy honesto ... también fue mi primer beso, y la verdad ... no pudo ser mejor.

Rosalina : Gracias. Ahora ... metete al agua por favor ... mi agradecimiento aún no ha terminado.

Mario : Pues entonces ... voltea por favor. Una doncella no debe ver esto.

Rosalina volteo a ver a otro lado mientras Mario se quitaba la toalla, tras lo que se metió a la piscina. Una vez que ella lo escuchó entrar, se quitó también la toalla y entró junto a él, colocandose en su espalda. Ella comenzó a acariciar su espalda con sus finas manos, sonrojandose al hacerlo.

Mario : Ahhhh, Rosalina, no tienes que hacer esto.

Rosalina : Tienes razón, no tengo que hacerlo pero quiero hacerlo.

Mario : No puedo dejar que tus finas manos toquen mi cuerpo.

Rosalina (besa el cuello de Mario) : Tranquilizate, por favor. No soy ... tan inocente como crees. Puede que aún sea virgen y que jamás haya tenido una relación con alguien más pero ... se algunas cosas. Y quiero hacer esto contigo, así que a menos que esto te incomode, lo seguiré haciendo.

Mario se quedó callado, dejando que Rosalina siguiera sobando su firme espalda y sus hombros, besando suavemente su cuello de vez en cuando. De repente dejó de hacerlo, tras lo que lo llamó.

Rosalina : Bien ... ahora es tu turno.

Mario volteo, encontrando a Rosalina recostada sobre la orilla de la piscina, de espaldas. Mario se volvió a sonrojar, y caminó lentamente hacia ella, colocando sus manos en su espalda y comenzando a acariciarla.

Mario : Tu piel ... es tan suave, y tu espalda es muy delicada. Ddd ... dime ¿lo ... estoy haciendo bien?

Rosalina : Mmmmm ... sí, lo haces bien. Sigue ... por favor.

Mario : En verdad te amo Rosalina, pero ... no puedo evitar sentirme mal al hacer esto. Siento que ... me estoy aprovechando de ti.

Rosalina volteo rápidamente, evitando que Mario reaccionara antes de que lo abrazara. Él se sonrojó al sentir el cuerpo desnudo de su doncella tocando el de él. Rosalina comenzó a susurrarle en el oído de manera dulce y tierna.

Rosalina : No pienses eso Mario. Te amo, y es por eso que ... quiero darte esto, quiero ... que me pierdas el miedo. Yo soy la que siente que se aprovecha de ti, y debes saber que ... no hay nada de malo en hacer esto.

Rosalina comenzó a separarse de Mario, tapando sus pechos con sus manos, tras lo que se recostó de frente en la orilla de la piscina.

Rosalina (sonrojada) : Este lado mío es solo para ti ... Mario.

Ella comenzó a bajar sus manos lentamente, revelando sus encantadores pechos a los ojos de su escolta, quien se quedó paralizado y tragó saliva.

Rosalina : Tranquilo ... yo me he dado cuenta de que a medida que fui creciendo, tu me veías de forma distinta.

Mario (cierra los ojos) : ¡Lo siento! Estuvo mal hacerlo, yo siempre he velado por alejarla de los que la ven con lujuria y yo fui uno de ellos, por favor perdo...

Mario no terminó de hablar, pues Rosalina tomó una de sus manos y la colocó ensima de uno de sus pechos. Estos eran bastante suaves, y Mario comenzó a abrir los ojos.

Rosalina : ¿Sientes eso Mario, sientes como mi corazón late con fuerza? No eres el único nervioso, yo también lo estoy porque ... no se si mi cuerpo te gustara tanto como el de otras doncellas.

Mario : Yo ... yo solo tengo ojos para ti, Rosalina.

Rosalina (sonrie) : Entonces adelante ... tocame ... besame ... haz lo que quieras. Soy tuya en estos momentos.

Mario tragó saliva y levantó su otra mano, colocandola sobre el otro pecho de Rosalina, tras lo que comenzó a masajearlos.

Rosalina (adolorida) : ¡Arghhhhhh!

Mario (la suelta) : ¡Lo siento, en verdad lo siento! Yo ... no se como hacer esto.

Rosalina (sonriendo) : Hazlo suavemente y con delicadeza ... recuerda que me estas tocando. No te pongas nervioso.

Ella volvió a tomar las manos de Mario y las colocó sobre sus pechos.

Rosalina (tono dulce) : Acercate un poco más si quieres.

Mario avanzó un poco y comenzó a masajear suavemente los pechos de su princesa, moviendo lentamente sus manos sobre los mismos, disfrutando de su suavidad. Rosalina posó sus manos sobre los hombros de Mario y comenzó a gemir.

Mario : Rosalina ¿que son esos sonidos raros que haces? ... me ... me gustan.

Rosalina (gimiendo) : ¡Ahhhh! Esos sonidos ... son gemidos, y significan que ... me estas haciendo sentir bien ¡ahhhhh! Y estoy disfrutando mucho lo que haces.

Mario : ¿Entonces te gusta?

Rosalina : Si ¡ahhhh!

Mario : Entonces ... haré que gimas mucho y muy fuerte, porque quiero hacerte sentir bien.

Rosalina : Mario ... ¡ahhhhh!

Mario continuo masajeando suavemente los pechos de Rosalina mientras los veía fijamente, encantado con ellos.

Rosalina : Di ... dime Mario ¿que tal se siente, te gusta? ¡Ahhhhh!

Mario : Tus pechos son muy suaves y grandes ... me gusta como se sienten entre mis manos. Y aunque no fuera así, igual me gustaría, porque estoy tocando tu hermoso cuerpo, mi doncella.

Rosalina : ¡Ahhhh, ahhhh! Que bien que te guste mi regalo ¡ahhhh, ahhhhh! Mario ... te amo ...

Mario se acercó y le robó un suave beso a Rosalina, tras lo que se separó de ella.

Mario : Yo igual te amo (pensando) 'su cuerpo se siente muy caliente, más de lo que debería estar por el agua. Su piel es tan suave ... quiero ... besarla mucho.' (hablando) Mi lady ... quisiera ... besar tu cuerpo.

Rosalina : Adelante, hazlo.

Mario se agachó un poco y comenzó a besar el cuello de Rosalina, y procedió a bajar poco a poco por su cuerpo, hasta llegar a sus pechos. Primero los comenzó a besar suavemente, asegurandose de acariciarlos con sus labios, llevandose la mayor cantidad de gemidos posibles de parte de Rosalina. Luego procedió a besar sus pezones, tras lo que comenzó a chupar uno de sus pechos. Rosalina chilló de placer, y posó su mano sobre la cabeza de Mario, acariciando su pelo. Con su otra mano tomó su pecho y lo pegó a la boca de Mario, dejandolo en la posición donde estaba. Él la abrazó tiernamente, comenzando a jugar con su mojada melena rubia.

Rosalina (pensando) : 'Se ve tan lindo chupando mi pecho.' (hablando) ¡Ahhhh, ahhh, ahhhhh, ahhhhh! Me gusta ... sigue Mario ... sigue ... y dime ... ¿te esta gustando? ¡Ahhhh, ahhhhh!

Mario simplemente asintió tímidamente.

Mario (pensando) : 'Su cuerpo huele delicioso ... no puedo creer que este haciendo esto, pero si es verdad que la estoy haciendo sentir bien, entonces voy a seguir, porque quiero que ella se sienta bien ... porque la amo.'

Rosalina levantó ligeramente la cabeza de Mario y le ofreció su otro pecho, el cual él comenzó a chupar con delicadeza. Los gemidos de Rosalina estaban aumentando, y Mario se encargaba de complacerla con sus manos y su boca. Luego de unos minutos, Mario se separó de sus pechos y levantó su rostro, besandola nuevamente en los labios mientras la sostenía en sus firmes brazos. Lamentablemente este beso no duró mucho, pues Rosalina sintió algo rozando su pierna, y Mario se separó del beso, volteandose rápidamente y poniendo sus manos sobre su entrepierna.

Mario (avergonzado) : ¡¡Lo siento mucho mi laidy, eso no fue apropiado, perdoneme!!

Rosalina (pensando) : 'Vaya, parece que ya tiene una erección ... bueno, creo que es normal tomando en cuenta la situación, aunque no lo tenía previsto tan rápidamente.'

Rosalina comenzó a avanzar hacia Mario, abrazandolo por la espalda.

Mario : ¡Por favor, no mire!

Rosalina : Vamos Mario, no debes sentirte avergonzado por tener una erección.

Mario : Es ... es que ... ¡usted me permitió hacerla sentir bien y le falle! Me entregó su inocencia y su virgen cuerpo y ahora parece que me aproveché de usted.

Rosalina : Dime Mario ¿ya habías tenido una de estas?

Mario : Yyyy ... ya ... pero nunca les presté atención, siempre hacía lo que fuera para que desaparecieran porque se siente muy incómodo, pero se que suceden cuando tengo malos pensamientos o veo cosas inadecuadas.

Rosalina (pensando) : 'Pobre, realmente esta nervioso y preocupado. Pero eso no importa, yo soy la que quería darle un regalo, y aunque nunca había hecho esto ni lo tenía planeado ... debo hacerlo, haré lo que sea para que se sienta mejor.'

Rosalina pasó sus manos por debajo de los brazos de Mario y comenzó a acariciar su abdomen, tras lo que comenzó a besar su cuello nuevamente.

Rosalina (susurrando suavemente al oído de Mario) : Dejame ver ... por favor ...

Mario : ¿Se ... segura?

Rosalina (besa gentilmente su oreja) : Segura.

Mario retiró tímidamente sus manos, dejando que su doncella viera su erección.

Rosalina (tímidamente) : Ahora ... relajate. Tu me hiciste sentir bien ... yo haré lo mismo.

Rosalina bajó sus manos por el cuerpo de Mario hasta posarlas sobre su pene, el cual tomó con su mano derecha, causando que se estremeciera.

Rosalina : ¿Estas bien?

Mario : Sí ... es solo que ... tu pequeña mano se siente rara ... es todo.

Rosalina soltó una pequeña risita y comenzó a besar suavemente la oreja de Mario mientras le susurraba dulces palabras, y con sus manos comenzó a masturbarlo lentamente. Su mano derecha la movía de adelante hacia atras mientras sostenía el pene de Mario, y con su mano izquierda sobaba suavemente su escroto. Mario comenzó a jadear ante la placentera sensación.

Rosalina (nerviosa) : Dime ¿te gusta, te sientes mejor?

Mario (jadeando) : Sí ... Rosalina ... me gusta ... no se que estas haciendo, pero ... me siento mejor ... mucho mejor.

Rosalina (ríe suavemente) : Que bueno, (lame su cuello juguetonamente) ahora me separaré un momento.

Rosalina soltó a Mario y se acercó a la orilla, dandole unos toquecitos.

Rosalina : Ven ... sientate.

Mario se acercó a la orilla y salió de la piscina, sentandose en la orilla.

Rosalina (sonrojada) : Vaya ... si que estas ... em ... excitado jijiji.

Mario : Y ... ¿no te molesta?

Rosalina : No ... recuerda que estamos aquí porque quiero agradecerte. Ahora ... quedate quieto ¿sí?

Ella volvió a tomar el pene de Mario con sus manos y continuó masturbandolo, por lo que Mario se aferró a la orilla de la piscina.

Rosalina : ¿Nunca habías hecho esto?

Mario (jadeando) : No ... nunca ...

Rosalina acercó un poco su boca y comenzó a chupar y a lamer el escroto de Mario mientras lo seguía masturbando, consiguiendo excitarlo aún más.

Mario : ¡Ahhhh, Rosalina! ... ¡argh! No ... no hagas eso ... no pongas tus finos labios allí ¡ahhh! Esa parte no es para eso, ahhhhh (pensando) '¿porque se siente tan bien que este chupando mis partes íntimas?'

Rosalina : Callate ... y disfruta.

Ella comenzó a lamer suavemente el pene de Mario, besandolo ocasionalmente.

Mario : ¡Ahhhhh, Rosalina!

Rosalina : Dime ¿se siente bien?

Mario (viendola fijamente) : Se siente asombroso ... no se porque ... pero me gusta.

Rosalina sonrio tímidamente, tras lo que metió la punta del miembro de Mario en su húmeda boca y comenzó a chuparla, tras lo que comenzó a meter más y más hasta que ya no pudo. Luego, comenzó a mecer su cabeza de arriba hacia abajo, chupando suavemente el pene de su amado. Ambos se veían entre ellos, y Mario no paraba de jadear mientras que Rosalina estaba feliz de que él lo estuviera disfrutando.

Mario : Rosalina ... Rosalina ... Rosalinaaaaaa ... es increíble, me gusta, me gustaaaa ...

Ambos continuaron en esa posición hasta que Mario comenzó a tener una rara sensación.

Mario : ¡Ahhhhhh, Rosalina detente, siento que ... que algo va a salir, por favor para, no quiero expulsarlo en tu boca, no quieroooo!

Rosalina aceleró un poco el ritmo, y finalmente consiguió que Mario se corriera con un fuerte grito, tras lo que ella se tragó todo su semen. Mario cayó exhausto sobre el piso, y ella fue sacando su pene de su boca lentamente.

Rosalina : Yumi ... eso estuvo rico jijiji, te corriste mucho.

Mario (jadeando) : ¿Que ... que fue eso? ¿Que sucedió?

Rosalina : Te corriste, es decir, expulsaste algo llamado semen ... eso significa que te hice sentir muy bien.

Mario se sentó nuevamente.

Mario : Pues ... gracias.

Rosalina (sonrie) : No me agradezcas todavía, aún no termino.

Ella se levantó un poco y colocó el aún erecto pene de Mario entre sus suaves pechos, aprisionandolo.

Rosalina : Vaya, aún se siente muy caliente.

Mario : Ahhhhh ... tus pechos son tan suaves.

Rosalina : Bien ... alla voy.

La rubia comenzó a mecer sus pechos de arriba hacia abajo, masturbando a Mario con ellos. Él la volvió a ver fijamente mientras ella movía sus pechos.

Mario : Rosalina ... ahhhh, estoy algo sensible ... creo que ... terminaré más rápido que antes.

Rosalina : No importa, quiero que lo hagas, quiero que te sientas muy bien, quiero agradecerte por todo ... así que solo dejalo salir.

Ella se inclinó y comenzó a besar alocadamente el torso de Mario, levantandose para abrazarlo y continuar besando su pecho. Mario la abrazó tiernamente y comenzó a jugar con su pelo mientras ella lo besaba, rozando su pene con sus pechos.

Mario : ¡Ahhhhh, Rosalina, allí viene de nuevoooooo!

Mario volvió a correrse, dejando todo su semen sobre los pechos de Rosalina. Esto la tomó por sorpresa, y lentamente comenzó a separarse de él. Mario volvió a quedarse jadeando luego de otra corrida, y Rosalina tomó un poco entre sus manos.

Rosalina : ¿Ves? Esto es lo que sale.

Mario : Que ... raro.

Rosalina se metió a la piscina y se lavó el cuerpo, tras lo que salió otra vez a la superficie.

Rosalina : Dime Mario ... ¿como nacen los bebés?

Mario : Pues ... los trae la cigüeña ¿no? ¿Porque la duda?

Rosalina (suspira) : Por nada (pensando) 'Awwww, es tan tierno. Quien diría que debajo de esa apariencia ruda de guerrero se escondía alguien tan inocente.'

Mario vió un momento a Rosalina, tras lo que se metió a la piscina y la levantó, sentandola en la orilla.

Mario : Tu me hiciste sentir bien con tu boca ... ahora yo hare lo mismo. Por favor ... abre tus piernas.

Rosalina tímidamente abrió sus piernas, dejando que Mario viera su vagina.

Mario : Así que eso tienen la mujeres.

Rosalina (sonrojada) : En verdad eres un desastre ... pero igual te amo.

Mario : Jeje ... bien ... aquí voy.

Él comenzó a acercarse y le dio un suave beso, tras lo que comenzó a lamer y a besar su húmeda vagina. Rosalina comenzó a gemir más fuerte que antes, y nuevamente tomó el cabello de Mario para acariciarlo.

Mario (pensando) : 'Esta gimiendo más fuerte que antes ... eso significa que la estoy haciendo sentir muy bien ... debo seguir ... hasta que me ordene parar. Aún esta parte de ella, que pasó mas tiempo en el agua, tiene su dulce aroma.'

Rosalina (pensando) : 'Es tan dedicado ... esta lamiendo cada centímetro, lo hace increíble...'

Mario continuó complaciendo a Rosalina con su boca, metiendo y sacando su lengua de su vagina.

Rosalina (pensando) : 'Es tan increíble, creo que ... va a hacer que me corra ... muy pronto...' (hablando) ¡Ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, Mario, voy a correrme pronto ... preparate, ahhhhhhhhh!

Con ese último grito, Rosalina se corrió. Mario intentó tragarlo todo como ella lo había hecho, pero terminó haciendose a un lado. Rosalina se desplomó sobre el piso del lugar, y Mario salió para ver como estaba.

Mario : Y ¿que tal? ¿Te hice sentir bien?

Rosalina (jadeando) : Sí ... lo hiciste.

Ella lo tomó de los hombros y le dio la vuelta, dejandolo de espaldas sobre el piso.

Mario : ¿Que ... que vas a hacer?

Rosalina : Voy a hacer que ambos nos sintamos bien. Espero que ... te guste.

Ella tomó el pene de Mario y comenzó a insertarlo dentro de ella, causando que el caballero lanzara un pequeño quejido.

Mario : Argh, esta ... apretado.

Rosalina : ¡Ahhhh! Lo se ... es mi primera vez .... gha, grrrr, y duele un poco ...

Finalmente, Rosalina terminó de bajar, colocando sus manos a los lados del cuerpo de Mario.

Rosalina (sonriendo) : Y dime ... ¿que tal se siente?

Mario : Se siente ... raro ... pero bien.

Rosalina : Acabo de darte mi virginidad (lo besa en los labios) y con esto terminaré mi agradecimiento.

Ella comenzó a mover sus caderas de arriba hacia abajo, causando que su húmedo pelo rebotara junto a sus pechos mientras tenía sexo con su caballero.

Rosalina : ¡Ahhhhhh, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, dime Mario! ¿¡Te gusta!?

Mario : ¡Ahhh, ahhh, sí, me gusta muchooooo, siento que ... que me derrito!

Rosalina : ¡Ahhhh, ahhhh, igual yo, vamos, tocame, no seas tímido, ahhhh, ahhhh, ahhhhh!

Mario tomó a Rosalina de las caderas mientras ella seguía moviendose usando sus rodillas, acelerando el ritmo conforme se iba acostumbrando. Ambos continuaron en esa misma posición hasta que Mario hizo su anuncio.

Mario : ¡Ahhhh, Rosalina, voy a correrme de nuevo!

Rosalina : ¡Ahhhh, ahhhhh, esta bien Mario, hazlo, dejalo salir todoooo!

Mario se corrió finalmente dentro de Rosalina, quien cayó rendida sobre su pecho.

Rosalina (jadeando) : Eso ... fue ... increíble.

Mario (jadeando) : Lo se.

Rosalina se levantó y se tendió de espaldas a la par de Mario, abriendo sus piernas.

Rosalina : Ahora te toca.

Mario se levantó y se arrodilló frente a ella.

Mario : ¿Que ... que hago?

Rosalina : Solo mueve tus caderas de adelante hacia atras.

Mario : Cl ... claro.

Mario tomó su pene y comenzó a insertarlo en su vagina, tras lo que la tomó de la cintura y comenzó a mecer sus caderas, penetrandola. Los gemidos de la princesa no se hicieron esperar, y colocó sus manos sobre su cabeza.

Mario (jadeando) : ¿Así esta bien ... así te gusta?

Rosalina : ¡Ahhhh, ahhhh, ahhhhh, así esta perfecto, sigue así, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, me estas haciendo sentir muy bien, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhhh!

Mario se inclinó sobre Rosalina y metió sus manos debajo de su espalda, abrazandola.

Mario (jadeando) : Te amo Rosalina ... te amo mucho.

Él la beso tiernamente en los labios mientras seguían teniendo sexo en esa posición, y ella enrolló sus piernas alrededor de la cintura de Mario para estar más pegada a él. Al separarse del beso, Mario procedió a chupar sus pechos.

Rosalina (abraza a Mario) : ¡Ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, yo también te amo mucho Mario, eres todo para mí, ahhhhh, ahhhhhh, ahhhhh!

Ambos continuaron en esa misma posición hasta que Mario volvió a correrse, dejandolo todo dentro de Rosalina, tras lo que se quedó tendido sobre ella.

Mario : Estoy ... cansado.

Rosalina (besa su cabeza) : Esta bien ... descansa ... te lo ganaste...

Al día siguiente el sol comenzó a salir, colandose en la habitación de la princesa, en donde ella dormía desnuda junto a su caballero. Él estaba tumbado en la cama boca arriba y ella estaba de lado, recostada sobre él. Al sentir la luz del sol, ella se despertó y comenzó a besar tiernamente el pecho de su caballero, quien despertó.

Mario (sonriendo) : Hola Rosalina.

Rosalina (sonriendo) : Hola Mario.

Ella se acurrucó aún más sobre Mario, quien gentilmente tomó su rostro y le dio un dulce beso en los labios.

Mario : Te amo.

Rosalina : Yo también te amo ... por favor prometeme ... que a partir de ahora dormiras conmigo.

Mario : A partir de ahora no me separare de ti jamás mi amor, mi doncella, mi Rosalina.

Ella sonrió y se recostó sobre Mario, quien la abrazó tiernamente....

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